CMD: SL Group.
Es importante que lo lean para entender el capítulo cuarenta y uno.

Seok Woo no había hecho las cosas bien desde un principio, sus impulsos siempre iban por delante y no fue la excepción cuando conoció a Kang Yu Ji, una mujer naciente en Europa de padres asiáticos. Se había enamorado de ella, pero su destino nunca fue estar juntos. Yu Ji para ese entonces estaba casada con Jian Wang y compartían un hijo en común que había cumplido su primer año de nacido.

Su matrimonio no era amoroso, ella lo describió más como un tormento, sus padres la obligaron a la unión con los Wang, porque así evitaría la pobreza que se les venía encima por culpa de las deudas y vicios con el juego que tenía el padre en los casinos del París Rock, era justo para ellos entregar a su segunda hija a Jian Wang a cambio de saldar todo lo que les debían.

Seok Woo había aparecido en un momento muy débil de su vida, él había sido todo lo que buscaba en un hombre, uno cariñoso quien la amara por quien era, y no como el objeto que Jian siempre la hizo ser.

Ambos se habían conocido por Jian, ya que los negocios de los Kim y Wang estaban comenzando a emerger en un negocio ilícito donde Seok Woo prestaba algunos de sus autos de SL Group para ser llevados a otros países con mercancía ilícita y transporte con lavado de dinero, de parte de la aerolínea Airplane 134340, que le pertenecía a la familia Kim donde su heredero, Dae Jung terminaba de realizar el trabajo. Gracias a Dong Hae, Seok Woo aceptó unirse a la mafia Wang donde ya su amigo pertenecía.

Un día había sido una mirada, otro día había sido un tímido beso y otro día habían hecho el amor a escondidas de todos, la rutina se repetía a diario. Con las semanas se había enterado que estaba embarazada de nuevo, pero esta vez no era de Jian, ella esperaba un hijo Kim Seok Woo. Su esposo la obligó a tener a ese bebé, sabía perfectamente que no era suyo, Yu Ji no era la única mujer en su vida, prefería estar con cualquier otra mujer que, con ella, no la había tocado en meses.

Su plan era más que malvado, la obligaría a tenerlo para finalmente asesinarlos a los dos como castigo a su traición, ella nunca quiso revelar de quién era su hijo, Jian no era atento, no podría pensar que su mujer y su socio lo estaban traicionando, así que no buscaría un culpable.

Siguieron viéndose a escondidas aún con las amenazas de Jian. Solo existía una persona que tenía conocimiento del hombre que Yu Ji amaba y esa era su hermana mayor, Kang Hye Rin.

Una noche mientras dormía una daga con su propio nombre escrito lo atravesó varias veces por la espalda. Jian se había defendido del agresor con un golpe que hizo que cayera hacia atrás y pegó la cabeza contra el suelo. Su atacante tan solo retrocedió con miedo apuntando con la daga, pero Wang estaba bastante herido como para intentar levantarse fue entonces que Yu Ji quien lo atacaba, tomó el impulso para apuñalarlo una vez más.

Si no podía acabar con él, al menos moriría por la pérdida de sangre. Pero él había sido más rápido y logró defenderse con sus últimos impulsos, aún con la daga incrustada logró golpearla hasta que su agarrare se desvaneció en fuerza.

Wang estaba muerto y Yu Ji sangraba. El dolor intenso de las contracciones la hicieron gritar, su ropa interior estaba húmeda con un líquido que comenzaba a resbalarse por sus piernas, su hijo podía morir si no se daba prisa. Se arrastró por la habitación hasta llegar a la puerta, tambaleándose logró abrirla, pudo ver a dos empleadas mirando a su dirección desde lejos.

Estaban advertidos en no subir si escuchaban gritos, sin importar lo que fuera, y gritos de dolor por parte de Yu Ji eran recurrentes, pero esta vez había sido diferente. Ella se desmayó en el pasillo y fue lo último que vio en vida.

Hye Rin, hermana mayor de Yu Ji no estaba involucrada en la mafia Wang, pero como su hermana daría a luz pronto se le permitió quedarse. Todos pensaban que el hijo que esperaba era de Jian, así que nadie comprendió porque Wang la había golpeado esa noche ni porque ella lo había apuñalado como lo había hecho.

Tres meses antes, Yu Ji le exigió a Seok Woo que no insistiera sobre su relación, porque no iba a dejar a su hijo Jackson y a su marido, él aceptó esa petición, pero estaba seguro que todo iba a salir mal, aunque no sabía que Jian tenía conocimiento de que ese hijo que esperaba no era suyo, había creído que todo estaba normal porque la organización Wang tendría otro heredero.

Hye Rin había llegado con un bebé en brazos a SL Group, apenas escuchó sobre el nombre de la hermana de Yu Ji permitió el paso, aunque Shin Han estaba sospechando que algo malo sucedía con esa mujer, él no estaba enterado de los enredados de cama que estaba haciendo su hijo.

Ellos se miraron a los ojos, pero la mirada de tristeza de Hye Rin no le dio buena espina. Jackson se había quedado huérfano, pero no solo él, el hijo que Yu Ji traía en su vientre logró sobrevivir.

—Seok Woo... —se acercó en silencio. Había cargado a su bebé en brazos, era tan pequeño y suave, su cabello castaño como el de ella, con una tez porcelana, los labios abultados, mantenía los ojos cerrados, pero podía imaginar que traía sus ojos también.

—Es... una pequeña versión de ella...

—Lo es. Es un varón —mencionó Hye Rin—. Su nombre es Jung Kook... es como ella quería llamarlo...

—Jung Kook... —balbuceó—. ¿Por qué no vino ella?, Hye, ¿qué sucedió?

—Está muerta... —Seok Woo tomó con fuerza al bebé contra su pecho para no dejarlo caer ante la sorpresa. Yu Ji muerta, eso no podía ser verdad—. Los dos se mataron... hace tres días...

—¿Quién está al mando de la organización? —su voz estaba rota, pero necesitaba saberlo—. ¿Dónde está Jackson?

—Con el maldito Wen Tai... él dijo que lo iba a educar, que no necesitaba a Jian... y luego... me dijo que no volviera, sabe que Jung Kook no es su nieto... cuando Jung Kook salió de cuidados intensivos me lo lleve, no podía dejarlo solo... pero no tengo donde ir... por eso vine contigo...

—Hiciste bien, Hye... yo los voy a cuidar... Voy a protegerlos a los dos, lo prometo —ella se sintió aliviada, pero él sentía una enorme obligación por cumplir con su promesa, si no había podido hacer algo por Yu Ji, ese sería el momento para arreglarlo.

Los negocios se dieron por terminados con los Kim, porqué Min Dong Hae, quien era el socio más cercano de Jian en vida, le había dado la información al señor Wen Tai del negocio que estaban llevando, pero sacando a Seok Woo de la ecuación. Esto porque le había confesado a su mejor amigo del hijo que escondía, él debía mantenerse lejos de la organización si quería protegerlos y Dong Hae como su mejor amigo lo apoyó.

Para Dong Hae y Dae Jung significaba que uno menos era más ganancia para los dos, aunque preferían trabajar para el padre Wang que para el difunto hijo. El hombre era viejo para el negocio y no se estaba dando cuenta de varias cosas que mintieron acerca del ingreso de dinero y clientes.

Seok Woo había quedado en un acuerdo con Hye Rin, él se haría cargo de ella, pero a cambio, él quería que se hiciera cargo de su hijo, podrían fingir estar en una relación para que Jung Kook creciera en un ambiente mejor, ella no se había negado. Sus padres se emocionaron de que el heredero de SL Group pidiera su mano en matrimonio, por fin iban a ver la luz entre tanta oscuridad con la muerte de Yu Ji.

Ambos intentaron llevar un romance, pero Seok Woo no sentía nada real por ella, en su corazón seguía amando a Yu Ji, y eso provocaba ira en Hye Rin que deseaba a su esposo y no estaba cumpliendo su papel. Amaba a Jung Kook como su hijo, pero otras veces lo odiaba porque se recordaba que no era suyo.

Vivió bastantes años soportando los rechazos de su esposo, el único refugio seguro era el alcohol, ni siquiera compartían una cama, tenían dormitorios separados.

Cuando Jung Kook tenía doce años conoció a toda la familia Min, ellos habían ido a cenar a su casa porque estaban de visita por el país, estaba muy molesto, no quería recibir a nadie ese día, había discutido con Hye Rin en la mañana. Las impresiones que Whee In y Yoon Gi se llevaron del futuro heredero de SL Group no fueron buenas, creían que era un engreído, pero a Jung Kook no le interesaba lo que creyeran de él, nunca imaginó que verlos iba ser tan recurrente con el pasar de los años.

Él a sus quince años estaba muy involucrado en el negocio familiar, además de eso, Seok Woo había comprado una cadena de hoteles llamada en su entonces Crystal y poco después había adquirido a una desarrolladora pequeña de nombre KKOYA.

El mayor podía ver que el desempeño de su hijo era muy bueno, él estaba muy interesado en todos sus negocios, era muy ágil, inteligente, un líder en toda regla. Había puesto a su esposa a trabajar para Crystal y él se encargaba de KKOYA además de sus pendientes para SL Group aunque su padre aún se encargaba de todo, pero también estaba preparándose para mantener a SL Group como suyo.

Su padre le había mencionado que Yoo Na y Yoon Gi trabajarían en SL Group, porque estarían viviendo por ahí un tiempo, le había pedido que le ayudara a Yoon Gi a adaptarse, lo cual era fastidioso porque ninguno de los dos se caía bien.

Aun así lo hizo para que no se sintiera solo en un país desconocido. Se había enterado que su papá y su hermana mayor vivían en Corea del Sur. Ya con los meses se habían hecho amigos, pero no eran mejores amigos, apenas se agradaban, para Seok Woo era suficiente, ver a Yoo Na feliz se había vuelto una inspiración.

Al principio fue la excusa perfecta para seguir su enrolle con Seok Woo, ella deseaba regresar a Italia para seguir con su marca, pero también quería estar cerca de Seok Woo, habían tenido un romance por tres años, podían verse poco, pero ahora que su esposo se decidió en volver a Seúl, ella iba tener su libertad.

Aunque algo que no estaba previsto sucedió, sus síntomas eran claros, ella estaba embarazada de Seok Woo. Era una mujer casada con dos hijos, ella no podía llegar a Corea con un bebé que no es de su esposo, el hombre era capaz de cualquier cosa si se enteraba de su traición.

—¿Quieres tenerlo? —preguntó con cariño al besar sus mejillas y acariciar su espalda.

—Quiero tenerlo... pero no lo puedo cuidar... Dong Hae es capaz de matarme si se entera de lo nuestro...

—¿Significa que no te quedarás conmigo?

—No... no puedo... cuando comenzamos esto te dije que mis hijos estaban primero, no voy a dejar a Whee In y a Yoon Gi solos con ese monstruo... no puedo...

—Lo sé... pero esperaba que con el bebé... decidieras estar conmigo... quiero que tengas al bebé, yo voy a cuidarlo.

—¿Con tu esposa? —mencionó al cruzarse de brazos.

—Nosotros no nos amamos, sabes la historia, ella pretende irse con su amante y me ha pedido el divorcio, se lo voy a dar, ya pasaron quince años el trato ya puede ser cancelado, mi hijo no necesita que lo cuide. Si decides dejar a Dong Hae... estaría esperándote con nuestro hijo —ella sintió la calidez en sus palabras, quería tenerlo, pero no podía prometer volver.

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