OO1
Capitulo O1 : Cartas.
¡ Mikellino es real, el Trolliela es horrible !
¡ Seguramente Trollino prefiere estar con Mike !
¡ Seguramente ni Trollino te quiere !
Eran comentarios que pasaban por la mente de esa joven, comentarios de niños aproximadamente de seis años hasta los doce años, solían repetir lo mismo y a la misma persona, de vez en cuando cambiaban los insultos, no eran tan constantes a las chicas o a los demás chicos, por no tener la relación que la joven tenia con uno de ellos o una posición similar. Todos esos youtubers solían pasar el tiempo juntos en un parque, a pesar de ser muy pocos, se la pasaban bien, ahora son diez, unos fueron unos días a quedarse en Madrid para hacer contenido nuevo y de pasada convivir con fans.
A lo lejos los miraba ella, esa joven castaña, su novio momentos antes le había pedido que no apareciera en los vídeos o cerca de los niños, el no quería que mas gente la conociera por miedo a que su fandom la ataque como hace dos años. La falda de su vestido rosado era movido por el viento al igual que su cabello, parecía una diosa, una diosa que por desgracia muchos no sabían apreciar.
Los niños se acercaban a sus ídolos, algunos por suerte llevaban sus libros; mientras unos convivían pacíficamente, otros peleaban, pero los padres eran quienes debían poner un alto, que en la mayoría de las ocasiones se metían a detener la pelea, en otros, solo los miraban.
Una mujer se acerco por detrás a la castaña, dejo una carta en la pequeña bolsa que Ela llevaba, cuidando no dar un tirón o moverla demasiado para que Ela no se diera cuenta, y se fue rápidamente, tenia miedo de ser vista, de igual forma; Ela al ser dejada de lado, por estar casi olvidada, nadie le prestaba atención, la mayoría, por no decir todos, se acercaban a Mikecrack y El Trollino. Preguntaban por ese jodido shipeo, que a pesar de causar daño y toxicidad en el fandom, por ser una de las razones que a los fans de Mike le tiran hate y al mismo youtuber y aun mas, que otros se fueran... También es lindo, a Ela le gusta, a la mayoría le gusta, es un juego entre amigos, algo que los divierte, algo por lo que muchos del fandom se conocieron y trajo felicidad. Lamentablemente no todos lo creen un juego, el fanatismo llego hasta el punto de desearle la muerte a la novia de Trollino... ¿sera que Mike tiene pareja y por el fandom es que no la presenta?. Es triste, pero la fama tiene su precio, precio que ahora todos ellos están pagando, pero aun no cumple la deuda.
Ela deseaba adelantarse a aquella camioneta para estar alejada del escándalo, se decidió al sentir como una botella con un poco de agua fue lanzada a su cabeza, se giro, dos pequeños niños se la habían lanzado, ellos la habían reconocido. Paso su mano ligeramente por donde la botella la golpeo, no le dolió, simplemente estaba sorprendida por la poca educación de los niños. Uno de los niños sonrió, parecía que el no tenia nada en contra de Ela... ¿o realmente lo tendrá? con el golpe las respuestas se limitan. El pequeño camino hasta donde la mujer que le dejo la carta a Ela y tomo su mano, la mujer le sonrió a la joven y comenzó a caminar, Ela solo los miro irse, la escena fue un poco extraña, o a su parecer.
Recordó algo, había dos niños, miro molesta a donde estaba el otro pequeño, de el si deseaba reclamar con sus padres ya que en su mirada se notaba el enojo que tenia contra la ojiverde, el golpe contenía poca de la rabia que el niño le guardaba a pesar de no conocerla del todo ─ ¡e-eh! ¿uhm? ─ ya era tarde, el niño había desaparecido ─ tienes el camino libre para ir a la camioneta. ─ pensó, dio unos pocos pasos, se detuvo al sentir como alguien tomo su falda para detenerla, en ese momento se giro.
Miro fijamente a esa pequeña de cabello rosa con verde y ojos azules, le llegaba hasta la cintura, tenia una libreta y un vestido rosado parecido al de Ela, le parecía incomodo pero se quedo para no hacer sentir mal a la niña, o al menos no quería que esa pequeña se sintiera mal, parecían madre e hija por su ropa que parecía que fueron así a propósito. ─ te escribí una carta. ─ dijo la pequeña aferrándose a su libreta, no sabia como comenzar la conversación.
─ ¿enserio? ─ pregunto sonriendo y agachándose a su estatura, era la primera niña que se acercaba a ella. ─ ¿sabes quien soy yo?
─ Lovely Ela, la novia de el. ─ señalo a Trollino quien estaba algo alejado tomándose fotos con algunos de sus fans. ─ escribí cartas para todos ustedes pero ellos no quisieron escucharme por el ruido, dijeron que luego las mandara a su twitter con ayuda de mis papis pero se que no lo van a ver. ─ bajo la mirada, todos creemos que conocer a nuestros ídolos sera la experiencia mas bonita, cuando realmente puede ser horrible o ellos nos olvidaran en segundos. A la pobre pequeña le toco aprenderlo a la mala, Ela estaba sola, había oportunidad de ser escuchada.
Se sorprendió al oír las palabras de esa niña, al menos Ela no olvidaría a esa pequeña en mucho tiempo. ─ creo que tus cartas tienen mas valor si es que me la lees en voz alta, luego podrías dármela y al momento de leerla nuevamente solo escuchare tu voz. ─ sonrió levemente, la niña tomo fuerzas para leerla, ambas se sentaron en el suelo para disfrutar de las palabras escritas en esa hoja de papel que se volvió especial desde el momento en que el lápiz la toco, sabiendo que seria dirigido para aquella castaña.
. . .
Ya habían pasado varios minutos, todos estaban en la camioneta, Ela iba como copiloto escuchando las risas de Trollino y Víctor, las burlas de Raptor, Mike y Flex; los quejidos de Sparta y Mayo, a uno por burlarse de su cuerpo que tenia tomados del cabello a Mike y Raptor, mientras Flex se reía de Mayo y hacia que tirara su teléfono, ya que estaba mirando sus redes sociales. Justo al lado escuchaba a Rius y Timba cantar canciones de amor, Rius se las dedicaba a Timba pero como amigos, ya que estaba casado y con una hija, mientras Timba si las dedicaba a Rius como si fueran algo mas, solo que eso era guardado al no querer problemas y que su amistad se valla en simples y tontas palabras como un me gustas. Ela era la única callada, sostenía la carta de la pequeña, su sonrisa era amplia, fue el único regalo que obtuvo, y estuvo presente cuando la niña escribió otras palabras para ella, los chicos se habían llenado de dulces, libros y un sin fin de cosas mas, pero no tenían el mismo valor que la carta de Ela, ya que ella sabia quien se la había dado, con el amor que fue escrita, mientras ellos no recordaban ni la apariencia de un niño, de igual forma, adoraban el regalo, aunque no de la misma forma que Ela.
Era la tercera vez que la leía, simplemente no se cansaba de leerla, la adoraba, lograba sentir el amor que la niña uso en ella, la hubiera adoptado si pudiera.
Pasaron a dejar a todos a sus casas, minutos después solo faltaba que Timba dejara a Mike, Ela y Trollino en sus casas.
Llegaron al hogar de Mike, en cuanto la puerta de la camioneta se abrió, ladridos de un perro se comenzaron a escuchar, era de su mascota, Mike sonrió, lo adoraba, era un cariño de padre e hijo. El pensar en la muerte de uno, en la separación de ese dúo, es doloroso, no les gusta pensar tanto en que un día el brillo de los ojos de uno de ellos, de ese humano o de ese can se apague. Donde ese camino lo seguirá completamente solo uno de ellos, sin compañía de su mejor amigo, hasta caer al acantilado y tener una muerte dolorosa, en donde ya no se encontraran, donde ya no hay forma de escuchar el ruido que hacían sus cuerdas vocales, donde solo se quedara en recuerdos, no pueden estar mucho sin el otro.
Mike se giro, Ela se iba a despedir, pero el mayor quería pedir algo mas, una idea que a uno le encantaría, que sera divertido para ambos, pero que a la única mujer en el auto no la llenaría, si no que le quitaría un pequeño pedazo del tiempo que había usado con anterioridad para una sorpresa que fue hecha con cariño, una pequeña forma de demostrar su amor. ─ ¿Trollino te quieres quedar a dormir conmigo? mañana estarías ya con Ela. ─ sugirió con pequeña sonrisa, no lo hizo con intención de destrozar a Ela, después de todo el y Trollino son de confianza, creía que a Ela no le molestaría.
Sonrió el de la corona, Mike ya se imaginaba la sonrisa de su amigo por tal invitación, hace mucho no pasaban tanto tiempo juntos, por una parte era lindo que intentaran volver a como antes, lo malo fue el día en el que Mike lo invito. A ellos les causaba infinita felicidad, Ela deseaba que lo rechazara, había una sorpresa planeada, solo miraba a Trollino con una sonrisa, no quería ser una molestia para el, no quería ser esa mujer de historias y vídeos de fans del Mikellino, algo que construyo una personalidad algo forzada y falsa, por esos vídeos que todos ahí odiaban. ─ esta bien, voy contigo. ─ acepto con la sonrisa que Mike había imaginado, o incluso mas bella. Ela sentía un nudo en su garganta, pero no quería llorar frente sus amigos y su novio, quien ya estaba cerrando la puerta de la camioneta.
─ adiós Timba, nos la cuida bien, que sin ella Trollino ya no vive. ─ se despidió sonriendo, Ela igual le regalo una pequeña sonrisa, Timba solo se rió levemente al igual que Trollino, aunque por parte es cierto, Ela es lo mas preciado que Trollino tiene, ademas de que le prometió a su mejor amigo Santy, cuidarla y que nunca la lastimaría el, u otra persona... Aunque rompió la promesa, la primera espina ya alcanzo a picar el corazón de la joven sacando sangre, pronto estaría completamente gris, donde ya no le importara nada, donde solo reinaría el dolor, al pasar a otro color, su mundo rosa ya no tapara la verdad que todo mundo esconde, poco a poco el mundo gris va acabando con su mundo de fantasía, no puede permanecer ahí por siempre, tiene que ver la realidad.
Se escucho como la puerta se cerro, Ela miro a la ventana, no había recibido ni siquiera una despedida por parte de Trollino, solo una pequeña despedida de Mike, el auto avanzo, Ela se giro cubriendo su boca con su mano para no hacer un ruidito vergonzoso, paso de estar feliz a comenzar a llorar en solo cuestión de segundos, pues aunque se fueron dos, no estaba sola completamente. El rimen que llevaba delato sus lagrimas, seguía las lagrimas y parte se quedaba en sus mejillas dejando el rastro de por donde pasaron.
Pararon en un semáforo, el silencio era incomodo, Timba deseaba romperlo de alguna forma, así que la miro, estaba a punto de soltar uno de los chistes que acostumbraba para sacar conversación a partir de ahí pero noto sus lagrimas. Ela seguía pensando en eso, miles de recuerdos similares pasaron por su mente, por esa razón que no han tenido al bebe que han deseado desde que se conocieron, si pusieran el mismo empeño, quizás ya tendrían a la princesa que tanto desean, la princesa que los haría mas unidos, quien seria símbolo del gran amor de esas personas, lamentablemente no se ven posibilidades de tenerla pronto entre sus brazos. Mientras, Timba no la entendía, Trollino solo había ido a quedarse un día con Mike, eso no podía tener nada de malo, o eso pensaban ambos.
─ ¿Lovely que tienes? ─ pregunto preocupado, estaciono el auto para escuchar con claridad a su amiga, donde no los moleste ni siquiera el ruido de los autos. Que la atención la tenga Ela, no la demás gente, seguro es por eso que Ela adora a Timba, por la atención que le pone, que no hace caso a nadie mas al momento de hablar con ella, que cuando alguien se mete a interrumpirla, el lo calla hasta que ella termine.
Comenzó a soltar el llanto, ya no tenia sentido esconderlo, después de todo ya la habían descubierto. Las lagrimas pasaron con mas rapidez, Timba se quito el cinturón de seguridad y la abrazo, no le gustaba verla triste, era algo raro verla así, por la falsa felicidad que muestra. ─ es Trollino, chiribiqui ─ respondió aun entre lagrimas, correspondió al cálido abrazo, Timba seguía confundido.
Es decir, estuvo en muy pocas relaciones y cortas, le es difícil entender las relaciones duraderas como la de sus mejores amigos. ─ disculpa mi ignorancia pero no logro entender...
─ tenia hoy todo planeado, el hablaba sobre que quería una hija, quería dársela, pero se fue con Mike, ya tenia todo planeado, justo cuando todo esta listo el se va con Mike o contigo... ─ explico aun con varias lagrimas, ya era mas la frustración de no poder estar con su novio, Trollino al no dar otro paso, lo iba a dar ella, iba a pedirle matrimonio a Trollino, pero esa vez se fue con Mike y Lyna, así que lo guardo para esta noche, una noche que nuevamente se arruino. ─ ya estoy cansada, preparo toda una comida, lo que me voy a poner y encima me arreglo lo mejor que puedo para que justo el se valla esos días, no logro comprender... Esto se esta acabando, mi mundo se esta desmoronando, nuestra flor se va marchitando y no encuentro que hacer...
─ ¿Lo que quieres es estar con el?... ya veo... ─ entendió, creía que era una razón estúpida, aunque por parte entendió la tristeza de Ela, teniendo tantas cosas encima ¿como es posible que no se a suicidado? El amor que Ela le tiene a Trollino es mas grande que cualquier cosa en el mundo, a soportado el odio y sigue a su lado, sin importar cuantas veces la a olvidado, ella aun va detrás de el, siguiéndolo y apoyándolo en cualquier cosa. ─ me parece nuevo que te rompieras de esta forma, ya habrá un momento en el que puedas estar con el y yo te ayudare a que nada los interrumpa, dime cuando y yo distraigo a los chicos para que tengas el camino libre.
─ ¿de verdad? ─ ese brillo en sus ojos se hizo mas fuerte, sonrió aun con lagrimas mirando a su amigo para después abrazarlo del cuello riéndose levemente por la felicidad que le traía, es posible que logre disfrutar al menos una noche con Trollino, ya tenia todo de su lado. ─ ¡ mil gracias chiribiqui !
─ no hay de que, Lovely. ─ sonrió abrazándola por la cintura como acostumbraba. Cerraron sus ojos unos segundos disfrutando de esa felicidad y paz, Ela estaba feliz por la ayuda de su amigo, cada que lo necesitaba ahí estaba; Timba por verla a ella feliz, prefiere la felicidad de los demás a la suya.
. . .
Ya era de noche, Ela estaba poniéndose su pijama de pato que Lyna le había regalado. En la pared había una hoja de lineas, era una carta escrita por una pequeña de aproximadamente siete años. Fotografías de su familia y por supuesto de su novio estaban colgadas en las paredes. Unas luces en una de las paredes alumbraba la habitación, se acerco a su repisa de madera blanca a tomar un libro, Cartas de amor a los muertos, un libro que recién comenzaba a leer, dejo el libro en su cama para leerlo en cuanto sacara las cosas de su pequeña bolsa.
Ñoña dormía tranquilamente en la cama de su dueña, a pesar de tener una camita de gato propia, ella decidía hacer compañía a su hermosa madre.
Ela revisaba su bolso, al sacar su teléfono un papel cayo, se agacho y la tomo era una carta, prendió la luz de su escritorio para leer la carta y se sentó en la silla, no recordaba haber dejado alguna otra nota o carta en su bolsa que no fuera la de esa pequeña que le alegro el día. Saco del sobre la carta y comenzó a leer...
. . .
Oh querida, Daniela no todo es como lo pintan, ellos te quieren muerta, ellos jamas te quisieron, solo querían verte sufrir.
Comenzamos con . . .
El Trollino.
¿Como podría explicar la clase de persona que es?
Es horrible, al momento de que fueras su novia el prometió fidelidad, ¿lo peor? que te fue infiel con tu mejor amigo, con el supuesto mejor amigo de ambos. Te uso para sacarle celos a Mike, solo deseaba presumir a una jodida novia de ojos verdes, cabello castaño largo con puntas rubias, una chica de buen cuerpo, amable, la chica perfecta, Mike es parecido, pero es hombre, eras su única y mas rápida opción. Te fijaste en el, y el solo te pago de mala manera, te dejo de lado, puedo apostar a que ni siquiera esta contigo en el momento que lees esto.
Es gay, ni siquiera es bisexual, el no te desea, no te quiere, así de simple.
Pero igual no te quiere cerca de ningún hombre que no sean sus amigos de confianza, para que el no quede mal por si le llegas a ser infiel, pero el si puede serte infiel, si puede hacerte quedar mal.
Mira alrededor, se cumplió lo que los fans querían, que su estúpido y jodido ship del Mikellino se cumpliera. Que te sean infiel, que realmente no te quieran, que te quedes sola, que seas infeliz.
Sigo sin entender por que sigues en el hueco teniendo la escalera para salir, crees que todo se acaba, cuando realmente un problema nace. No quiero ser algo malo, quiero ayudarte, contarte lo que se.
Los mire en el auto de Trollino, era de noche, no había nadie mas que ellos, mire como se besaron y lentamente se acostaron, Mike se ponía abajo y Trollino arriba, me fui para que no me descubrieran. Debe ser horrible enterarte de una infidelidad por parte de una desconocida.
Habra una carta extra, que sera la ultima.
Lamento ser yo quien escriba esto, eres una persona increíble, no quiero que sigas mas en este infierno.
L
Próxima carta : Mikecrack.
. . .
Lagrimas pasaron por sus mejillas al leer la carta, la bajo un poco mirando el traje de lencería colgado que se suponía debía usar esa noche. Miro el sobre, lo levanto temblorosa, ella seguía llorando, las palabras escritas en esa carta fueron lo suficiente para romperla, miro que hacia papelitos, eran comentarios que habían imprimido, comentarios de hate respecto a Trollino, entre otros. Tomo lo que había en el escritorio y lo lanzo contra las fotografías de Trollino haciendo que se rompan.
Ñoña se acerco y se acurruco con ella, mientras Ela leía la carta, su gata se había despertado. ─ ¿entonces tu padre así esta jugando? ─ pregunto a Ñoña, obviamente sabia que no obtendría respuesta por parte de su gata, solo hace lo que la mayoría. Miro molesta a la ventana aun con lagrimas, le regresaría todo. ─ entonces ya vera como le puedo ser infiel con su mas grande amigo. ─ dijo decidida.
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