Capítulo 27: Un primer beso
Capítulo 27: Un primer beso
No tenía opción, no quería abusar de mi control, pero ella estaba pasando la linea.
—Congelada —ordené.
Esto la haría paralizarse en una forma que no pudiera mover su cuerpo, abrí los ojos observándola, tan cerca de mí, sus ojos abiertos en sorpresa dándose cuenta del poder de la hipnosis y es que era un arte muy grande y poderoso, casi como un poder, solo que no lo era, era real, para todo aquel que supiera hacerlo.
Ella estaba tan cerca que podía ver la mezcla entre el gris claro y oscuro de sus ojos, sus pequeñas pecas cafés cubriendo su nariz y mejillas...
Nube fue toda mía, y esperaba que continuara siendo así; toda mía, incluso estaría dispuesto a que fueran más de 10 .
—Dime —susurré—, ¿te gustó el primer juego?
—Sí. —dijo pareciendo algo confusa y a la vez sorprendida por poder mover la boca pero más nada de su cuerpo.
La mente era sorprendente porque manejaba todo el cuerpo, y cederle el control a otra persona era aún más sorprendente porque podía manejar todo tu cuerpo.
—¿Lo disfrutaste? —continué preguntando.
—Sí. —susurró.
Sentí la satisfacción de que ambos pudiéramos estar juntos y disfrutarlo, esta primera vez bajo la hipnosis para mí fue mucho más profunda que lo que esperaba, Nube se rindió y entregó por completo, haciendo de esto una hipnosis exitosa y perfecta.
Me senté en la cama y luego me levanté para colocarme el pantalón, tampoco podíamos tardarnos tanto si pretendía llevarla a pasear en yate, mi ego se había acomodado desde la última vez que se alejó y de todas las últimas veces que huyó de mí.
—Entonces —murmuré—, ¿por qué antes no querías jugar?
—Descongélame —dijo.
No.
No iba a descongelarla hasta que me diera una respuesta de su indecisión por no aceptar antes.
Me acerqué a ella de modo que entré en su campo de visión porque ella no podía mover más que los ojos, pude observarla como si se tratara de una foto, piel suave, mejillas sonrojadas.
Bella Nube, siempre me dejas deslumbrando con tu belleza.
—Primero, contesta —continué preguntando—, ¿por qué me enloquecías sin darme una respuesta?
—No creí que te enloquecería —susurró— ni que te volverías tan intenso.
¿Intenso?
Oh, vaya.
Realmente no pensé que estaba siendo intenso para nada, pero a veces no me daba cuenta de mis acciones hasta que alguien me las decía.
Culpa de mi condición.
Al menos no la alejé por completo de mí, eso hubiera sido muy decepcionante.
—Mil perdones si te incomodé —dije algo avergonzado—, creí que al ser virgen no había sido una buena experiencia para ti, nunca había estado con una chica virgen.
Realmente pensé que no le había gustado, que pude ser mejor, que pude hacerla vivir una experiencia más intensa; como hoy, esperaba habérselo compensado.
Nunca me sentía inseguro, no tanto como cuando estaba con Nube Queen, me interesaba demasiado su opinión, me desestabilizaba y eso me hacía me gustaba porque quería buscar la manera de controlarlo.
—Fue increíble nuestra primera vez —dijo Nube.
Estiré mis labios en una ligera sonrisa sintiendo que era música para mis oídos que endulzara mi ego diciéndome su perspectiva de las cosas.
Sentía que entonces no la iba a perder.
Nube se movió, ya debía de haber pasado la hora completa del primer juego, esto funcionaba de esta forma, cuando ella aceptaba jugar, su cerebro aceptaba la orden de la hipnosis por la hora acordada, se entregaba por completo a mí, luego podía seguir normal, influenciada ligeramente a continuar y creando afinidad conmigo, pero esto último era normal en el sexo, siempre se traspasaba energía, siempre se creaba afinidad entre las personas, solo que era un lazo más fuerte; más mental, una conexión más profunda.
—Ya se cumplió la hora —comenté.
—Me di cuenta —dijo Nube algo petulante.
Esta mujer... iba a enloquecerme.
Probablemente era la única que se atrevía a tratarme así.
Nube se levantó y la observé mientras caminaba completamente desnuda, solamente vestida con esos tacones rojos que estilizaban su figura, joder, ya sentía como mi miembro comenzaba otra vez a endurecerse, ella tomó las bragas del traje de baño y se las colocó para voltearse y buscar la parte de arriba, su cuerpo era muy sensual; me seducía sin ni siquiera esforzarse, cuando se terminó de colocar el traje de baño sus ojos grises se alzaron y se cruzaron con los míos.
Esa mirada peligrosa, inocente y seductiva me hicieron volver a endurecerme la polla.
Nube, ¿Qué me estás haciendo?
Ella pareció sonrojarse intimidándose un poco ante mi mirada, pero finalmente dijo:
—¿Por qué no quieres que te bese?, ¿Por qué nunca me has besado?
Me quedé por un momento sin saber qué decir, ¿como explicarle que no dejaba que nadie tocara mis labios? No desde que un beso significaba muerte para mí.
Muchas veces tenía pesadillas, como si ese día viniera a mis sueños nítido, yo era muy pequeño, pero mi cerebro no olvidaba nada; siempre tuve una mente muy excepcional. Ese día que mi madre me sonrió y me tomó el rostro dándome ese beso en los labios antes de entrar a emergencias y morir, marcó enteramente mi vida, y me hacía creer de algún modo que si besaba a alguien iba a suceder una tragedia.
Así que nunca lo hice.
Evité besar o que me besaran en los labios durante el resto de mi vida porque tenía fobia a los besos en los labios.
Y una fobia era un tipo de trastorno de ansiedad, un temor fuerte e irracional de algo que no representa ningún peligro real, muy difícil de superar después de un trauma tan grave.
—Ya te lo dije —dije levantándome y acercándome a ella—, un beso no se lo doy a cualquiera, un beso se da cuando hay algo más que sexo.
Sus mejillas se sonrojaron, no quería sonar malvado, pero tenía que buscar una excusa para que se olvidara de la idea de besarme, era la cruda verdad, no estaba listo para una relación y no quería que tuviéramos una relación.
—Perdón, se me olvidaba que... eras anti-amor. —soltó evidentemente resentida.
Bravo Parker, lograste molestarla.
No le dije nada, no sabía qué decir para cambiar su humor o arreglar las cosas.
Ella tomó una profunda respiración y preguntó:
—¿Te has enamorado alguna vez, Hades?
¿Qué?
—No —dije, casi pensé que se trataba de una broma.
—¿Por qué? —preguntó.
Nube era demasiado curiosa.
—Porque creo que el amor es un complemento para vivir —solté—, y yo soy autosuficiente.
Ella frunció débilmente el ceño.
—¿Por qué no me sorprende tu arrogancia? —dijo.
¿Era un halago? En realidad lo veía como un halago porque me esforzaba por mantener todo en orden.
—No deberías —admití—, no me he interesado en ocultarlo.
Ella pestañeó muchas veces pareciendo perpleja.
—Entonces si no te has enamorado nunca —dijo ella pareciendo pensativa—, ¿nunca has dado un beso?
Me sorprendí por su manera rápida de que unir los cabos sueltos.
Me sentí expuesto y descubierto, pero no quería decirle nada de eso, no quería que pensara que no era bueno en algo o inocente por no besar a nadie por mi fobia.
—¿Es eso? —preguntó Nube, sus ojos brillaron— ¿nunca has besado a nadie?
Evité su mirada porque era un pésimo mentiroso y dije intentando parecer convincente:
—Obviamente sí, Nube.
—Entonces, ¿no me besas por miedo a enamorarte de mí? —replicó.
Esta mujer parecía haber nacido para ser ingeniera, siempre cuestionaba todo.
—No beso a ninguna de mis mártires —inventé—. No quiero que malinterpretes, Nube.
Ella pareció ofendida.
—Okey, en primera, no me llames mártir, desde el principio te dije que no lo hicieras, y en segunda... ya me besaste todo el cuerpo, sé de nuestro acuerdo, sé que esto no es de compromisos, pero...
Ella se acercó a mí invadiendo mi espacio personal, solo vestía su traje de baño y los tacones, la bragueta comenzaba a presionarme cuando sus ojos grises se fijaron en los míos.
—Quiero probar el sabor de tus labios. —continuó en un susurro.
Nube sabía como seducirme y dejarme rendido a sus pies.
Pasó una mano por mi pecho, sabía que quería besarme y sinceramente el momento parecía ideal para hacerlo solo... que mi miedo irracional me lo impedía.
—Nube, no. —dije.
Ella frunció los labios.
—Vale, lo siento —soltó un suspiro pareciendo agotada—, solo que... es decir, me gustaría saber como besa el hombre al que entregué por primera vez mi cuerpo.
Tragué pesadamente saliva, que me dijera eso tocó una parte sensible en mí, ella me había entregado lo que no hizo con ningún hombre y solo me pedía un beso, realmente quería que tuviera una experiencia completa conmigo, que no buscara en otro lugar lo que esperaba que yo hiciera.
—Vale. —solté sintiendo que me tensaba ante lo que acababa de aceptar.
Nube se quedó sorprendida; en shock.
Yo también estaba así, pero no iba a arrepentirme de mis palabras. Me senté en la cama apoyando las manos detrás de mí, esperando a que ella viniera a reclamar lo que se ganó.
—¿Vale? —dijo como si aun no pudiera creerlo.
—Bésame e intenta convencerme de que eso será lo mejor de mi vida. —dije, porque era la única forma probablemente de que venciera la fobia; enfrentando el terror.
Ella estiró sus labios en una linda sonrisa y dijo:
—Créeme, lo será.
Ella relamió sus labios con la mirada fija en mí, esta mujer sabía ser sensual sin ni siquiera esforzarse. Sin titubear se sentó encima de mí a horcajadas, que solo llevara unas delgadas bragas del bikini me aumentaban las ganas y el deseo, apenas me rozó y se sintió maravilloso su roce en mi bragueta. Sus brazos envolvieron mi cuello, sus ojos profundizando su mirada de ojos grises en la mía.
Nube Queen era diferente, lo supe en este preciso instante en el que estaba a punto de besarme.
—Cierra los ojos —susurró, su aliento caliente rozando mi boca.
Le obedecí sintiendo que el corazón se me iba a salir de lo acelerado que estaba, sentía que estaba cayendo en un sitio donde no tenía el control.
Solo ella.
Sentí que se acercó, sus caderas se movió un poco sobre mi bragueta llenándome de sensaciones, y sentí sus labios carnosos tocar mi frente, seguidamente continuó el recorrido besando mis mejillas, tomándose su tiempo, aumentando mi ansiedad y mi tortura pero en una mezcla excitante, porque por primera vez quería arriesgarme a que me besara.
Dejé de respirar y me tensé cuando la sentí rozar la esquina de mis labios y luego besó la otra esquina; disfrutando tenerme a su merced, mis manos ligeramente temblorosas cuando su nariz rozó la mía y entonces por fin Nube Queen me besó pegando sus labios a los míos.
.
.
.
.
*************
Holaaa conejitas lindas, perdonen la hora, acabo de llegar a mi casa :c pero hey 3 capitulos, muchas gracias por leer, las amo con mi higado y mi pulmón y todo de mí :D
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top