18. BIRTHDAY AND CRYING



🌙 CAPÍTULO 18:
CUMPLEAÑOS Y LLANTO





La alarma sonó exactamente a las siete de la mañana. Min-seong se sentó en la cama como si nada y la apagó dándole una patada. Sonrió cuando vió el bonito día que hacía al abrir las cortinas del ventanal y corrió a su armario a buscar su mejor ropa.

Hoy es su cumpleaños número 25. Jamás le había emocionado celebrarlo por diversas razones, se le hacía un día como cualquier otro. De niña le celebraban con gigantescas fiestas, tortas y bocadillos, costumbre que desapareció al cumplir los 18 años y venir a Corea a estudiar, aún así esta vez era diferente. Tiene amigos, un novio y fans que esperan por ella todos los días. Quizás este día se vuelva uno de los mejores.

— ¡Buenos días Blue! — saluda Jung-woo entrando al apartamento. Le tiene confianza por ser su mánager, por lo que le hizo un duplicado a sus llaves— hoy tienes un par de cosas que hacer. Entre ellas una sesión de fotos con Clio.

Se le hizo extraño que no la felicitara. Conoce a su compañero, es una persona bastante alegre y comprensiva con ella, duda mucho que se le halla pasado ese detalle.

— ¡De acuerdo! hoy es un día bastante emocionante. Ya quiero trabajar. — sonríe tratando de darle pistas.

— Sí, según los noticieros, hoy estará soleado, habrá un hermoso día— pausa — casi lo olvido... Bang Chan quiere que vayas en la tarde a la práctica de baile que tiene con los demás ¿hace cuánto no se ven? ¿1 semana? es bastante.

Su sonrisa se borra confundida y se queda callada sirviendo su vaso de café para irse. En el auto, él sólo se dedicó a indicarle sus tareas diarias y resto de cosas, un tema de conversación bastante alejado a su cumpleaños. Ella revisaba su celular todo el tiempo esperando un mensaje de Chan, quien no se comunica con ella desde ayer en la mañana, o de los demás miembros de Stray Kids. Pero nunca llegó nada.

El resto del día se la pasó trabajando como usualmente lo hace. Ella, al ser la embajadora e imagen de Clio, el director le dió algunos regalos con mucho cariño. Los del staff y otras personas conocidas también se acordaron. Especialmente sus Reddies, quienes llenaron las redes sociales de felicitaciones y le mandaron amor. ¿Por qué el resto no? ¿Acaso los había hecho enojar? ¿había hecho algo malo? esas preguntas se repetían en su cabeza.

Llegó al edificio de JYP y estaba algo nerviosa. Jung-woo se quedó esperándola en el coche. Fue a la respectiva sala de práctica del grupo masculino, encontrándolos a todos sin hacer nada, aburridos.

— Hola chicos— saluda acercándose con una sonrisa alegre.

— Hola Blue — saludan, al parecer no tienen muchos ánimos. Por lo general siempre la abrazan y le dan elogios.

— Hola Min— Chan se acerca dándole un beso en la cien y sigue su camino a la máquina expendedora.

¿Que Bang Chan no la haya felicitado en su cumpleaños? fue un golpe bajo. Su expresión cambió de repente y lo único que quería era llorar pero se aguantó en su interior.

— Y... ¿Qué van a hacer hoy? — pregunta tratando de sacar conversación.

— Ya terminamos las promociones del álbum y vamos a empezar a ensayar para los conciertos a finales de mes— explica Felix concentrado en su celular.

— Qué cool.

— ¿Y tú? ¿Tienes algo importante para hoy? — pregunta Han.

— No... Nada en especial — intenta sonreír— yo... será mejor que me vaya.

— ¿No te vas a quedar? — pregunta I.N

— Acabo de recordar que tengo una reunión importante con una de las directoras de los dramas. Es sobre el capítulo final de Love Story. Debo irme.

— Okey, te llamo en la noche ¿vale? — ella asiente y se va del lugar sin más.

Caminó rápidamente hacia los baños, al llegar se encierra en uno de los cubículos sentándose en la tapa del inodoro. Comenzó a llorar sintiéndose abandonada. Nunca le había importado que nadie la felicitara, sin embargo, que las 8 personas más importantes en ese momento de su vida no lo hicieran, le destrozó el corazón horriblemente.

Su maquillaje se arruinó y tuvo que hacerlo de nuevo. Después de una hora, por fin pudo salir del baño, mostrándose como si nada hubiese pasado, pero por dentro se estaba muriendo. Se subió al vehículo de su mánager.

— ¿Estás bien, Blue? — interroga al verla extraña, ella solo hace un movimiento de cabeza.

— Llévame a casa, por favor.

Él hizo caso. En el camino mantuvo su vista en la ventana tratando de no pensar en su cumpleaños. Al parecer habían cosas más importantes que ella.

Coco la recibió moviendo su cola con energía, como todos los días. Decidió darse un baño para aliviar el estrés y ponerse cómoda. Tomó el gigantesco pote de helado de su nevera y se fue a su cuarto a ver televisión. Tal vez un drama melancólico o un romance fallido la haga sentir mejor. Al poco tiempo empezó a llover y una gotera comenzó a caer en una de las esquinas de su cuarto.

— Vaya día de mierda...

Tuvo que poner un balde para que no se mojara el piso. Eran las siete de la noche cuando su celular sonó indicando una llamada "papá". Contestó sin dar muchos rodeos.

— ¡Hola mija! Feliz cumpleaños a mi cuchi ¿Cómo has estado? tenemos mucho tiempo sin charlar — saluda el señor contento.

— Hola papá... Gracias, estoy bien ¿y tú?

— No te noto muy animada, cariño ¿ha pasado algo?

— Nada, sólo es... Una tontería.

— ¿Es Christopher? ¿Ha hecho algo malo?

— No, no, no es él. No te preocupes— suspira— es que... extraño estar en mi casa.

Casa. Ese era el término que usaba para llamar a su verdadero hogar. Empezaba a arrepentirse de estar en esa realidad y la angustia de querer irse estaba regresando al sentirse tan mal emocionalmente.

— Tu sueño siempre ha sido ser actriz, de pequeña nos hacían actuaciones exclusivas a tu madre y a mí. Qué recuerdos.

— Sí... Ya no volverán.

— En fin, te dejo, debes estar muy ocupada. Mantente en contacto. Saluda a Chan de mi parte.

— Bien, papá, adiós.

Cuelga. Mantiene su vista en la ciudad de noche. Siendo este el peor día de su vida. El timbre de su casa sonó y tuvo que ir a abrir, hallando a Bang Chan.

— Hola Min... ¿Estás ocupada?— niega con la cabeza — El jefe nos llamó a una reunión urgente, es con respecto a nuestra relación.

— ¿En serio? — frunce su ceño confusa — bien... Deja me pongo mi chaqueta.

De regreso al edificio no hablaron. Bang Chan sabía que estaba triste por la forma en que veía las calles solitarias y le dolía verla así, pero no podía decir o hacer nada hasta que llegaran con los demás. En el ascensor, presionó el botón de las salas de práctica, hecho que la confundió más ya que era en las salas de reuniones.

— El jefe no ha llegado, lo esperaremos allá, Min.

La rubia asiente sin preguntar nada. Él está tan raro, no le ha llamado por los apodos tan cariñosos que le tiene. Abrazarla es fundamental para que Chan pueda vivir y ni eso ha hecho ¿Sabe algo o ha tenido un mal día?

Caminan por el pasillo hasta una de las puertas y la abre viendo todo oscuro. Se acerca a un lado encendiendo la luz.

— ¡SORPRESA! — gritan las personas adentro. I.N y Minho asoman la cabeza sonando silbatos.

Cuando te dan una sopresa tienes dos opciones; te asustas o te alegras. Blue lloró triste y se fue corriendo.

Todos se miraron entre sí sin entender su reacción. Chan decidió seguirla hasta su oficina, donde se encerró con seguro llorando sin parar.

— ¿Amor? ¿Estás bien? — le habla a través de la puerta.

— ¡Te odio, Christopher! ¡eres el peor novio del mundo!

Él ríe levemente — ¡entiéndeme! Los chicos me amenazaron. Dijeron que si te felicitaba o decía algo con respecto a la fiesta, le dirían a JYP sobre el día que me escapé de una presentación para verte.

— ¡Lloré como una idiota en la tarde y me sentí muy feo, no te perdonaré jamás! ¡te quedaste sin abrazos por un año! — se acurruca en su escritorio.

— Ábreme, baby, por favor— mueve la manija— hay gente esperándote ¿los vas a dejar así? Hicimos tus bocadillos favoritos y... Yo quería darte mi regalo ¿no quieres? 

Solloza mirándolo asomado por la ventanilla de la puerta — e-eres muy malo...

— Juro que no lo volveré a hacer. Perdóname, sweetie— hace un puchero para que le tenga lastima.

Min-seong abre la puerta secando sus mejillas y lo mira con enojo. Chan la atrae hacia él abrazándola a pesar de sus negaciones.

— No sabía que te sentirías así, por favor, discúlpame por haberlo hecho. Es tu cumpleaños y deberías estar contenta, lo he arruinado — murmura acariciando su cabello— ¿quieres ir a la fiesta?

— Sí... pero no le cuentes a nadie sobre esto, di que fue la emoción — se separa sin mirarlo.

— De acuerdo— Pasa su brazo por sus hombros llevándola de regreso a la reunión, tratando de tranquilizarse mientras él le da besitos en la mejilla para ayudarle en su ánimo.

Al volver, los invitados decidieron no preguntar absolutamente nada sobre la reacción de la cumpleañera, lo que pensaron era que había sido el entusiasmo de recibir una fiesta con sus seres queridos. Debido a que son idols y su privacidad no es muchísima, hacer una reunión en el edificio es más seguro. Sólo habían personas cercanas a ella para pasarla bien.

— ¡Vamos a abrir regalos! — exclama Hyuna abrazando a su amiga, quien está sentada en un "trono" que los chicos hicieron para ella.

— ¡Con permiso! — Chan empuja a Minho quien estaba por ir y entregarle el regalo a su novia, él se puso al frente con orgulloso.

Min rompió el envoltorio hallando una bolsa Pandora, sacó la caja hallando un hermoso anillo azul. Abrió su boca impactada ante el diamante tan brillante que tenía, jamás le han dado regalos de tal magnitud millonaria, Bang Chan es la única persona que lo ha hecho.

— ¿¡Le estás pidiendo matrimonio!? — exclama Hyunjin alzando la voz.

— ¿Qué? ¡no! al menos no aún.

— Chan, debió costarte muchísimo, no tenías que gastar tanto.

— ¡Eso no es nada! sólo fueron unos dos mil dólares.

Se da la vuelta yendo a la habitación de limpieza y saca un peluche de lobo de 1 metro de altura.

—  ¿Con qué tiempo compras todo eso? te la pasas trabajando todo el día y escoger un regalo no es nada fácil, a duras penas compré algo — reclama Felix.

— Ya conozco a mi Minmin — aprieta sus mejillas con dulzura. El grupo hace una mueca ante sus meloserías — estoy seguro que sus regalos no se comparan a los míos.

— ¡Ja! vas a ver — I.N saca dos trajes de Among Us de su mochila, uno azul y otro rojo.

— ¿Es en serio, Jeongin?

— Siempre jugamos, hasta podemos usarlos también de pijama como mamá e hijo — hace un puchero.

Min-seong sonríe aceptando su disfraz y sigue abriendo el resto de regalos.




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