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Capítulo 19: Doctor Hermosísimo

Mi papá tenía cáncer de próstata, se lo diagnosticaron unos días atrás.

Al parecer, él ya había iniciado con los tratamientos para disminuir el dolor y ya habían comenzado con la quimioterapia. Pregunté por qué no me lo dijeron antes por teléfono o... si acaso me lo iban a decir si no se me hubiera ocurrido venir hoy, pero no tuvieron respuesta.

Ahora entendí la cara de tragedia de todos, era demasiado fuerte esta noticia, estaba devastada, porque sabía que había una mínima posibilidad de que se salvara y saliera de esto.

—Va a estar bien —dijo mi madre, las lágrimas llenando sus ojos—, se lo detectaron a tiempo.

—Cálmense ¿bien? —dijo mi padre levantándose de su asiento y sentándose en medio de Luciano y yo para abrazarnos—, voy a estar bien.

Bueno, no fue hasta ese momento que me di cuenta de que las lágrimas salían como cataratas de mis ojos y de mi boca solté el llanto abrazándolo, mi padre no era la persona mas amorosa del mundo, de hecho, a veces dudaba que tuviera sentimientos, pero era mi padre y lo amaba; no podía imaginarme una vida sin él.

No sé cuanto tiempo estuvimos así; llorando y luego mis padres cambiando el tema, diciendo que iban a cubrir las galletas con helado de chocolate. Así que me paré a ayudar a mi mamá a la cocina.

—¿Quieres unas galletas? —preguntó mi hermano Luciano, él más que ayudar a echarles helado, estaba comiéndoselas.

—No —dije—, ahorita tengo practica de ballet y no quiero que nada me caiga mal en el estómago.

El dulce para mi cuerpo era terrible mucha mas antes de entrenar.

Erin entró a la cocina con un estetoscopio de juguete intentando tocarle el pecho a su padre con eso.

—¿Ahora eres doctora? —dijo mi madre con una ligera sonrisa.

—Si, ¡soy como el doctor hermosísimo! —dijo Erin orgullosa.

—¿El doctor hermosísimo? —dijo Luciano incrédulo.

—Sí —dijo Erin—. Tía esponja cuéntale a papi y a abuela del doctor hermosísimo.

Sentí que mi rostro se sonrojó con fuerza.

Sabía muy bien quien era el doctor hermosísimo.

—¿Qué quieres que le cuente princesa? —dije a Erin evitando contacto visual con mi madre o Luciano intentando echarle más helado a galleta como si fuera muy importante que quedara perfecto.

—Que me hizo así con mi brazo —dijo Erin haciendo mímicas con sus brazos para simular lo que ocurrió la vez que se lo dislocó—. Quiso que fuéramos por helado, pero tía esponja no lo dejó.

Sentí la mirada de mi madre sobre mí.

—¿Por qué no lo dejaste? —dijo Luciano con una sonrisa burlona— ¿demasiado lindo como para estar en tu liga?

Si, en realidad sí.

—Era el doctor —expliqué—, además me da clases en la universidad, sería muy raro.

«Aun así te lo follaste».

—Papá —gritó Erin de repente—, ¡pipí!

Mi hermano y mi sobrina salieron de la cocina rápidamente al baño.

Como no, los niños siempre gritando de sus necesidades fisiológicas.

—Uhm —dijo mi mamá sin dejar el tema morir—, no se sonroja por alguien que conoces de la noche a la mañana.

Mi madre sabía que había algo más en la historia.

—Es muy atractivo —me limité a decir.

—¿Han salido? —preguntó investigando.

Sentí que ahora hasta mis orejas estaba rojas al recordar nuestras "salidas".

¿Mentirle o no mentirle?

Creo que mejor la esquivaria.

—Una o dos veces... —dije— pero él no quiere compromisos.

Apreté los labios, creo que había hablado de más, mi madre alzó ambas cejas.

—Los atractivos son los más peligrosos, ten cuidado.

—¿Por qué lo dices? —dije confusa.

Ella se encogió de hombros terminando de rellenar la ultima galleta en la bandeja y luego metiéndola a la nevera.

—No sé si te conté la historia del panadero —dijo mi madre.

Fruncí el ceño.

—No.

—Antes de conocer a tu padre —se volteó hacia mí con una ligera sonrisa—, salí con un chico de la universidad, trabajaba medio tiempo en una panadería, era muy sexy y la atracción fue inmediata —apretó los labios de modo soñador—, pero él no quería compromisos solo era... sexo, y solo me hizo daño, porque pensé que podría cambiarlo.

Sentí ahogarme con mi saliva.

Nunca había hablado de sexo con mi madre, y se sentía muy extraño; demasiado incomodo.

—¿Y qué paso? —dije intentando actuar como una adulta madura en el tema.

—Al final se aburrió de mí —suspiró— y pasó a la siguiente chica, me rompió el corazón, pero al menos me enseñó a ver lo que no quería en mi próxima relación amorosa.

Oh, bueno, ese era uno de mis miedos, que después de dos meses no pudiera superarlo y tuviera que verlo coquetear con otras chicas... eso me destruiría.

—Entiendo. —dije.

—Oye, ¿vas a quedarte? —dijo Luciano entrando a la cocina nuevamente.

—No, tengo que ir a las practicas de ballet en 2 horas —dije un poco agotada—, tenemos una presentación a fin de mes.

—¿Tomaras el autobús? —preguntó.

—Si, eso pretendía —dije, era la única forma de irme.

—Llévate mi auto —ofreció Luciano—, yo me quedaré hasta el domingo.

¿Qué?

Intenté saber si bromeaba o no, eran contadas las veces en las que me prestaba su auto, él se mantuvo serio, al parecer no bromeaba.

—¿Y cómo te irías? —dije incrédula.

—Me buscas el domingo —dijo encogiéndose hombros—, así aprovechas de traer unas cosas que dejé en casa que eran para el jardín de mamá.

Ah, entonces había interés de por medio... bueno, no me importaba ser usada esta vez.

—Vale —dije, Luciano sacó las llaves y yo las tomé gustosa.

Al menos me ahorraría 30 minutos de paradas.

Cuando ya se hizo la hora, me despedí de todos, debía de ir a las prácticas de ballet, la obra prometía mucho, había muchos productores involucrados. Me monté en el auto y me fui colocando algo de música; Ariana Grande con Macy Gray, Leave Me Lonely, ahora estaba muy sentimental por lo de mi padre, además de algo culpable por no haber llamado durante la semana por estar tan ocupada en la universidad y en... Hades.

Mi mente era un remolino.

De repente algunas gotas comenzaron a caer del cielo contra el parabrisas, el cielo tornándose gris de la nada, así habían pasado estos días, la lluvia parecía caer de manera improvista, encendí los limpiaparabrisas pero la lluvia comenzó a caer cada vez más fuerte y tormentosa haciendo difícil ver la carretera por la neblina, decidí orillarme a un lado mientras disminuía la lluvia pero de repente en el proceso el carro hizo un horrible sonido mientras se inclinó a un lado de golpe.

¿Qué mier...?

«Por favor, que no se me haya espichado un caucho».

No quería cambiar un caucho en medio de la nada y con lluvia.

Me bajé cubriéndome un poco con mi chaqueta para ver lo que habia pasado.

Joder, había caído en un hueco de la carretera, maldita sea.

Me monté nuevamente en el auto para no seguir mojándome, mi teléfono sin señal y con poca batería, el cielo oscuro por la lluvia que no parecía querer detenerse.

Estaba perdida, en el peor de los casos tendría que pasar la noche aquí.

De repente, una camioneta pasó por mi lado, sus luces intermitentes estaban encendidas para hacerse notar bajo el aguacero, lo vi estacionarse enfrente de mi auto, por la lluvia apenas podía ver cuando abrió la puerta y una persona se bajó dirigiéndose hacia mí, me quedé rígida sin saber si iba a ayudarme o era una persona peligrosa, pero cuando se acercó más lo reconocí enseguida.

Hades Parker.

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Creo que esa canción Ariana Grande con Macy Gray, Leave Me Lonely es el himno de este libro eh, lo bautizo como el himno del libro. Cada vez que la escuchen pensaran en el libro *yo intentando hipnotizar* janjsnsj ok no, pero la canción va muy bien con lo que piensa nube, les dejo el video con la letra en el cap anterior :3 igual la pueden disfrutar en la playlist de youtube "10 veces tuya" perdón que actualice 1 vez a la semana y no 2 veces pero hey doble capitulo :D es que me gusta editar muy bien el capitulo, tomarme mi tiempo para que sea bien hermoso porque amo mucho la quimica que tienen <3

Recuerda votar para mas dobles capitulos :D

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Nos leemos pronto, bechos de chaliva <3