Capítulo 14: And P of Pain.

–¡Rayos, que noche tan fenomenal!

Jungkook se carcajea por la llegada del radiante pelirrojo.

–¿Todo marcha como en tu obra, Romeo?

–Mejor que nunca – Hoseok asiente complacido, tomando el vaso de ponche que el contrario le ofrece. Estaba sudando un poco de tanto bailar, muere de sed –. Ni en mis sueños más alocados creí lograr convencer a Seokjin hyung de venir conmigo, y ahora es como ¡Wow!

–Me alegro de saber que te va bien, es un chico muy lindo – aporta con sencillez, pero el otro le mira como si tuviese dos cabezas, a lo que corrige con hilarancia –. Está bien, es bastante lindo.

Hobi resopla embobado, pidiendo más ponche.

–Desde luego, es worldwide handsome. Podría ser modelo de labios.

Kook da una mueca, porque sólo a Jung puede gustarle ese ponche. Le llena el vaso con cara de poker.

–En mi defensa, sólo me tiene atraído la belleza de Yoongi.

–Quien diría que harías un comentario tan meloso en pleno baile, Jeon.

Kook entorno los ojos, ocultando su sonrisa mientras el opuesto bromea, después viendo a otro muchacho aproximarse. Una vez se les une, el castaño se burla:

–¿Le pisaste cuantas veces los pies a tu príncipe, Kim?

–No seas... Una vez, lo juro – se rinde con una pequeña sonrisa que provoca carcajadas de ambos amigos. Se suma a beber algo de ponche y aprecia junto a ellos la pista donde todos bailan, andando de acá para allá –. Es increíble que vaya a acabar la preparatoria en tan poco tiempo.

–¿La extrañarán? – enarca una ceja, escéptico. 

–Para nada, ya me muero por alejarme de estos perdedores.

–Somos dos.

–Que bueno, por Tres.

Los tres concuerdan con un mismo ademán, ahora centrando su vista en cada una de sus parejas. Los chicos estaban reunidos, precisamente, como ellos; Yoongi baila junto a Jin y Jimin, quien aparentemente no parece querer entrar en discusión con los mayores esta vez, sino que entre ellos se tratan animadamente, disfrutando de la sencillez de estar y vivir su noche.

JungKook no se dio cuenta que le hablaban, hasta que sintió un leve empujón de parte de Hoseok a su izquierda.

–¿Todo bien con Min? Parece que te tiene embrujado verdaderamente. Dudo que actúes tan bien, no es por el plan, ¿O me equivoco?

–Dejó de ser un plan hace mucho, Jung – se encoge con desdén, sin problema de admitirlo –. Yoon es el chico más fantástico que he conocido. Acabo de decirte que sólo me atrapa él.

Hoseok sonríe, contento por la respuesta.

–Vaya, en serio ¿Quién diría que nos involucraríamos nosotros tres, y justamente por unos chicos que están bastante relacionadas entre sí?

–Al menos tenemos que lidiar con el mismo padre custodio, ¿No, Jungkook?

–Me alegra de ser capaz de darte tips de defensa, Taehyung – Jeon levanta el vaso para enfatizar con diversión –. Empezando por cómo hacer que no nos mate por llevarlos algo más tarde de lo acordado.

–Los Min los atraparon – Hobi se mofa a su costa, con socarronería, cosa que ignoraron los otros con un entornar. Entonces, se pone más serio y libera un suspiro en dirección del único con tatuajes ahí, tocando el tema que tanto evadieron por años: –. Me alegra que estemos aquí. Ya sabes, solíamos ser amigos antes, Jungkook-ah.

Kook siente el aprecio del de ojos avellana y sonrisa acorazonada, claro que recuerda cuando eran más niños y compartieron una que otra historia alocada. Se arrepiente entonces de haberse distanciado tras la muerte de su madre.

Sonríe de medio lado y da un asentir amistoso para Hoseok.

–Bueno, ustedes me ayudaron, y resultaron ser bastante interesantes de tratar. Son mejores que las basuras que rodean la escuela, y posiblemente de las pocas cosas que echaré de menos.

Jung y Kim emiten un "Aww" al unísono, siendo interrumpidos por parte de sus citas de su chistosa conversación, quienes les jalan a la pista para una nueva canción; a ellos les parece que estos tres nunca descargan sus baterías.

Los amigos se despiden entre jalones de sus citas y empiezan a bailar en la pista de baile. Yoongi había arrastrado a Jungkook con una burla impresa en sus acciones.

–¡No seas aburrido y muévete un poco más, mocoso!

–¿Con que esas tenemos, Min-amo-dormir? Tú dijiste que querías ser una roca en tu siguiente vida – el reto le incentiva a comportarse como un bobo, bailando junto al azabache con toda su energía y sacándole risas, a pesar de que se quejó; en realidad, no tenía nada a lo qué oponerse, le gusta esa cercanía de ambos, donde el resto se desvanece. Lo hacía girar, lo atrapaba, y continua, siendo tan libre como nunca lo fue, importando poco las demás opiniones, viviendo una experiencia de su edad. Porque los sonidos que escapaban del mayor le llenaban por completo de júbilo, el sostenerlo de aquel modo, con su confianza, se sentía correcto. Decide algo de conversación para no sonrojarse ahí mismo por sus pensamientos románticos, abriéndose a admitir:–. Estuve en Busan.

Yoongi creyó oír mal, ladeó la cabeza en confusión y se inclinó un poco más cerca para escucharle con más atención, por sobre la música y la bulla.

–¿Eh?

–El año anterior, estuve en Busan con mis abuelos. No fui a prisión ni me acosté con Jessie la idol, como dijeron todos – repite con tono elevado para hacerse escuchar entre la música, divirtiendo a su hyung cuando éste captó el pedazo de información. Resopló con gracia –. Estuve vendiendo calabazas y alimentando los cientos de gatos y gallinas de mi Nana Youngsu.

–¡Oh, por dios, esa información vale oro! – suelta varias risotadas, siguiéndole los disparatados y enérgicos pasos de baile al de corbata suelta. La verdad es que, Jungkook luce tan atractivo con esa actitud confiada y relajada, siendo extrovertido y gracioso, además de sexy y tierno a la vez. ¿Cómo era posible todo aquel balance en un solo ser? No creía eso posible, hallar a alguien así. Rememora justo las palabras del director Wang, y sólo atina a sonreír –. Gracias por decírmelo, mocoso granjero. Debiste lucir adorable con camisa de cuadros y overoles, es bueno que estabas así y no en la cama de Jessie.

–¿Celoso? – mueve sus cejas en broma, hasta que es pisado "accidentalmente" por Yoon, no muy fuerte, claro, pero sí apretó los labios por la sorpresa del impacto –. Auch.

Y claro que Yoongi sonrió con inocencia.

–Cierra la boca.

Mientras ambos estaban disfrutando en la pista con su hilarante escena de baile, en el salón hace presencia un furioso Kai, el cual se tardó más de la cuenta debido a la humillación que sentía por dentro, estaba más que indignado y furioso, precisamente por el chico al que estaba rastreando. Lo halla tras unos pocos minutos de buscarlo entre los estudiantes, junto al de sonrisa cuadrada, bailando y riendo como dos idiotas.

Se acerca con paso decidido, sin consideraciones al darle la vuelta al muchacho alto con brusquedad.

–¿Con que este era tu maravilloso plan, niño rarito? ¿Robarme a Park?

–Un momento, cálmate – Taehyung no se intimida, manteniéndose frente a Jimin en defensa, quien está contrariado por la repentina intervención –. No te robé nada porque no era tuyo, para empezar. Perdiste la oportunidad cuando no lo apreciaste y preferiste irte con su amiga a la cama.

–¡Ah, es que te eligió a ti porque no me lo llevé a él!

–Te sugiero que dejes de ponerte productos que te entran en las neuronas y mejor te vayas, Jong-in – Jimin interrumpe desde su puesto, deteniendo a su novio antes de que conteste las provocaciones absurdas del imbécil teñido, sujetando su muñeca por precaución –. Te dije que no quería venir contigo, y menos estar contigo en ningún sitio, no hables disparates.

–¿Ahora son disparates? Pues resulta que no me gusta que jueguen conmigo – graznea, dándole un empujón a Tae, alejándolo de Jimin, a quien también quería darle un merecido después –. ¿No estabas conmigo, Kim?

Antes de que el más bajo preguntase a qué se refería, Jeon llega rápidamente al conflicto y se posiciona entre ambos estudiantes, impidiendo que suba de tono la discusión.

Al menos por ahora.

–Oye, trata de tranquilizarte un poco, Jong-in – intercede con seriedad, se metió en defensa a regañadientes, porque su moral no le permite dejar solo a su amigo ahora., y no se perdonaría dejar que a Tae lo golpease aquel idiota. Yoongi vino con él a sus espaldas, por supuesto, atento a su hermano –. Estás en un baile escolar y hay profesores y directivos aquí. Nadie quiere que se los arruines.

–¿Estás de su lado, Jeon? – sisea con una mueca descolocada, no esperaba aquello. Todo le golpea al segundo, procesando las cosas mejor, cada vez enfadándose más por lo que no vio antes. Carcajea con sorna, alto y hostil –. Déjame ver si entiendo esto, ¿Te aliaste con Kim y el otro payaso de Jung? ¿Acaso te pagó más que yo?

Jungkook palidece por lo último dicho. 

Para empeorar más la situación, Yoon se une a la discusión con total confusión, abriéndose paso entre ellos.

–¿De qué mierdas estás hablando, Jong-in?

–Me refiero a que el trato era entre éste estafador y yo – expulsa con toda malicia hacia el azabache, señalando con brusquedad hacia Kook. Los hermanos quedan pasmados ante ello, y debe sonreír en victoria por causarles aquel daño –. Le pagué para que saliera contigo, no para que ayudara a este ñoño perdedor.

Entonces, todo lo que ha vivido junto a Jungkook en el último mes, viaja velozmente en su cabeza y se desmorona con la crudeza de lo dicho por Kai. Yoongi jura que algo se quebró dentro de él en aquel instante; el dolor en su pecho es real, como el hecho de que escucha su propio pulso zumbando en sus oídos. Todo comienza a verse en cámara lenta en lo que sus ojos se cruzan con los de Jeon, casi suplicando que todo fuese una cruel mentira.

–¿Q-qué?

Yoon se siente patético por decir eso, pero apenas podía modular. Niega para sí mismo con un nudo comenzando a oprimir su garganta, descompensando su organismo. No quería llorar, no ahí, no era débil... Pero tenía muchas náuseas y sus piernas quieren flaquear.

JungKook estaba en mismo estado, como si todo se estuviese desmoronando de repente; todo lo que construyeron, derribado por él mismo, todo por su incapacidad de haberlo resuelto antes.

–Yoongi, l-las cosas no son así...

–¿Vas a mentirle en su cara? – Kai incrementa la llama, con toda la mala intención burbujeando en su ser, saliendo expulsado como veneno –. ¿Acaso habría otra manera para que alguien te soporte, Min?

Kook estaba tan aturdido y asustado ahora mismo, que ni siquiera le prestaba atención al peliazul, más enfocado en su hyung. Presencia como sus bonitos y oscuros orbes se tiñen en una realización que les ensombrece, arrebatándole el brillo tan especial que poseían una vez se abrió.

Ahora, presencia cuando se cierran de la peor manera.

–¿No y que no ganabas más que el placer de mi compañía? – ironiza con voz temblorosa, se siente mareado, patético, casi sin poder respirar en lo que los testigos lo observan. Sacude la cabeza con un inhalar inestable, incapaz de tolerar más aquella farsa; no iba a seguir siendo su circo personal –. Váyanse al maldito infierno ustedes dos.

La ida del pelinegro fue inevitable, se abrió paso rápida y ágilmente entre los estudiantes, empujándolos. Jungkook no dudó en ir detrás suyo con toda preocupación.

–Hyung, ¡H-hey, Yoongi!

Jimin estaba angustiado ante la escena, permanece estático en su sitio, comprendiendo todo el asunto donde, lamentablemente, su novio también estaba innegablemente involucrado.

Tae trata de dirigirse al rubio, siendo imposible cuando Hoseok se une a ellos al segundo que los otros dos se fueron, dejando a un furioso Jin a un lado; claro que ambos presenciaron la gran mayoría del intercambio desde unos pasos de distancia, varios estudiantes, de hecho. El chisme estaba ya corriendo mientras la música continúa.

–Si me permites opinar, Kai... – su discurso se interrumpe por un fuerte puñetazo que recibe en su estómago, lo que le hace doblarse de rodillas con un quejido, cayendo al piso en busca de aire mediante boconadas –. C-carajo...

–¡No era necesario golpearlo! – Taehyung enfatiza con indignación, yendo con su amigo inmediatamente para ayudarlo, su enojo estaba creciente ante tales eventos –. ¿Estás bien, Hobi?

–¡Claro que es necesario! Se metieron con la persona equivocada, no me importan sus dramas y demás mierdas – vocifera, captando más espectadores, gesticulando como desquiciado –. ¡Tú y este chiquillo tonto me vieron la cara de imbécil!

El insulto fue motivo suficiente para acabar con su paciencia. Taehyung se gira con la rabia latente, dando un paso hasta Kai.

–¡Ok, suficiente conti...!

Otro puñetazo que suelta Jong-in, esta vez para la nariz de Kim, desestabilizándolo hasta caer de igual manera al suelo, como lo hizo su amigo, hay un jadeo de parte de algunos, y él se vanagloria de ello. 

Sin embargo, la sonrisa orgullosa se le borra cuando tocan su hombro y voltea, recibiendo un gran golpe en su preciado rostro, por lo que echa la cabeza hacia atrás y se sujeta el tabique con el dolor punzante.

–¡Eres un pendejo!

–¡Maldición, mi nariz! – lloriquea con voz nasal – ¡Mañana tengo un anuncio de cremas que grabar, Park!

Jimin ignora la sentencia, otorgando con su otra mano un nuevo puñetazo con mayor fuerza que el anterior, esta vez en el abdomen, oyendo el bullicio general.

–¡Aquel fue por mi novio, este por mi hermano! – lo toma esta vez de los hombros y lo dobla, propinándole un rodillazo en su parte baja que lo termina de lanzar al suelo con un sollozo ahogado. Se asegura de escupir con total desprecio para culminar: –. ¡Y ese último es por mí, hijo de perra! – sin perder tiempo, va a levantar a su pareja, el cual está entre Hoseok y Kai -todos heridos-, chequeando su estado con preocupación –. ¿Estás bien, Tae?

–Mejor que nunca – sonríe con torpeza, aunque le punza dolorosamente el tabique. Su expresión se suaviza con pesar cuando ve el rostro del ojos miel, suspirando –. Lo lamento, yo...

–Tengo una conversación pendiente contigo. Si tuviste que ver en esto, Taehyung... – suspende la frase, dejándola alargada en una clara advertencia que le hace agachar la cabeza al involucrado. Suspira de igual forma y le acuna el rostro, besándolo en los labios con una sonrisita nerviosa –. Esto es por defenderme, pero estás en problemas. Espérame en el baño, iré con Yoongi.

Taehyung asiente con resignación y se une a su mejor amigo, mismo que también carga un golpe encima, y un regaño pendiente de su pareja, quien les mira muy mal a los dos por igual.

Ambos chicos estaban preocupados por el asunto que se venía, y ni de imaginar lo que estaba ocurriendo afuera con Min y Jeon...

–¡Espera, Yoongi!

–¡Déjame en paz!

–¡No hasta que me escuches! – Kook logra finalmente detener a Yoongi al sujetar su brazo, haciéndole girar en lo que él retoma un poco de aire –. L-las cosas no son como las piensas.

–¿Ah, no? ¿Y cómo son? ¡Agh, es que debí suponerlo todo este tiempo! – se carcajea sin gracia alguna, mordaz y quejumbroso, como un animal herido por su enemigo principal; una analogía no muy alejada de la realidad –. Mierda, es que precisamente tuviste que hacer esto con el hijo de perra que más detesto – enfatiza con un bramido, estaba cayendo en cuenta de todo y se siente tan estúpido ahora mismo –. Por supuesto que siempre parecías conocer todo de mí y ser tan jodidamente perfecto.

–No, no todo es así – se apresura a ordenar el tren de pensamientos y sentencias que quiere soltarle con ansias –. Al principio...

–No me interesa saber nada, Jeon. Solamente dime algo, ¿Cuánto fueron? – exige, callándolo con la interrogante. Vuelve a demandar al no obtener contestación, ahora más alto: –. Cuánto fue.

–...Primero unos quinientos, luego trecientos – se detiene, sintiéndose una basura por todo, tragando pesado al obligarse a darle frente a su monumental metida de pata –. Después fueron quinientos más...

–¡¿Qué?! – exclama atónito, calculando la magistral suma tan asquerosa que pagaron por él, como si fuera un juguete, una fuente de entretenimiento. Cubre su rostro por unos segundos, superado con el asunto, casi hiperventilando y con sus palmas frías –. Todo fue una mentira, mentiste.

Intenta dar un paso, lamentando profundamente que su hyung esté de tal forma por su culpa. No se supone que las cosas irían así. 

Definitivamente era una tortura para Jungkook tener que ser el culpable de sus heridas, ser quien lleva el arma blanca que está atravesando a Yoongi, sin pretenderlo.

–No todo lo fue, lo juro, Yoonie.

–¿Qué parte? – corta filosamente, el rencor palpable en su modular, estaba rabioso – ¿Dónde no te acostaste conmigo porque el idiota de Jong-in no te pagó una bonificación extra?

Sus emociones estaban al borde ya, las de ambos.

–¡No me importaba el dinero! ¡¿Ok?!¡Me importaba...! – se detiene un instante, controlando sus nervios, porque tampoco quiere gritarle, la desesperación le estaba ganando partida. Completa ahora con tono más bajo, viéndolo fijo y afectado: – Me importabas .

Yoon detalla a Jungkook con detenimiento por unos segundos, conteniendo las inmensas ganas de quebrarse ahí mismo, sacudiendo su cabeza quedamente. En serio estaba tan dolido, porque antes lo veía y sentía paz, afecto, seguridad, pero ahora...

Es como si en un soplido, todo se esfumó y se redujo a un vacío frío que amenaza con devorarlo.

–Quisiera creerte, en serio que sí... Pero te veo, y no te conozco – remarca cada cosa con detenimiento, soltando el aire con un temblor cuando el más alto trata de dar un paso más hacia él. Retrocede veloz para agregar: –. Eres toda una mentira, Jeon Jungkook.

Aquello dio justo en el blanco, le hirió.

–No digas eso, tú sí me conoces – no le importa sonar suplicante, estaba a punto de colapsar y romperse como un pequeño asustado, estaba angustiado. Nunca le ha importado lo que el resto piense, los rumores bobos y sin sentido, porque sencillamente no le interesa que lo conozcan; sin embargo, tiene una excepción, y no quiere perderla. No quiere perder al único chico que realmente se ha molestado en ver más allá de él y sus fachadas  –. Yoongi, por favor, mírame...

–Eso no sirve de nada. No eres para nada quien creía que eras.

Min se dispone a marcharse de nuevo, incapaz de proseguir con aquel despropósito ¿Para qué continuar escuchando lo que cree son mentiras de Jungkook? No obstante, éste justo le impide  su huida al tomarlo con desesperación para besarlo.

Kook está tratando de demostrarle a Yoon en la unión de sus labios que lo que siente es real, que se estaba  rompiendo por todo, y que gritaba por su consideración, a pesar de no merecerla.

Aún así, el forzado beso no dura ni tres segundos, porque Min empuja con fuerza al castaño por el pecho, con un jadeo acortado, agitado y con ojos vidriosos.

Ninguno imaginó que se sentirían tan afectados por el otro, que tenían tanto poder para lastimarse mutuamente de aquella forma. 

¿En tan poco tiempo se hicieron tan cercanos? Es obvia la respuesta.

–Y-Yoon...

–No vuelvas a hacer eso, Jeon – exige entre dientes, con el corazón roto y con el nudo oprimiendo sus claras palabras: –. Te odio.

Aquella sentencia fue suficiente para apuñalarlo, mucho peor que cualquier golpe o dolor físico. Kook se queda plantado ahí mientras Yoongi corre por las escaleras, y no es capaz de seguirlo, no cuando le debe al menos un poco de respeto tras lo que hizo. Quedó totalmente perdido.

Oye pasos de zapatos apresurados a su espalda, y sabe que se trata de Jimin por su veloz inquisición:

–¿Dónde está Yoongi?

Jungkook traga con dificultad y amargura, caminando hasta la barandilla y viendo como el azabache termina por perderse en el piso de abajo, yendo directo a la salida, lejos de él y sus explicaciones que -a estas alturas-, no sirven de nada.

–Se fue...

Jimin sintió que aquella era una dolorosa realización, viendo al otro con una mezcla de emociones. Jungkook le daba la espalda, pero aprieta la baranda con fuerza y su respiración era un tanto pesada, nota la tensión en sus hombros, ni siquiera luce enojado, sino... Abatido, de alguna manera, no lo puede explicar.

SeokJin se une al par con pasos firmes, carente de emoción y totalmente serio.

–Acaban de anunciar en la tarima que Yoongi y JungKook ganaron para reyes del baile – resopla viendo mal la espalda ancha del sujeto mencionado –. Fue obra de Jong-in, aparentemente. Dicen que lo arregló antes del baile como burla para ustedes.

Ahora el menor de los Min se arrepiente por no haberle dado otro golpe rematador al patán de dentadura perfecta, estaba más furioso que antes.

Jeon, por su parte, no es capaz de lidiar con más; estaba teniendo una crisis de ansiedad tremenda, y si no se marcha de inmediato, es capaz de terminar todo aún peor y mandando a alguien al hospital luego de una buena paliza. La migraña no ayuda tampoco.

–Lo siento, n-no puedo estar más aquí.

Informa el castaño para empezar a bajar los escalones sin siquiera encarar a los otros.

 Ambos jovencitos se acercan y regresan una mirada preocupada entre ellos.

–Hay que curar al par de idiotas y luego iré con Yoongi.

–Yo trataré de llamarlo, o esperar para hablar con él mañana. Ya sabes cómo es de evasivo cuando está herido.

Asienten resignados y se disponen a entrar al desastroso baile.


–Wow, wow ¡Espera un minuto, hijo! – un alarmado Nam corre una vez la puerta se abre con brusquedad y divisa su hijo mayor entrar con prisa y un azote. Supo de inmediato que Jackson le dijo la verdad cuando mencionó por mensajes que se preparara para recibir a Yoongi en mal estado. Trata de sostener su brazo, cosa que éste impide, evadiendo mirarlo y con respiración inestable y pesada. Sus entrañas se revuelven en mortificación, porque su hijo no se afecta así por nada –. ¿Qué ocurrió? ¿Te hizo algo? ¿Te tocó?

–No necesitó hacerlo para herirme – su habla era ronco, denotando -por más que lo deteste- que estuvo llorando. Sabiendo que su padre no le permitiría huir, le encara con ojos enrojecidos, agotados y suplicantes, esperanzado a que se apiade de no interrogarlo ahora –. Por favor, suspende las preguntas por ahora. No estoy de ánimos para charlar, papá. No pasó nada grave, nadie me tocó a mi ni a Jimin, no te preocupes.

Joon no tuvo de otra que acceder a a la ida de Yoongi por las escaleras hacia su cuarto, con la angustia recorriéndolo en lo que espera la llegada del menor de la casa, era el único que podía explicarle el asunto. Los minutos transcurren lentos para él, y al segundo que la puerta vuelve a abrirse, se pone de pie con velocidad.

–No soy el indicado para explicarte el asunto, es algo de Yoongi – Jimin contesta sin más, luciendo tan abatido como el mencionado, hablando atropelladamente –. Voy a subir a verlo, pero no esperes mucho de él, no esta noche, papá.

Nuevamente queda con las interrogantes al aire, nadie le quiso comentar lo sucedido, y no tiene más que hacer al respecto. Sencillamente, le queda esperar, lo que más odia.

En el piso de arriba, Jimin toca la puerta con la esperanza de que su hyung conteste. Tras un minuto, lo hace, con la voz rasgada y tambaleante, a pesar de su intento por sonar templado:

–Vete, no quiero hablar ahora del tema, Jimin.

–Necesitas desahogarte, Yoongi. No me iré de aquí.

–Necesito estar solo, y si piensas que te abriré por tu amenaza, tendrás que dormir ahí.

–¡Bien!

–¡Bien!

Los dos se quedan sentados con la espalda recostada de la madera, uno rehusado a irse del sitio y otro demasiado exhausto emocionalmente como para moverse.

El rubio escuchó algunos sollozos bajitos del contrario luego de un buen rato. Le lastimaba oírlo de tal forma, porque su mayor jamás lloraba, no desde lo que ocurrió con su progenitora, y aquello incentiva más a que no se mueva del lugar, ni un centímetro, para nada.

Su hermano lo necesita.


–¿Koo? ¿Qué haces despierto a esta hora y... A oscuras?

La adormilada vocecita de la pequeña, le tensa de pies a cabeza cada músculo de su cuerpo. Permanece en el sitio, sin atreverse a girarse para verla.

–Regresa a la cama, Jieun.

–¿Estás bien? – inquiere estrujando sus ojitos. Algo no andaba bien con su hermano, lo conoce como para leerlo, comenzando porque usó su nombre y su tono sonaba extraño –. ¿No pagaste la factura de luz?

Kook cierra los ojos y aprieta los puños con fuerza, tenía unas náuseas terribles que aumentaban tanto como su malestar general. Había estado conteniéndose de no romper todo desde que entró a su departamento, incapaz de dormir a pesar de que ya era de madrugada y el agotamiento físico y mental le embargaban, con algo de alcohol barato en su organismo -el cual compró al salir del baile-, y teniendo las ganas de gritar atrapadas en él.

La presencia de su hermanita no lo estaba ayudando en lo absoluto, lo empeoran al rememorar lo de horas atrás.

–Necesito estar solo ahora mismo. Yo estoy... Bien, Jieun – finalmente libera, modulando su entonación para tranquilizarla –. Ve a dormir.

No muy convencida, termina dándose la vuelta con un puchero y regresa a su cama, preguntándose lo que habría sucedido para que JungKook esté en tal estado.

El chico expulsa una profunda exhalación, bebiendo de su vaso de agua con un ligero temblor ansioso en su manos. Saca la cajetilla de cigarros que descansaba en la encimera, los detalló con frustración, vacilando. 

A la final los lanzó lejos y fuerte, con la ira palpable.

–Maldita sea...

La noche en definitiva no acabó como se imaginaba ninguno de los adolescentes, aprendiendo que las mentiras nunca cosechan nada bueno, y que la ingenuidad y el temor, en muchas ocasiones nos ganan la partida. Las mentiras realmente tienen patas cortas.

Porque, si JungKook hubiese sido más sincero -cada vez que tuvo la oportunidad de decirle la verdad a Yoongi-, no estaría ahora lamentándose en la cama con un insomnio tan descomunal como su migraña, ni el azabache estaría junto a su hermano llorando hasta quedarse dormido en su puesto. Sin mencionar que Taehyung igual estaba carcomiéndose en su propia recamara, como lo hacía Hoseok.

El dolor que estaban experimentando cada uno es, en resumen, distinto: 

Kim Jong-in, no tolera el de su nariz y sus bolas, igual el de su ego destrozado en público.

Jeon JungKook y Min Yoongi sufren de un dolor interno, porque esa noche no sólo se rompió un corazón, sino dos.

Kim Taehyung y Min Jimin, experimentan el pesar de la pareja anterior, sumando el dolor en los nudillos del rubio y en la nariz del castaño.

Kim Seokjin y Jung Hoseok, prácticamente es lo mismo de los del párrafo anterior, sólo que el último siente dolor en sus pies por las pasadas del pésimo bailarín que es su Julio.

A la final, la vida de un adolescente está repleta de dolor y problemas, ¿No es así?

✩✩✩


Espacio para desahogarse (No me maten, please)

Juro que me dolió escribir este capítulo, y lo hice con Favorite Crime de fondo para más dolor TnT ¿Opiniones?

Viene la etapa emo JAJAJAJAJA ;n;

Btw, ¿Les gusta The Rose? uwu

 ¡Voten y comenten! ❤️

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