✨Capítulo Veintidos

Tae Hyung se había sentido mareado cuando despertó solo en la cama, no parecía haber rastro de él, estaba muy molesto por su ausencia secreta, no había mencionado que saldría, y eso no estaba bien para su relación con contrato. Terminó por alistarse aún desanimado, más ahora que se había percatado que el auto de Jung Kook tampoco estaba. Estuvo escribiéndole y quizá llamó un par de veces, pero a diferencia de anoche, ahora parecía no dar tono.

Su quinto día como director ejecutivo y aún sentía todas las miradas sobre él mientras entraba al edificio como todos los demás. No tenía ningún beneficio, seguía haciendo la fila para entrar como todos lo hacían, hacía la fila en la cafetería como siempre, pero se sentía extraño que sus ahora empleados se hicieran a un lado para ofrecer su lugar, incluso saludarlo sin verlo a la cara, ¿ahora le tenían miedo?

Desde que tomó el cargo estuvo revisando todo lo que había quedado antes de que Se Hun renunciara. La desarrolladora estaba trabajando en varios proyectos para el hotel en Itaewon y estaba en sus manos llevarlos a cabo antes de la venta de la misma, no estaba seguro de que les diera tiempo, también estaba la posibilidad de aceptar la oferta de quedarse con la desarrolladora puesta sobre la mesa.

Jung Kook entreabrió sus ojos con bastante sueño ante la voz de alguien que conocía llamarlo, pero fue hasta que los abrió por completo que se dio cuenta dónde estaba y con quién hablaba —¿Qué hora es? —preguntó somnoliento.

—Quince para las siete... —dijo Ji Min al acariciar su rostro con cariño—. Joder Jung Kook.

—Ya lo sé. Es bastante tarde... ¿cuánto bebí?

—Más de media botella pura cuando te dejamos solo, pero la botella terminó regándose en mi piso —mencionó Yoon Gi desde la puerta—. Minnie, por favor déjanos solas —el menor asintió antes de levantarse del sofá e irse.

—Detesto que te obedezca —gruñó Jung Kook al rascar su ojo derecho y pensar en la gran estupidez que había hecho.

—Por supuesto, estás acostumbrado a que todos te obedezcan, y hablando de eso, te toca obedecerme ahora. Tae Hyung llamó hace una hora, supongo que sabes por qué, le he dicho que se calme, pero sonaba muy molesto ante tu ausencia injustificada, es evidente que no le diremos que estuviste aquí, así que piensa una buena excusa y muy creíble, porque no quiero que él sufra por culpa tuya —solo torció los ojos. Era verdad, Tae Hyung no podía saber que pasó la noche en casa de Yoon Gi después de emborracharse por sus penas amorosas. Su celular estaba sin batería, así que no había forma de ver todas las llamadas perdidas y los mensajes que le había dejado—. Jung Kook... he querido preguntarte... ¿Tae Min... está bien?, ¿sabes algo de él?

—Creo que lo mismo que sabemos todos, está en Dubái, no le marca a nadie, no le responde a nadie.

—Aún me preocupo por él...

—Eres el hermano del año —mencionó cruzándose de brazos—. Te dije que lo dejaras en paz.

—Y lo hice, por eso te he preguntado, solo sé de él cuando su manager me informa, pero desde que se tomó vacaciones no hemos sabido nada de su paradero.

—No gastes en preocuparte por él, está bien.

—¿Por qué estás tan seguro?, ¿en verdad no te importa lo que le sucede?

—Lo hace, pero sé que está bien, las malas noticias siempre son las primeras en llegar. Fue agradable nuestra plática familiar, pero es lo suficiente que voy a soportar de esto.

—Tú siempre tan familiar. No lastimes a Tae Hyung, te lo advierto Jeon.

—Linda advertencia. Gracias por la acogida —Yoon Gi torció los ojos mirando como se iba.

Tener que aguantar esas situaciones era lo que menos quería. Vivir sabiendo que su madre y Seok Woo fueron amantes dejando un hijo, era una carga enorme que sostener además de sus propios secretos.

Apenas un secreto que su madre le dijo en su lecho de muerte, ¿por qué darle esa responsabilidad? Además de la que ya cargaba de antes. Era uno de esos secretos que se decían, pero no había muchas pruebas públicas.

Tae Hyung mantenía su vista al frente, pero con la cabeza en otro sitio, le parecía increíble que Jung Kook estuviera ignorándolo toda la mañana, pero no se quedaría así. Sí papi era capaz de castigarlo él haría lo mismo por todo lo que estaba haciendo, era lo justo por partida doble.

La puerta de su oficina fue tocada, aún no se acostumbraba a ser el de las órdenes. En su amplia oficina con un traje muy caro que Jung Kook le obsequió y un gafete que decía "Kim Tae Hyung, Director Ejecutivo. Desarrolladora Kore Play", dio la orden para entrar y había sido su asistente.

—Señor Kim, el señor Jeon Jung Kook quiere verlo.

—Estoy ocupado —gruñó cruzándose de brazos.

—¿Quiere... quiere que le diga que está ocupado?

—Sí, eso quiero —ella asintió cerrando las puertas. A veces sentía vivir en una simulación, ¿de qué se estaba perdiendo?

Miró al señor Jeon quien dio una mirada extrañada escuchando lo que ella decía, lo último que vio fue a Jeon pasar a su lado para entrar a la oficina y decir "Que nadie interrumpa", seguido a la puerta cerrarse llamando la atención de Tae Hyung quién estaba al teléfono y escribiendo algo en unas hojas sobre el escritorio.

Sus miradas se encontraron intensas y firmes, pero Tae Hyung no dejó lo que hacía, así que Jung Kook tomó asiento en el sofá para esperar. No se veía feliz de verlo, y él tampoco estaba muy contento después de todo lo de Min Han de un departamento que no recuerda y sus enfrentamientos con Min Yoon Gi.

—Señor Jeon, hasta que se digna en aparecer —gruñó dejando el teléfono sobre la mesa—. Mi asistente le dijo que estoy ocupado.

—Tae Hyung —mencionó cruzando sus brazos—. Esto no es lo que piensas.

—No sabes lo que estoy pensando, tal vez estoy pensando que te fuiste por una emergencia y por eso estuviste ignorándome.

—No, no tuve una emergencia —dejó su celular sobre el escritorio, Tae Hyung lo tomó en sus manos dándose cuenta que estaba apagado—. Se quedó sin batería desde no sé cuánto.

—¿Dónde pasaste la noche...?

—En la casa de Min Yoon Gi —Tae Hyung pareció molestarse aún más con una simple frase—. Él quiere que mienta, pero no lo haré, estuve en su casa para hablar de lo que estaba sucediendo entre nosotros, tomé un poco y solo me quedé dormido.

—¡No debiste hacerlo!

—¡¿Cómo no iba hacerlo?! Me dices mentiras.

—¡Son verdades a medias!

—¡Para mí son mentiras!, no son del todo verdad, eso las hace mentiras y los dos mienten con tanto secreto. Esto sobrepasa todo lo que está permitido entre nosotros ¿Cómo puedo solo creer que no hay nada entre ustedes? Se que fuiste a verlo... dijiste que lo extrañabas, estabas... celoso porque no te llamaba, ¿estabas celoso de Ji Min por eso?

—¿De qué estás hablando? ¿Celoso de Ji Min?, esto te está enloqueciendo.

—¡Deja de mentir! El día que estabas por salir y te encontré en la puerta. Fuiste a ver a Min.

—¿Pusiste micrófonos en mi dormitorio?, ni siquiera estabas ahí.

—¡No fue necesario eso!, una de las... una de las empleadas me lo dijo.

—¿Entonces me tienes niñera?, cielos Jung Kook... pero sí, fui a verlo porque lo extrañaba y sí, también me enoja que no me llame cuando quiero saber como está, pero... —entonces se puso de pie dejándolo sin palabras.

—Entonces queda todo más claro para mí, Min no quiere que estés conmigo, habla de ti como si fueras suyo, su propiedad y no sé que amistad extraña tienen, pero no me gusta su posesividad, te lo dije, eres mío hasta que el contrato se termine, somos exclusivos y si quieres que esto continúe, no quiero más mentiras, Tae Hyung.

—Si me pones a escoger entre tú y él...

—Lo estoy haciendo.

—Entonces lo siento —Jung Kook parecía querer decir algo, pero no lo hizo, solo tomó su teléfono y se fue de la oficina.

Tae Hyung estaba tan enrojecido que parecía explotar pronto. Sabía que Yoon Gi lo protegía mucho, toda la vida lo había hecho, se había vuelto su responsabilidad, pero sentía que se estaba excediendo y se lo diría.

—Tae... —dijo Yoon Gi al responder la llamada.

—¿Qué le dijiste a Jung Kook?

—Respondí sus preguntas. Le he dicho que te conozco desde que tienes ocho años. Que no existe ni existirá nada sexual entre nosotros. Que el secreto que ocultamos solo lo puede saber cuando sea de confianza y que no te lastime, eso fue todo.

—Él dice que me trataste como una propiedad...

—No eres mi propiedad, eres mi responsabilidad, eres mi hijo Tae Hyung, tú sabes eso, quizá me enojé y le dije que no tenía derecho a llevarte... a su casa y quizá le dije que no iba a permitir que su familia te lastimara...

—Elegí entre tú y él...

—Lo siento mucho, no creí qué...

Yoon, sé qué posición tienes en mi vida, y jamás podré regresar todo lo que has hecho por mí, pero soy un adulto, crecí, puedo tomar mis decisiones también... tú me educaste, por favor confía en mí.

—Solo quiero que estés bien.

—Lo estoy, gracias papá.

*

Yoon Gi había entrado al dormitorio del menor donde le había dicho que lo esperara —Tae Ho —levantó su mirada hacia al mayor—, cariño, debemos irnos.

—Tío Yoon Gi, no quiero ir.

—Estaremos poco tiempo, lo prometo... pero ya te expliqué, tienes que despedirte de tus papás.

—¡Quiero que regresen!

—No se puede, pero yo voy a cuidarte, ¿eso te gustaría?, nos iremos muy lejos de aquí.

—El abuelo dijo qué...

—Olvídalo Tae Ho, él no hará nada contra ti mientras estemos juntos —asintió abrazando al mayor que terminó por cargarlo en sus brazos

A su abuelo no le gustaba el hijo adoptivo de su hija Wheein. Ella podía quedar embarazada según lo que sabían, deseaba ser madre, pero aún no habían querido comenzar a planear. Sin embargo, un día de marzo, Wheein y su esposo llegaron a la casa con un niñito de ocho años, uno de tez canela con los ojos claros y el cabello castaño rizado.

Había sido una repentina noticia de que ellos habían adoptado a un niño que su trámite llevaba casi más de un año. Min Dong Hae, la cabecilla Min, no podía entender el disparate, en realidad, Yoon Gi tampoco lo entendió cuando se enteró del suceso mientras vivía en Italia.

Tae Ho fue capaz de endulzar a Yoon Gi con su cariño y amor cuando lo conoció meses después, pero en Dong Hae no surgió ese efecto, no lo quería y jamás iba aceptar un niño que no fuera de su sangre dentro de los suyos.

Yoon Gi nunca estuvo de acuerdo en la inquina de su padre contra su pequeño sobrino. Siempre lo defendió y en el momento en que Wheein y su esposo perdieron la vida en la autopista, Dong Hae perdió la cabeza.

—Voy protegerte y no permitiré que nada te suceda —unos pequeños suspiros y lágrimas salieron del niño ante su consuelo, nadie iba lastimarlo mientras Yoon Gi viviera—. Tae Ho, cariño. Antes de irnos empaca tus juguetes, iré empacando tu ropa —él asintió tomando una mochila.

La puerta los hizo sobresaltar —Yoon Gi —la voz de su padre se apareció a sus espaldas. Tae Ho tomó su mochila con fuerza, el pavor que sentía de ese hombre lo perturbaba—. Ven un momento.

—Ya regreso Taenie, empaca más juguetes —asintió. Una vez fuera, su estómago se revolvió ante la crueldad de su padre.

—La señora Hee está lista para recibirlo, solo asegúrate de entregarle los papeles y por favor, no te tardes demasiado, también esperan verte en el funeral —asintió tomando el sobre que su padre le entregaba.

—Sí papá... Lo que digas —dijo tomando el sobre y regresando con el niño. Su padre estaba acostumbrado a dar órdenes y que todas fueran acatadas con perfección, pero Yoon Gi no era uno más de sus fieles perros, pero eso le hizo creer—. Tae Ho, tenemos que irnos —él niño asintió.

*

Yoon Gi no podía dejar de pensar en la conversación que tuvo con su padre el día que declararon a su hermana muerta. Lo primero que había dicho desde su frío corazón fue que sin Wheein, Tae Ho debía regresar donde pertenecía.

-: ✧ :-゜・.FairyWinB
¿Tae Ho?
Muchas gracias por leer🥰❤

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