Cuento 3: Hanpper y Dipptel
"Jamás confíes en los desconocidos... Puede que te terminen comiendo"
Dipper, aun batallando un poco nadó hacia el Norte, tal como le había dicho el fantasma Billy.
Llegó hasta lo que podría ser el tope de la dimensión, y ahí había un portal. Vaya que para él, era agotador seguir viendo portales. Él sólo esperaba a ver a Bill para después largarse a su casa. De un salto entró al portal, ésta vez caía por un agujero de color rosa. Hasta que llegó a un hermoso pasto color verde aqua.
—Vamos Gretel, no estoy para tus estúpidos juegos —Alzó la mirada, y vio a un muchacho idéntico a él, sólo que con un ropaje más fino, unos ojos de color azul penetrante y estaba peinado hacia atrás, dando la vista de su espectacular marca en forma de Osa Mayor.
—¿Gretel? —Le preguntó Dipper al otro chico.
—Sí Gretel, mi nombre es Dipper. Pero puedes decirme Hanpper o Dipper
—Oh vamos Bill, ¿Por qué siempre soy la mujer? —Gritó Dipper Pines al cielo —Y tú... Yo soy Dipper.
—No amigo, yo soy Dipper.
—¿Cuál es tu apellido?
—Gleeful por supuesto. Pero no estamos para preguntas estúpidas
—¿Qué hacemos en el bosque?
—Estamos perdidos genio. Ahora saca el pan que traías antes
Dipper Pines comprendió en qué cuento estaba, en cuanto a Dimensión... Era algo confusa, vaya que ese muchacho era su gemelo hombre perdido, sólo que con ojos de otro color.
En fin, metió su mano en la bolsa... Que por cierto su ropa habia cambiado. Llevaba otro overol, esta vez rosa con uno que otro olán azul. Playera blanca al igual que sus zapatos y por supuesto, unas lindas medias color morado.
Cada vez esto era más femenino, o eso pensaba él.
Al sacar el pan, comenzó a romperlo en pequeños pedacitos y fue dejándolos por el camino mientras que Dipper Gleeful caminaba en frente de él.
Cuando el pan se acabó y no había rastro o caminos dentro del bosque, los dos volvieron por donde venían.
En eso Dipper Gleeful, se percató de que el pan ya no estaba y en cambio habia varios cuervos.
—O vamos Dipptel, eres un idiota
—Tch, es igual hay que caminar —Contestó Dipper Pines algo molesto.
Despues de varios minutos caminando. Dipper Gleeful notó el humo de una chimenea a lo lejos.
—Hey Dipptel mira —Dijo mientras señalaba.
—No vayas para allá —Esto lo dijo tarde, después de todo Hanpper ya iba corriendo por delante.
Al llegar a donde provenía el humo, vieron que era una hermosa casa de caramelos donde un hombre vestido de varios colores azules estaba en la entrada llorando.
—Bill —Susurró Dipper Pines, puesto que el hombre era similar a Bill a diferencia de que el ojo, cabello y ropas eran color azul.
Dipper Gleeful se acercó primero, mientras que el otro iba a paso lento.
—¿Por qué lloras? —Preguntó el castaño ojo azul dirigiéndose al hombre de prendas raras.
—Es... Es que tengo muchos dulces, y... Y, no puedo comerlos todos —Contestó entre sollozos.
—Nosotros de ayudaremos. ¿Cierto Dipptel?
—Yo no creo que sea buena idea —Contestó Dipper Pines mientras veía al hombre azul —Bien Bill, el juego terminó.
El hombre azul secó sus lágrimas, se paró y se acercó a Dipper Pines.
—M... Mi nombre es William Cipher.
—¡¿Eh?! Otro Cipher —Exclamó el Pines algo confundido.
—Y soy un brujo —Seguidamente de esto, chasqueó los dedos y se encontraban los dos Dippers atados, dentro de aquella casita de dulce. El horno que previamente estaba encendido, ya había llegado a su máximo nivel de calor.
"—Vas perdiendo Pino... Tic Tac"
Dipper Pines volvió oír la voz de Bill, él jamás se daría por vencido.
—Hey Gleeful, agarra ese cuchillo que está en la mesa.
—No puedo
—Bueno, sólo patea la mesa —Susurró.
En un movimiento rápido, cayó el cuchillo, el brujo que seguía checando el horno, no se había dado cuenta hasta que vio a los dos niños de pie amenazándolo.
El Brujo azul, comenzó a llorar.
—Dime dónde está Bill —Demandó Dipptel mientras sostenía el cuchillo con ambas manos.
—T...Te refieres, al Brujo amarillo de un sólo ojo —Dijo el hombre azul entre sollozos.
—Exacto —Dipper ya se sabía la táctica de Bill, pues siempre mencionaban a alguien color amarillo y sin un ojo.
—Te diré, sólo, suelta ese cuchillo.
Él soltó el cuchillo, mientras que Dipper Gleeful echaba agua en el horno, quién sabe de donde la habrá sacado pero ya estaban a salvo.
—En dirección al oeste, si quieres encontrar al brujo este.
Pero atrás no mirarás, o te arrepentirás.
Después de que Dipper Pines saliera de aquella casita, tomó un pedazo de pared, la cual era de galleta y comió mientras se dirigia al Oeste, vaya que Bill era bueno jugando.
El Tercer cuento había concluido.
¿Cuantas historias tendrá este libro?
Sólo porque amo que lean, voten y comenten, actualizaré :') equisde.
7u7
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