041. Shoes and laughs
❝ °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER FORTY ONE:
Sea blue❞
㍍⠄'‧ꦿ🌤️チ↻°.
— Me siento ahora mismo en medio de una tormenta, no lo sé, y no lo tomes a mal, pero de verdad me gustaría atropellar a Ron. — confesó el Grimes escuchando los trazos que daba la pelirroja en su cuaderno.
—¿Algo así?. — Iris mostró un dibujo en el cual se encontraba una extraña figura, aparentemente un carro, dentro de este se encontraba Carl con una mirada maliciosa, mientras que en lo que simulaba el suelo se hallaba Ron partido a la mitad. Y bueno, por primera vez en tres días, el castaño sonrió.
— ¡Si!. ¿Lo puedo enmarcar?. — Iris estampó su mano contra su frente negando por lo bajo antes de llevarse su dedo índice y pulgar a la sien.
Exactamente, tres días habían pasado luego de su enfrentamiento con sus emociones, Rick Grimes no había tenido la paciencia para soportar sus gritos e insultos —que a decir verdad, fueron muy buenos—, por lo que tuvo que recurrir a la ayuda de alguien de buena comprensión. Iris. Aunque, no era de mucha ayuda, la pelirroja solamente lo impulsaba más a odiar al Anderson.
Claramente esto se daba a lo siguiente: Iris era equipo Carl. Mentiría si dijera que Marlene no se preocupo, claro que lo hizo. La rubia intento entrar a la habitación por lo menos cuatro veces cada día, más no salió exitosa. Eso la mantenía distraída de todo, la Dixon se preguntaba que había hecho mal, pues nadie le quería decir nada al respecto sobre el tema.
Por lo que al cuarto día ya no lo intento, a su parecer, ella no había dicho o hecho algo malo, Marlene entendía que Carl se sentía abrumado por todo lo nuevo, fue por eso que decidió darle su espacio, por lo menos hasta que por fin pudieran nadar en las mismas aguas. Fue por eso que ahí se encontraba ella, bajando las escaleras de su casa con un nuevo propósito. Ganarse a Enid.
— Hey, ¿A dónde tan apurada?. — preguntó Glenn desde la cocina intentando ignorar el hecho de que se encontraba ahí para robar la reciente comida hecha por Meredith — Marlene, júrame que ya no te vas a meter en problemas, llevamos cuatro días en este lugar y ya quemaste la cocina de Deanna, rompiste la puerta de la casa de los Evans, ah, sin mencionar que te volviste una payasa gastando bromas junto a tu amiguito, Ron.
— ¿Yo?, No, seguramente fue mi gemela. — aportó mientras comía una galleta — No creas que voy a espiar a alguien. O que voy a secuestrar a alguien por la tarde... O que voy a hacer bromas en la fiesta de la noche. — la rubia se llevó la mano a la boca maldiciéndose mentalmente, tenia que abrir la bocota. — Woaw Glenn, hoy amaneciste más chino que ayer, ¿Cuál es tu secreto?. — intentó desviar la conversación antes de salir corriendo tomando su mochila.
— ¡Soy coreano, niña del demonio!. — le gritó desde la puerta hacia afuera — ¡Cuídate!.. ¡Te quiero!.
Y sonriendo viendo a la rubia correr por las calles hasta desaparecer por una de las vueltas, Glenn cerró la puerta de la casa para terminar su tarea, comer.
Marlene comenzaba a sentirse cada vez más como en casa, incluso sentía su vida como la de una persona normal, Abraham salía a trabajar con los constructores desde la segunda mañana, Meredith ayudaba a Deanna con lo necesario para salvaguardar a la comunidad, su hermano era cuidado por Roxane Clarke. Tenía amigos, cosa que le alegraba. Iba a la escuela, cosa que no le emocionaba tanto, pero al menos se distraía en aquel garaje.
La rubia caminaba por las calles de la comunidad comenzando con su plan, el cual era básicamente encontrar cierta mata de cabello castaño. Fue entonces cuando sus ojos se iluminaron al ver a Enid cargando una mochila sobre sus hombros mientras que caminaba con la mirada baja. Era su momento.
Marlene corrió hasta donde se encontraba la castaña para después seguirle el paso, estaba emocionada, llevaba tres días intentando acercarse a la adolecente, por lo que tenía que aprovechar ese momento, la Dixon no era de rendirse fácil.
— ¿Cuál es la aventura de hoy?. — preguntó Marlene caminando a lado de la castaña, está se tocó el puente de la nariz mientras intentaba ignorarla, solo pedía paciencia — Le robe a Carl algunos cómics, los traigo en mi mochila, también traje galletas, las preparo Carol pero como no me cae bien, no importa.
— ¿No tienes algo más que hacer?, Puedes entrenar a tu perro para que deje de meterse a las casas y asustar a los demás. — la rubia río ante lo dicho, era verdad, habían estado recibiendo varias quejas sobre un perro pulgoso, para ella, eso era una falta de respeto.
— Está con Ron, dijo que le iba a enseñar a bailar. ¿Te imaginas a Deadpool bailarín?. — aquel comentario si hizo reír a Enid, pues su imaginación era oro e imaginar al perro bailando solo causo un cosquilleo en sus costillas — ¡Te reíste!. — exclamó la rubia emocionada, inmediatamente Enid detuvo su risa y se rasco la nariz.
— Obvio no, fue un.. ¡Estornudo!, Si, eso. — pero Marlene solo alzó las cejas no muy convencida y siguió caminando junto a la castaña.
La boca de Marlene se abrió en forma de O al ver a su acompañante trepar el muro de Alexandría con mucha facilidad, se impresionó pues Enid parecía una chica bastante tímida y reservada, ni en mil años pensó que era una rebelde, eso le llamo la atención. A la mitad de su escalada, la castaña miro hacia abajo mirando con diversión a Marlene quien la veía con miedo.
— ¿No vienes?.
— ehh, paso. — negó mientras daba un paso hacia atrás — ¿Y si me caigo y muero?. — por segunda vez en el día, Enid río ante el comentario y bajo hasta tocar con sus pies la tierra firme.
— No vas a morir, solo es cuestión de que te agarre fuerte. Sube tu primero, si te caes, prometo intentar atraparte. — fue más que suficiente esa promesa mal hecha para que Marlene comenzara a trepar el muro sintiendo temblar cada parte de su cuerpo, su miedo a las alturas era grave, tenía que confesarlo.
— Si muero, dile a mi mami que la amo. — Enid negó un par de veces antes de que ella misma comenzara a trepar.
Y toda esa escena había sido vista desde la ventana de la casa Grimes, pues Carl Grimes observaba como Marlene trepaba el muro de la comunidad con intenciones de escaparse, luego su vista se dirigió a su compañera del crimen, Ellie. En realidad era Enid, pero tanto fue su enojo el día que la conoció que ni siquiera de preocupó por aprenderse su nombre. Entonces, las ganas de seguirlas comenzaron a picotearle el cuerpo.
No era por ser entrometido, solamente quería asegurarse de la seguridad de la rubia. Por lo que por primera vez desde que habían llegado, se puso sus botas y salió de su habitación rumbo al exterior.
Mientras que en el bosque las chicas caminaban escuchando las ramas crujir con cada paso que daban, en realidad Marlene no sabía que estaba haciendo con su vida, pero en su cabeza Enid debía de sentirse especial pues la rubia prácticamente le estaba confiando su vida al no saber a dónde iban. Fue entonces cuando la Dixon no aguanto el silencio y hablo.
— ¿Cuál es tu color favorito?.
— Te dije que no hablaras, te ayude a subir, pero no significa que ya te quiera. — cortó.
— El mío es el verde, pero no un verde común, si no, el verde de la naturaleza de los cuentos, porque la naturaleza que me rodea es fea, osea, no, iugh. — imitó un sonido de asco.
Era cierto, Marlene imaginaba un verde esmeralda, un verde con vida, solo ese tono que aparecía en los cuentos de niños o en caricaturas, le parecía un color especial y mágico. Un color alegre. Lo dicho anteriormente por la rubia dejo pensando a la castaña, Marlene parecía una niña soñadora y tierna, parecía buena persona, entonces Enid se preguntó el porque se estaba cerrando tanto. Su miedo por el mundo la estaba privando de las buenas personas, porque todavía las había.
Y Marlene era una.
— Azul. — dijo de pronto la chica causando la confusión de Marlene — Mi color favorito es el azul, y no uno común, si no el azul de mar, me trae paz imaginarlo. — comentó con media sonrisa viendo cómo la rubia compartía su expresión.
Luego de aquello, la castaña se arrodilló en lo que parecía un lugar tranquilo en el bosque, de su mochila saco una manta y la regó por el piso lleno de hojas y tierra. Esto a Marlene le llamo la atención, quería crear una especie de picnic.
—¿Cuál es tu animal favorito?. — preguntó Enid sentándose sobre la manta, a lo que Marlene imitó su acción y pensó antes de responder. Cientos de animales, pero había una especie que tenía su corazón, aunque fuera algo infantil.
— Los dinosaurios. — contestó, y fue cuestión de segundos para que la de cara redonda riera — ¡Hey!, Es verdad, merecían más tiempo. — ambas se miraron y rieron juntas ante lo dicho.
Así fue su mañana, riendo y comiendo mientras se hacían preguntas a lazar, resulta que más cosas tenían en común de lo que pensaban, en su etapa escolar nunca tuvieron amigas, ambas sufrieron burlas de las chicas de su mismo grado. Fue tan extraño que ambas se entendieran tan bien, pues el tiempo paso volando y cuando menos se dieron cuenta, ambas ya estaban dentro de la comunidad presenciando lo que parecía una pelea.
Los ojos de Marlene parecían querer salirse de su órbita al ver cómo Glenn se peleaba con uno de los hijos de Deanna, eso sí no se lo esperaba.
— A este tipo no le gusta nuestro modo de hacer las cosas. - dijo Aiden a su madre quien había llegado a parar la situación — ¿Porque dejaste entrar a esta gente?.
— Porque nosotros si sabemos que hacer ahí afuera. — respondió Glenn.
Entonces Aiden quiso darle un buen derechazo a Glenn, pero este lo esquivó y en su lugar le planto un puñetazo en la cara al hijo de Deanna.
— Pásame el caramelo. — le susurró Enid a Marlene quien se lo paso mientras ella comía un regaliz viejo que había encontrado.
— ¡Aiden!, ¡Ya basta!. — gritó Deanna al ver cómo Aiden caía al suelo, luego de esto Nicholas se abalanzó sobre Daryl, el cazador lo tacleo logrando que este cayera al piso.
— ¡Dije que ya basta!.
—¡Hey!, ¡Con ellos no te vas a andar metiendo!. — gritó Marlene poniéndose en un pie para sacarse su zapato derecho antes de aventárselo a Aiden viendo cómo le cayó en la cabeza.
Luego llegó Rick corriendo hasta la pelea, separando a Daryl de Nicholas intentando calmar la situación. Marlene (ahora sí un zapato), observó a Carl de reojo. Había salido de su cuarto, pensó la rubia.
— ¡Escúchenme bien!, Ahora Rick y su grupo son integrantes plenos de esta comunidad, son de los nuestros, ¿Entendido?.
— bien. — aceptó Aiden con cinismo yéndose del lugar.
Los residentes comenzaron a irse de la escena dejándola casi vacía, a excepción de Carl quien miro a las dos adolescentes dudando en preguntar lo que tenía pensado.
— ¿No admiten a un niño en su grupo?. — les preguntó refiriéndose a el mismo. Marlene lo miro con desconfianza y después respondió con firmeza.
— No. — y dicho eso, las chicas se alejaron del adolescente hablando entre ellas, claro que antes de abandonar el lugar, Marlene recogió su zapato mirando por última vez al chico.
Estaba enojada, y se lo haría pagar.
Author's note 📝
Un capítulo ligeramente corto, 1935 palabras, siento que estuvo bien.
LAS AMO GENTE, solo diré eso, posta, tengan fe en su amistad. Enid x Marlene >>>>> [HAGAN FRIENSHIPP].
Yo? Yo soy Marlene en la vida aventando mi zapato a todos BAJAHABKA.
Iris dibujo
BKJAABKA no la juzguen, ella es Picasso.
En fin, arios.
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