🌙 CAPÍTULO 43:
AGENTES SECRETOS

Min-seong preparaba sopa de pollo para almorzar. Su papá le enseñó una receta exquisita con crema de leche y, debido a que extraña su hogar, decidió prepararla para animarse un poco más. Su celular sonó indicando nuevos mensajes, no le prestó mucha atención hasta que este siguió vibrando sin parar. Lo agarró viendo los mensajes de Christopher.

Frunció su ceño al leer su mensaje ¿"agente secreta"? ¿Qué estará planeando ese chico?

La castaña pensó unos segundos y aceptó su salida. No se veían hace unos días ya que la próxima semana era su concierto de Stray Kids allí en Seúl y tiene que aprovechar cada momento antes de que su gira internacional comience. Decidió empacar la sopa y guardarla en la nevera, ya que probablemente almorzarían en un restaurante.

Se arregló para salir con un buzo, una falda y unas botas altas, toda vestida de negro. Una agente secreta debe ir disimulada. También se puso una gorra para ser más discreta. Luego de una hora y media, el timbre de la casa sonó y fue a atender con rapidez.

— ¡BABYGIRL, I MISSED YOU! — Christopher grita feliz de verla y la abraza alzándola en el aire dando vueltas. La deja en el suelo dándole un beso — qué bonita es mi Minmin. Eres toda una espía encubierta.

— Nada mal — sonríe dándole un vistazo de arriba a abajo. Ambos vestían del mismo color y accesorios — me ganas porque te pusiste cubrebocas y eso te hace ver menos reconocible.

— Lo necesitaremos — saca uno de su bolso y se lo pone, dándole un beso por encima de este — espero escojas el anillo más bonito y exclusivo del mundo para tí.

— Con uno simple estaría bien— se encoge de hombros sin darle tanta importancia.

Realmente no quiere abusar de su dinero, cualquier anillo sería hermoso y está segura de eso, sin embargo, Chan siempre dice "para mi Minmin siempre será lo mejor de lo mejor", por lo que investigó cuál era la marca más cara del mundo y Cartier, por suerte, es una de sus favoritas.

Todo brillaba como si del palacio de la reina se tratase. La primera impresión de la tienda dejó atónita a Min-seong. Era gigantesca y muy lujosa. Se acercaron a las estanterías a ver un poco. Parecían ladrones. Aunque en ese tipo de tiendas famosas están acostumbrados a que famosos lleguen vestidos de esa manera para no llamar la atención

— Buenas tardes ¿Qué accesorio están buscando en especial? — un hombre con traje se acerca sonriendo.

—Buenas tardes ¿tiene anillos de compromiso?

— Oh ¿se van a casar? — asienten con sonrisas en el rostro — muchas felicidades. Sigan por aquí, por favor.

— Eso sonó bonito — le murmura Chan emocionado siguiendo al señor, quien los lleva hasta un lugar apartado del resto y les enseña varias cajas pequeñas para después destaparlas — ¿cuáles son los más caros?

— Estos de aquí cuestan tres millones de wones, del lado izquierdo cinco millones, son modelos de 1895. Como saben, nuestros diamantes son totalmente únicos — Min-seong abrió los ojos ante la suma tan grande que les dijo ¿la gente pagaba eso por unos anillos? Qué locura.

— Escoge el que más te guste, darling — Chan sonríe mirándola. La castaña hizo una mueca.

— Chris... ¿No es mucho? — pregunta un tanto apenada.

— No, para nada.

— ¿En serio? ¿Esa cantidad te parece "nada"? — señala los anillos impactada. El hombre se retira un momento al notar que otra pareja entra a la tienda — Entiendo que quieras darme lo mejor, en serio, Chris, pero... Podemos usar ese dinero para otras cosas.

— Babe... Si te sientes incómoda porque no te gustan nos vamos y ya.

— No es eso, son muy hermosos, en serio. Lo que trato de decir es que... No quiero tener en mi consciencia que estás gastando tanto en la boda.

— No es "la boda", es nuestra boda — corrige acercándose a ella y alzando su mentón hacia él — Dime ¿crees que no mereces todo esto? Si pudiera te daría el mundo porque te amo, pero me conformo comprándote lo que tú quieras: si quieres un anillo de cinco mil wones, lo haré sin dudas. Tengo los recursos necesarios para hacerlo y comprarte muchísimo más. No te preocupes por el dinero. Créeme, he comprado regalos más caros o gastado en cosas innecesarias.

— ¿Seguro? — Chan baja su tapabocas dándole un pequeño beso en la nariz y le sonríe tranquilo — bueno... Siendo sincera, me gustaría presumir que tengo un anillo tan caro.

— ¿Lo ves? Eres presumida, lo sé— ríe dándole un pequeño abrazo— Ahora escoge el anillo que quieras. Serás mi esposa y todo el dinero que tenga será también para tí porque seguiré trabajando muy duro para que tengas la vida que te mereces. No te desanimes. Quiero verte feliz.

Ella asiente sonriendo nuevamente y señala uno color azul luego de pensar un poco.

— Solitario 1895, platino 950/1000, engastado con un zafiro talla cojín disponible de 1 a 3,49 quilates y pavé de diamantes talla brillante— informa el vendedor con una sonrisa alegre recogiendo el resto de anillos para guardarlos. Un chico llega con champán  ofreciéndoles por su compra exitosa

— No, gracias, no bebemos.

— Un sorbo no haría daño — Min-seong toma una copa y la bebe.

Chan miró detrás de ellos viendo a unas cuantas adolescentes stays. Lo supo debido a su ropa estampada y sus tenis Run Star. Se giró de inmediato tapándose y poniéndole el saco a Min-seong.

— Quédate quieta, Min, hay fans atrás.

— Que chingadera — maldice por lo bajo dejando la copa de inmediato. No se vería nada bien que los pillen y anden rumores de un supuesto embriagamiento. Si los ven allí comprando ese anillo, se darán cuenta rápidamente de lo que sucede y no pasará mucho tiempo para que estén en las noticias — ¿Qué hacemos?

— Paguemos y nos vamos ¿bueno? Actúa normal. Si nos descubren, trataremos de estar lo más calmados posible para no levantar sospechas — Chris entrelaza sus manos caminando con rapidez a la caja.

— ¿Puede indicarme su nombre para la factura, por favor? — pide el cajero.

— Christopher Bang— susurra por lo bajo extendiendo su tarjeta de crédito.

Mientras Chan pagaba, Min-seong observó de reojo viéndolas ver unos collares de perlas mientras murmuraban entre sí viéndolos. Claramente sospechan de quiénes pueden ser.

— ¡Alejandro! — Le pegó a Chan en el hombro tomándolo desprevenido — ¡te dije que sacaras la ropa de la lavadora, no mames, ya se ensució toda!

Él hizo una expresión de susto al no entender ni una palabra de lo que decía y lo peor es que se veía enojada.

— ¿Acaso me quieres matar de un patatús? ¡desde que vives conmigo no paras de dejar la ropa en la lavadora, pendejo! — las chicas parecen perder interés en la conversación y se marchan de la tienda al cabo de unos segundos — ¡perdón por gritarte, Chris!

— Con razón eres la mejor actriz de Corea, bebé — sonrió orgulloso y recibió la bolsa del anillo entregándosela al mismo tiempo que escuchó su estómago gruñir — tengo hambre ¿almorzamos? 

Min-seong miraba con felicidad el anillo en su dedo. Después de una compra tan loca y haber comido sushi hasta reventarse, Chan la acompañó a casa y se fue a seguir trabajando en el edificio JYP. Usaría el anillo en casa, por el momento, para no levantar sospechas de nada. Lo último que quiere es que la noticia vuele y medio país lo sepa.

Se puso una pijama sencilla para dormir. Eran las once y treinta. Cuando iba a encender la televisión para ver algo de Netflix, el timbre de la casa sonó, se sintió confundida ya que no esperaba a nadie y fue corriendo a la entrada descalza. Hizo una expresión de asombro al ver a Christopher bien cambiado.

— Chris ¿Qué haces aquí a esta hora? Es muy tarde. Deberías estar descansando.

— Terminé de producir temprano y vine a celebrar la compra del anillo. Supongo que has cenado temprano así que debes tener hambre — sonrió y lo dejó pasar. Sparky y Coco fueron detrás de ellos en dirección a la habitación.

— Estoy en pijama y sin maquillar, iré a ponerme mejor.

— No, babygirl, está bien. Así sigues siendo hermosa — la tomó de la mano para que no se fuese. Palmeó a su lado y se sentaron juntos en la cama, abriendo las cajas de pizza que había traído. Tomó su mano y besó su dorso quedándose mirando el anillo unos momentos — combina perfecto contigo.

— Gracias por el detalle. De verdad, es increíble — murmuró con una pequeña sonrisa.

— Dime la verdad... ¿Te gustaría una fiesta con nuestros amigos, familiares, reporteros o algo más íntimo? Donde sólo estén las personas cercanas ¿Cómo te gustaría que fuese?

— Si te soy sincera, desde pequeña siempre he querido casarme en la playa. El atardecer es muy lindo y bailar en la noche con luces doradas lo es más.

— ¿En serio? Suena muy bonito... ¿Y después?

— Quizás comer bocadillos, lasaña calientita y que haya mucho vino frío. Me gusta el vino así.

— ¿Y después? — repite aumentando su sonrisa. Min hace una mueca sabiendo a lo que quiere llegar.

— Después... Cuando se hagan las tres de la mañana, ir a descansar a un hotel cerca de la playa con vista al mar— responde segura. Se remueve en su sitio con frío — ¿y sabes qué viene?

— ¿Darnos besitos? — se inclina hacia ella quedando a centímetros de su cara— y quizás, si mi esposa quiere, yo haga esto para contentarla.

La jala hacia él por la cintura. Min-seong ríe por lo bajo sintiendo su corazón latiendo con fuerza.

— Y quizás acepte lo que mi esposo me propone y haga esto — lo besa despacio, sus dedos se envuelven su cabello rizado jalando de sus mechones. Se separa de sus labios y él sonríe enternecido por su afecto — el resto es un misterio. Aún no sabemos lo que pueda pasar.

— ¿Puede mi futura esposa darme una prueba de lo que pasará esa noche? Necesito estar preparado o si no, me matará la intriga — la chica suelta una risa

— Si mi futuro esposo me lo pide ¿Quién soy yo para negarme?

Se sonríen mutuamente de manera coqueta y se lanzan a la boca del otro buscando satisfacer sus necesidades.