Reencuentro✨

Si me tratas mal, te meteré en un enorme vaso con leche.

Y a ti, Yoongi, te meteré la cabeza en el inodoro.

Los BT21 son tus compañeros de vida, ellos siempre estarán a tu lado y una vez faltes en este mundo, ellos te seguirán inmediatamente. Estos desarrollan una fuerte e inquebrantable conexión con sus acompañantes, siendo más que un miembro de la familia, una parte de ti.

Los BT21 son muy sociables, pueden establecer amistades con otros de su especie o con algunos humanos, sin embargo, si el acompañante humano del ser repudia o tiene sentimientos malos hacia una persona, el BT21 los tendrá también e incluso por el acompañante del otro.

Tomando en cuenta esto, las emociones de cariño hacia y entre los humanos también son compartidas por sus acompañantes.

Si dos humanos están enamorados, es muy probable que sus BT21 tengan un enorme afecto entre ellos, aunque no se podría catalogar como "enamoramiento" ya que, entre esos seres no existe el instinto de reproducción ni sexualidad.

Bufó cuando escuchó la irritante canción que había colocado como despertador, sabiendo que había sido una buena estrategia, ya que así se levantaría más rápido para apagar el molesto aparato.

Suspiró con pereza, intentando estirarse sobre su cama lo más que pudiera, frunciendo el ceño cuando sintió algo que le impedía estirar sus piernas por completo.

―Chimmy, te he dicho que no te duermas en el lado donde pongo mis pies, pude darte una patada accidentalmente―el simpático perrito movió su cola con pereza, ocultado su cara en el gorro de su suéter amarillo. Su favorito.

Jimin torció los labios cuando fue completamente ignorado por su BT21, prefiriendo el tomar su celular para callar la molesta alarma, que darle una reñida al perrito por no escucharle y desobedecerle.

―Sabes que no me gusta dormir solo―dijo el cachorrito, haciéndose bolita entre las cálidas mantas.

Jimin suspiró y vio hacia el pasillo de la casa, sabiendo que la habitación de Chimmy estaba muy solitaria desde hace mucho tiempo. No le gustaba dormir solo, jamás lo había hecho desde que se habían mudado a un departamento que estaba cerca de su universidad, pero Jimin no podía hacer nada para que su acompañante durmiera nuevamente en su habitación, la razón por la que dormía solo ya no estaba en la cuidad.

Se mordió el labio mientras desbloqueaba su celular, viendo como fondo de pantalla a su Chimmy, pero acompañado de una galletita café, quien se mantenía sobre la cabeza del más grande. Ambos estaban frente un ventilador en un día de calor, la pobre galleta teniendo que sostenerse de las orejas del cachorro para no salir volando.

Sonrió con nostalgia, sabiendo que no solo a Chimmy le había dolido la partida de ese par, sino a él también.

―Bien, pero duerme a mi lado, así no corres el riesgo de caer de mi cama por una patada.

Se levantó de la cama para iniciar un nuevo día, ambos seres tenían cosas importantes que hacer y no podían quedarse a dormir como unos perezosos. Ese día era sábado, por lo que se tomaron la libertad de dormir unas horas más, pero de igual forma tenían cosas que hacer.

―Chimmy ¿Tienes la lista de los comestibles? ―preguntó el rubio mientras se lavaba el rostro en el lavamanos del baño.

El mencionado se sentó en el colchón, estirándose y agitándose para poder despertar del todo.

―La dejé en la mesa de la sala. Quería colgarla en la nevera con el imán con forma de limón...―habló el cachorro mientras rascaba su nariz con una de sus patas. ―pero no alcanzaba y no quería despertarte para que me ayudaras a alcanzarla.

Jimin sonrió mientras colgaba la toalla de rostro con la que se había secado, saliendo del baño para que el perrito pudiera asearse un poco también.

―Bien, primero iremos al centro comercial para comprarte más suéteres, luego iremos por un poco de ropa para mí. Si nos alcanza el tiempo iremos a comprar los comestibles, sino iremos mañana, ya que no es demasiado lo que vamos a comprar―el perrito observó su suéter favorito, sabiendo que ya estaba viejo, pero no le importaba, jamás lo dejaría de usar. ―Tranquilo, compraremos el mismo tipo de suéter, solo es para que no desgastes tu favorito y dure más tiempo.

Jimin sabía el enorme significado que tenía esa prenda para su acompañante, por lo que jamás le obligaría a tirarla o dejarla de usar.

―Sabes que Shooky tiene un gran gusto por la ropa, por eso siempre uso lo que él me regala―Jimin rodó los ojos con una sonrisa, sabiendo que a su acompañante le afectaba más de lo que aparentaba el hablar de su mejor amigo.

―Puedes enseñarle la ropa por videollamada, seguramente se podrá muy feliz.

Jimin había conocido a Yoongi en el centro comercial, ambos habían ido a la misma tienda de ropa y estaban en sus propios asuntos, sin saber que pasaría algo en especial. Sin embargo, cuando el rubio perdió de vista a su acompañante, comenzó a buscar por todos lados como loco, pensando en que se había perdido o alguien pudo llevárselo sin darse cuenta.

Le preguntó a uno de los guardias y le prometió ayudarle a buscar, ganándose solo un poco de tranquilidad.

Lo que no esperó, es el ver a Chimmy jugando con los sostenes de mujeres con un ser desconocido.

― ¡Tengo orejas puntiagudas! ―decía Chimmy mientras abrochaba el sostén en su cabeza, colocando ambas manos sobre su cintura.

La pequeña galleta comenzó a reír en el suelo, tomando un sostén más pequeño y escondiéndose en una de las copas.

― ¡Chimmy!

― ¡Shooky!

Ambos humanos vieron al otro con sorpresa, manteniendo la mirada por algunos segundos.

―Jimin, quiero que Shooky visite el departamento. Es muy divertido―el rubio separó la vista del contrario cuando escuchó a su acompañante, poniéndose nervioso, ya que no dejaba de ser un desconocido.

―Chimmy, no creo que a su acompañante le agrade la idea―sentía la mirada del pelinegro sobre él, lo cual le ponía muy nervioso.

―Yoongi, por favor. Puedes sentarte a tomar cerveza y rascarte la panza otro día―el pelinegro se sonrojó y vio con el ceño fruncido a su acompañante, quien simplemente se escondió detrás del cachorro.

Yoongi vio con vergüenza a Jimin, quien había soltado una pequeña risita ante el comentario de la galleta.

―Disculpa a mi acompañante, le gusta inventar tonterías―Jimin vio como algo adorable el color de las mejillas del mayor, siendo delatado por sí mismo. ―Y-yo, realmente no me molestaría, pero bueno, no nos conocemos.

Jimin jamás había visto a Chimmy así de interesado en alguien, además de sus amigos; Tata, Cooky, Mang, Koya y RJ. Se le hizo algo extraño, ya que su acompañante siempre se mostraba tímido al inicio.

―Bueno, podríamos ir por un helado, así pueden hablar un poco más―el rubio se sonrojó cuando supo que sus palabras podrían malinterpretarse.

―Me parece bien, aunque Shooky no come nada que tenga leche, le aterra―el mencionado separó su vista de su nuevo amigo, enfocándola en su acompañante.

― ¡Nada de leche!

Desde el día del encuentro en el centro comercial, habían comenzado a salir con bastante regularidad, poniendo siempre la excusa que era para que sus acompañantes pudieran divertirse.

En la actualidad, Jimin recordaba todo con una pequeña sonrisa, ya que Yoongi no se encontraba más en Corea y eso le ponía mal.

―Me gusta hacer llamadas con Shooky, pero ayer no contestó al mensaje que le mandé a Yoongi por tu celular, así que no creo que pueda.

Jimin se había enamorado por completo de Yoongi, ya que le parecía una persona sumamente inteligente, segura y atractiva. Todo un encanto, incluso con su mal humor y sus quejas por dormir más de diez horas.

Yoongi había tenido que irse a Japón por estudios, ya que le dieron la oportunidad de llevar algunos años en una de las mejores universidades de ese país. No era una carrera como tal, ya que llevaba menos tiempo, pero sí era algo muy importante en el currículum.

Dos años y quince días, Jimin y Chimmy los contaban y marcaban en su calendario.

El rubio había planeado el hablarle sobre sus sentimientos, el decirle que había caído enamorado de él y que quería tener una relación, pero no tuvo el valor de hacerlo cuando el pelinegro le contó sobre la oportunidad que le habían dado.

El primer año de universidad había sido más digerible gracias a Yoongi y realmente le extrañaba.

Sabía que Chimmy había adquirido un enorme cariño por Shooky, casi tanto como él por Yoongi, pero no de la misma forma. Por lo que le ponía algo mal ver a su acompañante decaído al recordar que la galleta no estaba ahí y no sabían con certeza el día en que volverían.

Chimmy dormía en su habitación porque Shooky estaba con él, pero ahora que no lo está, su temor volvió.

―Le llamaré a Yoongi hyung, sino contesta, es porque deben estar ocupados―el cachorrito asintió no muy convencido, siguiendo con el cambio de su suéter amarillo a otro totalmente igual.

El humano salió del baño y tomó nuevamente su celular, buscando el contacto de Yoongi, el que estaba primero en la lista de Favoritos. Presionó el botón y se colocó el celular en la oreja, esperando a que la llamada fuera tomada.

Pensó que nadie contestaría, porque ya habían pasado tres tonos. Para su sorpresa, la llamada fue tomada.

― ¿Jiminie o Chimmy? ―el rubio sonrió al reconocer la voz de la galleta de Yoongi, quitando el teléfono de su hombro y colocándolo en altavoz, para que su acompañante pudiera escuchar.

―Soy Jimin, pero Chimmy quiere hablar contigo.

Hubo un pequeño silencio, haciendo que el cachorrito se pusiera nervioso. Comenzando a jugar con sus orejas.

― ¡No quiero hablar con él, adiós!

La llamada fue cortada de golpe, haciendo que el humano viera el celular con el ceño fruncido. Eso había sido raro.

El cachorrito sintió sus ojos llenarse de lágrimas ante el rechazo del que era su mejor amigo.

―Hey, no llores, de seguro Yoongi lo obligó a limpiar con él y por eso está de mal humor.

El perrito suspiró, ignorando las palabras de Jimin mientras terminaba de prepararse para salir. El humano bufó y salió de la habitación hasta la sala, para que el pequeño ser no escuchara lo que haría en ese momento.

Un Jimin bastante molesto entró al chat de Kakao de Yoongi. Vio que estaba en línea.

Presionó el botón para enviar una nota de voz.

"Yoongi hyung, no sé qué le pasa a Shooky, pero Chimmy ha estado muy triste por su indiferencia y no debió decirlo de esa forma. Espero que puedas hablar con él y saber lo que pasa"

Jimin se sentía como un padre sobreprotector muchas veces, después de todo Chimmy era parte de sí y su malestar era palpable para él. Esa galleta apestosa era muy importante para el cachorro, casi tanto como Yoongi lo era para él, por lo que no le gustaba cuando los dos Min se comportaban así.

Solo esperaba que su acompañante no se sintiera peor.

🍪❤🐶

Jimin estaba enojado, muy enojado.

Yoongi lo había dejado en visto, solamente escuchado la nota de voz y saliendo del chat sin responder nada. Siempre le contestaba los mensajes, ya que sabían el enorme cariño que ambos se tenían y no querían que su amistad muriera por dejar de contestar los mensajes.

Bueno, era un aprecio más que amistoso y ambos lo sentían, pero no estaban completamente seguros de que el otro les correspondiera.

Para Yoongi había sido difícil el siquiera intuir algo, ya que Jimin era muy cariñoso con todas sus amistades de confianza, por lo que no sabía si su trato era especial o con el mismo cariño que con sus amigos.

Volviendo al tema del mensaje, Jimin realmente no quería pensar que ambos Min estuviesen molestos por algo, ya que no había motivo alguno para que lo estuvieran.

―Jiminie, si sigues a esa velocidad vamos a atropellar a alguien―dijo Chimmy desde atrás, acomodado en la silla especial para los de su especie, casi como la silla de un bebé.

―Lo lamento―apretó las manos sobre el volante y redujo la velocidad, sabía que no debía ponerse a pensar en esas cosas mientras conducía, mucho menos si se encontraba en un área en donde muchas personas y acompañantes transitaban. ―Es solo que Yoongi no respondió a un mensaje que le mandé, me dejó en visto.

El cachorrito vio con tristeza a su humano, sabiendo los sentimientos tan fuertes que este tenía por Yoongi.

―Al menos a ti no te dijo que no quería hablar contigo.

El rubio vio a su acompañante por el retrovisor, sabiendo que aquellas palabras de la galleta le habían afectado mucho.

―Sabes que Shooky es muy tonto en muchas ocasiones, no le des mucha importancia a lo que dijo―Jimin suspiró mientras colocaba la direccional para poder entrar al estacionamiento de su edificio, sintiéndose aliviado por poder llegar a casa a descansar.

Lucharon con las bolsas, ya que al final habían hecho más compras de las previstas, siendo Chimmy el encargado de llevar los huevos y algunas cosas más livianas. Subieron al ascensor y quedaron en el piso de su departamento.

Salieron de la caja metálica y caminaron hasta la puerta correspondiente, Jimin torciendo los labios cuando supo que se le haría difícil el digitar el código de la puerta.

No podía pedirle ayuda a Chimmy, él no tiene dedos.

―Mierda, dame un momento...―se colocó las bolsas alrededor de su muñeca, sintiendo cómo esta ardía por el peso de las bolsas, digitando el código lo más rápido que pudo.

El primero en entrar fue Chimmy, manteniendo el cartón con huevos aferrado a sus brazos, siendo difícil para él, sin dedos que le ayudaran a sostener.

Jimin cerró la puerta y vio con terror la pequeña sombra que comenzaba a correr hacia Chimmy, quien era totalmente ignorante sobre la sombra maligna.

― ¡Alpinismo! ―Shooky corrió con velocidad hacia Chimmy, dando un gran salto para poder colgarse en su ropa, comenzando a escalar hasta su cabeza.

― ¡AH!

El cartón de huevos terminó en el suelo, muchos de ellos terminando con cáscaras rotas.

― ¡Shooky! ¿Qué haces aquí? ―Jimin dejó las bolsas en el suelo, viendo con los ojos bien abiertos a Yoongi, quien le miraba con su labio inferior entre sus dientes.

―Shooky, te dije que no era buena idea asustarles―todos dirigieron su vista al montón de huevos en el suelo, todo un desastre. ―Les compraremos más, Jiminie.

Jimin sonrió en grande, dejando caer las últimas bolsas al suelo, corriendo en dirección a Yoongi. El pelinegro sonrió y atrapó al menor en un enrome abrazo, el más joven abrazando sus piernas en su cadera.

― ¿Por eso no contestaban los mensajes? ―susurró Jimin con una sonrisa, ganándose un asentimiento de Yoongi.

Chimmy, quien había estado callado desde que le hicieron tirar los huevos, frunció el ceño.

―Hey ¿No te alegra verme? ―dijo la galleta, quien se colgaba en una de las orejas del cachorro.

El acompañante de Jimin bufó, quitando a Shooky de su oreja y corriendo hasta su habitación, dejando un incómodo silencio en la sala.

― ¡Hey! A Yoongi le reciben con abrazos y a mí con golpes―Jimin dejó un beso en la mejilla de Yoongi, bajando sus pies al suelo para poder ver a Shooky.

―Chimmy está dolido por lo que dijiste, galleta tonta―el mencionado jadeó ante el insulto, cruzándose de brazos.

― ¡Fue culpa de Yoongi, él me dijo que debía ignorarles todo el día! ―el rubio levantó ambas cejas mientras desviaba lentamente la vista hasta Yoongi, quien miraba con ojos filosos a la galleta.

―Con que la idea fue de Yoongi, interesante...―Jimin planeaba hacer un poco de drama para molestar a su mayor, intentando separarse para ir donde el cachorrito.

― ¡No, le dije eso porque no tendríamos tiempo! Literalmente aterrizamos y vinimos aquí, ni siquiera hemos ido a ver nuestro nuevo departamento―el rubio vio con ojos brillosos a Yoongi, olvidándose completamente de su falso enojo.

― ¿T-te quedarás aquí, no volverán a Japón? ―Yoongi asintió primero, luego negó.

Chilló ante la información y volvió a enredar sus brazos sobre los hombros de Yoongi, el mayor comenzando a esparcir sutiles besos en su coronilla.

Cuando se separaron, Shooky no estaba en la sala.

―No incites a tu galleta tonta a tratar mal a mi Chimmy, sabes lo sentimental que es, en especial con él―Yoongi sonrió culpable y pegó sus labios a la mejilla de Jimin.

―El idiota iba a decirles que estábamos en el aeropuerto, que ya habíamos aterrizado. Por eso le dije que se callara y los ignorara, no pensé que se los diría directamente―Jimin rodó los ojos y se separó de Yoongi, caminando hacia las bolsas que había dejado en el suelo. ―Uh, limpiaré el desastre de los huevos.

―Shooky es una parte de ti ¿Dices que también eres un idiota? ―Yoongi le miró con los ojos entrecerrados, tomando el cubo para la basura y algunos productos para quitar el olor a huevo del suelo.

―Lo soy, pero somos idiotas en situaciones diferentes.

Jimin rio y comenzó a llevar las bolsas a la cocina, riendo cuando Yoongi hizo una cara de asco al recoger las viscosas cáscaras del suelo.

Un cartón de cuarenta huevos.

―No creo que Chimmy perdone fácilmente a Shooky ¿Me equivoco? ―preguntó Yoongi mientras limpiaba, viendo de reojo a Jimin.

―Está realmente molesto, así que no lo creo. Yo también lo estaba, pero como eres un llorón que no aguanta que lo ignore, te perdoné―Yoongi chasqueó la lengua con una sonrisa, manteniendo la vista en el suelo.

―Soy débil ante mi Jiminie, es imposible que no me convierta en un llorón.

El rubio intentó que aquellas palabras no le afectaran, pero fue misión imposible. Sentía su corazón latir a mil por hora, sus mejillas tomando un color rosa y sus manos comenzando a ser torpes.

―E-es bueno que aceptes el que eres un llorón.

Yoongi sonrió ante las reacciones de Jimin, mordiéndose el labio al notar que su comentario sí había tenido una reacción especial sobre su menor y no alguna que pudo haber tenido de un halago de cualquier amigo.

―Podemos pedir pizza y algún postre para almorzar, nosotros invitamos. Tal vez así Chimmy perdone a Shooky―Jimin jamás se negaría a una deliciosa pizza, por lo que aceptó con una sonrisa enorme.

Amaba tener a Yoongi ahí, quería preguntarle muchas cosas, porque, aunque hablaron por videollamada con regularidad, quería escucharle hablar frente a frente. Sabía que el tener a sus dos acompañantes podía limitarles en ciertos momentos, como cuando querían hablar de cosas más personales y sus BT21 se mantenían jugando por la sala del departamento de alguno.

Cuando se hablaban por videollamada era casi imposible el poder hablar de esos temas, ya que sus acompañantes siempre estaban ahí. En especial porque Chimmy había comenzado a dormir con el rubio.

―Pídele a Chimmy el postre de moras, no podrá decir que no.

Y Jimin tenía planeado algo, quería que sus acompañantes se quedaran en la habitación el mayor tiempo posible, para poder tener algo de privacidad con Yoongi.

Tendría que negociar y sabía quién era el ayudante indicado.

🍪❤🐶

Shooky veía con su ceja más gruesa levantada, haciendo que Jimin le imitara.

―Es un ganar, ganar. Tú me dejas tener un tiempo a solas con Yoongi hyung y yo haré que Chimmy te perdone sin amenazarte con meterte en un vaso con leche.

Jimin había recurrido al único ser que podría mostrar interés por ayudarle y que no estuviera involucrado en el plan. Por descarte, Shooky era la única opción.

― ¿Y si Chimmy no me perdona? No será justo que tú tengas tu tiempo libre con Yoongi y yo no gane su perdón―Jimin rodó los ojos con molestia, amaba a la galleta de su amigo, pero en ocasiones era demasiado molesto o terco, como en esos momentos.

―Eso no es culpa mía, es culpa tuya―señaló a la galleta con molestia, haciendo que el pequeño gruñera. ―Tú fuiste quien dañó a Chimmy y yo quería darte una solución segura para que te perdone, pero como no quieres, no es mi asunto.

El rubio se encogió de hombros y salió de la pequeña cocina del departamento, sabiendo que en pocos segundos la galleta le seguiría para aceptar su plan. Era igual que Yoongi.

Se sentó en el sofá con las piernas cruzadas, contando los segundos en su mente.

― ¡Está bien, acepto! ―Jimin sonrió cuando Shooky se apareció frente a él, sus pequeños brazos cruzados y su mirada fija en el suelo, sabiendo que le daba vergüenza el mostrarse interesado.

―Perfecto, esta vez te tardaste solamente cinco segundos, Shooky. Cada vez vas rompiendo tus propios récords―la galleta le vio con indignación, comenzando a acerarse a la pierna de Jimin para morderle con su único diente.

― ¡AH, no me muerdas!

La comida y el postre de moras no tardó en llegar, en todo ese tiempo Jimin había aprovechado para acusar a Shooky con Yoongi, haciendo muchos pucheros para que le defendiera. Como el ser más pequeño no podía decir el por qué le había mordido realmente, tuvo que aceptar los regaños.

―Es gracioso, te quedó marcado su único diente en tu pierna―Jimin rio cuando notó la línea enrojecida, sobresaltándose cuando el mayor pasó un algodón con alcohol en la herida.

―Esa galleta tiene un diente fuerte.

Yoongi terminó de limpiar la herida y bajó el pantalón de Jimin, para que pudieran levantarse a comer lo que había pedido.

El rubio se acercó a la mesada y vio el postre de moras que estaba en la mesa, sacando un plato mediano de los estantes y un cuchillo. Partió un trozo considerable del postre y lo dejó a un lado, sacando también la pizza que comería el cachorro.

Shooky no era capaz de tomar los platos, ya que es pequeño, por lo que tuvo que arrastrar los platos por el suelo.

―Bien Shooky, recuerda. Menciona varias veces el que tienes pizza y postre, posiblemente él querrá que se lo pases por la puerta, pero insiste y mantente ahí, dile que no dejarás entrar nada si no lo haces tú también.

La galleta asintió y tomó los platos, dirigiéndose de vuelta al pequeño pasillo en donde estaban las habitaciones.

Yoongi veía todo con una sonrisa, le gustaba que Jimin y Shooky se llevaran muy bien, aun cuando a veces se molestaban por cosas tontas. Sabía que su acompañante tenía aprecio a Jimin gracias a él, pero sabía que el pequeño también le quería por elección propia.

Se acercó con una sonrisa, posando sus manos sobre la isla de la cocina.

―Bueno, nosotros podemos poner una película mientras comemos. No quiero escuchar los lloriqueos de Shooky mientras comemos―Jimin sonrió y tomó los platos para llevarlos a la mesa de la sala, todo frente al sofá y la televisión.

―Me parece buena idea, la pizza se ve deliciosa.

Ambos humanos se acomodaron en el sofá y comenzaron a comer, dejando una película que había salido en los recomendados, en realidad ninguno estaba prestando realmente atención a la trama. Ni siquiera sabían el nombre de la película.

―Y cuéntame ¿Desde cuándo supiste que terminaría tu curso en este año? ―Yoongi se limpió la boca con una servilleta.

―Lo sabía desde el inicio, simplemente te mentí para sorprenderte el día que viniera―Jimin abrió la boca con sorpresa, dándole un pequeño golpe en el pecho.

―Eish, no sé por qué me sorprende―Yoongi sonrió y apretó la mejilla de Jimin. ―Bueno, de igual forma me alegra que hayan vuelto, aunque la sorpresa no fue del todo exitosa.

Yoongi se encogió de hombros, dejando su lata de soda vacía en la mesita de centro, manteniendo toda su atención sobre Jimin.

―Bueno, tendremos que comprar huevos, por algún extraño motivo, cuarenta huevos―el rubio bufó y dejó con fuerza su lata en la mesa, mirando a Yoongi con las manos en la cintura. ―Porque dos seres tienen una extraña obsesión por los huevos.

― ¡Ya te dije que nos gusta acompañar muchas comidas con huevo, déjanos en paz! ―Jimin se sonrojó cuando Yoongi comenzó a reír más fuerte. Se subió por completo al sofá y derribo al mayor, comenzando a hacerle cosquillas.

― ¡Ah, déjame! ―Yoongi gruñía mientras reía, intentando sacar su mayor fuerza para derribar a Jimin hacia atrás y poderle hacer cosquillas a él, cosa que se le estaba dificultando por el constante movimiento del menor. ―Ahora sí.

Jadeó en sorpresa cuando sintió su espalda chocar con el sofá, por lo que él recordaba, era quien mantenía el control de la situación.

― ¡Ya déjame, te voy a tirar del sofá! ―Yoongi dejó algunas cosquillas más por las costillas del menor y decidió dejarle en paz, antes de que alguno de los dos terminara en el suelo o con un dolor de estómago terrible por hacer eso después de comer.

―Lo dejaré pasar, solo por esta ocasión.

Liberó al cuerpo más pequeño y se sentó nuevamente en su lugar, sintiendo demasiada ternura al ver a Jimin agitado por las recientes cosquillas.

―Me alegra mucho haber vuelto, te echaba mucho de menos.

Jimin suspiró, sintiendo sus mejillas comenzar a enrojecerse por el tono serio que su mayor había utilizado. Mordió su labio y juntó sus manos mientras movía los dedos entre ellos.

―Siempre es bueno tener a tus amigos cerca ¿No?

La sonrisa de Yoongi comenzó a desaparecer rápidamente.

Amigos.

Porque eso eran, solamente amigos.

―S-sí, es bueno―Jimin supo que había arruinado el momento cuando vio el rostro incómodo de Yoongi, quien había tomado su celular de la mesita para ver la hora. ―C-creo que es mejor que Shooky y yo nos vayamos al nuevo departamento, ya es algo tarde.

No era tarde e incluso sabía que podía quedarse a dormir si lo deseaba, pero se sentía incómodo y no quería molestar.

―Pueden quedarse a dormir, no es necesario que se vayan―Jimin se acercó hacia el mayor, tomando ambas manos pálidas entre las suyas. ―Mañana Chimmy y yo podemos acompañarlos, así podemos visitar a los demás.

Yoongi observó sus manos entre las de Jimin, sonriendo ante la diferencia de tamaños.

Jimin no quería que se fuera, quería que se quedara con él por esa noche y que las cosas no se volvieran incómodas por recalcar el que solo eran amigos. Porque eso puede cambiar.

En un impulso, separó una de sus manos de las de Yoongi y le tomó por la barbilla, juntando sus labios en un inesperado beso.

Yoongi abrió los ojos con sorpresa, pero rápidamente correspondió a los labios más gruesos, pasando ambos brazos por la cintura de Jimin, intentando que se acercara más a él. No sabían si era por la efusividad de besarse después de mucho tiempo o por el momento tan íntimo que habían compartido, pero el beso era muy húmedo y profundo.

El rubio suspiró y pasó una de sus piernas sobre el regazo de Yoongi, apoyando su rodilla al lado de las piernas del mayor, sentándose en su regazo.

La película seguía reproduciéndose en el televisor, pero los chasquidos comenzaron a ser más fuertes, por lo que opacaban el sonido de le película.

― ¡Chimmy, ven aquí! ―el gritó de Shooky hizo que Jimin se separara de Yoongi, impulsándose por la sorpresa hacia atrás, cayendo de culo al suelo.

―Jiminie.

Chimmy vio con la cabeza de lado el que Jimin estuviera acostado en el suelo, Yoongi ayudándole a levantarse.

―Jiminie, te he dicho que tengas cuidado con la alfombra, siempre que se dobla te tropiezas―el cachorrito se encogió de hombros. ―Solo quería mostrarte que Shooky me compró postre de moras, además venía el muñequito coleccionable que te faltaba.

Yoongi sonrió, al contrario de Jimin, quien fulminaba con la mirada a la galleta.

―Le dije que se quedara en el cuarto, pero vino corriendo para darle el muñequito coleccionable.

Chimmy en ese momento prestó atención a los dos humanos, haciendo conexiones y comprendiendo lo que pasaba.

―Oh, se estaban besando ¿No es así? ―ambos abrieron los ojos con vergüenza, ganándose una risotada de ambos acompañantes.

― ¡Ah, por eso Jimin me pidió que me quedara en la habitación con Chimmy!

Yoongi soltó una risita y vio a Jimin con una sonrisa coqueta, ganándose otro sonrojo del rubio.

― ¡Shooky!

― Y tú también Shooky, si me tratas mal, te meteré en un enorme vaso con leche―dijo el cachorro mientras veía a la galleta con el ceño fruncido.

―Sí...―dijo Jimin. ―Y a ti, Yoongi, te meteré la cabeza en el inodoro.

Aunque aquella visita sorpresa hubiera tenido sucesos inesperados; huevos rotos, cachorros enojados, sonrojos, besos y caídas de culo. Yoongi amaba el haber vuelto y no planeaba alejarse nunca más.

MXYOONGX

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