26. KISSES AND DISAPPEARANCES



🌙 CAPÍTULO 26:
BESOS Y DESAPARICIONES




Min-seong rara vez no puede dormir, es una persona con sueño pesado que le encanta hacerlo, pero cuando le da el insomnio, es algo serio. Llevaba dos horas despierta y no lograba pegar el ojo, por lo que decidió tomar aire fresco en el balcón del cuarto, rezando para que volviera a estar cansada o en últimas circunstancias, esperando a que amanezca.

Bang Chan sufre insomnio desde hace muchísimos años y, esa noche, sí pudo dormir cómodamente hasta que sintió que su razón de descansar no estaba a su lado, haciendo que se despertara casi de manera inmediata. Rascó sus ojos observando el perímetro hasta que la vió de pie observando a la nada en el bosque.

— Minmin... — murmura caminando con flojera hasta ella, poniéndose a su lado — ¿Qué haces despierta?

— Se me quitó el sueño, perdona, sé que no duermes mucho...

— No te preocupes, Jagi. No puedes estar a esta hora sola así que te acompañaré — se apoya en el barandal admirando la vista igual que ella — qué diferente es vivir alejados de la ciudad. Aquí hay mucho silencio y allá se oyen los autos todo el tiempo.

— Me gustaría vivir así en el futuro— Chan la observa con atención — lejos de las personas, sintiendo la naturaleza más cerca... Es muy lindo aquí ¿no crees?

— Podríamos comprar una casa aquí con nuestros hijos y vivir hasta ser ancianos — Min sonríe bajando su mirada. El chico hace lo mismo mirando cómo sus ojos brillan por la luz de la luna, la única luz natural que tienen en ese momento — ¿Puedes cantar para mí?

— ¿Qué? — susurra abriendo sus ojos — mmm... No estoy segura, Chan.

— Por favor. Sólo una. Eso me ayuda a dormir, por favor, please.

Min-seong nunca ha probado cantar y, según todos, su voz es la más bonita. Hasta tiene muchas canciones producidas. En su vida anterior su canto era horrible, al parecer aquí es un ángel recibiéndote en el cielo.

— Está bien— acepta con duda, suspira profundamente — I am you, I see me in you 너와 있을 때 난 알 수 있어. 같은 공간 속에서, 같은 시간 속에선 뭐든 이겨 낼 수 있어. (Yo soy tú. Me veo en tí. Lo siento cuando estoy contigo. En el mismo espacio, en el mismo tiempo. Puedo hacer cualquier cosa)

— Cantas tan bonito, sweetie — alaga dando pequeños aplausos. Admite que se sorprendió a sí misma al oírse cantar tan magnífico y perfecto — ojalá fuera el único que pueda escuchar tu hermosa voz.

— Ay, Chan, no es para tanto... — ríe penosa.

Bang Chan sonríe con dulzura y da un paso al frente para darle un beso en la mejilla, pero la madera lo hace tropezar estampando sus labios con los de ella. Se separa enseguida mirándola, ambos con los ojos abiertos a más no poder.

— Mmm... Yo... Lo siento, te juro que quería pero... Debí pedirte permiso. Perdóname. — se da un golpe en la frente por ser tan idiota.

— Chan...

Min-seong toma el cuello de su camisa acercándose y lo besa. Luego de unos segundos de darse cuenta de lo que pasa, Chan le sigue. Sus manos la acercan a él pegándola a su cuerpo y se inclina estando a una altura cómoda.

Los labios de él eran húmedos y a la vez cálidos, los de ella carnosos y muy suaves. Sonidos de satisfacción salían de su garganta al sentir la lengua de su novio acariciando la suya con una leve brusquedad mientras las manos de la rubia se enredaban en su cabello azul.

Se colgó de su cuello debido a su estatura, Chan no perdió tiempo alzándola en su cintura de regreso al cuarto, donde se sentó en la cama con ella en su regazo siguiendo la sesión de besos hambrienta como si en algún momento alguno de los fuera a desaparecer.

— Channie... — jadea la chica separándose de su boca durante unos segundos para recuperar aire.

— No te mentiré, babe, he querido hacer esto desde hace mucho— sus manos bajan a su parte trasera apretando sin pena. Min-seong ríe cuando logra su cometido — quiero sentirte más cerca de mí ¿puedo?

— Sinceramente... Creo que ya no tengo sueño...

El chico sonríe con gracia y deja un camino de besos desde su boca hasta su cuello, dejando marcas de color morado en su clavícula y mandíbula. Min-seong muerde su labio cerrando sus ojos.

— No te muevas — advierte el líder procurando que no aparezca esa incomodad en sus pantalones en el momento inoportuno

— ¿Y si lo hago? — lo reta moviendo sus caderas. Él gruñe escondiendo su rostro en su pecho, quedando cerca de sus dotes debido a la blusa de tirantes que lleva

— Nena... Me haces sufrir.

Min suelta una risa inocente con sus mejillas rojas. Chan estaba por quitar el nudo de sus shorts pero unos sonidos extraños lo detuvieron. Rueda sus ojos al saber de qué se trata.

— ¿Hyuna y Dawn están en el cuarto de al lado?

— Creo que sí.

— Al parecer no fuimos los únicos que se levantaron para aprovechar la madrugada — bromea haciéndola reír.

La rubia se baja de su regazo sentándose en la cama y pasa sus manos por su pelo arreglándolo.

— Iré a buscar agua— Chan le dió otro beso dejándola ir.

Min-seong, al salir, aguanta un grito de emoción sintiendo sus piernas temblando sin poder creer lo que acaba de pasar. Va a la cocina con su vaso y se sobresalta al ver a Jeongin sentado en la mesa comiendo galletas.

— Comer a esta hora puede darte dolor de estómago, I.N. No lo hagas muy a menudo.

— Es que tenía mucha hambre, por beber soju no me llené de alimentos sólidos — Hace una mueca andando su barriga— Ay... tengo muchas ganas de ir al baño.

— ¿Por qué no vas?

— Minho está desde hace media hora con Han.

— ¿Acaso nadie duerme o qué?

— ¿Puedes acompañarme afuera? Escuché que Joong-ki le dijo a Seugmin que había un baño portátil cerca del camino principal.

— Jeongin... Es peligroso salir a esta hora y mucho más a un bosque.

— ¡Por favor!

Min-seong pone sus ojos en blanco y asiente aceptando. Los dos buscan sus chaquetas en la entrada y salen de la cabaña caminando con rapidez. Sólo será un trayecto corto ¿no?

Despues de unos diez minutos de caminata, Min-seong esperó a Jeongin, quien estaba dentro de la cabina haciendo sus necesidades. Veía a su alrededor con ayuda de la linterna los árboles. El frío era horrible y ni hablar de los sonidos de los búhos y cuervos cerca.

— ¡Listo! podemos irnos.

— ¡Espera, he visto algo! — la detiene. Señala a los arbustos y ella lo hace con la luz. Segundos después se mueven y una sombra corre entre las hojas — ¡Ahí está! ¿será un lobo? ¿un duende? ¿pie grande?

— Mejor no nos acerquemos.

— Vamos a perseguirlo— el chico toma la mano de la chica llevándola corriendo por el camino hasta que llegan al final chocándose con una roca gigantesca — creo que lo espantamos.

— Jeongin, deberíamos irnos, esto ya me está dando miedo. Siento como si nos estuvieran observando.

— Tienes razón, andando— se da la vuelta y se queda paralizado— Blue...

La rubia se gira y un oso grandísimo está frente a ellos. El menor grita yéndose corriendo y ella lo sigue tirando la luz por accidente.

Había pasado media hora y Min-seong no regresaba. Chan se quedó esperándola pero su paciencia se acababa y decidió salir de la habitación a buscar a su novia. Toca la puerta de al lado repetidas veces al examinar la sala.

— ¿Min está aquí? — pregunta cuando Dawn le abre.

— No... ¿Por qué? ¿Pasó algo? 

— No la encuentro.

— Debe estar afuera tomando aire o algo, Chan

— No, me dijo que iría por agua y regresaría, qué raro.

— ¡Chan! ¡Chan! — Changbin llega corriendo jalando el brazo de su líder — ¡Jeongin no está!

— ¿Qué? ¿Alguien sabe a dónde se fue?

— ¿Se irían juntos?

— La puerta está abierta y sus chaquetas no están — dice Felix señalando la entrada, todos se miran entre sí pensando lo peor.

— ¡JEONGIN, NO ME DEJES ATRÁS, PENDEJO! — grita Min-seong corriendo entre los árboles, quien se detiene y agarra una rama para defenderse y el chico se pega a ella asustado.

— ¿Dónde está? ¿Se fue? ¡Dios mío, que miedo!

— Supongo que sólo nos quiso dar un susto— dice calmándose, una vez tranquila hace una mueca — tenemos otro problema, perdimos el camino. Estamos perdidos.

— ¡No puede ser! Perdóname Blue, yo te traje aquí y perseguimos a ese oso por mi culpa, lo siento.

— Tranquilo... No sabías lo que pasaría, ahora debemos volver a hallar el camino.

Ambos intentan regresarse por donde venían corriendo y estaban pendientes ante cualquier sonido extraño. Pasaron unos cuantos minutos y seguían sin encontrar absolutamente nada.

— ¿Crees que los demás nos estén buscando? — cuestiona el chico.

— Sí, ya deben saber que nos pasó algo. No creo que a Chan le agrade demasiado que su novia y el maknae de su grupo hayan salido en la madrugada y perdido en el bosque. Nos regañará muy feo por esto— hace una expresión de miedo.

Jeongin chilla asustado y sigue caminando, ella lo sigue.

— ¡Jeongin, Blue! — llama Hyuna tratando de encontrarlos con el resto del grupo.

— ¡Min-seong!

— ¡MAKNAE ON TOP! — grita Han con todas sus fuerzas.

— No creo que con decirle "maknae on top" aparezca de repente, Han.

— ¡Jeongin! — grita Seungmin al ver a su compañero aparecer entre los árboles siendo seguido por la rubia. Todos corren hacia ellos para verificar su estado

— Estábamos muy asustados ¿por qué se fueron así? ¡debieron haber avisado!

— ¡Que no hayan avisado es lo menos! — exclama Bang Chan con la angustia a mil — ¿Cómo se les ocurre salir a esta hora? ¿Acaso quieren que los maten o los secuestre un cazador de osos creyendo que lo son?

Chan camina en torno de I.N y después de Min examinando que no le haya pasado nada.

— ¡Mira eso! un poco más y te cortas la pierna completa— señala un rasguño en su rodilla. Se agacha frente a ella indicándole que se suba a su espalda, lo cual hace agarrándose con fuerza de sus hombros y se va caminando de regreso a la cabaña dejando al resto de compañeros allí.

— Chan... Perdón, Jeongin me necesitaba — se disculpa en voz baja.

— Al principio pensé que te demorabas porque te sentiste incómoda por besarnos y no querías volver a la habitación. Eso no se hace, Min-seong ¿no sabes lo mucho que estaba asustado? ¡pensé en lo peor! —declara sin pizca de broma, ella hace un leve puchero y se esconde en su cuello — no vuelvas a irte sin avisarme aún así sea un asunto urgente. No estaré tranquilo nunca si no sé dónde o con quien estás.

— Está bien pero no te enojes tanto ¿sí? — deja un pequeño beso en su mejilla — y... Sí me gustó mucho lo que pasó.

Bang Chan rodó sus ojos con una leve sonrisa y continuó por el camino con su razón de vivir en brazos.





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