Últimos capítulos.

Narra Romina:

Hoy era el día que Ian le pediría a Lara que fuera su novia.

Así que termino de arreglarme para irme al lugar citado.

Al estar lista salgo de la mansión directo a la casa de Ian, tocó y segundos después el abre, entró y le ayudo a terminar de decorar todo.

- ¿Quien ira por Lara? -Pregunte mientras alzaba una ceja.

- Diego, llegaran en diez minutos.

Asiento y un chico se acerca a nosotros.

- Hey Ian ¿Como estas bro?-Preguntó un chico moreno claro.

- Hey Lucas -Sonrió.- Bien gracias y tú? -Sonrió un poco.

- Estoy muy bien bro -El chico me miro y me sonrió.- ¿Quien es ella? -Preguntó.

- Ella es Romina, mi amiga y amiga de  la chica que me gusta.

- Oh mucho gusto linda, me llamo Lucas Jones -Extendio su mano.

- Romina Colón -Correspondi el saludo con una sonrisa.

Después de unos segundos tocaron la puerta así que Ian fue y abrió encontrándose con Diego y Lara que traía una venda en los ojos mientras diego le indicaba el camino

Diego al verme me sonrió y se acerco a mi.

- Hola -Beso mi mejilla.-

- Hola -Sonreí un poco.

- ¿Estas bien? Te noto como triste.

- Si estoy bien tranquilo.

Narra Joel:

Salgo de mi cuarto y camino a la sala encontrandome con Emilia que me da una sonrisa para después acercarse  a mí.

- Hola guapo -Beso la comisura de mis labios.

- Hola preciosa -Bese su frente.- ¿Quieres salir algún lado? -Pregunte.

- ¿Como a donde? -Alzó una ceja.

- A comer, al cine a la playa no se a donde tú quieras ir preciosa.

- Bueno si así quieres, vamos a comer y después vamos a la playa no importa solo quiero pasar el día contigo.

- Solo deja me voy y me cambió por algo cómodo y nos vamos -La bese, ella asintió así que camine rápidamente a mi cuarto y me cambie, al salir mire a Emilia que se encontraba en la sala con su celular.-  Ya nos podemos ir preciosa.

Ella se paro y tomo mi mano mientras salíamos de la mansión.

Narra Romina:

Sonreí enternecida al mirar a Ian y a Lara felices, oficialmente eran novios y eso me ponía muy feliz.

En ese momento recorde el día en el que Joel me pidió que fuera su novia, mis lagrimas comenzaron a caer, la verdad estaba muy sensible desde ayer.

Diego se acerca a mi y me sonríe mientras pasa sus brazos por mis hombros.

- ¿Por que lloras bonita? -Seco mis lagrimas.

- Por nada -Intente sonreír.

- No mientas bonita ¿Que es lo que tienes?

- No es nada, solo estoy llorando de felicidad por Lara y Ian. -Fingi una sonrisa.

Pasamos la tarde en la casa de Ian, mientras la nueva pareja se daba demostraciones de amor, ya era algo tarde así que me despedí de ellos y salí de la casa de Ian, directo a la mansión.

Al llegar baje y me encontré con Emilia, que estaba sola sentada en la sala

- Al fin lograste lo que querías. -Dije enojada.

- Estoy enamorada de Joel -Sonrió cínicamente.

- ¿Tú? -Reí incrédula.- Tu no estas enamorada de el tú solo quieres su fama, buscas es ser más reconocida.

- Eso es mentira.

- Si lo que tu digas -Hable sería y camine hasta mi cuarto, tocaron la puerta así que digo un adelante y entra Joel.- ¿Que quieres?

- Ten, no quiero tener nada que venga de ti -Me entrego una caja.

Tome la caja entre mis manos y la deje en la cama mientras mis lagrimas salían.

Odiaba ser tan sencible, lo odiaba con toda mi alma, abrí la caja y me encontré con una pulsera que ambos teniamos, que tenía la mitad de un corazón cada una.

Y todos los regalos que yo le había dado.

Tome la pulsera mientras cerraba mis ojos y recordaba la promesa que hicimos.

Flashback

Me encontraba en mi cuarto cuando tocan la puerta así que abró encontrandome con mi novio, le doy una pequeña sonrisa mientras el me jala hasta el y me besa.

- Mira -Me entrego una cajita, al separarnos del beso.

- ¿Que es eso? -alze la ceja con confusión.

- Abrela, así te quitas la duda -Rió.

Asentí y abrí la caja que contenía dos pulseras de plata, que tenía la mitad de un corazón cada una, lo miró y le doy una pequeña sonrisa.

- ¿Esto como, para que?

- Recuerdas la vez que te dije que quería estar 100 años contigo?

- Ajá -Dije recordando y le di una sonrisa

- Pues esta pulsera será de una promesa, por que mi promesa es estar contigo 100 años mi amor, por que mis planes como ya te lo había dicho son casarme contigo y poder tener una familia.

- Eres tan lindo -Suspire enamorada.- No se que hice para merecerte.

- Aquí la linda eres tú princesa, soy tan afortunado de tenerte.

- Te amo lo sabes no? -Me lancé a el y lo bese.

- Te amo mucho más, sin ti mi vida no tendría sentido -Beso mi cabeza y acaricio mi mejilla.

Yo le sonrió mientras apoyo mi cabeza en su pecho, mientras el comienza a acariciarme mi cabello.

Fin del flashback.

Tomo aquella pulsera, me quito la mía mientras la guardo en mi mesita de noche, tomo todos los regalos que le di y comienzo a tirar todo, yo tampoco no quería nada de el.

Jamás me había sentido tan mal en mi vida, nuestra promesa se fue a la mierda y todo gracias a ella que logro su objetivo de separarnos.

Me acuesto nuevamente mientras cierro los ojos y mientras intento dormir un poco.

Despierto despues de una hora con un dolor de cabeza horrible, me levanto de la cama y bajo por una pastilla y una vaso con agua, me la tomo y volteo a la puerta que me encuentro con Emilia y Joel que vienen tomados de la mano, siento una punzada en el pecho pero trato de ignorarlos.

Después de unos segundos mis ojos se abren a más no poder al ver que atrás de Emilia venía con una maleta.

- Mi amor dormiré contigo cierto?

- Claro que si mi amor, ven deja te ayudo con tu maleta. -Ella asintió y ellos subieron.

Una lagrima cayó por mi mejilla, la seque pero fue imposible ya que seguían saliendo más.

Tocan la puerta así que vuelvo a secar mis lagrimas y camino hasta la puerta me encuentro con las chicas, ellas me miran y me abrazan.

- ¿Que pasa por que lloras? -Alexia me miro.

Necesitaba desahogarme.

- Ayer termine con Joel, me dijo que ya no me ama y al parecer es novio de Emilia -Les conte todo, hasta lo de los regalos.

- Es un maldito -Dijo Nadia con mucho enojo.

- No te pongas así -Samantha acaricio mi cabello.- Tú mereces a alguien mejor.

- Ella tiene razón, así que no vale la pena que te pongas así por un hombre que no merece ninguna de tus lagrimas -Ginna sonrió.- Ahí esta diego que esta muerto de amor por ti -Rió.

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