046. remember and face

CHAPTER FORTY SIX
recordar y enfrentar. . .

"Dirigido a Dios"










AL ENTRAR A ALEXANDRIA la mirada de Marlene se horrorizó por completo al ver a la comunidad en aquel estado, era una total masacre. Cuerpos y sangre regados en aquel césped que solía ser de un verde alegre, el sonido del claxon había desaparecido pero aún así Marlene podía sentir su audición como debajo del agua.

Tenía mucho miedo y solo podía mirar a su al rededor completamente perdida y asustada escuchando a lo lejos los lamentos y sollozos de personas que habían perdido a sus familiares.

Pocos minutos después la mente de Marlene volvió a la realidad saliendo de su trance. Necesitaba buscar a sus amigos, a Carl, a su hermano.

La rubia caminó por las calles de Alexandria con sigilo, miraba a todos lados aunque esto solo empeoraba los pensamientos de su cabeza ya que a cada lugar que veía había sangre.

Fue entonces cuando a lo lejos pudo visualizar a Ron quien corría, estaba siendo perseguido por uno de los atacantes a lo cual Marlene reaccionó rápidamente corriendo hacia la escena.

—¡Ron! — exlamó la adolescente sacando su arma .

Por alguna razón, probablemente él ya no querer manchar sus manos con sangre fue que Marlene no pudo disparar, su mejor amigo estaba en peligro y ella aún así no pudo reaccionar. Un disparo la sacó de sus pensamientos, Carl, el chico había sido rápido y desde las escaleras de la casa de los Ford pudo dispararle al atacante de Ron en la pierna.

—Mar — dijo Carl aliviado al verla, entonces se acercó a ella abrazándola con fuerza sintiendo su alma descansar. El Grimes sentía que se moría de la preocupación minutos antes sin saber de su luz —¿Estás bien?.

La rubia asintió en el abrazo sintiendo la mano de Carl acariciarle la cabeza lentamente, la estaba protegiendo. Ron miraba la escena sintiendo impotencia ya que por su cabeza pasaba "siempre tiene que ser el héroe".

El hombre al cual le habían disparado estaba en el piso sollozando rogando por ayuda, esto hizo que Carl y Marlene se separaran.

—Ayúdame, por favor. — pidió el hombre, pero en un movimiento rápido intentó tomar a Carl de las piernas iniciando así un pequeño forcejeo el cual logró asustar a Marlene.

Rápidamente el castaño volvió a disparar acabando con la vida del extraño hombre dejando a todos los adolescentes algo sorprendidos. Enid, quien miraba desde la puerta del hogar Ford, también se encontraba aliviada de ver a Marlene viva y a salvo.

—Ya entra, puedo protegerte. — le dijo Carl a Ron quien observó a Marlene con una expresión triste.

—¿Estás de acuerdo con esto? — interrogó el Anderson mirando a su mejor amiga señalando al cuerpo —Todo siempre es sangre y muerte con el, Marlene.

La mencionaba lo miró sintiendo demasiada pena por el, sabía cuánto había sufrido el chico luego de la muerte de su padre, estaba completamente consciente de eso, pero Marlene también sabía que Ron debía adaptarse al nuevo mundo.

Ya que en la cabeza de Ron Anderson, adaptarse para sobrevivir era algo malo.

—Vámonos, Marlene. — pidió Ron extendiéndole su mano al ver como su amiga no le contestó.

Carl miraba la escena con molestia, pero al mismo tiempo le preocupaba el comportamiento que Marlene tenía desde minutos atrás. La rubia dio dos pasos para atrás sintiendo sus ojos humedecerse un poco.

—No puedo, de verdad lo siento. — dijo intentando con todas sus fuerzas no llorar al no poder seguir a su mejor amigo en un momento en el que sabía que el la necesitaba —Necesito estar con mi hermano.

Y con eso bastó para que Ron la mirara decepcionado y triste antes de irse del lugar bajo la mirada de los tres adolescentes que lo veían con preocupación.

Carl puso una mano en el hombro de la rubia comprendiendo su tristeza pues él sabía que en ese momento Marlene se sentía culpable de no poder concordar con él. La Greene lo miró y Carl solo pudo regalarle una tierna sonrisa reconfortante antes de hablar.

—Polo estaba arriba, lo mantuve a salvo. — le dijo el Grimes.

Marlene le regaló una última mirada a Carl antes de correr hacia la casa, antes de entrar le dio un corto abrazo a Enid quien lo correspondió gustosa. Fueron pocos minutos ya que la rubia entró a la residencia corriendo hasta el segundo piso.

Al llegar al cuarto de su hermano, su mirada se ablandó completamente al verlo dentro de la cuna, el bebé estaba parado agarrandose del barandal de aquella cuna. En cuanto vio a su hermana el niño sonrió inocentemente al igual que ella.

—señorito Apolo, me alegra verlo con vida. — dijo tiernamente la adolescente antes de cargarlo y abrazarlo dulcemente.

Sinceramente se contuvo demasiado de no poner todas sus fuerzas en ese abrazo, realmente era algo que había necesitado mucho desde que escucho los primeros disparos. El bebito jugaba con los rubios y rizados cabellos de su hermana.

Marlene aún con Apolo en brazos, se sentó en el piso del cuarto recargándose en la puerta.

—Temí por tu vida, chiquito. — se sinceró la rubia mirando a los verdes ojos de su hermano quien solo reía un poco —Quisiera ser un bebé como tú, que envidia.

Las miradas de los hermanos se conectaron de un momento a otro y cuando Marlene menos lo pensó, empezó a sentir todas aquellas emociones tristes que había guardado en una cajita lejana de su ser.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y sintió como su corazón se apretujaba lentamente. Marlene acercó a su hermano a ella abrazándolo intentando esconder su cara en el pequeño cuello del bebé.

—Tengo tanto miedo. — admitió entre sollozos —Por esta familia, por mamá, por papá, por ti y por mi.

Sus lágrimas bajaban rápidamente sintiendo su respiración cortante, realmente tenía demasiado miedo, más después de que pudo recordar el encuentro que tuvo con el hombre misterioso en el bosque.

Realmente muchos recuerdos volvieron a ella luego de recordar esa última navidad con Ryan y Meredith, con su abuelo y todos sus tíos. Cuando su familia no estaba rota debido a las pérdidas.

También sentía miedo por ese llamado "ojo en el cielo". Si aquella misteriosa persona conocía a su familia entonces había una posibilidad de querer acabar con ellos. Muchas cosas empezaron a pasar por su cabeza y fue por eso que ella se sentía aterrada.

—Dios, permite nuestra vida, permite el crecimiento de mi hermano y mantennos a salvo. — pidió entre sollozos. —Tu vas a vivir, Apolo, no importa lo que tenga que hacer para lograrlo.

Esa fue la primera vez que Marlene Dixon se había dirigido a Dios de una forma seria y sumamente creyente, porque para ella aquello era una súplica y algo que realmente necesitaba pactar.







































Al borde del caos, así era como se encontraba la comunidad luego de que Rick Grimes regresara corriendo de esa supuesta misión en donde acabarían con todos los caminantes, pues no fue para nada tranquilizante ver al hombre volver corriendo gritando "¡abran la puerta!".

La mitad de aquella horda lo había seguido hasta la comunidad y ahora se encontraban rodeados, completamente encerrados en su propia jaula.

Lo más mortificante del tema para Marlene no eran los caminantes, si no que el grupo no había vuelto, ni Abraham, ni Glenn, ni Daryl y por su puesto tampoco su mamá.

Eso la estaba matando.

La rubia se encontraba sentada en las escaleras del porche de su hogar, a lado de ella estaba Sam quien había vivido una situación bastante traumática luego del ataque.

—¿Cómo era mi hermano de pequeño?  — preguntó el menor de los Anderson sacando de sus pensamientos a Marlene —Apuesto a que era una bola de mocos.

La rubia soltó una pequeña risa —Tienes algo de razón, aunque también era un niño muy valiente que solía defenderme de los que me molestaban.

—Ojalá pudiera ser así yo — dijo con decepción el menor, a lo que Marlene lo miró con media sonrisa.

—Eres una personita muy valiente Sammy, no cualquiera sobrevive a un padre diabólico. — aquel comentario le sacó una sonrisa al rubio quien luego la miró con algo de curiosidad.

—Mamá solía contarnos mucho sobre tu papá, Ryan — empezó a decir el niño a lo cual Marlene sintió un hueco en el estómago al escuchar el nombre de su padre —el...¿fue malo contigo?.

—Ni por un instante. — respondió rápidamente sintiendo como su mirada se perdía al recordarlo —Sin contar a mi hermano, él fue el ser más hermoso que Dios me pudo haber mandado.

Sam miró con curiosidad la expresión de la Dixon quien miraba hacia el cielo.

—¿Y qué le pasó?.

La respiración de Marlene se entrecortó un poco antes de agarrar fuerzas para responder.

—Dios me lo quitó. — respondió duramente sintiendo a Sam abrazarla del brazo.

Fue entonces cuando Jessie llegó a la escena sonriendo al ver a su hijo abrazado de la rubia a quien consideraba una hija.

—Sam, ¿puedes ir a hacerle compañía a Ron?. — el menor asintió poniéndose de pie y metiéndose al hogar, no sin antes darle un pequeño beso en la mejilla a Marlene.

Jessie tomó el lugar que anteriormente había sido de Sam y abrazó a Marlene por los hombros acurrucándola con ella.

—¿Cómo estás, hermosa? — Jessie acariciaba el pelo de Marlene.

—¿Y si mi mamá no vuelve? — preguntó — o Glenn, y si papá no vuelve. ¿Qué hay de Daryl?. Prácticamente toda mi familia está afuera de esa muralla y yo solo puedo limitarme a esperarlos.

La desesperación de la rubia era notoria, estaba aterrada y por más que intentara esconder aquel sentimiento, simplemente se iba desbordando a tal punto de ya no poder más.

Lo cierto era que Jessie sentía la misma preocupación de Marlene hacia Meredith, temía no volver a ver a su mejor amiga.

—Volverá, Mar.— afirmó la mujer abrazándola con fuerza —Debes dejar salir al miedo que tiene tu corazón, te comerá.

Marlene se alejó de la mujer para poder verla a los ojos intentado entender sus palabras.

—El mundo te necesita, Marlene Dixon, un miedo no puede pararte. — Jessie tomó ambas manos de la adolescente sintiendo como esta devolvía la acción —Este mundo aún no ha conocido a la verdadera tu, pero créeme que yo veo en ti una persona valiente. Serás resiliente Marlene.

Ambas mujeres se abrazaron fuertemente sintiendo los latidos de sus corazones, ambas estaban asustadas, pero las unían y fortalecían los recuerdos que ambas habían formado desde muchos años atrás.

Efectivamente, las situaciones que Marlene estaba por enfrentar la iban a volver más resiliente que nunca.





























AUTHOR'S NOTE !

OMG, ni yo me la creo que volví a escribir en este fanfic. Fue todo un mar de sentimientos volver a poner letras aquí JAJAJAJA

Ahora si puedo decir que, se vienen cositas.

Desde 2022 no actualizo, DIOS, pero créanme cuando les digo que valdrá la pena.

En menos de una semana tendrán el segundo libro de esta trilogía que en algún momento tanto ame y espero volver a escribir con continuidad.

Para las personitas que siguen aquí después de tanto tiempo, no me queda nada más que darles las gracias por seguir aquí apoyando este fanfic que en su pasado le metí tanto cariño y amor. LOS QUIERO MUCHO

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