12. VOLVER A LA NORMALIDAD

Jongdae regresó de su tiempo en familia un par de días antes de lo planeado. La razón: un par de enormes ojos parecidos a los de un gato.

Fue en víspera de año nuevo cuando el espectacular heredero de una familia rica, vestido con elegancia, pero sin exagerar, tocó a la puerta de la casa número 9921, en la que se encontraba el SQUAD completo, dándole toques de alegría a cierto precioso personaje que sonreía abiertamente mientras el equipo de Chanyeol, Kyungsoo y Jongin perdía a las charadas.

Minseok abrió la puerta y fue como abrirla un instante después de haberla cerrado días atrás. Jongdae estaba ahí de pie con una impecable camisa blanca de botones y pantalones negros de vestir. Y le sonreía. Minseok sonrió tímidamente y cuando Jongdae abrió sus brazos, no dudó un segundo en lanzarse a su pecho y rodearlo con sus brazos hasta casi asfixiarlo.

—¡Suéltalo ya o nos descalificarán por perder un miembro del equipo! —Sehun exclamó desde el sofá; se escuchaba bastante animado y era de esperarse, Luhan también había regresado un par de horas atrás y se encontraba sentado a su lado.

Jongdae se unió al equipo que llevaba desventaja de miembros, pero aún así el equipo perdió.

La madre de Minseok los observaba desde la cocina, en donde preparaba cantidades industriales de bocadillos para su hijo y su nueva bola de ruidosos y apuestos amigos.

¿Será que mi niño hizo un casting para elegirlos? ¡Si parecen modelos!

La ex señora Kim nunca había visto a su hijo sonreír tanto por tanto tiempo seguido y se sintió muy feliz de que su primogénito tuviera tan buenos amigos, aunque comieran más que Luhan, y eso ya era decir mucho. Una mirada al último joven en integrarse a la reunión amistosa de su hijo le recordó que su bebé ya no era un niño pequeño, no cuando parecía tan genuinamente enamorado.




Las cosas siguieron su curso, tomando su lugar de nuevo. Volver al instituto y volver a ser novios falsos. No hubieron confesiones, especialmente porque ambos creían que el otro aún quería volver con su respectivo ex. Bastante tonto, pero era la triste realidad. Aunque lo normal cambió un poco; los ataques a Junmyeon habían cesado durante las vacaciones y serían retomados hasta nuevo aviso por órdenes de Baekhyun. Jongdae y Minseok aún debían fingir ser novios. Sin embargo, tomarse de la mano o darse un beso corto y suave como despedida, cuando cada quien se iba a sus respectivas aulas de clase, ahora se hacía de forma natural. Los besos acalorados en algún lugar poco visible, o antes de que Minseok bajara del auto, también se volvieron frecuentes, pero no hubo una conversación que aclarara algo. Fingir que no eran más que amigos o novios falsos y que no se robaban besos o caricias silenciosas cada vez que tenían la oportunidad fue una especie de acuerdo tácito.



—Oye —Jongdae susurró cerca de su oído y puso una mano sobre el estante para atraparlo entre su cuerpo y los libros.

Minseok tomó el libro que buscaba y se giró para enfrentarlo.

—¿Qué? —murmuró mirándolo a los ojos.

—Mi última clase es aburrida —Jongdae comentó en voz baja, intentando no perderse en su encantadora mirada.

—¿Ah, si? —Minseok alzó una ceja y una coqueta sonrisa tiró levemente de su comisura izquierda.

Jongdae asintió y se inclinó un poco más cerca de él hasta rozar sus labios ligeramente.

Minseok contuvo el aliento, dio un rápido vistazo al pasillo —que por suerte se encontraba vacío, excepto por las hileras de libros— y esperó a que su novio falso se decidiera por fin a darle uno de esos besos falsos que lo dejaban sin aliento. Sin embargo, Jongdae simplemente puso un casto beso en sus labios y se alejó.

—Vamos —dijo suavemente y entrelazó su mano a la de Minseok.

Justo cuando registraban sus libros, la campana sonó. Jongdae volvió a tomar su mano y se apresuraron a salir de la biblioteca para ir a su última clase de la tarde. Minseok tenía prisa por llegar a su salón, pero su acompañante lo arrastró a un aula vacía.

—¿Qué haces? —Minseok preguntó en un alarmado susurro—. Si nos encuentran...

—Si nos castigan, yo elijo limpiar la biblioteca —Jongdae lo interrumpió entre susurros y le tomó un costado del rostro con su mano libre.

Minseok lo miró a los ojos y fue incapaz de negarse a esa traviesa sonrisa que se curvaba demasiado en las esquinas. Sus labios se encontraron y no dudó en corresponder con ganas. Fuera de la vista pública, los besos dejaban de ser recatados; a solas, Jongdae convertía cualquier roce en una excitante aventura. 

De pronto, Minseok tenía una mano de Jongdae sobre su trasero, intentó no pensar demasiado en ello y lo dejó avanzar, aunque lo ponía ciertamente nervioso. Jongdae se separó un instante y ambos intentaron recobrar el aliento. Minseok lo miró, preguntándose por qué lo hacían, si no había nadie alrededor besarse no tenía ningún sentido. Era innecesario... y a la vez tan necesario.

Jongdae le quitó la corbata y le soltó los primeros botones de la camisa, para luego lanzarse sobre su cuello. Minseok jadeó y se estremeció violentamente.

Jongdae suspiró excitado y continuó besando y mordiendo con poca fuerza, cosa que a Minseok pareció agradarle, pues no paraba de emitir algunos gloriosos gemidos que le ponían los vellos de punta. Quería avanzar más, tomarlo todo de él, pero tenía algunas dudas al respecto. Minseok volvió a atraerlo hacia su labios y las dudas desaparecieron momentáneamente. Sus besos eran tan húmedos, le encantaba el sabor de su saliva. Sintió sus manos arrebatándole la corbata y soltándole los botones, sintió sus dedos acariciándole el cuello y el pecho y una corriente de excitación recorrió su cuerpo. Se miraron por un instante, ambos eran un desastre de hormonas y calor. Jongdae lo empujó sobre una mesa y volvió a estamparse sobre sus deliciosos labios.

Por primera vez, Jongdae entendía aquello que Baekhyun decía acerca de no poder mantener sus manos y boca lejos de Chanyeol, ahora él tampoco sabía cómo separarse de Minseok; todo lo que deseaba era estar cerca, besarlo, tocarlo...

Minseok abrió sus ojos al sentir que una de las manos de Jongdae se deslizaba suavemente por sobre su entrepierna. Dios, qué vergüenza. Unos pocos besos lo habían puesto medio duro y el roce de Jongdae lo hizo peor.

Minseok había mencionado que nunca llegó a intimar con Yixing y Jongdae estaba casi seguro de que tampoco lo había hecho con nadie más. Su más reciente y frecuente fantasía cobró fuerza al sentirlo así. Guiado por un arrebatado impulso, llevó sus manos al cinturón de Minseok y lo destrabó. 

Minseok le tomó las muñecas con fuerza.

—¿Qué haces? —preguntó sin aliento.

—Déjame tocarte un poco —Jongdae pidió inclinándose de nuevo sobre sus labios.

Minseok recibió su beso y aflojó el agarre a sus muñecas. Jongdae le soltó los pantalones y llevó una mano dentro de su ropa interior. Minseok se estremeció de nuevo al sentir sus dedos envolviéndolo y haciendo presión en el lugar correcto. Su corazón latía con fuerza, tenía tanto miedo de que alguien pudiera descubrirlos, pero la excitación era muchísimo más grande que el temor. Además no tenía fuerzas para detenerlo. Se abrazó a sus hombros y continuó besando sus labios, sintió su lengua dentro de la boca y empezó a chuparla.

Un par de minutos después, Jongdae se separó de sus labios y liberó su erección. Minseok casi llegó a sentirse desilusionado de que todo acabara, pero era lo mejor, tal vez después podrían... Joder, Jongdae no pretendía dejar nada para después, ahora estaba de rodillas en el piso. Minseok lo miró boquiabierto. Jongdae lo llevó a su boca sin dudarlo un instante y él casi se cae de la mesa. La maldita sensación era maravillosa, la presión, el calor y la humedad alrededor de su erección eran perfectas. Se echó hacia atrás y se sostuvo del borde de la madera con fuerza mientras su novio falso llevaba a cabo una deliciosa felación.




El estudiante de intercambio, Huang Zitao, no fue lo suficientemente cuidadoso en el desarrollo de su misión. Cuando se dio cuenta de que estaba siendo observado, echó a correr a toda velocidad, pero a unos metros fue rápidamente derribado y atrapado por otro estudiante. 

—¿Qué estabas haciendo ahí? —Kris estaba sobre el cuerpo de Zitao, quien había caído panza abajo sobre el césped.

—¡Suéltame! —Tao ladeó su cabeza para mirar mejor a su perseguidor, el gran Wu. No tenía idea de por qué lo había perseguido, como si fuera el guardián de los casilleros, cuando todos sabían que muy pocas personas le importaban de verdad a Yifan—. Déjame ir.

—No, te metiste con las personas equivocadas esta vez— Kris siseó en el oído de Zitao—. ¿Sabes quién es el actual novio del chico al que le juegas tremenda broma?

Kris se levantó del suelo, levantando consigo a Zitao y empezó a llevarlo por la fuerza hacia la cafetería.




—Miren lo que encontré.

Todos levantaron su mirada hacia Kris.

Wu Yi Fan, mejor conocido en la escuela como la estrella del equipo de baloncesto, Kris, se acercó a la mesa del SQUAD, arrastrando consigo a uno de los becados extranjeros, Huang Zitao. Parecían cazador y presa. Tao palideció al ver a Baekhyun e intentó escapar, pero Kris lo sostuvo con firmeza.

Jongdae le dio una mirada cargada de desagrado a Kris mientras el resto se preguntaba qué estaba pasando.

—Hola, Tao —Luhan saludó al extranjero, recibiendo inmediatamente miradas interrogantes de todos los demás.

—¿Lo conoces? —Kris preguntó y Tao intentó escapar de nuevo, pero la mano de hierro del deportista lo mantuvo sujeto.

—Sí.

—¿Todos los extranjeros se conocen? —Sehun preguntó con confusión.

—Sí, idiota, tienen un club y asisten todos los jueves —Kyungsoo respondió sarcásticamente.

—¿Por qué lo traes así? —Luhan los miró, entrecerrando los ojos.

—Lo encontré en tu casillero, Min —Kris anunció, mirando los ojos enormes de Minseok que se veían confundidos—. Lo llenó de cosas desagradables.

A Jongdae no le hizo gracia que ese guapo enorme llamara "Min" a su Min. En especial con sus antecedentes robanovios.

—¿Cosas desagradables? —Minseok preguntó con confusión.

—Habla —Kris sacudió a Tao con rudeza. Aunque Zitao era casi tan alto como Wu, era mucho más delgado y parecía más débil también.

—Yo-yo-yo no quise hacerlo —el estudiante de intercambio confesó con voz temblorosa.

—¡Mentiroso! Yo te vi —Kris lo sacudió de nuevo—. ¿Qué tienes en contra de Minseok?

—Nada, yo nada. ¡Me pagaron por hacerlo!

Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Todos miraron a Tao. El astuto Baekhyun fue el más rápido en sumar dos más dos.

—¿Junmyeon te pagó?





Minseok corrió a su casillero, con Luhan y Jongdae tras él. Abrió con precaución la pequeña puerta metálica y al echar un vistazo dejó salir un suspiro pesado, todos sus libros y cuadernos de notas estaban llenos de porquería; una sustancia viscosa que a los tres amigos les pareció familiar.

Jongdae se giró para ir a buscar a los posibles creadores de la mezcla de desperdicios sin patentar, cuando un pequeño "boom" se escuchó y tuvo que regresar su vista hacia Minseok y Luhan que seguían frente al casillero y habían recibido el impacto de una pequeña bomba apestosa directo en sus rostros, llenándolos de más viscosidad.




El intocable y hermoso Byun Baekhyun pasó por la misma situación que Luhan y Minseok.

Furioso, Baekhyun limpió la porquería de su rostro. Chanyeol se encogió, esperando a que su pequeño estallara en una rabieta estelar.

—¡Me ha declarado la guerra!

Baekhyun estaba furioso y nadie lo hacía enojar y salía victorioso de los estragos de su ira.



⚡❄️⚡

Gracias por leer!

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