40. I WANNA BE YOURS (2)


🌙CAPÍTULO 40: QUIERO
SER TUYO (PARTE 2)








— ¡Chan! ¿Qué haces? — pregunta riendo mientras él salía de la oficina en dirección a su habitación, con Coco y Sparky detrás de él por tener a su mamá en brazos.

— ¡Pasaremos la noche juntos! — cierra la puerta dejando a los peludos afuera y deja a la chica en la cama, quedándose de pie para darle una "exposición" — leí articulos amorosos y decían que repetir varias veces el acto sexual ayuda a satisfacer mucho más a tu pareja.

— Channie... — le llama con desespero.

— Espera, también noté que la mayoría de chicas, cuando hacen el amor con alguien, su pareja no las hace llegar ¿Puedes creerlo? Qué poca caballerosidad.

— ¿Estás investigando todo eso para otras chicas? — pregunta alzando una ceja con seriedad.

— Ay, sweetie, no te pongas así ahora... Lo hice por y sólo para tí. Lo juro.

Bang Chan continuó con lo mismo. Para él es muy importante que ambos estén informados sobre lo que pasa día a día con respecto a las relaciones sexuales entre parejas, ya que siente que así puede tener más experiencia y satisfacerla más.

Min-seong se aburrió se escucharle y se quitó la ropa mientras él hablaba. Tiró su falda a un lado y se quedó sentada en la cama esperando. Chan se calló al verla en ropa interior y casi se cae de la impresión. Se prometió a sí mismo no ir tan rápido, ser paciente y tranquilizarse pero es inevitable al ver a su novia casi desnuda frente a él.

— ¿Vas a seguir gastando energía en información innecesaria o vendrás a comprobar todo lo que investigaste? — le cuestiona sonriendo con malicia. Chris estaba por avanzar pero ella lo detuvo poniendo su pie en su pecho — primero quítate la ropa y después hablamos.

El chico gruñó y se empezó a quitar las prendas apurado. Min mordió su labio al ver su torso marcado. Había visto millones de vídeos en tik tok y verlo en persona no se compara con absolutamente nada.

Subió encima de su pequeño cuerpo besándola con rapidez. Se tomaría su tiempo para admirar, tocar y sobretodo, alagar su cuerpo. Sus labios bajaron por su pecho dejando marcas dolorosas en ellos, donde nadie más que él pudiese verlas, sus dedos acariciaron su abdomen y bajaron por su ropa interior tocando con suavidad.

— Chris... — susurró tomando su cabello oscuro. No esperó ni un segundo más en quitarse el sostén y, sin duda alguna, atacó a sus "amigas" — Sí que te gustan.

— No tienes idea de cuánto — ella ríe cuando su lengua lame sus botones con brusquedad — mi amor... qué hermosa eres. Tan bonita.

— ¿Te gusto, Chris? — él asiente con una sonrisa igual de atrevida — ¿más que a otras chicas?

Babygirl... No hay otras chicas. Sólo tú — sus manos pasaron por su espalda causándole un escalofrío y se apegó a su cuerpo buscando calentarse por la noche lluviosa que se veía por el ventanal de la habitación— No entiendo por qué eres tan celosa.

— Dame una razón por la cual no debería estarlo cuando millones de personas desean a mi novio al cual le estoy haciendo el amor ahora mismo.

Christopher rueda sus ojos gracioso y le da un pequeño beso antes de desplazarse hacia abajo, tomando con delicadeza los lados de sus bragas.

— ¿Hay algo que no te guste? — pregunta abrazando sus piernas con su cabeza entre ellas.

— Por ahora todo me gusta — él ríe y usa su lengua pasándola por su intimidad. Con sólo ese tacto, logró sacarle un gemido fuerte.

Siguió con su deber al notar que le gustaba bastante. Su sabor era algo dulce pero a la vez amargo. Como una paleta de naranja. Le gustaba. Era un gusto que no había probado nunca. Succiona su clitoris con suavidad aumentando su racha de jadeos. Se había aprendido cada parte del cuerpo de su novia gracias a las ilustraciones de Google, no sabía que había tanta majestuosidad en un simple lugar.

Besó sus muslos a mordiscos y volvió a subir a su rostro, donde se sumergieron en un beso apasionado y guerrero. Las sábanas combinaban a la perfección con la piel blanca de Min-seong que ahora se encontraba completamente marcada por Bang Chan, haciéndole saber que era suya. Completamente suya.

Babygirl... Necesito tu cuerpo — alaga moviendo sus caderas en busca de sentirla más unida a él ya que realmente se estaba cansando de tanta espera — Te necesito, pequeña... Enséñame la posición que más me gusta.

Muerde su labio sonriente y se da la vuelta inclinando su pecho contra la cama. Christopher se apura en ponerse otro condón y se acerca exasperado a ella, entrando en su interior. Sus manos sostienen su cadera con fuerza y comienza a embestirla.

— C-Chris, más — gime agarrándose del colchón.

A diferencia del encuentro pasado, este era más rudo, más apasionado y confianzudo. Christopher había encontrado exactamente lo que le gustaba a Min-seong. Hacerla sentir como una reina. A ella le encantaba más su lado posesivo, que le dijera que sólo era de él, que no la dejara moverse ni un centímetro sin su permiso. A él le fascina el control y obediencia que tiene sobre ella.

— Deja de quejarte o lo haré más rápido — amenaza en su oído. Deja besos en su hombro para calmarla — ¿de quién eres, eh?

— Tuya, Chris. Solo tuya— él sonríe satisfecho dándole golpes en su parte trasera.

— ¿Quieres que pare? — ella niega con su cabeza enterrada en la almohada. Salió de ella moviendo su mano en sí mismo cuando se cansó y se dieron un beso apasionado tocando sus cuerpos — Pequeña... ¿Quieres montar a Channie?

Christopher se recostó en la cama al verla asentir con una sonrisa inocente, observando cómo su novia saltaba en su regazo gimiendo de lujuria y ganas por él. Siempre pensó que él sería un total caballero durante la acción pero ya comprende por qué toda esa caballerosidad se esfuma y por qué le gusta tanto que actúe así.

— Mira qué linda te ves ahí... — murmura tomándola de la cintura, siguiendo su movimiento de cadera — ¿Cómo dices que tienes inseguridades? Oh my gosh... Eres tan bonita.

Ella sonríe acercándose a besarlo, sin parar de moverse— ¿Me veo bonita aquí?

— Muy bonita — Las manos grandes de Chan cubrieron su piel, dándole la calidez y la protección necesaria para hacerla sentir totalmente en confianza.

— ¡Más, Chris! — gritó sintiendo su propia liberación.

— ¿Quieres más, eh? — la tumbó en la cama posicionándose encima de ella, golpeando su interior con brusquedad y 0 pena. Sus ojos se llenaron de lágrimas dejándola sin voz — Vamos, nena... No te resistas.

Lloriquea en silencio rasguñando su espalda, hasta el punto de sacar un poco de sangre de sus heridas. Chan movió su pulgar en su botón ayudándola a acabar de una vez por todas. Su espalda se arqueó gimiendo fuertemente su nombre y su cuerpo tembló bajo el robusto pecho de Chris, manchando la cama. Verla llegar era una obra de arte para él.

— Joder, y-ya casi, Min...— bombeó su interior soltando gemidos graves. Min-seong lo acercó a ella besándolo. Él se separó quitando el condón y dejando caer su líquido blanco en su abdomen, el cual limpió unos momentos después con los pañitos húmedos que habían en su estante.

Se recostó a su lado, observándola respirar con rapidez y admirando su rostro con ojos llorosos y mejillas rojas.

— Qué hermosura — susurra acariciándole el cabello. Ella sonríe débilmente — ¿Te sientes bien, babe?

— Sí, Chan — afirma en voz baja. Él sonríe dejando besos en su rostro con cariño, asegurándose de que su pequeña esté bien luego de haberla casi matado de placer — tengo frío, Channie.

Tomó las sábanas arropándola, dándole calor al mismo tiempo con sus caricias. Los besos cariñosos duraron un buen rato, tratando de hacerla sentir menos cansada y más amada.

— También tengo demasiado frío, ya es de madrugada... — Chan besa su cuello acariciando su cintura — ¿big hug?

Ella acepta asintiendo. Chris la aprieta contra él, rodeándola con sus brazos fuertes y grandes. Pegando totalmente a su novia.

— Quiero pasar el resto de mi vida así — susurra succionando el lóbulo de su oreja, haciéndola reír levemente— tu cuerpo, tu rostro, tu piel... Todo de tí es tan único y especial. Tan bonita y mía.

Min-seong peina su cabello rizado con paciencia. Sus pequeños ojos eran hermosos y la miraban con cariño. Como un niño pequeño durmiendo al lado de la cosa que más ama en el mundo.

— ¿Cuándo empieza la gira mundial?— cuestiona cuando el tema aparece repentinamente en su mente.

— En un mes — responde desanimado. Min hizo un leve puchero sabiendo que no se verán en bastante tiempo — Sólo serán unos cuantos meses, babe. Volveré. Te lo prometo.

— Te voy a extrañar.

— Yo también— le da un pequeño beso en la nariz — en cada concierto me alzaré la camisa para tí, si quieres.

— Si es así, entonces vete ya — ríe. Chan sonríe con pena abrazándose más a ella.

— No quiero separarme de tí, no quiero dejarte sola, mucho menos ahora ¿Cómo viviré sin darte besos todos los días?

— ¿Me llamarás?

— Cada noche antes de dormir.

La castaña se recostó en su pecho descansando, sintiendo los latidos frenéticos de su corazón en su oído y su perfume varonil.

—Sé mi esposa— Min-seong vuelve a su sitio, viéndolo con sus cejas alzadas ante aquella propuesta tan desprevenida— Sé mía para toda la vida. Estoy tan enamorado de tí. Quiero ser el único hombre que esté en tu vida. Eres el amor de mi vida. Hacerte sentir viva todos los días.

No sabía qué decirle así que simplemente se quedó callada pensando con claridad. Era una decisión madura y cuidadosa. No era tan fácil.

— Dices que somos muy jóvenes para hacerlo pero no me siento así, de verdad, estoy muy seguro de esto. Cree en mí— pausa — si necesitas tomar distancia para pensarlo, yo lo enten...

— Sí, Chris — Él la miró con esperanza esperando una respuesta más exacta — acepto ser tu esposa.

Él sonríe con felicidad y la une a él en un abrazo fuerte. Ambos bajo la luz de la luna. Dándose todo el amor que el otro puede darle. Enamorándose más el uno del otro.

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