¡Lo había escrito ya! En cuanto me quitaran los brackets publicaría algo en este libro.

Justo hoy he ido al dentista y me han removido los brackets superiores y simplemente no podía perderme una oportunidad para escribir.

Muchas personas me habían dicho que era una fea sensación cuando te los quitan, pero yo debo decir que no sentí eso. Ni noté cuando me los quitaron a no ser porque yo misma vi cuando sacaba de mi boca dichos aparatos. Me dijeron que dolería y no, tampoco fue así.

Ahora por raro que se lea debo admitir que no puedo parar de pasar mi lengua y sentir la gloria al no hacerme cortaditas o heridas a causa de los brackets. Ya había olvidado lo bien que se sentía hablar y que no se trabara mi labio en el bracket o que la comida se quedara atascada o simplemente lo grandes que son mis dientes, hecho que empiezo a detestar.

Voy a explicar un poco cómo ha sido por todos aquellos que puedan tener dudas al respecto y mi mejor recomendación sería desde ahora no preocuparse porque es super fácil y rápido.

En total fue un proceso de media hora. Disculpen que no sepa los nombres de las herramientas que usan pero no se me ocurre preguntarle al dentista cada cosa que utiliza. Al principio usó una especie de herramienta muy parecida a la que les sirve para cortar el alambre (sí, lo se no se entiende mucho 😅). Recuerdo haber sentido que cortaban el alambre entre cada bracket e incluso ese era el sonido que producía. Entre cada espacio de mis brackets, utilizó eso y una vez hubo terminado me pidió que mordiera firme un poco de gasa entre mis dientes del lado izquierdo, justo debajo del canino. De esa manera, con la misma herramienta que mencioné, ¡él despegó la mitad de mis brackets de un tirón! Como cuando deseas quitar algo de una superficie...Sí, igual. Luego me pidió que mordiera nuevamente la gasa pero del otro y de la misma manera retiró los brackets del lado derecho. Quitando así todo el tratamiento superior. Después de ello, empezó a remover el pegamento que había quedado en mis diedien. Más tarde me tocó el cepillado. A continuación prosiguió retirando el pegamento (o eso supongo yo jaja), dando últimos acabados a los dientes y para finalizar tomó las medidas para realizar los retenedores. Fue algo muuuy desagradable, una pasta morada que colocó en una boquilla y la cual tuve que dejar en mi boca hasta que secara durante varios minutos. Creo que eso fue lo peor de todo, pero tampoco es tan malo como para decir que no vale la pena. Y antes que lo olvide, debo escribir que también han colocado un pequeño alambre detrás de mis cuatro dientes del frente (no sé si está bien dicho), es bastante pequeño, pero es un tanto incómodo para comer y hablar porque siento que se podría caer en cualquier momento.

Lo bueno es que me han gustado los resultados y no tardé no un minuto para verme en el espejo e intentar acostubrarme a mi nueva imagen de nuevo. Créeanme cuando les digo que LO VALE. Si bien no tendré sonrisa del millón está mucho más linda de lo que alguna vez fue.

Mañana debo ir por los retenedores y desconozco aún de cuáles utilizaré, pero al menos esta noche dormiré sin sentir los labios enormes y heridas en las mejillas como hacía tiempo no lo hacía.

Y pues nada, a esperar a que me quiten los inferiores.

¡Hasta luego!

Hannie 🌸