LI.-Más Higiene.

Si gritaste de la emoción cuando tu dentista te dijo que era momento de remover tus brackets.

Si fuiste a contarle a toda tu familia y amigos que muy pronto lucirías tu gran sonrisa.

Si pensaste que la vida sería más sencilla sin ellos. 

Oh, vaya.

Alto ahí vaquero, éste podría ser tu caso. 

Junto con mi lindo par de retenedores removibles, venía la serie de pasos que debía seguir para su cuidado, porque la historia no terminaba ahí. 

Claro, eso si quería que me duraran toda la vida.

¿Toda la vida?

Sí, toda la vida —aunque quizá exagero un poco—. Para tal caso, te recomiendo que vayas consiguiendo un anillo de compromiso, porque si eres como yo, la relación con tus retenedores será la más larga que tendrás en años :') 

Según las instrucciones de tu ortodoncista y la frecuencia de su uso, se recomienda que, después que te los quites, laves los aparatos con mucho cuidado. Con un cepillo diferente al que usas, deberás limpiarlos como como si de tus dientes se tratara. Nunca con pasta de dientes, ya que esto ocasionará que pierdan su transparencia. Lo mejor es utilizar jabón líquido (de prioridad que sea neutro). Después de ello, espera a que sequen un poco y luego podrás guardarlos en su respectiva caja.

¿Y por qué tanto cuidado a algo que ni siquiera son mis dientes? Voy a gastar más tiempo cuidando eso que cepillando mis dientes. Mejor los lavo un día a la semana, los guardo húmedos y qué me importa si cambian de color, los uso yo y punto. 

Sí, puedes hacer eso. Pero al exponer de esa manera a tus retenedores, no solo acortarás su tiempo de vida, sino también, puede causar que las bacterias se propaguen y dancen alegremente en las cavidades bucales mientras tú piensas que nada sucede ahí. 

A la lista se suma: no comer nunca con los retenedores puestos, mantener tus uñas alejadas de ellos, dejarlos en lugares seguros y otras cosas no tan importantes. 

Y ustedes, ¿les gusta el proceso de los retenedores? 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top