44 - La pileta

"¡Felicidades Luna! Desearía que tu matrimonio estuviese lleno de felicidad, pero... me encargaré que eso no sea así.

Besos".

Leí una vez más esa parte, mi corazón se hizo pequeño y sentí miedo por mi, por Matteo, por mi familia, por mis hijos. Observó a mis alrededores y no, no hay absolutamente nada más que los hombres de seguridad que ahora están más alerta que nunca.

Han venido a cerrar una pequeña parte del jardín donde estoy segura que ese chico entraba.

Lo cierto es que esta situación me aterra, ¿Por qué no podemos ser felices? Espere tanto tiempo para vivir esta parte de mi vida y nada más esta llena de problemas.

El tiempo va pasando y la familia esta al tanto de todo, me preocupo por la fiesta de los gemelos.

Les cancele Disneyland, cancele el viaje a Venecia, y ¿Cancelarle la fiesta de cumpleaños? No es sumamente necesario, pero son niños, siete años se cumple una vez, quiero que tengan el primer cumpleaños con su padre, que tengan buenos recuerdos de infancia, ambos están locos diciendo que quieren crecer. No saben lo que dicen.

—¡Mamá, mamá!—giré al escuchar la voz de Sol.

—¡Hola tia Luna!—dijo Zoe, la pequeña hija de Jim. Rachel venía atrás corriendo.

—Hola pequeñas, ¿Que sucede?—pregunté—. ¿Algo han echo los niños?

Las tres negaron.

—Mi hermano esta jugando, creó que por un momento los niños olvidaron molestarnos—Zoe sonrió.

—Gracias al cielo—dijo Rachel.

—¿Podemos entrar a la pileta?—preguntó Sol.

Quedé pensando unos segundos antes de asentir, sonare una madre sobre protectora pero no deje de mandar tres hombres de seguridad que estuviesen al tanto de las niñas.

—¡Hola!—gritó Matteo asustándome por detrás.

—¡Balsano!—grité y sonreí.

—Te estaba buscando—dijo—. Creó que es momento de empezar a planear la fiesta de los niños.

—¡Papa, cuidado!—gritó Matías.

—¡A un lado!—gritó Alexis.

Llevaban sus mini-autos, y desconocía si estaban jugando de rápidos y furiosos, pero enserio sentía que eso podía matarme, aunque solo tuviese un metro de altura.

—¡Ey ey ey, niños!—llamó Matteo.

Alexis bajo del carrito y Jonas hizo lo mismo.

Matías no aguantaba la risa.

—¡El rostro de mamá!

¿Se estaba burlando de mí? Ingrato.

—Tengan cuidado, pueden lastimar a sus hermanas.

—Hablando de eso ¿Dónde están ellas?—preguntó Alexis.

—Zoe esta con Rachel y Sol—dijo Jonas—. Mi hermana es un caos.

—¿Más caos que tú?—preguntó Matías—. Tu estás más loco que un loco.

«¿Qué?» que lógico Matías.

—Las niñas van a la pileta—dije.

—¡Entonces nosotros también!—dijo Alexis—. ¿Vas a entrar a la pileta?

—No, no he traído algún short—dijo Jonas.

—Te lo presto yo, vamos—dijo Alexis y entraron corriendo a la mansión.

—Si molestan a las niñas, pobre de ustedes—le advertí a Matías y él también se fue.

Entre a la casa y Matteo se fue al estudio junto a Simon, están cerca de sacar el dueto y posiblemente estén fuera de casa todo el día.

Ámbar y yo decidimos salir a tomar el sol y de paso ver a los niños, algo me había dicho pero tome importancia. En cuestión de algunos minutos todos los niños bajaron y se adentraron en la pileta, no sé exactamente en qué momento la mansión se lleno de niños pero era agradable, no era nada raro tener a casi nueve niños en casa, pues solamente mis hijos y los hijos de Ámbar son un caos total, Sin mencionar que Dustin está llevándose más con todos, Theo por su parte es muy chico.

—¿Livia esta en casa?—pregunto Ámbar.

—Sí, supongo. No la he visto.

—¿Crees que querrá venir?—preguntó.

—Podrías marcarle.

—Mejor voy adentro a buscarla.

Quedé observando a los niños y quise soltar una risa cuando Matías arrugo la cara viendo que Alexis ahora estaba más con Jonas; es entendible, Jonas es exactamente de la edad de Alex, por su parte Matías es un año menor.

Alexis esta tan acostumbrado a Alexis que hasta raro siente quedar entre las niñas. Dustin aún no ha bajado, Alexis llama a Matías pero la flor ofendida lo ve con mala cara pero aún así va.

«El bloqueador, Luna»

Me pongo de pie y tomo la toalla para entrar a la mansión, me adentró y no hay absolutamente nadie.

Mis padres fueron a la empresa junto a Freddy, Matteo y Simón al estudio, el abuelo y la tía Sharon salieron y se llevaron al pequeño Andy. Lo cierto es que cuando tengo a estos ocho niños en casa no me da tiempo ni ganas de querer que alguien más entre por esta puerta. Subo y busco el bloqueador para ponerle a los niños, no tardo nada y en pocos minutos estoy yendo nuevamente al jardín.

Moría por seguir viendo la cara de Matías molesto porqué alguien parece agradarle a su mejor amigo más que él.

Alexis tendría razones, Jonas ya entiende de colegios pues ya estuvieron en primer año, ambos son de la misma edad y aunque siempre se llevaron bien, ahora se llevan mucho mejor.

Llegué al jardín y todos estaban con un rostro de "no puede ser".

Matías veía molesto a Jonas, pero no tanto como el rostro de Alexis, sentí que debía brincar a la pileta para detener el posible golpe que Alexis estaba por darle a su amiguito.

Mientras más me acercaba, Zoe me vió y le dijo a Sol, Sol pareció alarmarse y en ese momento Alexis salió de la pileta  y estaba entrando a la casa, entonces lo detuve, no sabía bien si sus ojitos estaban mojados por la pileta, o eran lágrimas que traía por la forma de esta.

—¿Qué pasa cariño?—pregunté y ví a la pileta, todos observaban a Alexis, pero también a Jonas.

Alexis no respondía.

Sol se puso detrás de Matías, y Matías le dijo algo molesto.

—Alexis, ¿te ocurre algo?—pregunté nuevamente.

Él empezó a contenerse pero no pudo más.

—¡El estúpido de Jonas besó a Sol!—gritó.

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¡¡¡HERMANO CELOSO A LA VISTAAAAAA!!!

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