Capítulo 39: Su voz...
(Actualizacion 2/3)
Capítulo 39: Su voz...
Ella se montó en la parte de copiloto rápidamente, encendí mi auto y como no, la mayoría de los hombres sacaron sus teléfonos para grabar el deslumbrante auto mientras aceleraba y nos íbamos de ahí.
No iba a mentir, el auto me daba cierta seguridad en mi misma, me sentía orgullosa de él... y como no, siempre me recordaba a quien me lo había dado.
—Es deslumbrante tu auto. —comentó Karen.
—Lo sé. —me limité a decir, con ella no me nacía ser amable, ya no.
Si traicionabas mi confianza, te perdonaba, pero no confiaba nunca más en ti.
—¿Cómo lo compraste? —preguntó.
No le respondí, no quería que supiera absolutamente nada de mi vida, ya no éramos amigas y dudaba en algún momento tenerle confianza otra vez, solo le subí volumen a la música de JP Saxe ft Julia Michaels - If The World Was Ending.
La dejé en su casa, y me sentí bien, porque no había actuado de mala manera hacia alguien que si me hizo daño... ¿o eso me hacía estúpida? Como sea, ya ella no creaba ni siquiera odio en mí, solo lastima.
Le subí a la música sintiendo que algo en mi corazón se arrugaba, porque todo me recordaba a Hades... maldición, ni con mi ex sufría tanto ni sentí tanto como lo hacía por Hades, pero claro, a él le entregué todo de mí, intenté salvar mi corazón, pero creo que lo hice muy tarde, solo me quedaba sanarlo de él.
//...Pero si el mundo se acabara, vendrías, ¿verdad?
vendrías y pasarías la noche
¿me amarías por el placer de hacerlo?
todos nuestros miedos serían irrelevantes
si el mundo se acabara, vendrías, ¿verdad?
el cielo se caería y te abrazaría fuerte
y no habría una razón por la cual
incluso tendríamos que decir adiós...//
Sequé las lágrimas de mis ojos, odiaba sentir miles de cosas que no debía sentir por él.
Pasé a buscar a Saraelí y fuimos a la estación policial del centro como me había dicho Hades.
Ahora venía la peor parte.
Llamar a Hades para decirle que estábamos aquí y esperar a que viniera.
No era muy difícil recuperar su número, mi teléfono tenía papelera de contactos borrados así que solo lo restauré, pero mantuve mi dedo suspendido sobre la pantalla antes de llamarlo, como si intentara llenarme de valor.
—¿Qué pasa? —Preguntó Saraelí al verme dudar.
Tragué en seco volteando a mirarla.
—Es... es que Hades es un poco intimidante —me limité a decir, no quería decir que me daba miedo llamarlo y volver a escuchar su voz.
Era lo más extraño, una parte quería llamalo y otra tenía miedo de hacerlo.
—¿Te gusta? —Preguntó Saraelí—. Desde que me monté has actuado rarísimo.
La miré con una expresión que decía: "No digas tonterías".
—Es mi profesor. —respondí a su pregunta.
—¿Y?
No le dije más nada.
Claro, porque me preguntaba que como había comprado el carro o quien me lo había dado, preguntas que evidentemente no iba a responder y respondía cualquier otra cosa probablemente levantando mas sospechas, pero lo bueno era que... no le debía explicaciones a nadie, éramos amigas, de hecho, tenía muchos amigos, pero no de los que le contaba mis intimidades.
Desde Karen aprendí a no contar toda mi vida.
Miré mi teléfono y toqué el botón para llamar sintiendo que se me iba a salir el corazón por la boca, me quedé sin aliento cuando respondió al segundo pitido y su voz profunda y varonil inundó mi oído como un susurro que me erizó la piel.
—Parker.
Ay santas vacas.
Casi colgué, su voz fue capaz de calentar todo mi cuerpo en un nanosegundo, me llevó a cuando me susurraba al oído:
Atenta a mi voz...
Luces...
Luces intermitentes...
Luces intensas...
Todas las ordenes provenientes de su voz vinieron a mi mente haciendo que tuviera que apretar las piernas.
Maldita sea.
Se me había olvidado como hablar.
«Recuerda que debes ser fuerte Nube, tienes que sacarlo de tu corazón».
Pero maldita sea, era difícil proteger mis sentimientos de él cuando mi corazón y mi propia mente lo traían una y otra vez negándose a olvidarlo.
Sentía que mi lengua no estaba conectada a mi cerebro.
Aclaré mi garganta.
«Concentrate Nube, ¡concentrate!»
—Ho...hola. —Me escuché decir y me sentí realmente estúpida por no poder hablar coherentemente.
—Estoy llegando a la estación policial. —dijo Hades.
«Ya viene».
Mi corazón comenzó a acelerarse.
—Vale, ya nosotras estamos aquí. —dije para mi sorpresa sin trabarme.
—Okey.
Colgó y aun así todo mi cuerpo me quedó tembloroso.
Maldito cuerpo traicionero.
Joder, ¿Cuándo este hombre dejaría de hacer este efecto en mí de remover cada célula de mi cuerpo solo con su voz?
Respiré profundo intentando normalizar los latidos de mi corazón.
—¿Estas bien? —dijo Saraelí con una sonrisa burlesca en sus labios probablemente al verme sin aliento y toda sonrojada.
—Sí —aclaré mi garganta—, ya viene.
Ya viene.
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Triple actualizacion, pero vota o te da diarrea :D
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