Capitulo 12

CAPITULO 12

"al diablo" pensó y cerró los ojos esperando el choque de sus labios, su corazón galopaba desenfrenado en su pecho.

Emm emm emm- su escucho como un par de personas aclaraban su garganta tras ellos, kagome se puso más roja que el aori de Inuyasha y Sesshomaru e un parpadeo ya estaba lo bastante alejada de ella.

¿Interrumpimos algo?-dijo Souta demasiado alegre.

No-respondieron de forma automática los dos. Luego el Youkai se retiró dejándola muy confundida.

Kagome- comenzó a hablar su abuelo-te traje una poción para tus heridas-le entrego un frasco enorme conteniendo un líquido morado-ha estado por generaciones en nuestra familia, ha curado a cada descendiente Higurashi.

Buenooo, gracias-destapo el frasco dejando salir el aroma más feo y repúgnate que jamás en sus años en la otra época había sentido, si Inuyasha estuviera cerca ¡pobrecito quedaría inconsciente en el acto!- ¡abuelo no me pondré esto Huele asqueroso!

Pero kagome así te curaras más rápido-comento el pequeño, entregándole algodón.

Souta-llamo ella para regañarlo, sin embargo el rostro entestecido de su hermano y su abuelo que lloraba la convencieron-de acuerdo lo probare...

¡Siii!-festejaron ambos hombres dando un brinco.

-Oigan no estaban tristes hace un momento.

¡Abuelo corre!-grito Souta arrastrando con él al viejito que reía a carcajadas.

-tramposos-murmuro luego miro el frasco en sus manos, sonrió después de todo lo hacían por que la querían.

Subió a su cuarto se daría un baño antes de ponerse esa cosa, si morían o le daba algún ataque por lo menor se arreglaría un poco.

¿y qué tal les fue?-pregunto la señora higurashi mientras cortaba unas zanahorias.

La convencimos-dijeron al unismo.

Perfecto, abuelo puedes ayudarme-señalando los pescados sobre el fregadero- y tu Souta ve a jugar un rato, en unos momentos estar listo el almuerzo.

Asintió con la cabeza y se fue al patio, bajo el árbol diviso al demonio blanco recostado con los ojos cerrados.

Sonrió ampliamente.

Oye ¿Qué te traes con mi hermana?-hablo el pequeño de repente logrando que Sesshomaru abriera los ojos.

El rostro del niño estaba serio, casi como si fuera un verdadero adulto en el tema.

¿Cómo?-pregunto él, pensando que había escuchado mal, Souta suspiro antes de repetir la pregunta.

Te gusta mi hermana verdad-bueno eso no sonó como una pregunta-no te culpo ella es muy bonita y se lleva bien con las persona... y demonios también.

¿Qué significa "prometido"?-pregunto el ignorando las palabras del pequeño, Souta casi se cae de espaldas al escucharlo.

¡Que!, no sabes lo que es-prácticamente se rio de Sesshomaru-bueno es cuando dos personas, se unen para estar juntos eso pasa antes del matrimonio-se quedó pensativo un momento y luego continuo-¡es cierto mi hermana dijo que tú eras su prometido!

Se sentó a un lado del demonio.

Pero ella ya tiene un novio-murmuro captando la atención del Youkai.

No por mucho-respondió este mirándolo de la misma forma que lo hacía siempre.

¡Lo sabía te gusta mi hermana!- se paró de golpe y grito sonriendo, mientras lo apuntaba con el dedo, Sesshomaru no dijo nada- es ese caso, tendremos que poner ciertas reglas...

Reglas ¿Qué tipo de reglas?-pregunto viendo la extraña sonrisa que se formaba en el niño.

La primera-comenzó Souta- tendrás que vencerme en un duelo.

HMP-respondió Sesshomaru, se puso de pie y con un solo movimiento dejo ver sus garras.

NO, no, n-no, no-se apresuró a decir, el niño blanco de miedo- no es "ese" tipo de duelo al que me refiero-aclaro y lo condujo hasta la casa.

Quedo mirando aquel estaño aparato con cables, lo más parecido a una caja con personas encerradas en él, Souta le entrego otro extraño objeto, ya lo había visto antes el niño pasaba todo el tiempo con los artefactos raros.

Una especie roca con piedras de colores, tenía en la mano.

Vamos a luchar-dijo el niño enseñándole cómo funcionaba- si me ganas te daré a mi hermana

¿Con esto?-pregunto elevado una ceja, Souta se rio antes de encender el televisor.

Si lo que haremos se llama lucha en video juegos y con esto-señalando la palanca-se los controla ¡mira!-en la pantalla se movían seres de colores cada vez que apretaban una de las piedritas de color, el hombrecito saltaba dando golpes en el aire.

¡Por buda que tipo de magia más extraña!

Sesshomaru lo imito, pero algo andaba mal con aquel sujeto, no acataba las órdenes del Lord. Cuando quería golpear se quedaba quieto, y si quería patear esta saltaba o daba puñetazos.

¡Inservible ser inanimado!-mascullo con sus ojos a punto de volverse rojos, lo estaba dejando en ridículo frente a un niño humano.

El no podía perder, jamás salía vencido en una batalla...

El último golpe fue dado, aquel cayo inconsciente al suelo ara luego desaparecer, y su contrincante levanto los brazos victorioso...

¡SIIIII!-grito eufórico Souta, brincando de alegría- asi aja aja te ganeeeee-canturreaba mientras realizaba un ritual extraño – aja si.

El peli plata suspiro por décimo cuarta vez, tendría que admitir que el niño era buen luchador.

Fe suerte-le dijo cruzándose de brazos, mientras lo miraba de lado.

Suerte, te he vencido por quinta vez yo no lo llamaría suerte- respondió comiendo una de las galletitas que su madre gentilmente las orneo.

Otra vez- el Youkai no se daría por vencido tan fácil.

Mmmm no lo sé-dudo el niño sonriendo-Sesshomaru no quiero dejarte en ridículo...

Parpadeo un par de veces, sorprendido el prácticamente se estaba burlando en su presencia, en su propia cara, heredo los modales de la hermana.

Le entrego la palanquita al niño.

Eso es porque tus hombres no se rebelan contra ti-respondió el demonio, como si eso solucionara el problema de ser vencido por un enano de jardín, Souta no pudo contener la risa, se rio a carcajadas.

En esos momentos Kagome llego a la sala, aseada y con un bello vestido violeta, el cabello recogido por un listón blanco y zapatos del mismo color.

¿Qué sucede aquí?- pregunto mirando el desorden que habían hecho, papeles de caramelos, bebidas tiradas por doquier.

Hermana-murmuro Souta aterrado por la forma en que esta la miraba-estas hermosa-alago intentando que ella no se pusiera a gritar y terminara pelando con el demonio.

¡Qué cosas dices Souta!-reprocho sonrojada, observando al demonio de mirada ambarina.

"bingo" pensó feliz el niño problema resuelto pero antes de que ella volviera en sí, comenzó a limpiar el desorden.

Sesshomaru necesito que te cambies ¿iras conmigo verdad?- el se levantó al escuchar su nombre, y respondió con un movimiento de cabeza

Te acompañare-respondió subiendo las escaleras.

Bien Souta cuida a mama mientras tanto volveremos tarde así que es muy probable que no lleguemos para el almuerzo-le informo la azabache con una sonrisa- y bien ¿Qué se supone que hacían?

Le enseñaba a Sesshomaru a jugar video juegos-respondió el niño recogiendo los ultimas envolturas de caramelos.

En verdad ¿el té pidió que lo hicieras?-pregunto, sonriendo más abiertamente.

No, fue un acuerdo entre ambos-respondió serio.

Un acuerdo ¿qué tipo de acuerdo?-pero Souta negó con la cabeza asiéndole entender que no le diría nada, ella suspiro.

Un secreto entre hombres-murmuro por lo bajo-está bien ¿y quién gano?

¡YOOO!-grito entusiasmado-¡SOUTA HIGURASHI SIGUE INVICTO!

Kagome lo miro con varias gotitas en la nuca, mientras que el saltaba a su alrededor.

En ese instante Sesshomaru, bajaba ya con ropa limpia y casual

Miko-la llamo desde la sala, vestía un pantalón negro que hacia juego con la camisa de color purpura que llevaba encima dejando los últimos botones de arriba desabrochados, su cabello lo tenía atado en una coleta.

Kagome, cuantas veces te lo tengo que decir Sesshomaru mi nombre es Ka.go.me-se apresuró a decir ella y caminar con agilidad hasta la salida, no quería que notara su sonrojo

Salieron de la casa y emprendieron su camino hasta la delegación policial, el día estaba caluroso, se hacía notar en las personas que caminaban a su alrededor, niños comiendo helados y parejas sentadas bajo la sombre de los árboles, inclusive se oían los chapoteos de las personas con piscinas.

Ella hablo todo el tiempo y el demonio claro esta solo se limitaba a responder lo necesario, a Kagome no le molestaba ya conocía su temperamento.

Observo al peli blanco caminar a su lado, cualquiera que pasaba los vería como una pareja, una hermosa y feliz pareja.

Por cierto mañana iré a la otra época-comento de repente obteniendo toda la atención del Youkai.

¿Veras a Inuyasha?-pregunto sin poderse contener, pero necesitaba oír lo que ella le decía.

Iré por que deseo ver a mis amigos, los extraños y además tengo que decirle a Lin que te encuentras bien.

En ese caso entrégale esto-le entrego una pequeña cadenita conformada por un dije de estrella.

A Lin le encantara es preciosa- respondió mirándola muy detalladamente, para luego guardarla dentro de su monedero.

Sabes he pensado que quizás sea mejor que renuncie ¿no crees?

Hazlo si eres del tipo de persona que se rinde-respondió el, esas palabras llenaron de felicidad a la miko, se preocupaba por ella las palabras no eran las más tiernas del mundo pero en fin el mensaje y la intención era lo que más contaba.

Creo que nos estamos llevando mejo, estoy feliz por aunque sé que tu estadía aquí es errónea-comento y luego agrego-Oye Sesshomaru a un no me has dicho ¿Por qué estás aquí?-pregunto la miko mientras le sonreía.

Fui enviado para ayudar a los humanos de lo contrario no poder regresar a mi hogar-le respondió el.

Es por eso que desaparece la mayor parte del tiempo-comento más para sí que para que el la oyera.

¿Ahora entiendes porque fui hacia ti?

He?-la mirada de Kagome se volvió triste- si comprendo que solo sea útil para eso, lamento no poder ayudarte en todo este tiempo...

Eres demasiado amable miko...

¡Disculpa!-gritaron a lo lejos

Hola Guapo-se escuchó a sus espaldas-¿me recuerdas?

Se giraron ambos para encontrarse con aquella jovencita que le había entregado un papel con su número telefónico.

La mujer de cabellos negros se acercó hasta quedar centímetros de él.

No-respondió seguro de sus palabras.

Yo te recuerdo perfectamente-le dijo de una manera muy seductora, mientras posaba una de sus manos sobre el pecho del demonio, kagome le dedico una mirada furiosa a ambos-y pensar que nos divertimos juntos-rio internamente al ver los celos de su acompañante al ver que el no respondía y solo la miraba de manera despectiva, se enfadó observo a la joven a su lado, luego sus ojos se volvieron a posar en el Youkai-fue una noche maravillosa-le susurro mientras le daba un beso al estático hombre.

Sesshomaru no se movía para nada, no intentaba sacarse a esa zorra de encima, entonces el disfrutaba estar con ella, sintió un conocido dolor que creyó olvidado incrustarse en su pecho, seguida de unas fuertes ganas de llorar, no podía seguir viendo.

Kagome dio por finalizada aquel espectáculo yéndose lo más rápido posible que sus pies le daban, así que él no solo se dedicaba a ayudar humanos sino que también se dedicaba a hacerle favores a la "señorita esa", y pensar que estuvo a punto de creerle y que apenas hace unas horas el iba a besarla.

"otra vez fui una estúpida"-se repetía mientras corría a toda velocidad por las calles de Japón, no pensó en qué momento emprendió la carrera lo único que quería era alejarse de ahí, de ver como ella lo coqueteaba y el no hacia absolutamente nada para detenerla.

Mientras tanto el Youkai estaba más que furioso por tal atrevimiento, tomo con fuerza la muñeca de aquella mujer haciéndola gemir de dolor.

No vuelvas a poner tus sucias manos sobre mí-carraspeo, con notable enfado en cada una de sus palabras.

s-s-si-ssi lo sie-ento-o-respondió ella entre gemidos y muy asustada, cuando este la soltó salió corriendo en dirección contraria.

No la había apartado de si porque deseaba comprobar algo, una duda que se salgo al momento en que la miko lo dejo solo, ahora se encontraba buscándolo su olfato le indicaba que no estaba lejos.

Se detuvo bajo la sombra de un árbol, a su alrededor habían flores de diversos y vivos colores, tomo aire con esencia a esas flores varias veces para regular su respiración sentía las lágrimas caer por sus mejillas que inútilmente intento parar, ¿Por qué lloraba?

No quería saber la respuesta no cuando había una sola.

"me he enamorado de Sesshomaru y soy la más tonta por eso soy humana el jamás se fijaría en una humana" había sacado la conclusión al instante. "El solo me busco por que se sintió obligado"

Ella había tomado una decisión, alejarlo cuanto antes.

Humana-no había necesidad de darse la vuelta.

¿Sí Sesshomaru?-pregunto ella sin atreverse a verlo a la cara, con una mano se seco el rastro de agua.

¿Porque te fuiste?-pregunto, observando al grupo de humanos pequeños correrse entre sí, notando la tristeza que emanaba la morena.

Te di privacidad ¿no?-repentinamente su tono de voz se oía más triste-para que estés con ella.

Estabas llorando-afirmo, ella lo miro con brusquedad.

He? Claro que no-le dijo rodando los ojos, como si fuera lo más absurdo que alguien le hubiera dicho.

Mientes-sentencio acercándose a ella.

Yo-¡No a ti que te importa!-le grito poniéndose de pie, mientras la mirada ambarina estaba sobre ella-¡no te importa!

Las fuertes manos de Sesshomaru, sujetaron los débiles brazos de la miko, que se movía inútilmente para zafarse.

Él no la lastimo en ningún momento, se vio rodeada por unos fuertes brazos y el musculoso pecho del Youkai

Me importas-él dijo y kagome sintió que a sus pulmones les faltaba el aire, sus marrones ojos se abrieron hasta el punto de querer salirse, el corazón le latía desesperado y temblaba como una hoja de papel-me importas y mucho...

¿Por qué?-murmuro, esperanzada con la voz temblante y muy segura de que el rostro estaba más colorado que un volcán en ebullición.

Silencio pero la lucha, por ver atreves de los ojos del otro era continua.

¿Por qué Sesshomaru?

Porque-diablos él no era ese tipo de hombres sentimentales, las palabras no eran su fuerte la acción era lo más característico-sí.

De un rápido movimiento Los labios de Sesshomaru aprisionaron los de kagome fundiéndose en apasionado beso, la azabache olvido por completo todo lo que la rodeaba y se entregó al beso, moviendo sus labios contra los de él.

La falta de aire llego a los pulmones.

No te vulvas a ir-le dijo sin romper el abrazo.

No lo haré-respondió ella volviendo a besarlo.

Continuara...

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