Capitulo 11
CAPITULO 11
Se despertó, envuelta por aquel problema, se movió un poco pero los Fuertes brazos del Youkai, que parecían no querer ceder. ¿Cómo habían llegado a aquella posición tan comprometedora?
No lo recordaba, en algún momento de la noche sus manos se movieron herméticamente hacia ella, un brazo por debajo del cuello y el otro se aferraba a la cintura, estaba tan cerca apoyando la cabeza por completo en su pecho, sentir el cálido aliento acompañado por el bajar y subir de sus respiraciones.
Levanto un poco la mirada el rostro de Sesshomaru estaba a centímetros del suyo, su cabello caía perfectamente desordenado sobre la almohada y su frente.
Si quisiera besarlo no habría ningún inconveniente, hasta él podría no darse cuenta de ello, se sonrojo con violencia sus pensamientos no ayudaban en lo absoluto, no para nada.
Pero no podía pensar en otra cosa...
¿Quién estaría tan cuerda con un demonio asesinamente sexi metido en su cama? Ósea, Hello si ella no podía pensar en nada bueno nadie podía, se veía atractivo y tan pacifico cuando dormía, la luz que filtraba por la ventana hacían que sus cabellos se vieran tan brillantes y sedosos.
Lo envidio por esos los de ella no se veían tan bien.
Se mordió el labio inferior, quería tocarlos sentir si eran tan suaves como los imaginaba, pero se reprimió no arriesgaría su vida por ello, no sabiendo el temperamento de Sesshomaru.
Suspiro mentalmente, se movió una vez más pensando en tomar el brazo que sujetaba su cintura y quitarlo, pero si se despertaba y le hacía daño.
Que hare-murmuro entre dientes, con ese mínimo sonido el abrió los ojos, los dorados se acostumbraron al entorno cuando viro a su costado ella lo estaba mirando con un pálido sonrojo en las mejillas.
Buenos días Sesshomaru-saludo ella, sonriéndole, el Youkai, la soltó y se sentó en la cama.
¿Ya estas mejor?-pregunto mirándola de costado.
Sí, estoy bien gracias a ti-respondió ella, y cuando él se levantó, ella imito su acción-te debo una Sesshomaru...
Si, te la cobrare después miko-y salió del cuarto, al rato salió del baño con ropa deportiva, una remera corta de color blanco y un pantalón azul oscuro, de gimnasia.
Se encontraron en el comedor, kagome aun tenia puesto su pijama, los demás ya los esperaban el olor a waflles, se sentía en el aire, Sesshōmaru fue el primero en sentarse, lo único que el desayunaba era café.
La azabache se sentó a su lado, inmediatamente notaron las marcas de golpes en sus rostro antes de que comenzaran a sacar conclusiones ella les relato lo que había pasado y como el Youkai la había salvado.
La señora Higurashi se levantó.
Desayuna tranquila hija, yo daré aviso a la policía- se fue de a vista de todos. Paso más de media hora antes de que un patrullero se estacionara frente al templo, al rato se oyó el golpe en la puerta.
Buenos días ¿familia Higurashi?-pregunto un joven de cabello azulado oscuro y penetrantes ojos azules.
Si, aquí es pase por favor-los condujo hasta la sala donde kagome los esperaba, los hombres de la casa había ido al jardín-ella es mi hija Kagome.
Los presento y ambos se estrecharon las manos.
Un gusto-dijo la miko el hombre era sumamente atractivo, y estaba vestido con ropa casual zapatos camisa y jin.
Soy el detective Okazaki Tomoya-se presentó él, recibiendo una taza de té que le ofrecían- estaré a cargo de su investigación, junto a otro colega que en estos momentos no pudo venir.
Saco una libretita verde del bolsillo de su camisa
¿Y bien que fue lo que paso?-fue la primer pregunta.
Estoy trabajando en un bar llamado "sol de noche" anoche Salí más tarde que otras veces pensé que sería buena idea tomar el camino más rápido, así que fui por la calle Kansui 245-el oficial tomo nota de lo dicho- estaba llegando a casa cuando dos hombres me apresaron-las lágrimas amenazaban con salir de nuevo.
¿Recuerda sus rostros señorita?-pregunto y ella negó al instante.
-Estaba oscuro no puede verlos con claridad
¿Qué más paso?-observo los moretones y supo que su encuentro había sido violento.
Me golpearon y tiraron al piso, se deshicieron de mi ropa, pero pude detenerlos y escapar- observo la mirada que a madre dio a su hija.
¿Señora Higurashi estaba usted cuando su hija llego?-pregunto.
Yo me encontraba dormida en ese momento-respondió con sinceridad la mujer.
No dio aviso a la policía cuando llego ¿por qué?-empleo un tono más serio para esas preguntas.
Estaba tan asustada que no pensaba bien... no sabía qué hacer tenía mucho miedo...
Una última pregunta Señorita Kagome-ella asintió con firmeza-¿alguien más estaba con usted?
He- no, nadie más estaba conmigo...
Bien eso es todo por la tarde pase a la delegación para firmar la declaración, mandare una patrulla a que investiguen el lugar-comento el policía, perdiéndose la mirada pálida de la azabache-no se preocupe encontraremos a esos sujetos.
Estoy segura que si-lo acompañaron a la salida, pero antes de que él se fuera vio a Sesshomaru y a Souta se acercó a ellos.
Buenos días-saludo recibiendo respuesta de ambos, el Youkai sentado a los pies del árbol y Souta, con buyo en el banco de al lado- ¿díganme saben algo de lo ocurrido anoche?.
Mi hermana fue atacada-respondió el pequeño muy seguro.
El detective se acomodó a su altura y revolvió sus cabellos.
Si, y aremos lo posible por encontrar a los culpables-respondió sonriéndole al pequeño.
Lugo poso su mirada sobre el sujeto raro de pelo blanco.
¿Es usted familiar de los Higurashi?-pero antes de que Sesshōmaru abriera la boca para decir algo Kagome intervino.
Él es mi prometido-respondió, lo primero que se le cruzo por la cabeza-discúlpelo pero no es muy comunicativo.
Es un placer conocerlo señor...
Taisho, Sesshomaru Taisho-hablo por fin dando a conocer su vos, y ofreciéndole la mano.
Soy el detective, Okasaki Tomoya- respondió aceptando el saludo-es hora que me vaya hay mucho trabajo que hacer...-saco una tarjeta de la billetera-si recuerda algo más llámeme.
Se despidió, dándole una última mirada a la azabache y al Youkai.
Cuando el detective, se perdió de su vista cayó de rodillas al suelo suspirando aliviada.
Ya se fue, Sesshōmaru necesito hablar contigo a solas-anuncio ella, Souta inmediatamente se fue tras su madre-veras el oficial no sabe que mataste a esos hombres...
¿Por qué no se lo dices?-pregunto él, sin moverse de su posición ella se acomodó junto a él bajo e arbolo.
Porque si lo hago, irías a la cárcel te encerrarían por mucho tiempo-respondió ella, mirando la copa del árbol que se movía con el viento, aunque los años no representaban problemas para el siendo un Youkai, solo que ella no quería que se fuera.
Por matar a quienes se lo merecen...
Si, en mi época matar a las personas es un delito, algo muy malo.
Estupideces-mascullo con rabia, él podía matar a quien quiera era un Lord, por derecho o lo que fuera él podía hacerlo.
Lo sé, pero son las reglas- observo el rostro del demonio podía ver aunque estén maquilladas sus marcas de nacimiento-es posible, que también intenten hacerte daño...
Ningún humano pude hacerme daño, soy demasiado poderoso-respondió el muy orgullosos de sí mismo, ella sonrió antes de responderle.
Como le explicaría que en este tiempo existían armas nucleares, tóxicos nocivas y si llegan a descubrir la identidad del Youkai lo usarían como ratón de laboratorio.
Aunque no creas, ellos pueden lastimarte la humanidad ha sabido crear armas poderosas capaz de matar a un ogro-fue lo que dijo, usando una criatura de su época, quizás de esa forma el entendiera.
HMp, tonterías-se dio cuenta de que era inútil hablar con él, no entendía razones.
Sesshomaru de todas formas no digas nada de lo de anoche-le aconsejo dándole una sonrisa-es mejor que ellos no sepan que estabas conmigo...
De acuerdo-y sin decir nada más se quedaron contemplando la mañana, pasaron varios minutos.
La compañía de la miko era buena para el ya no le molestaba que invadiera su espacio personal o que hablase sin parar todo el tiempo, hasta terminar diciendo cosas incoherentes.
Le gustaba, cuando se olvidaba lo que iba a decir o las razones por las cuales se enfadaba.
Cuando despertó con ella a su lado, sintió la necesidad de que todas las mañanas fueran iguales, su hermano y ese tal Houjo se podían ir a freír espárragos, él quería a la miko solo para sí...
Y estaba decidido a conseguirla, aunque perdiera su orgullo en ello.
¡Kagome es Houjo al teléfono!-grito su madre desde la sala, dio un suspiro cansado y fue a atender a su novio.
¿Sí?-pregunto-Houjo hoy no-respondió en ese momento el demonio estaba con un humor bastante notable.
Ya dije que no-se escuchaba exasperada, gracias a sus agudísimos odios podía oír al otro humano.
"ya no pasa tiempo conmigo, vivís tras ese primo tuyo"-sonrió de medio lado al recordar aquella mentirita, ahora que lo pensaba la miko había dicho que él era un prometido.
Necesitaba saber qué era eso, y ya sabía a quién preguntar.
Que tonterías dices-su tono estaba más enfadado-no me siento bien eso es todo.
"¡eres una mentirosa!"
Sabes que hablaremos cuando estés más tranquilo-respondió y colgó dejando a un Houjo con la palabra en la boca.
Se giró encontrándose con la mirada divertida de Sesshomaru sentado en el sofá.
Ya sé que lo oíste todo-le dijo ella, bastante molesta- no debes escuchar conversaciones privadas.
Es imposible no oír ya que gritas como loca-respondió el ensanchando la sonrisa, cosa que logro enfurecerla más-además no lo escuche, no todo.
Idiota-mascullo ella, con rabia apretando las manos a ambos lados.
Tu eres una insoportable-respondió el, ella tomo varios respiros para calmarse.
¡Engreído, tu eres el insoportable!-dijo con notable enfado, se levantó con suma tranquilidad del sofá.
Inútil-contraataco, dando el primer paso hacia ella.
Desde que llegaste no has hecho nada, tú eres el único inútil aquí-retrocedió.
Tonta-los ojos de Kagome estaban casi negros bastante molesta.
¡Huy no te soporto Sesshomaru!-dijo él no estaba siendo tan rudo como otras veces, desde hace algún tiempo había notado ese cambio, quería creer que la responsable era ella.
Sabes, creí que la insoportable, habladora tonta e inútil eras, tu-dio dos pasos a hacia ella, lo mismos que ella resto hasta verse arrinconada por la pared.
¿Qué haces? No te me ha cerques Sesshomaru-una sensual sonrisa se dibujó en los labios dl Youkai-da un paso más y te juro que... que- su vos ya no sonaba segura, sino muy nerviosa.
¿Tú qué?-pregunto a pocos centímetros de ella, kagome luchaba por no sonrojarse.
Te- te juro que te purificare-respondió posando una de sus manos en el duro pecho del Youkai.
Hazlo-ordeno el apretando su pequeña mano, mientras que con su brazo libre la acercaba a su cuerpo.
La mirada intensa de Sesshomaru, y la confundida de Kagome se mesclaron, la mente de ambos estaba en blanco, se miraron al mismo tiempo lo labios frente a ellos.
su cuerpo se tensó al sentir que la mano del Youkai, subió hasta su cuello, rosando con cuidado su piel, un suspiro traicionero se escapó de los labios de la miko.
"al diablo" pensó y cerró los ojos esperando el choque de sus labios, el corazón galopeaba desenfrenado en su pecho hasta el puno de querer salirse.
Continuara......
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