[Epilogo]

El cielo se torno más oscuro de lo planeado, habían pasado muchos días esperando a que ella se recuperará, y al parecer lo único que recibía el rubio eran malas noticias.

En la esquina de la habitación estaba ese chico rubio, con un traje negro propio en su vestimenta.

Y allí, en una cama, estaba ella, levantándose de un sueño profundo, o más bien del coma.

Su mirada lucia pérdida, se sentía fatal, había entregado su corazón completamente para que luego fuera destruido de poco en poco mirando el estado de la mujer que amaba.

Abrió sus ojos repentinamente cuando escuchó el ruido de la cama al momento en que la chica se removió inquieta.

—Herms—la llamó el chico rubio antes de ver la mirada indiferente de la chica.

Él iba a llorar. Definitivamente aquella chica había olvidado todo, todo sobre él, todo sobre su hija, todo sobre lo sucedido.

—Soy Malfoy—se atrevió a decir el chico rubio con un nudo en la garganta, él tenía ganas de llorar y de golpear las cosas como solía hacer antes.

La chica se quedó mirándolo sin emitir ningún ruido, Pensando, tal vez, o con la mente pérdida sin saber que era lo que hacía en la cama de un hospital.

El chico rubio estaba dispuesto a llorar, pero no lo haría ahí, no se atrevería a llorar frente a ella.

Se dio media vuelta con la intención de retirarse.

—Draco...—llamó aquella chica comenzando a llorar.

Draco volvió su mirada hacia la castaña que estaba en la cama y se quedó mirándola mientras ella sollozaba.

No sabía si ella lo había llamado Draco, parecía tan real, pero tal vez pudo ser un juego de su mente.

—Draco...—volvió a repetir la castaña y comenzó a llorar más fuerte.

Aquella chica, Su chica, si lo recordaba, ella nunca había sido capaz de olvidarlo.

El rubio se acercó a ella y lloro, soltó todo lo que tenia que soltar durante la ausencia tan importante de la chica.

Se abrazaron, Hermione se aferraba más fuerte a él por qué lo había extrañado demasiado, los dos lloraban sin control.

—Hermione, te extrañe demasiado.—susurró el chico rubio en la oreja de la castaña.

La castaña levantó el rostro del rubio y le dio un ligero beso en los labios, algo que el tardó en responder debido a la impresión.

—Draco, Te amo y
también te extrañe, no sabes cuanto—murmuró la castaña en la oreja del rubio.

Los dos ya habían parado de llorar, y aún se mantenían abrazados, habían jurado hacerlo por siempre por que se  habían extrañado demasiado.

A la habitación entraron unos sudorosos chicos con un niño y niña en brazos. Al lado de ellos había una chica pelirroja sosteniendo en sus brazos a un pequeño niño de dos años.

Hermione miró extrañada a esas personas, aquellas personas eran sus amigos, ella lo sabía.

Harry tenia en brazos a Rose algo que ella desconocía por el momento.

Ron sostenía a un pequeño niño de la misma edad del niño que tenía la pelirroja llamada Ginny.

Harry, Ron, Ginny y junto a los pequeños corrieron a abrazar a la castaña, algo que le gustó a ella al sentir el amor de sus amigos, pero nada se comparaba a lo que ella sentía por Draco.

Pero algo nuevo en su corazón surgió, aquella pequeña niña que Harry tenia en sus brazos le dio una chispa más de amor.

—¿Y después de todo ustedes se volvieron niñeros?—preguntó la castaña riéndose.

Draco al escuchar la risa de Hermione sintió que volvia a sentirse vivo.

—Exactamente no—aclaró Harry.

—Ellos son nuestros—afirmó Ron dejando impactada a la castaña, ella se había perdido el nacimiento de los hijos de sus mejores amigos.

—¿Qué?—preguntó Hermione confundida—¿Draco, qué sucede?, ¿Cuánto llevo aquí?—buscó que el chico le diera alguna explicación.

El rubio se quedó impactado. ¿Acaso ella no recordaba que estaba embarazada y que luego se desmayó después de caer por las escaleras?

A duras penas el rubio se agachó y le susurraba la información a Hermione tratando de no frustrarse más.

—Herms, tuviste una caída dijeron que estabas mal y no despertabas, estuviste un año en coma—le susurró Draco, y Hermione se sintió aún más confundida.

Draco se había arrodillado y se mantenía abrazando a Hermione, quien no lo soltaba porque estaba confundida y con miedo.

Le comenzaron a llegar recuerdos a la castaña, como flash en su mente, y uno de esos recuerdos destacó entre todos.

"—Se llamara Rose—dijo firme aquella castaña tocando su pequeño estómago, mientras que el rubio le acariciaba el estómago y le dejaba pequeños besos en su cabeza.

—Será igual de hermosa que tu Herms.—dijo el rubio provocando el rubor de la castaña.

Se acercó a ella dejando escasos centímetros.

—Te Amo Hermione
Granger—soltó suspirando y abrazandola. "

Una lágrima corrió por sus ojos al recordar ese momento, ella había olvidado que tenía una hija, se había ausentado 1 año, sin saber quién era su hija, sentía que quería tener a su hija en sus brazos.

—No llores, por favor—le pidió Draco abrazandola.

El niño que Ginny traía en sus brazos bajó y se acercó a Hermione.

—Tía Herms—llamó aquel niño de dos años.

A Hermione le provocó llorar al sentir la voz tan suave de aquel niño, "¿así sería la voz de mi hija?" pensó la castaña.

Ginny se acercó a ella y la abrazó, sin duda ella también había extrañado a Hermione.

—Ginny, Te extrañe—acotó la castaña abrazando a su amiga, La pelirroja se separó de ella y presentó a su hijo.

—Este es James—informó Ginny señalando al pequeño que estaba en sus brazos.

Hermione estaba intrigada ¿Quién seria el padre de aquel niño? ¿Tal vez Harry?, si seguro que si es Harry.

—James es mi hijo—aclaró Harry calmando sus dudas, Ginny y Harry para ella hacían una buena pareja.

—Este es Fred—agregó Ron dando a conocer el nombre de su pequeño hijo que tenía la misma edad que James.

La pequeña niña que Harry tenia en brazos, estaba ansiosa, bajó de los brazos de Harry y se acercó a su rubio papá, el rubio aún arrodillado la cogió con una gran felicidad.

Hermione sabia que aquella niña que Draco había cargado, de tal vez un año, era su hija y si que lo era.

Draco le dio una sonrisa a la pequeña y se acercó más a Hermione, Desesperado, esperando que la mujer que amaba reconociera a su hija.

—Y ella es...—Draco estaba apunto de terminar su frase pero fue interrumpido.

—Rose—terminó la frase Hermione.

Draco sintió que su corazón roto se juntaba.

Hermione si recordaba a su hija.

La castaña con lo que pudo abrazo a Draco y a Rose quienes se encontraban feliz.

Algo en la pequeña Rose había votado una chispa de felicidad, la pequeña sabia que su mundo estaba completo al ver a esa mujer despertar.

Aquella niña de tan solo un año sabia que quien acababa de despertar era su madre, Después de todo era hija de Malfoy y Granger unas personas muy inteligentes.

Rose se quedó con su madre, quien la examinaba de pies a cabeza, su cabello era como el de Draco y sus ojos como los de ella.

A lo lejos, fuera de la habitación, una chica hacia demasiada bulla en busca del pelirrojo Weasley.

—Ro-Ro—gritaba afuera de la habitación, apenas entró quedo boquiabierta al ver a Hermione.

—Granger, Te levantaste—chilló emocionada Lavender y corrió a abrazar a la castaña.

—Oh, Lavender—suspiró la castaña mirando a Lavender quien dejó de abrazarla y fue con Ron y su hijo.

Harry dio un paso adelante, tenía que decir algo y ese algo era respecto a Malfoy, aquel Malfoy que se encontraba ahí no era el mismo de antes, Era un nuevo Malfoy, había dejado de ser el arrogante ser de antes para convertirse en una buena persona capaz de amar.

—Draco no dejó de venir desde que te pusiste mal, venía todos los días al hospital. Cuando nosotros veníamos a visitarte lo encontrábamos a él, siempre nos ofreciamos a cuidar a Rose, lo visitabamos en su casa, Hermione, Cambiaste al gran Draco Malfoy quien ahora se muere de amor por ti.—comentó Harry y Hermione sonrió.

Eso quería escuchar ella, Su chico, Su Malfoy, porqué era solo de ella, siempre había estado con ella, apesar de que ella no se levantaba.

—Nunca pensé que un ser tan arrogante como Malfoy llegaria a cambiar—aclaró Ron.

Harry soltó una risita al ver a Malfoy fulminando con la mirada a Ron por la palabra "arrogante".

—Tu Malfoy te ama demasiado Herms—añadió  Lavender y la castaña se sonrrojo.

Draco río al verla sonrrojada.

—Te perdiste de muchas cosas Herms, pero ahora que ya estas bien te pondré al corriente de todo—aclaró Ginny, aquella pelirroja que necesitaba contarle demasiadas cosas a la castaña.

—Te amo tanto.

El rubio la abrazó una vez más sintiéndose el mejor hombre en el mundo.

Y así es como acaba una hermosa historia de amor.

Ron se casó con Lavander, el fruto de ese amor había sido Fred, Justo como su hermano se llamaba. 

Harry se casó con Ginny y fruto de ese amor había sido James Severus Potter, un chico audaz e inteligente, luego de unos años tuvieron más hijos; Albus Remus Sirius Potter y Lily Luna Potter. Tan honestos y inteligentes como sus padres.

Draco, señores, Draco Malfoy, el ser más arrogante que se sentía asqueado al ver a una sangre sucia, a una impura, término casándose con una, ignorando que lo deheredarian, ignorando todo lo malo por amor, por amor a una chica.

El gran Draco Malfoy si sabia amar y eso fue descubierto por Hermione. Unos años después tuvieron a un pequeño más, éste se llamaban Scorpius y vaya que era idéntico a Draco.

Esta vez el decidió criarlos sin ningún prejuicio por el tipo de sangre que su padre le habia inculcado a él.

Sangre sucias, Mestizos o sangres puras deberían de ser tratados de la misma forma, y eso lo sabía Draco y sus pequeños incluyendo su esposa castaña.

Todos eran felices, incluyendo a Draco que había llorado todo un año por su amada, ahora la mujer que amaba estaba bien y podía disfrutar con ella todo el tiempo que necesitase.

Fin

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Bueno, Bueno, esta historia da su fin, agradezco a todas las personas que se tomaron el tiempo para leerla.

No, no, sin abrazos, después se abrazan y lloran, Dejemos los cumplidos por ahora.

Déjenme decirles que fue un gusto para mi hacer esto para que siquiera las personitas hermosas que han leído esto y se han mantenido al tanto de la historia les haya encantado.

Me gustaría dedicarles algunas palabras pero ya las esparci todas en mi mente y ni yo las entiendo, soy muy mala para las despedidas.

Si tienes algo como un punto de meta, consiguelo, esfuérzate, como yo, soy pobre y llevo casi toda mi vida fabricandome mi propia varita como la de Harry :v

Nah mentira, esto va a lo serio, nunca te conformes con lo poco que puedes llegar a alcanzar, esfuérzate y llega más alto.

Con estas palabras me despido.

No se desanimen, ya les llegara su carta de Hogwarts, tengan paciencia.

Están cordialmente invitados a mi perfil para ver distintos tipos y categorías de las historias que invento y leerlas (no es una obligación).

Recuerden siempre estas palabras. "la fuerza de tus convicciones determinan tu éxito, no el número de tus seguidores"-Remus Lupin.

Muchas gracias a todos, Cuídense


By: Sabrina.

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