Capítulo 38: Plan para recuperar a Nube
Había preparado un plan infalible.
Todos estos días sin ver a Nube me hicieron hacer por primera vez hacer un análisis exhaustivo de mis sentimientos y mis estados de ánimo con el objetivo de organizar mis ideas. Llené un documento de 50 páginas en mi computadora, escribí en un papel y a lapicero azul razones por la cuales no me debía gustar Nube Queen, una lista que empezó con la manera que siempre decía cosas sin pensar y terminó en la hermosa sonrisa que formaban sus labios cuando estaba feliz, sus ojos grises brillaban como joyas de plata y su cuerpo...
«Maldita sea»
Haciendo una lista de las cosas que odiaba terminé con una maldita erección al pensar en cómo reaccionaba su cuerpo conmigo y como reaccionaba el mío con el suyo. Más que algo netamente sexual era algo más, una extraña presión en el pecho descontrolada y erecciones nerviosas.
Busqué en mi computadora explicaciones psociológicas del amor hechas por expertos calificados y ensayos de enamoramientos según la ciencia en busca de una respuesta, de algo que me dijera con exactitud qué carajos era lo que me pasaba con Nube Queen, pero lo que encontré fue decepcionante.
Supe que el amor no podía tener una explicación exacta que describiera las reacciones de mi cuerpo, era más que deseo sexual, era algo más profundo que se volvía adictivo de un momento a otro, como si una parte de mí, le gustara sentir esto por ella.
No tenía sentido para mí porque me había acostumbrado a no sentir. Cuando estas mucho tiempo en el vacío, te das cuenta de que él vacío se apodera de ti y te consume.
Me eché hacia atrás en la silla y me quedé ligeramente pensativo mirando la biblioteca frente a mí llena de libros, y fue cuando llegué a la conclusión de que necesitaba volver a tenerla cerca. Necesitaba saber por qué provocaba esto en mí porque por más que quería dejarla en paz, simplemente no podía.
Necesitaba un plan, una estrategia, me incliné hacia adelante colocando una mano debajo de mi mentón y apoyé mi codo de la mesa.
Sabía perfectamente lo que haría, para que ella volviera a mí.
___
El lunes sabía que la vería en clases, pero, tenía prohibido verla o hablar con ella, si quería que esto funcionara, tenía que darle su espacio, que pensara y procesara que quería estar conmigo otra vez. Pero, aunque lo había logrado de manera excelente desde el momento en que puse un pie en el salón, algo falló.
Fue en el momento en que coloqué algo en el pizarrón y voltee para seguir explicando el tema, cuando en ese mísero segundo mi mirada se desvió hacia ella como si yo fuera llama y ella oxígeno que buscara exitingir con ansias. Como si ella se encontrara en modo automático también me miró.
Fue ese nanosegundo en que volví a mirarla, que me di cuenta que nunca iba a soltarla, y que si ella se iba, se llevaría mí corazón con ella.
Ella bajó la mirada y no volvió a despegarla de su cuaderno. Yo sentí por medio segundo que se me olvidó el tema y lo que estaba hablando, así que me cerré la boca y me dirigí a mi escritorio para recuperar el aliento mientraa fingía buscar algo.
¿Por qué me había desestabilizado de esta manera? El impulso de ir hacia ella y sentir su piel y su olor, se apoderaba de mí.
«Tranquilo Parker, respira»
Volví a controlar mis sentidos y entonces continúe evitando mirarla para no desestabilizarme
Me subí a mi auto cuando terminó mi hora de clases, hoy era un día ocupado, hoy tenía muchas reuniones y cosas que hacer, así que mandé a Holister; uno de mis guardaespaldas para que vigilara de cerca a Nube y me mantuviera al tanto de lo que hacía, me preocupaba que algo le ocurriera y por más que quería despegarme de lo que sentía por ella, esto parecía volverse cada vez más fuerte, la ansiedad incrementaba por no saber nada de ella.
Salí de la reunión de la clínica y vi que tenía una llamada pérdida de Holister. Le devolví la llamada.
—Señor.
—¿Qué ha pasado con Nube Queen? —empecé a caminar hacia mi oficina mirando la hora, se me hacia tarde para enviar unos documentos.
—Ha ido a sus prácticas de ballet caminando y ahora se devuelve caminando. Uh...
—¿Qué? ¿Qué pasa? —dije tocando el botón del elevador privado de la clínica y esperando impaciente.
—Se ha encontrado con un amigo, parece, están hablando.
Fruncí el ceño.
—¿Qué amigo?
—Uno alto, cabello abundante guapo y musculoso.
«Andrew»
Apreté la quijada sintiendo que el enojo empezaba a invadirme por completo.
—Lo de musculoso y guapo está de más. —repliqué.
—Lo siento señor.
«Inepto»
Resoplé, sentía que era un dragón que botaría fuego por la nariz.
—¿Qué están haciendo? —pregunté.
—Solo hablan y... se acaban de ir juntos.
¿Se fueron juntos caminando? Evidentemente, ese niño no tenía ni bicicleta, no tenía nada para ofrecerle a Nube. Pensé en el auto que ella me rechazó, no me gustaba que ella caminara a todos lados a altas horas de la noche.
Si ella estuviera en el auto que le regalé no se encontraría con idiotas como Andrew.
—No dejes que él se le acerque. —ordené.
—Pero señor —replicó Holister—, estoy de encubierto, ella no debería de verm...
Colgué.
Si Andrew le tocaba iria ahora misma hasta allá mandando mi plan a la mierda. Las puertas del elevador se abrieron y una mujer salió precipitadamente distraída tecleando en su teléfono y chocó de frente contra mí. Ella alzó la vista pareciendo apenada, pero luego su mirada se cambió a una más perpleja y absorta al verme.
Diría mí abuela que yo sufría la maldición de un rostro bonito.
—Disculpe ¿se encuentra bien? —tartamudeó ella y vi como su postura cambió en evidente coqueteo—, soy...
«Ya como sea» No podía estar bien, sabiendo que Nube estaba saliendo con otro en este preciso momento.
Resoplé con fastidio y la esquivé ignorandola subiendo al ascensor. Una vez arriba en mí oficina le pedí a Holister que me enviara fotos, ellos estaban cenando en un restaurante bastante vulgar.
«¿Era una cita?»
Relamí mis labios con enojo. Nube Queen no volvería a salir a pie ni a ningún lugar, de esa manera, no se encontraría con él ni con ningún otro chico. Nunca.
Llamé a Demetri, él atendió en seguida.
—¿Sí, señor?
—Llévale el auto personalmente a la señorita Queen. Ahora.
Él debía de estar afuera a la espera de que yo saliera, pero no me importaba, yo estaría bien sin su protección, yo sabía defenderme solo.
—Si, señor. —respondió.
Dejé el teléfono en la mesa con molestia y me enfoqué en terminar las cosas pendientes que tenía que hacsa. Cuando salí que me dirigía a mí auto vi a la misma mujer ahí en la recepción, cuando me vio, su mirada se iluminó y se levantó de su asiento como si me hubiera estado esperando porque caminó hacia mi dirección.
La ignoré yendo hacia la otra dirección hacia el estacionamiento, cuando sentí sus pisadas a mis espaldas cada vez más cerca.
—Señor Parker, ¿puedo hablar con usted? —dijo.
Supe en seguida por el tono de su voz que ella no tenía buenas intenciones.
—No. —respondí.
Ella se entrometió en mi camino y sentí la fría boca del arma en mi costilla cuando ella susurró:
—Arrogante. ¿Ahora sí podemos hablar?
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Ya vaaa pero que es estooo jjajaja bueno bueno, les cuento que este libro es desde la perspectiva de Hades y hay muchas cosas que no vimos eh, así que esta es una de muchas jiji
Instagram: Ysarisareinamoo
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