Capítulo 6: La conejita


Capítulo 6: La conejita

—Parker.

Esperé unos segundos, ella permaneció en silencio tanto tiempo que si no fuera por su respiración echa un desastre pensaría que había colgado la llamada.

Imaginarla con esa respiración así de agitada en otro contexto me hizo acomodarme mejor en la silla.

Aclaró su garganta.

—Doctor —escuché que dijo sin aliento—, mi sobrina acaba de dislocarse el hombro, su consultorio es el que me queda cerca, ¿está trabajando?

Evidentemente yo sería su primera opción, cuando le dije que nos veríamos después le hice una oferta abierta de volver a mí, yo sería su primera opción para cualquier cosa que sucediera.

Psicología básica.

—Señorita, Queen —dije como si no tuviera su número registrado, solo para que se calmara un poco y respirara.

Por el tono de su voz podía notar que estaba muy preocupada.

—Disculpé la hora —dijo—, estoy desesperada.

Justo me tomó a buena hora, porque ya me iba a ir.

Al fondo podía escuchar los ruidos y chillidos de una niña, fruncí los labios, debía de dolerle mucho lo que fuera que se hubiera hecho.

—Estoy en el consultorio —dije—, puedes venir.

Ella suspiró aliviada, me gustaba ser su luz al final del túnel; su salvador, el que la sacaba de apuros, porque entonces ella siempre me vería en esa persona en la que podía confiar ciegamente.

—Estaré en 10 minutos. —dijo Nube.

Eso estaba bien para mí.

Colgué la llamada.

Acomodé un poco el consultorio para que no lo encontrara tan desordenado con mis cosas, le dije a mi secretaria que esperaba a una mujer de ojos grises con un niño. Me inquieté un poco caminando de un lado a otro mirando la hora, apenas habían pasado 5 minutos y aquí estaba como todo un adolescente en su primera cita.

Basta Parker, calmado.

Me senté sobre el escritorio y coloqué algo de música de fondo en el consultorio, me quedé un momento revisando unas propuestas de un nuevo proyecto donde querían que fuera socio para ocupar mi mente y alejarme de la ansiedad de volver a ver a la hermosa chica de ojos grises.

Entonces me tensé cuando escuché su voz afuera mientras hablaba con mi secretaria, podía escuchar los sollozos de la niña.

Estaba aquí.

Relamí mis labios, podía sentir mi pecho o mi estómago comprimirse un poco ante la anticipación de los nervios.

¿Pero qué pasaba conmigo?

¿Desde cuando una chica me ponía nervioso?

Aquí estaba como el propio adolescente emocionado porque venía su futura novia.

¿Novia?

No, no, mártir.

Negué con la cabeza, ahora tenía que quitarme esos raro pensamientos que querían invadir mi cabeza, yo dominaba mis emociones, la quería para jugar, quería tenerla en mi cama y que ella lo disfrutara admirando todo lo que le hacía sentir a su cuerpo.

Cuando llegara el momento la disfrutaría tanto que la haría gritar de placer.

—Gracias.

Escuché la voz de Nube y entonces ella entró abriendo la puerta del consultorio, sus ojos grises lo primero que hicieron fue ver los míos como si su mirada rastreara la mía, en sus brazos cargaba a una niña muy parecida a ella con el rostro muy hinchado de tanto llorar.

¿Pero qué tenía en la cara?

Al parecer habían estado jugando con maquillaje para espantapájaros, sobre su cabeza tenía unas orejas de conejita con luces que cambiaban de colores.

Uhm.

Me la imaginé de repente con un traje de conejita sexy mientras me seducía en mi habitación secreta.

Parker, Parker, basta de darle rienda suelta a tu imaginación.

Las ganas de estar con ella comenzaban a atosigarme la cabeza.

La vi evitarme la mirada y su rostro debajo del desastroso maquillaje comenzó a tornarse rojo.

Estaba intimidando a la chica guapa, esperaba que estuviera penosa por la atracción que sentía hacia mí y mi increíble belleza, y no porque me tuviera miedo.

—Se resbaló y dislocó el hombro mientras saltaba —comenzó a decir caminando hacia la camilla, y colocando a la niña que seguía llorando ahí.

Me levanté acercándome a ellas para evaluar lo que había pasado, apenas miré su hombro me di cuenta en seguida de que estaba dislocado, muy común en los niños de su edad que hacen torpezas.

Nube estaba a un lado de la niña estorbándome un poco la luz.

—Espera allá por favor —dije señalando hacia el escritorio para que me diera espacio.

La niña pareció entrar en crisis al ver que Nube se iba a alejar de ella.

—¡No tía Esponja!, ¡no me dejes! —dijo la niña con voz tan desesperada que casi creí que le daría una especie de infarto.

Nube dudó por medio segundo pero se colocó de otro lado para sostenerla de modo que me hizo espacio y no me tapaba la luz.

—Estoy aquí —dijo Nube.

La única razón para que no le insistiera de obedecer mi orden es que ya no me estorbaba y la niña parecía controlarse con ella cerca y algo que era necesario saber en este trabajo era que para que las cosas funcionaran, los niños debían de estar cómodos.

Podía ver que Nube tenía buenos sentimientos, era caritativa y ella daría todo porque la otra persona estuviera bien.

Por medio segundo dudé de que aceptaría mi propuesta de ser mi Mártir, solo por medio segundo porque nadie nunca me rechazaba.

Yo conseguía todo lo que quería y ella no sería la excepción.

—A ver —dije tomando el hombro de Erin—, sí, está dislocado —sujeté el brazo en los lugares donde podría conectarlos otra vez, la niña me miraba así que le dije: — Mira hacia allá.

—Mírame princesa —dijo Nube y aprecié su ayuda cuando la niña le dio toda su atención—, al salir de aquí iremos por un helado, ¿de qué lo quieres?

La niña comenzó a pensar y fue mi momento de hacer mi magia de mover el brazo con brusquedad para que volviera a encajar, la niña se sobresaltó pero creo que fue más de la impresión que de otra cosa porque se calmó y ya no lloraba, de seguro solo sentiría la leve impresión por unas horas.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Nube a la niña.

Yo me quité los guantes.

—No me duele. —dijo la niña.

Evidentemente, si ya le había acomodado el brazo.

Nube alzó la cabeza, sus ojos grises observándome, haciéndome recordar lo hermosa que era y lo mucho que deseaba que fuera mía, aunque claro con ese maquillaje de payaso era muy graciosa y creo que ella no se había dado cuenta de eso; de que tenía toda la cara manchada.

—Muchas gracias y perdón por el improvisto... —dijo Nube, solo la miré y ella pareció incomodarse— ¿Qué?

Miré sus orejitas de colores de conejo y luego a ella otra vez para decir:

—Lindas orejas, Conejita.

Observé con entretenimiento como todo su rostro palidecía y entonces el sonrojo invadía su rostro por completo, ahora al parecer había recordado de que no se había lavado la cara, ni mucho menos se había quitado las orejas.

Ella evitó mi mirada, creo que se sentía completamente humillada ahora y solo quería largarse de aquí.

Uhm, tal vez no debí decir algo con lo que se sintiera incomoda, pero este era mi mal, a veces meter la pata incomodando a la gente sin ni siquiera darme cuenta.

—¿Cuánto le debo? —dijo de repente Nube— Ni siquiera pregunté cuanto es la consulta.

La pregunta me ofendía.

No iba a cobrarle a la chica que me gustaba.

—No estoy cobrándote —dije.

Ella negó con la cabeza como si no aceptara bajo ninguna condición que no estuviera cobrándole.

—Pero déjeme pagarle, doctor Parker —dijo Nube y bajó a la niña de la camilla.

Uhm, ella le había prometido un helado a la niña, tal vez, podía aprovechar la oportunidad para invitarla a salir sin que se viera como una cita, solo... una salida.

—Salgamos. —propuse midiendo su reacción.

Nube se volteó tan rápido hacia mí que temí que se rompiera el cuello.

—¿Una salida? —repitió sin aliento, no lograba comprender si estaba ofendida o estaba excitada por la idea.

Me imaginaba que estaba excitada por la idea, es decir... era una salida conmigo, lo que cualquier chica soñaría.

—Vamos por un helado. —continué sintiendo que ella por fin comprendía lo que quería decirle; que la estaba invitando a salir.

—¡Sí helado! —dijo la niña mirando a Nube.

—Eso no me parece apropiado —dijo Nube para mi desconcierto—, eres mi profesor, no tendría nunca nada con usted, eso incluye una cita.

¿Uh?

Bueno, eso sí me había tomado de sorpresa, sentía incluso mis mejillas cosquillear ante la incomodidad de su rechazo.

¿Cuándo fue la última vez que una mujer me rechazó una cita?

Nunca.

¿Acaso me había imaginado la forma en la que me miraba y actuaba? ¿malinterpreté sus acciones? ¿no le parecía un ser superior a todos?

Yo... ¿Acaso la asusté?

No lograba encontrar una respuesta a su moral, es decir, ¿quien podía ser tan moralista para no cruzar esa linea si yo se lo pedía?

Algo no encajaba, me sentía desestabilizado.

—¿Cómo? —dije sintiendo que aun no lo comprendía— ¿Estás rechazando mi invitación?

Ella no flaqueó su mirada pareciendo determinada en que yo no era lo suficientemente bueno para ella.

Pero... yo era bueno en TODO.

¿Por qué no para ella?

—Lo siento —dijo Nube y de la nada se quitó el zapato sacando un billete y ofreciéndomelo—, pero si está acostumbrado a salir con sus estudiantes, yo no soy así.

¿Había sacado un billete de su zapato? Bueno, eso no era lo importante aquí, lo importante era que mi futura Mártir me había rechazado una salida mínima, casual, informal, desestabilizando mi juego, porque ¿cómo iba a poder avanzar en mi seducción si no me dejaba?

—¿Usas tu zapato como monedero? —dije y creo que fue lo único que pude decir sin quedar como un completo tonto porque una chica me rechazara.

Desde que empecé en esto, jamás me había pasado.

Ella se volvió a colocar su zapato y colocó el billete en mi escritorio al ver que no lo tomé.

—Feliz noche, doctor Parker. —dijo despidiéndose de mí, dejándome claro que hablaba en serio, que ella solo quería irse pero yo quería que se quedara.

Me estaba sintiendo frustrado y era algo que muy pocas veces sentía; frustración.

Ella cargó a la niña y se fue del consultorio, yo solo me quedé mirando el camino por donde se fue volviendo a tener miles de preguntas pero de algo estaba seguro.

Yo siempre obtenía lo que quería, y Nube Queen no sería la excepción.

.

.

.

.

**************

Intentaré subir capitulos más seguido :D instagram: Ysarisareinamoo y toda las redes Ysaris Areinamo xd recuerda votar o quedas embarazada :D tengan un hermoso día.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top