Yoon Gi mantuvo silencio por un momento ante las palabras de Tae Hyung, se había dedicado a contarle sobre su ascenso. No había querido comentarle el asunto de los sugars, pero imaginaría que si en realidad Min estaba en algo real con Park Ji Min como decían los chismes, quizá sabía del tema, pero prefirió evitarlo y contarle una historia menos loca para justificar su enamoramiento por su jefe.

—Se Hun se divorcia —el menor levantó la mirada del envase de helado que comía—, es el motivo por el cual ahora asumes su puesto.

—¿Cómo sabes eso?

—Porque quiere regresar a la actuación y era obvio que volvería a mi agencia, pronto será una noticia de farándula y él no quería que me enterara por los foros, sino de su palabra —jadeó—. Su egocentrismo será endiosado, solo imagínalo: Jeon Jung Kook, heredero de Epiphany Paradise, SL Group y ahora propietario de Kore Play, solo le falta estar en la jodida política.

—Tienes un enfoque muy extraño sobre él, Yoon, Jung Kook no es así.

—Tú estás encaprichado niño, tu opinión no cuenta —Tae Hyung rodó los ojos ante la voz vacilante. Conocía la existencia de los conflictos entre los Min y los Jeon de pasada, Yoon Gi siempre les guardó recelo, algo que no entendía porque no tenía toda la información a su poder, sólo era conocedor que no se llevaban bien con Jung Kook—. Lo que no entiendo es el por qué te ha dado ese cargo tan pronto.

—No te atrevas a decir que es porque está encaprichado porque soy capaz de lanzarte mi zapato.

—¡No iba a insinuar algo así! Aunque... un hombre enamorado hace cualquier idiotez por amor —Tae Hyung quería aventar su zapato—. ¡Hey! Aguarda cariño, no he terminado...

—No sería un asistente por siempre ¡Tengo una carrera universitaria con honores en Ciencias Económicas! —gruñó.

—Cariño, yo te he criado, créeme que lo sé, solo déjame terminar. Sin importar lo encaprichado que este, él no es estúpido, y sabe que no va poder con tanto, no solo, es cuestión de tiempo que sea anunciado como heredero, porque ¡Vamos! Los viejos Jeon se lo darán todo a él, más Kore Play y Epiphany encima es imposible, sabe que estás capacitado, solo que me ha sorprendido que no se tomó más tiempo para pensar una decisión.

—No tengo idea desde hace cuánto lo sabe, ni siquiera me dijo que Se Hun se divorciaría...

—En todo caso, debe confiar demasiado en ti como para pensar que eres su mejor opción de estrategia. Supongo que su relación le ha caído como anillo al dedo.

—Oye eres muy frío, ¿así también eres en tus relaciones?

—No tengo relaciones amorosas, pequeño Tae.

—¡Carajo!, como eres mentiroso ¿Park Ji Min te suena de algo? —vaciló.

—Park y yo tenemos negocios, solo eso, incluso peleamos más de lo que me gustaría admitir, es un verdadero dolor de cabeza, siempre hace lo que quiere, no obedece y todo el tiempo quiere... —miró los ojos chispeantes del contrario que sonreía—. Oye, no me mires así.

—No estoy haciendo nada —sonrió—. ¿Y por qué lo llevaste a la oficina si se llevan tan mal?

—Solo un favor.

—¡Oh! Entonces haces favores con personas que no toleras.

—Eres tan insolente, Tae Hyung.

—¡Tú me criaste! ¿Recuerdas? Mi insolencia es tu culpa.

—Pues debí consentirte menos y corregirte más.

—¡Ya es tarde! —dijo riendo, pero un mensaje que entró a su móvil lo distrajo—. Carajo, no vi que era tan tarde.

—Son solo las... —tuvo que reírse al darse cuenta de algo—. ¿Te dio un anillo? —Tae Hyung apartó su mirada del móvil—. No puede ser, ¿son sus iniciales? —mencionó tomando su mano, pero el menor la apartó—. Tae Hyung, por favor.

—Tú no lo entenderías...

—A ver, no hemos hablado de lo importante, Jeon no puede venir así y robarte de mi lado, eres mi pequeño y todavía te protejo, mocoso calenturiento. Sea lo que pretenda tiene que darme la cara, eh —sus mejillas se coloraron ante las palabras de la figura que veía como papá desde su infancia—. Como mínimo debe hablar conmigo y decirme sus intenciones.

—Aunque lo hiciera no lo aceptarías...

—¡Cuánta razón! Sí que te críe bien, carajo. Que buen padre soy.

—¡Basta! Ya no tengo quince, no sé si te diste cuenta, pero no puedes espantar más de mis novios.

—Lo haré siempre que sea necesario, Tae Hyungnie. Me preocupas, así como solo me tienes a mí, yo solo te tengo a ti, me preocupa que ahora viven juntos, tienes un anillo con su nombre, ¿qué falta ahora? Si no llevan mucho tiempo saliendo no me parece correcto que ya vivas con él.

—Estoy bien, de verdad —cogió su mano entre las suyas—. Es solo que es algo que no entenderías.

—Tae, soy apenas tres años mayor que Jung Kook, si él lo entiende yo también.

—No funciona así... para que no te preocupes, ni quiera duermo con él tengo mi propio dormitorio.

—Eso es todavía más raro.

—Yoon Gi, de verdad.

—No, de verdad tú ¿Acaso te escuchas?

—Mira, sé que tienes miedo que me lastimen, pero estoy bien, soy un adulto, te tengo aquí, si necesito algo eres al primero que acudiría, sé que lo sabes, pero no puedo explicarlo, porque es complicado de entender. Debo irme —mencionó al levantarse del sofá seguido por Yoon Gi—, por favor no hagas nada estúpido.

—Haría lo que sea por ti, y solo por eso haré que lo entiendo, pero no se ha salvado de hablar conmigo.

—Él no sabe sobre nosotros —dijo antes de abrazarlo.

—Cariño... —las caricias sobre su espalda lo llenaron de seguridad—. Tendrás que hablarlo con él si crees que es de confianza. Si se vuelve muy importante para ti, vas a tener que decirle la verdad, porque no pienso alejarme de ti por ocultar una mierda que no fue nuestra culpa, la tuya en especial, ¿queda claro?, que haga cualquier cosa por ti no incluye que te deje solo —apenas asintió abrazándolo fuerte—. Por favor cuando llegues a casa, avísame.

—Lo haré, muchas gracias Yoonie —el mayor lo abrazó una última vez antes de acompañarlo a la puerta.

Jung Kook estaba en cama cuando la puerta de su dormitorio fue tocada y la dulce voz de su novio apareció pidiendo permiso para entrar. Con el permiso dado la puerta se abrió y Tae Hyung traía una muda de pijama. Lo había escuchado llegar hace un tiempo, pero hasta ahora se había tomado la paciencia para considerarlo.

—¿No estás enfadado? —preguntó cerrando la puerta a sus espaldas antes de caminar hacia él. Jung Kook dejó su iPad a un lado extendiendo sus brazos para recibir a Tae Hyung—. No quise llegar tan tarde, no me había enterado de la hora.

—No por eso voy a enojarme. No estás regresando de madrugada, me avisaste que ya vendrías. Taenie, no quiero que creas que soy tu guardián controlador, ¿está bien?, eres una persona libre. Confío en ti.

—Lo sé, solo... no quiero que creas que me aprovecho y no quiero que se malinterprete.

—Cariño, no estoy pensando en ninguna de esas. Tienes derecho a salir con amigos —sentía las caricias sobre su espalda una y otra vez mientras se escondía entre la curva de su cuello.

—Tengo un secreto, que nadie sabe —Jung Kook lo abrazó fuerte mientras sentía el corazón de su muchacho pegado a su pecho bombear veloz—. Estuve en casas de acogida... en al menos tres y luego fui adoptado... tenía ocho años cuando me recogieron... pero mis padres adoptivos murieron cuando tenía diez años.

—Cariño, lo siento mucho... ¿Volviste a una casa hogar después de eso? —preguntó abrazándolo fuerte mientras lo acariciaba para regalarle consuelo.

—No, mi tío me adoptó, pero no legalmente, a nadie le importó que fuera de mí, pero él me salvó, se encargó de mí hasta que pude ver por mí mismo. Solo lo tengo a él...

—Lamento mucho lo que tuviste que vivir, ningún niño debería pasar por un dolor así...

—No fue tan malo —murmuró mirando a Jung Kook a los ojos, sus mejillas estaban apenas rojizas y sus ojos claros húmedas. El mayor pasó sus dedos por sus pómulos para limpiar las dolorosas lágrimas que se escaparon de una triste historia.

—¿Dónde está tu tío? ¿Aún tienen comunicación?

—Sí, él no está en este país, es que es comerciante y... ahora trabaja en Taiwán, también vive ahí... de hecho hoy me llamó, tenía mucho tiempo de no saber de él —murmuró.

—Quiero conocerlo, quiero saber todo acerca de ti —sus dedos se entrelazaron con los del menor—. Es importante para mí que estés bien, si tú quieres ir a visitarlo, puedo ayudarte, podemos ir, me encargaría del viaje.

—Kookie —sonrió antes de besar su mano—, está muy ocupado, no quiero molestarlo, pero gracias por querer ayudarme y en especial por escucharme... es un secreto que nadie sabe y... no quiero que esto sea un problema para ti.

—Nunca serías un problema para mí. Gracias por confiar en mí, cariño —Tae Hyung cerró sus ojitos húmedos cuando el mayor lo trajo a su rostro para besarlo—. Trae la crema y el cepillo —él asintió con una sonrisa antes de bajarse de la cama. Regresó con ambas cosas y volvió a sentarse sobre las piernas del mayor.

—¿Por qué no usas tus lentes en el trabajo? Te ves caliente con ellos.

—¿Esto? —preguntó riendo—, si los uso me veo más anciano, me veo como mi padre —Tae Hyung se rió fuerte mientras miraba lo que el mayor hacía—. Oye no te rías —vaciló acariciando con la crema entre sus dedos las mejillas del muchacho—. Lo intentaré, pero no lo prometo —sonrió terminando de untar la crema y cepillar los suaves rizos rubios—. ¿Quieres pasar la noche conmigo?

—Nada me gustaría más —bajó de sus piernas para buscar su lugar en la cama—. Papi, estabas trabajando —murmuró dándose cuenta de la tablet que el mayor usa en la oficina.

—Estaba revisando unos asuntos de mañana. La cita con el abogado se tuvo que adelantar, debo programar la reunión para tu ascenso a director, y enviar el dato de que ahora necesito buscar un nuevo asistente.

—Papi, pero puedo ayudarte mañana, deja eso, y aunque esté manejando Kore Play seguiré ayudando en todo lo que necesites —su traviesa mano comenzó acariciar un poco su pierna mientras le entregaba la tablet.

—Bien, voy a tomar tu palabra —dejó el aparato sobre la mesa de noche al igual que sus lentes—. Haz de mí lo que quieras. Candy —Tae Hyung sonrió metiéndose entre las cobijas con un único lugar donde ir—. Taenie... —jadeó con cariño acariciando los cabellos que se hallaba ahora entre sus piernas sonriendo lujurioso bajo la oscuridad y eliminando cada prenda en su camino.

Las caricias aumentaron con un poco de insistencia en el momento que sus movimientos comenzaron a ser rápidos, sus mejillas sonrojadas ante el calor y su curiosa lengua que lamía con desesperación tomándolo duro y sin ninguna paciencia. Con un tirón de cabello se corrió fuerte en su boca, buscando controlar su respiración.

—Papi —murmuró él con suavidad, sonrojado y necesitado más cuando se miraron a los ojos, Jung Kook sabía qué significaba esa mirada. Bajó su ropa mientras se acostaba a su lado y esperaba a que el mayor lo tomara como estaba deseando. Su lengua atacó su boca robando gemidos desesperados y abriendo sus piernas entre caricias, hasta que bajó sus labios para encontrarse con una brillosa erección que no dejaba de gotear.

Un gemido alto se escapó de su boca ante la magnífica maniobra de la lengua sobre su polla. Con los minutos empuñó las sábanas alcanzando su orgasmo en tranquilos espasmos y gemidos suaves, mientras bañaba dentro de la garganta del mayor. Jadeantes buscaron sus labios en un beso más tranquilo.

—No has dicho "red" —jadeó le mayor besando su cuello mientras el muchacho se mantenía entre sus piernas.

—Quizá porque no quiero que te detengas —Jung Kook comenzó a soltar los botones de la camisa de su novio para tomar uno de sus pezones entre los dientes.

—Mañana tenemos que estar temprano en la oficina —no podía responder, sus quejidos eran lo que más predominaba de su boca—. No podemos desvelarnos —jadeó de regreso a su boca besándolo con cariño en sus dulces labios—, pero es difícil resistirme.

—¿Vas a ignorar el hecho de que tienes que decirme que no?

—¿Alguna vez puedo decirte que no, Tae Hyung?

—Deberías —retó con ese brillo especial en sus ojos.

—Bueno, entonces re...

—¡Papi, no! No seas injusto... —Jung Kook se había reído abrazándolo fuerte—. ¿Quieres un castigo?

—¿Cuál será ese dichoso castigo? —le retó con una sonrisa.

—Me iré a mi habitación y no podrás entrar.

—¿Estaré vetado?, eso me duele —Tae Hyung sonrió buscando sus labios una vez más.

Muchas gracias por leer ☺❤
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