Capitulo 14

CAPITULO 14

La miko do los últimos pasos que la separaban de la calle y las puertas de la delegación, la entrada se abrió antes de que ella pudiera extender su mano y sujetar la perilla.

Un oficial se encontró con la joven de cabellera azabache, saludándola con cordialidad le dio paso a que ingresara, Sesshomaru siguió a la miko en completo silencio.

Cruzo los pasillos rodeado de policías y oficinas se escuchaban conversaciones por todos lados, la maquinaria de impresión estaban en marcha, y el repetitivo tecleo en las computadoras.

Cruzaron a varios más que saludaron a la joven pareja, excepto por uno que iba demasiado concentrado en su trabajo.

Una joven de cabellos gris oscuro, se acercó hasta ello.

Buenas tardes, el detective Okasaki la espera en el tercer piso, Señorita Kagome- comunico la mujer, la miko y el Youkai asintieron en acuerdo- por favor sígame.

Los condujo hasta el ascensor y presiono el número correspondiente, el timbre sonó y las puertas se cerraron, para minutos después abrirse en su destino.

Por aquí- salió del ascensor y los condujo por otro pasillo rodeado de oficinas, la única diferencia con el primer piso era que había poco personal y todos estaban con delantales blancos u celestes, al igual que en los hospitales.

Okasaki, la señorita Higurashi ya está aquí- anuncio la peli gris abriendo una de las puertas, arriba colgaba un enorme cartel con la leyenda "MORGUE", al rato salió el detective a recibirla.

Señorita Higurashi buena tarde- saludo dándole una cordial bienvenida acompañada de la mejor de sus sonrisas.

Buenas tarde- saludo ella, haciendo una pequeña reverencia- recuerda a mi prometido Sesshomaru- el nombrado salió detrás de la miko, ambos hombres se miraron por un par de segundos y luego estrecharon las manos.

Es un placer volver a verlo-Comento Okasaki.

Igualmente- le respondió de manera amable el Youkai.

Señorita Kagome, necesito que vea los cuerpos que hayamos, tal vez reconozca alguno de ellos- indico y dio lugar para que la asustadiza mujer ingresara- me temo que usted no podrá pasar- le dijo al demonio.

Sesshomaru asintió de mala gana y se sentó en una banca del pasillo "si de mí dependiera te arrancaría la cabeza" pensó muy enfadado, ero por alguna razón, no por una simple razón llamada Kagome, no lo hizo ya que había prometido ser invisible, de cierta forma.

El jamás rompía una promesa, tenía el honor muy grande.

No le caigo bien a su prometido-comento el joven sonriendo.

¿Por qué lo dice?-pregunto la miko, con la mirada confundida.

Me da la impresión que intenta asesinarme con la mirada-respondió sonriendo más ampliamente- es muy celosa de usted.

No lo creo-respondió ella, sonroja y sonriendo.

Higurashi le mostrare los cuerpos- el detective comenzó a caminar.

Llámeme Kagome, no me gustan las formalidades- le aconsejo ella, Okasaki se encogió de hombros y respondió un de acuerdo.

Por aquí Kagome- le dijo, mientras lo seguía observo un poco el lugar, el aire estaba frio lo mismo que era vivir dentro de una heladera, y los muebles eran de un solo color gris, sobre una gran mesa avía cuchillo, pinzas y una enorme sierra, palideció de tan solo pensar en cómo eran usadas.

Tomoya abrió las dos bóvedas donde yacían los cuerpos de aquellos sujetos, cuando los descubrió de la manta, Kagome no necesitaba pruebas ni pensarlo dos veces eran los mismos sujetos que intentaron violarla.

La boca y los ojos se cerraron con fuerza, respiro varias veces para calmarse.

Necesito que los observe y me diga si son ellos- se escuchó la vos del apuesto detective.

Yo no lo sé, estaba muy oscuro no alcance haber sus rostros.

Bueno en ese caso no se preocupe encontramos muestras de cabello en los cuerpos de esa forma sabremos si son ellos- le informo, mientras se ponía unos guantes de látex.-Sabemos que los cuerpos fueron encontrados donde usted me mando Kagome.

Entonces pueden ser ellos.

Es lo más probable-respondió mientras inspeccionaba las heridas, kagome sabía perfectamente que estaba obrando mal pero de esa forma mantendría alejado a Sesshomaru de los problemas con humanos-¿tiene idea de que son esas marcas?- pregunto Okasaki señalando el pecho de uno, cubierto de una cortadura que abarcaba gran parte de su anatomía.

"el látigo de veneno" pensó pero su respuesta fue otra:- no lo se

Es como si le hubieran dado un latigazo-murmuro el agente, por microsegundo kagome se sintió indefensa pero necesitaba tranquilizarse de esa forma todo pasaría más rápido.- y a este, lo atravesaron con algo que a un desconocemos- indicando el gran oyó en el estómago.

"fue atravesado por la mano de Sesshōmaru", aunque su conciencia le dijera que era un grave error su corazón dictaba a proteger a su Youkai a toda costa, "me iré al infierno"- no tampoco sé que pudo ocurrirle.

¿Cómo te defendiste Kagome?- esta vez uso un tono de vos que ha Kagome no le agrado para nada.

¡¿Qué insinúa? Yo no mate a esos sujetos!- le dijo ella indignada.

No dije eso solo fue una simple pregunta que espero me responda- Okasaki saco otro de sus cigarrillos, y lo encendió, observando los grandes ojos color chocolate de la joven.

Los empuje y les di un par de patadas- respondió ella, luchando con el nerviosismo que amenazaba por dominarla, la continua mirada del joven no ayudaba en absoluto.

Pasaron segundo que para Kagome fueron eternos antes de que el respondiera:- Supongo que eso es todo- hablo al fin dándole una pitada y expulsando el humo por las narices, la azabache se dio la vuelta dispuesta a irse.

La acompaño hasta la puerta.

Amenos- comenzó el de repente, ella seguía dándole la espalda, a un paso de la salida- a menos que algo-abrió la puerta y poso una mano sobre la delgada cintura de la mujer- o alguien la haya ayudado- finalizo observando a Sesshomaru que se puso de pie frente a ellos al instante.

Tomo con disimulo grandes bocanadas de aire y se giró para decirle.-estoy segura de que usted sabrá cómo llegar a ello- sonrió y retomo su lugar junto a que decía ser su prometido- con permiso detective.

Adiós kagome, señor Sesshomaru-se despidió este mientras lo veía alejarse, llevo el cigarro a los labios, Tomoya pensó que no se había equivocado del todo al aceptar un caso que en un principio no le pertenecía, solo le hizo un favor a su mejor amigo Sunohara ya que el avía estado meses planeando unas vacaciones con su familia, y por causa del caso no podía concluirlas, ahí es donde se ofreció para resolverlo y que él se fuera a relajar al otro lado del mundo.

Desde hace varios años que Okasaki Tomoya, trabajaba en esa reconocida agencia de detectives, muy admirado por sus colegas al ser uno de los mejores en el país, los casos más difíciles se los daban a él ya que era, según el mismo jefe de la agencia, el único que sabía cómo llevar un caso hasta el final y siempre resolverlo, dejando a los cliente muy satisfechos por ello.

No hace más de dos años que se le fue asignado una compañera, una joven mujer de cabellos azul oscuro y bellísimos ojos violetas, su nombre Ichinose Kotomi, les fue fácil relacionarse ya que habían cursado la secundaria juntos, es una mujer muy inteligente y astuta, haciendo junto a Tomoya el mejor equipo de todos.

Cuando la pareja salió, Kagome se sorprendió al ver el rostro enojado de Sesshomaru, se mostraba frio e indiferente, sin atreverse a mirarla, obviamente la miko se sintió mal y también molesta por su repentino cambio de humor.

¿Oye Sesshomaru estas bien?- se atrevió a preguntar, recibió una mirada de reojo y el silencio en respuesta- ¿estás molesto conmigo?

No.

Si está molesto conmigo-susurro ella más triste que enojada.

Apresúrate o prefieres volver con ese sujeto-le dijo dejando muy claro el terrible ataque de celos que le dio al ver como ese, humano trataba de manera tan familiar a su miko, si no solo la llama por su nombre sino que también se atrevió a ponerle una de sus manos encima.

"Así que es por eso, en verdad esa celoso"-pensó Kagome deslumbrante de alegría, ya que de alguna forma u otra el demostraba cuanto le importaba o la quería-No estés celoso- dijo sonriendo

No lo estoy- mintió y ambos lo sabían, es que en ese instante cuando los vio, no supo cómo fue capaz de contener las ganas de deformarle la cara a goles, ¡¿qué demonios tenía que hacer pegarle un cartel en la frente?!

No era tal mala idea, el cartel podría decir: "propiedad de Sesshomaru Taisho" o mejor algo así como "si la tocas te mueres", ya era demasiado todas las emociones que la joven humana sacaba de él, jama se imaginó sentirse de esa forma, ¡mierda! Si hasta tenía miedo de perderla o de que fuera solo un sueño una jugarreta de su mente.

Kagome era tan hermosa y especial que atraía a cualquier hombre, pero ella era suya lo quería a él, los humanos no eran una competencia para el e Inuyasha.

"Inuyasha", cierto se había olvidado que su hermanito estaba aquí de seguro solo traería problemas, aunque él ya tenía una compañera era demasiado obvio que no le agradaría en lo absoluto su relación con la miko, pero él estaba dispuesto a hacerle entender que él ya tuvo su oportunidad y la desaprovecho por idiota.

¡Inuyasha!-escucho exclamar a la azabache, ¿tan metido estaba en sus pensamientos que no siento su presencia y aroma?, en nombrado se encontraba frente a ellos, mirando fijamente a Kagome

Kagome ¿qué te paso?- llamo dulcemente el Hanyou, de un salto acorto la distancia que los separaba y la envolvió en un cálido abrazo.

Sesshomaru miraba, con vivas llamaradas tal escena ante él, apretó con fuerza las manos lastimándose la piel, si existiera una mirada más fría y amenazante que la que le dirigía a su hermanito, dejo de existir al momento que sus ojos se posaron en él.

Sentía la sangre hervir y la rabia le subía a cada segundo que pasaba.

Aléjate de ella, Inuyasha -demando Kagome se soltó pero este no pensaba dejara ir sujetándola de la mano.

Fhe y quien eres tú para impedírmelo- el hibrido atrajo a la miko hacia sí.

Inuyasha por favor-le pidió la miko, tratando de alejarlo- suéltame me lastimas.

No lo haré ¡¿y por qué Sesshomaru está aquí?!-le grito, estaba enfadado, más bien molesto ella lo veía en sus ojos, temía que pasara lo peor.

Yo- yo

No es de tu incumbencia hibrido- corto el Peli blanco- que no escuchaste dije que te alejaras- las garras destellaban aquel mortal veneno, Inuyasha no se inmuto y tampoco la soltó.

No te atrevas Sesshomaru- respondió Inuyasha llevando su mano libre al mongo de la espada.

¡Inuyasha basta!

¡Fhe, ¿quién te crees que eres? kagome es mía y me la llevare cuando quiera!- grito ya más que enfadado, un ruido seco alerto al mayor de los hermanos.

Ka-kagome- balbuceaba el hanyou, al sentir el fuerte golpe proporcionado por la azabache- ¿por qué?

¡No te atrevas a decir que soy Tuya!- le grito llorando de rabia, para entonces él la había liberado- ¡jamás!

Pero Kagome- seguía repitiendo incrédulo, por la reacción de la joven, jamás imagino que ella lo abofeteara de esa manera, llena de rabia e impotencia, ahora el hanyou estaba más convencido, su hermano era el culpable de todo, las marcas moretones en el rostro de ella, eran una prueba más de que seguro él la había lastimado-¡tú tienes la culpa de todo esto Sesshomaru!

El nombrado lo miraba indiferente, como si no lo escuchara su total atención estaba en la miko, que se sobaba la mano dañada, una herida más, camino hasta ella este movimiento alerto al hanyou.

Inuyasha desenvaino el espada dispuesto a tacarlo si fuera necesario, el protegería a la miko a toda costa, cueste lo que cuete.

A cada paso que daba los gruñidos de Inuyasha aumentaban y se asían más fuertes, la morena miraba embelesada como su demonio la tomaba en brazos dispuesto a llevársela lejos.

Pero antes de que pudiera dar el primer paso su camino fue cortado por el cuerpo y la furiosa mirada de Inuyasha y su espada resplandeciente pedía a gritos la vida de su hermano.

¡Aléjate de Kagome!- se escuchó el rugido ferros, los personas que se encontraban a su alrededor salieron a refugiarse cuanto antes, de aquel lugar, alzo el filo hasta la altura del cuello del demonio.

Inu-

Déjalo si es la muerte lo que busca así será- le corto el demonio a la miko, dejando con gentileza en el suelo- ¡vete!

Ella no obedeció se quedó mirando a ambos hermanos, el ambiente era tan tenso que podía ser cortado con un hilo, estaba segura de que amaba a Sesshomaru, pero también, sentía un cariño especial por Inuyasha, no quería que se lastimaran entre ellos, no por su causa.

No-fue apenas un murmullo pero ambos lo escucharon- no lo haré ¡detengan esta estupidez ahora!-grito con ambas manos en puño, sus ojos Marrones se oscurecieron- Inuyasha no molestes a Sesshomaru y Tu Sesshomaru deja de provocarlo-les ordeno a ambos sus poderes de miko comenzaron a florecer, haciendo que estos dieran un paso hacia atrás- ambos irán a casa conmigo y arreglaremos todo este asunto ¿de acuerdo?

Por primera vez un sus 200 años Sesshomaru sintió miedo de la que ahora era su mujer, en cambio Inuyasha la veía más furiosa que todas las veces que sufrió lo arranques de la joven miko, trago duro un "abajo" en estos momentos lo dejaría a un paso del otro mundo.

Si-respondieron ambos, y kagome suspiro ante estos.

Qué bien-respondió sonriendo, logrando que casi se caigan de espalda los dos por sus repentinos cambios de humor, sí que era una mujer muy especial y sumamente única.

Vámonos kagome- le dijo el hanyou poniendo en cuenquillas para que la joven se subiera a su espalda.

¿Qué crees que estás haciendo?- pregunto el Youkai enfadado, mirando asesinamente furioso a su querido hermano, solo en sus sueños le pondría una mano encima, cogió a la miko en forma nupcial y salió volando de allí.

¡Qué haces Maldito devuélveme a Kagome!- grito Inuyasha, y sin perder más tiempo salió dando grandes saltos para alcanzarlos- ¡Detente!

A los minutos que ellos se fueron llegaron varias patrullas de la policía, la gente se reunió a su alrededor y comentaba lo sucedido, pero como era de esperarlo los oficiales oyeron poco creíble la parte en que ellos se fueron volando y que uno al parecer tenía unas extrañas orejas de perro.

Qué tontería- se quejó un policía a su amigo- llamar por semejante mentira ya me cansaron estas bromas.

Si, cuando aprenderán- respondió el otro- ¡vamos a comer algo me estoy muriendo de hambre!

Los oficiales fueron a comer a un local de comidas rápidas al que siempre iban Kagome y sus amigas, después de media hora volvieron a su rutina de todos los días.

Llévame a la delegación necesito entregar unos papeles ¿quieres?- le dijo el acompañante, mientras terminaba de arreglar las hojas en la carpeta morada.

Cuando llego fue directo a la oficina del detective Okasaki, golpeo un par de veces antes de ser atendido.

Aquí están los papeles Tomoya- dijo entregándoselos al nombrado, que se encontraba fumando un cigarrillo.

Muchas gracias, Otayu- recibiéndolos- ¿Qué tal el día?- pregunto ojeando la carpeta.

Ha normal, ya sabes los mismos problemas de siempre-le comento, mientras el detective firmaba alguno de los documentos.

Si seguro es muy agotador- aporto tomoya.

Siempre y cuando no haiga un grupo de idiotas que se dediquen a hacer bromas- dijo enfadado, mientras se rascaba la nuca.

¿Bromas?- pregunto el peli azul, algo intrigado.

Si llamaron diciendo que un grupo de sujetos peleaban por una mujer en el centro y luego uno de ellos salió volando.

Volando ¿a qué te refieres con eso?- se intrigo un mas, algo le decía que debía saberlo todo.

Como superman amigo- respondió con burla, Tomoya sonrió ante esto- y eso no es todo uno de ellos al parecer tenia orejas como de un gato o un perro- finalizo ya sin poder aguantar la risa, el detective trato de imitarlo pero no pudo, estaba seguro de que esta tal broma algo tenía algo de cierto.

Jajaja bien Otayu, aquí están todos firmados muchas gracias de nuevo- le dijo y le entrego los papeles, al nombrado- ¿oye donde paso exactamente?

En la avenida Sempio 234-repondio con un grito este antes de salir, en ese mismo instante Kotomi, su compañera ingresaba a la oficina con otra carpeta de color verde oscura.

Hola Tomoya- saludo la mujer tirando las carpetas sobre el escritorio- ahí está lo que me pediste.

¿As encontrado algo?-pregunto este.

Velo por ti mismo-respondió ella sentándose en el borde del escritorio, dudoso abrió las carpetas y saco la primera hoja.

Pero esto no dice nada- dijo incrédulo, mirando la hoja en blanco y luego reviso las demás que estaban igual- ¿Qué significa esto Kotomi?

Significa que ese sujeto, Sesshomaru, no existe, no hay registro, ADN ni si quiera una foto- le respondo la peli azul- te dieron un nombre falso.

"¿Por qué me habrá mentido? ¿Qué es lo que escondes kagome y quién es en realidad ese sujeto?"-pensaba Okasaki, mientras recordaba el momento en que conoció a los dos jóvenes, se puso de pie y cogió el saco del respaldo de la silla- acompáñame

Ambos salieron de la delegación, fu directamente que le dijo Otayu.

Disculpen- llamo a un grupo de jóvenes reunidos en el lugar- soy oficial de policía ¿saben de lo ocurrido aquí?-pregunto mientras enseñaba su placa, uno de ellos, de cabello verde oscuro se a cerco y hablo por los demás.

Un par de sujetos discutieron, uno de ellos tenía una enorme espada y sus orejas no eran humanas-respondió.

¿Y su apariencia?- pregunto mientras tomaba nota de ello.

Emmm, bueno eran muy extraño sobre todo uno que llevaba un horrible traje rojo- prosiguió rascándose la cabeza, como si pensara-y el otro parecía normal hasta que salió volando, con la mujer en brazos.

Una mujer-repitió Kotomi

Si era una joven muy bonita de cabello negro-respondió algo sonrojado el muchacho al verla.

¿Recuerda algo más sus rostros u otra cosa?

He si uno de ellos era muy serio, su cara daba miedo-le dijo y luego agrego-tenían el pelo blanco.

Sesshomaru-murmuro tan bajo Okasaki, estando seguro de que aquella descripción pertenecía a ese hombre y la mujer de cabellos negros debería ser Kagome.

¿Tomoya?-llamo preocupada Kotomi al ver a su amigo en estado de Shock-¿te encuentras bien?

¿He? si estoy bien no te preocupes, por cierto muchas gracias-se despidió del joven y se fueron en el auto, saco el celular del bolsillo y marco- ¿Eduar? Dime que tienes algo-pidió al forense en la otra línea.

Es muy difícil, aún no he logrado nada-respondió este desanimado-dame un par de días

Bien solo llámame cuando sepas algo-le dijo para luego cortar.

¿Me dirás que te sucede?-pregunto la peli azul con tono preocupado.

Ni si quiera yo lo sé- respondió con la vista sobre las calles-quizás estoy cansado-murmuro, recibiendo una sonrisa de su acompañante.

Ágamos algo tomate el resto del día, ve a casa con tu esposa- le aconsejo, Tomoya la miro con ojos agradecidos.

De acuerdo- respondió sin poder evitar la sonrisa en sus labios.

Estará feliz de verte, ya que estos días son claves en su estado-dijo Kotomí, sonriendo más ampliamente.

Lo sé, he estado leyendo sobre el tema.

Serás un buen padre estoy segura- dijo mientras miraba por la ventana del coche.

Eso espero.

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¿Y bien?-pregunto un hombre de cabellos negro y ojos de igual color- ¿Qué has averiguado?

Solo que su nombre es Kagome Higurashi, y que su familia vive en un templo, así que no será difícil de localizar-respondió el sujeto frente a él, entregándole una hoja con los datos y la foto de la chica.

Baya es una joven bella-murmuro- comunícate con Riuko dile que venga de inmediato.

Si- respondió y salió dejando solo a su retorcido jefe.

Señor Sudou lo llaman en la línea dos- se escuchó la vos de la secretaria por el intercomunicador.

Gracias Sara- respondió Sudou, y cogía el teléfono- ¿diga?

Baya, tanto tiempo sin oírte viejo amigo- se escuchó al otro lado de la línea.

¿Tau?- pregunto mientras desajustaba el nudo de la corbata.

¡Quien más podría ser!- exclamaron, Sudou podía imaginare la sonrisa del otro hombre.

¿Qué quieres?-pregunto al fin, mientras se serbia un trago de wiski.

Ya sabes- respondió- ¿qué tal si reunimos a la familia?

Te llamare cuando sea necesario, en estos días estoy ocupado encárgate de reunir a los demás- contesto, mientras tomaba de un solo trago todo el líquido del bazo.

Jajaj siempre tan trabajador- he hiso una pequeña pausa- de acuerdo trata de que sea pronto.

Ok, ahora si me disculpas tengo trabajo que hacer- le respondió y colgó sin esperar que dijeran algo al respecto.

Se masajeo un poco la sien, para tratar de para el dolor de cabeza que empezaba a brotarle, había pasado más de dos años desde la última vez que "la familia", se había reunido aun recordaba aquel desacuerdo que inicio una mala relación entre los miembros.

Cinco hombre conformaban aquella sociedad secreta, pasada de generación en generación entre las familias, comenzando desde hace más de 500 años en el pasado, donde sus primeros iniciadores un grupo de Sacerdotes Ninjas, hicieron un pacto a la diosa Denix, ama y señora de la guerra para acabar con la última de las razas demoniacas de todo el reino japonés.

Librando así la tierra de aquellas repugnantes criaturas, consideradas impuras por todo ser viviente con el corazón puro, donde por siglos mancharon la sangre de la raza humana, al mezclarse sentimentalmente con ello, aquel tipo de aberración dio origen a los llamados Hanyou, criaturas sucias de sangre al igual que los Youkai seres asesinos sin corazón que se divertían violando y quitando la vida de centenares de aldeas y gente inocente.

Aquel lazo los unió por toda la eternidad hasta el fin del linaje de sus sangres, jurando con destruir hasta el último ser sobrenatural en pie. Aunque eso eran cosas del pasado gracias a ellos ya no existían esos seres llamados demonio.

Sudou-llamaron desde a puerta, el nombrado alzo el rostro y reconoció a Riuko.

Toma asiento-le dijo el obedeció, sin chistar tomo entre sus manos la carpeta y se lo entrego a recién llegado-busque la información por ti- le dijo mientras serbia otra trago para ambos.

Kagome Higurashi- leyó el nombre de la mujer que se había llevado la vida de su hermano- me encargare de asesinarte.

Paciencia querido amigo-murmuro el pelo negro, mientras pasaba los dedos por sus cabellos- as sufrir a la joven tal como ella se lo hiso a tu hermano.

Con un arma podría acabar con ella- comento, tomo la foto de la miko- o podría marcarle ese lindo rostro- sonrió, de manera maliciosa mientras acariciaba con la yema de sus dedos el rostro de la joven "terminare contigo lo que inicio mi hermano".

Sudou admiro, aquel joven de mirada decidida sin duda sacaría gran provecho en aquel estado que se encontraba, a cambio de su ayuda lo obligaría a terminar con la vida de aquellos que una vez rechazaron su petición de líder, sino había postulante en su camino todo sería más fácil, así lograría formar aquella sociedad única y solo para el dedicándose a sacar provecho de todo.

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Mientras tanto pareciera que la casa Higurashi, se encontraba en plena alerta roja, ambos hermanos se miraban como si quisiera asesinarse con los ojos, era como ver miles de cuchillos atravesarles el cuerpo, en cualquier momento uno de ellos daría el primer golpe.

La miko, estaba confundida y nerviosa por todo el asunto sin saber cómo comenzar a hablar, el citarlos a su hogar en aquel estado tal vez haya sido una mala idea, pero debía coger valor y poner las cartas sobre la mesa de esa forma quizás todo terminaría.

¡Deja de mirarme de esa manera!- reto Inuyasha a su inexpresivo hermano.

Estúpido Hibrido dirígete a mí con respeto- respondió el Youkai, y de un ligero movimiento atrajo así si a la oven miko.

¡Deja de abrazarla!- estallo el Hanyou ya perdiendo los estribos a causa de los celos.

¡Es mía!-el puñetazo que iba a parar en el rostro del demonio se congelo al oír aquellas dos palabras.

Inuyasha- llamo la miko, pero este se encontraba en estado de trance como si aún no aceptaba lo dicho.

Ka-ka-kagome- tartamudeaba incrédulo al ver como esta se aferraba a los brazos de su hermano- ¡expliquen qué demonios pasa!

Pues, veras Sesshomaru y yo, estamos junto ahora- le confesó la miko, el rostro del medio demonio se puso pálido.

q- qu- ¡¿QUE QUE?!- reacciono volviendo a gritar tan fuerte que Sesshomaru arrugo la nariz por el molesto ruido en sus oídos.

Aarrrg, silencio- demando ya perdiendo la poca paciencia que le quedaba- ya lo oíste bien ella ahora me pertenece- continuo mientras le dedicaba una sonrisa de triunfo a su querido hermanito.

Arg ni creas que te lo dejare tan fácil- respondió Inuyasha, haciendo que la miko se sorprendiera por aquella respuesta.

Tú ya no tienes nada en este lugar-decía mientras le señalaba la puerta de salida-¡porque mejor no te largas!

He estado más veces que tú- dijo, sonriendo ampliamente, sintiéndose así un más importante que el Youkai al ser el primero.

Vete antes de que acabe contigo- lo amenazo, sacando sus garras.

Me iré cuando pero kagome vendrá conmigo- respondió Inuyasha, tomando la mano de la miko y separarla del Youkai.

Sesshomaru gruño.

Yo, Inuyasha no puedo ir contigo- dijo la azabache, pero el Hanyou la tomo del rostro obligándola a que o mire.

Debes hacerlo, Shippo y Lin están enfermos- le conto, observando cómo los ojos color chocolate volvían lagrimosos- si no vas ellos podrían morir.

¿Cómo?-pregunto luchando por no llorar, mientras que el Youkai había dejado de protestar al momento en que su protegida fue nombrada.

Veneno, fuimos atacados por hormigas gigantes, ellos son los más débiles, ya que las medicinas de Kikyo, no hacen efecto la fiebre no les baja- comento, aun sujetándola del rostro pero ella ya no ponía resistencia-esperamos que fueras pero al pasar los días su salud empeoro y decidí venir.

Porque no lo dijiste desde un principio- murmuro ella separándose de su cuerpo.

No pensé que él estuviera aquí ¿Por qué no me lo dijiste?

Es una larga historia- respondió- que te la contare cuando estemos del otro lado- Inuyasha sonrió ante estas últimas palabras, al contrario de Sesshomaru.

Sesshomaru-lo llamo con dulzura el demonio entendió con solo mirarla lo que ella pedía.

Vete-respondió, kagome se abrazó a él y deposito un tierno beso en los labios de su amado Youkai.

Fhe- soltó con desagrado Inuyasha, la sacerdotisa se separó y subió a buscar su vieja mochila.

El silencio y las miradas asesinas rondaron por largos, largos segundos.

¿La quieres?

Eso no es de tu incumbencia- respondió Sesshomaru.

Claro que lo es- dijo, frunciendo las cejas y luego agrego- si la lastimas te juro que

Eso no pasara- interrumpió el youkai.

Aun así te golpeare- respondió dedicándole una mueca por sonrisa.

¡Ya estoy lista!- dijo Kagome bajando con su mochila y su antiguo traje de colegiala- Sesshomaru regresare en un par de días-le dijo dándole un beso de despedida.

Bien-respondió el mientras aceptaba gustoso aquel gesto.

¡Vámonos Kagome!- grito Inuyasha quien ya la esperaba afuera de la casa.

Si- dijo ella, y salió corriendo, el Youkai los observo desde el patio como ambos se adentraban al pozo para llegar a su época.

Continuara...

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