11. UNDER THE RAIN




🌙 CAPÍTULO 11:
BAJO LA LLUVIA










Min-seong se queda observando la lluvia cayendo del cielo bajo el techo del edificio de JYP Entertainment maldiciendo en su cabeza por no haber revisado el clima del día. Lo hace casi todos los días pero como su nuevo trabajo es más angustiante, casi no le da tiempo ni de descansar como se debe. Jung-woo se fue hace unas horas a recoger unas vestimentas para un evento que tiene el día de mañana, por lo que defenderse sola en la única opción que le queda.

¿Y cuál es su mejor opción? esperar a que deje de llover.

Extiende la mano hacia la frente sintiendo cómo varias gotas chocan contra su piel. Probablemente se fuese ido corriendo entre el agua y llegado empapada a su casa, pero es una situación completamente diferente y en estos momentos contraer un resfriado no es muy conveniente.

La fuerte brisa sopla de repente y el viento frío choca contra ella. Se acurruca a sí misma también quejándose de no haber empacado una chaqueta. 《 Diablos, Min-seong, te has vuelto más olvidadiza que nunca

Un paraguas aparece arriba suya de repente y gira la cabeza encontrando a Bang Chan.

— Pensé que estabas con los chicos haciendo sus deberes — le habla frunciendo su ceño.

— Sabes que no me gusta salir en los días lluviosos, prefiero quedarme produciendo — le sonríe tranquilo. Le pone su abrigo en sus hombros — ¿ibas a casa?

— Sí, Jung-woo se...

— Se fue a buscar cosas para tí — interrumpe, ella alza una ceja — me llamó y me dijo que regresarías sola. Prefiero que mi noche de trabajo se alargue a dejarte yéndote a casa sin compañía, Minmin.

Chan abre su brazo haciéndole una seña de que se acerque. Min-seong se pega a él y ambos caminan por la acera en dirección a la casa de la rubia.

— Los chicos están preocupados por tí.

— ¿Por qué?

— Dicen que eres indiferente, pero los calmé y les dije que sólo estás muy ocupada, eso es todo.

— Mmm, sí, perdón por eso.

— No has hecho nada malo, babygirl. Te entendemos. Desde lo que pasó, suponemos que tratas de esforzarte muchísimo en la actuación para distraerte — ella lo mira de reojo disimuladamente sin entender— olvidemos eso por ahora ¿tienes hambre?

— Algo.

— ¿Qué tal si pasamos la tarde juntos, mmm? Podemos comer ramen, comprar refresco y...

— ¿Remojar donas en leche? — él asiente con ánimos — está bien.

Los autos pasando y no ver tantas personas transitando por las calles nubladas es lo que más le gusta a Min-seong. Ama los días lluviosos. Son esos donde te puedes quedar todo el día desde la ventana admirando el clima. Pero lo mejor es sentir el frío que queda en el ambiente luego de que la lluvia cesa.

— Ouh, mira, flores de cerezo — Chan señala los árboles a lo lejos— Sé que son tus flores favoritas.

— Son hermosas.

— ¿sabes quién lo es más? — le da un golpecito en la nariz haciéndola sonreír. La estrecha contra su cuerpo dándole besos en la cabeza — Minmin, qué adorable es mi novia~

— Creo que la lluvia está aumentando — estima mirando hacia arriba.

Se apresuran en llegar a casa. Al abrir la puerta, lo primero que aparece es Coco, quien ladra contento al ver a su padre. Abraza al canino con amor.

— Yo también te extrañé, Coquito — se acerca al perchero dejando su chaqueta allí al igual que sus zapatos— ¿llamo a la pastelería, cielo?

Min-seong pasa a su habitación y abre los ojos al ver el semejante desorden que tiene.

— Ehh ¡Sí, llama desde la cocina!

Se apresura en recoger la ropa y limpiar como flash. Según esta vida, tiene 2 años siendo pareja de Bang Chan, aún así, lo conoce muy poco, por lo que ver este mugrero sería muy penoso. Tira las blusas al armario y cierra la puerta sin importarle que se quede una bola de ropa.

— No contestan, Honi. Debe estar cerrado ya por el clima — Chan aparece en la puerta. Ella se hace la tranquila quedándose parada en medio del cuarto.

— Okey... ¿Y si las hacemos?

— ¿Sabes hacer donas? — alza sus cejas sorprendido, ella asiente— ¡me voy a casar contigo!

La rubia suelta una carcajada. Chan corre a ella y la alza en su hombro.

— Tienes un fetiche con hacer esto, los chicos están acostumbrados.

— Al menos tú eres más ligera que ellos.

Ríe llevándola a la cocina. Min-seong no es que sea una experta en la cocina y sepa más de 200 recetas, pero sabe lo básico que hay que hacer para sobrevivir (pero le gusta más pedir domicilios) Se colocan los delantales y la chica saca los ingredientes correspondientes a la receta.

— Vamos a mezclar harina, levadura, leche, azúcar, sal y huevos— indica echando el primer ingrediente en el bowl— ¿puedes ir rompiendo los huevos?

— Sí, jefa — hace su tarea en otro plato para cuidar de que salgan podridos y puedan dañar el resto de la preparación  — ¿Cuántos?

— Tres, tíralos aquí cuando termines.

Luego de revolver bien, llegó el momento de amasar. Bang Chan se encargó de ello al tener más fuerza. Min-seong se sentó en el mesón sin apartar la vista de sus brazos luego de que se subiera las mangas del hoddie para no ensuciarse. Últimamente tiene una manía con ellos.

Baby — la interrumpe al tirarle un poco de harina en la nariz — ya está lista.

— Debemos dejarla reposar.

— ¿Cuánto?

— 1 hora

— ¿Tanto tiempo? — hace una expresión de asombro. En ese momento su estómago ruge del hambre — jeje.

— ¿No has comido?

— Mmm... Apenas desayuné por el trabajo — rasca su nuca.

— Ay, Chan, no hagas eso tan seguido o te dará gastritis. Ya son pasadas las cuatro de la tarde y ni siquiera has almorzado — Min va a la nevera, donde luego de rebuscar unos segundos, saca un pequeño porta comidas enseñándole— anoche tuve que cocinar y me quedó Tteokbokki, obviamente sin picante porque no lo toleras. Puedes comer mientras esperamos las donas.

Se dirige al microondas calentando el platillo. El peli azul la aprieta contra él.

— Mi amor, gracias por cuidarme pero no tienes que hacer todo esto.

— Por favor, no seas terco. Sé que no comer a veces se vuelve una costumbre independientemente de la razón que sea pero la comida siempre será importante— se gira hacia él e intenta retroceder por su cercanía  pero choca con la encimera — además ¿Cómo trabajas sin nutrirte? da miedo que en algún momento te puedas desmayar al hacer una coreo.

— ¡Minmin! estás exagerando

— Por supuesto que no ¿sabes las tantas consecuencias que hay por no comer como es debido? Adelgazas de mala manera, te deshidratas, tus niveles se... — se calla cuando Bang Chan la acorrala en el mesón

— Eres muy inteligente. Debiste ser nutrióloga— coloca un mechón de cabello detrás de su oreja— ahora... ¿por qué mejor no me besas en vez de regañarme, babygirl?

Ay, ya me sacó el tema que más le tengo miedo. Help. Pero es mi novio ¿por qué tengo miedo de besarle? quizás porque no lo conoces de nada y literalmente apenas un par de días te enteraste de que tienen una relación, Min-seong

Chan toma su mentón acercándose. Ella cierra sus ojos con fuerza asustada pero los abre un tiempo después cuando él se queda quieto sin hacer más nada.

— ¿Qué pasa? — susurra

— No quieres besarme ¿cierto? — pregunta directo.

— No es eso, es que... Eh...

— Min-seong, te voy a ser sincero— se aleja y se cruza de brazos mirándola — tuvimos semanas sin vernos, aquel día en la práctica de baile que nos volvimos a ver ni siquiera me abrazaste. Lo dejé pasar porque pensé que era porque estabas tímida por la presencia de los chicos, pero en Music Bank me di cuenta que ni estando solos quieres que te toque.

— Entiendo que estés enojado conmigo— baja su mirada.

— No lo estoy, sólo confundido... pero ¿te pasa algo? sabes que puedes contarme lo que sea.

— Yo...

¿Qué le puedes decir, Min? ¿que vienes de otra realidad, que no lo conoces ni a él ni a tu propia vida y que no recuerdas absolutamente nada de lo que has hecho aquí? una excelente idea

— Es que tengo mis encías inflamadas y me sale sangre.

— ¿Qué? — frunce su ceño volviendo a acercarse, abriéndole la boca examinando — ¿y por qué no me habías dicho eso? es grave ¿fuiste con él dentista?

— ¡Sí! y me dijo que por nada del mundo tuviera contacto con alguien más, si lo hago, empeora horriblemnte el dolor. Por eso no te he besado.

— Ay, perdóname cariño, de verdad. No lo sabía— la abraza. A Min-seong no le gusta mentir pero a veces hay situaciones de vida o muerte — te juro que no volveré a intentar besarte. Pido perdón por incomodarte. Perdón. Perdón. Perdón.

— Descuida, Chan. Gracias por entender — le sonríe. Saca el Tteokbokki del micro y le da un poco con los palillos —¿Quieres?







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