039. lost time
❝ °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER THIRTY
NINE: ¡Anderson!❞
㍍⠄’‧ꦿ🌤️チ↻°.
— ¿Marlene?, Así te llamas, ¿No es así?. — preguntó Deanna llamando la atención de la rubia — Te note.., muy feliz al llegar aquí, en realidad creo que eres la única a la que vi sonreír.
— Bueno, no se emocioné mucho, mi tío una vez me colgó a un árbol y yo estaba sonriendo. ¿Que cosas, no?. — la cara de Deanna cambio radicalmente levantando una ceja — Lo bueno es que sigo viva.
Marlene miro atentamente la cámara que la grababa, no iba a decirlo, pero se sentía como una super estrella, incluso, discretamente, posaba a la cámara tal cual diva. ¡Era la oportunidad de su vida!. Según ella.
— y dime, ¿Conocías a todos antes de esto?. — la castaña ignoro lo dicho y siguió con su entrevista viendo con ternura al bebé en el regazo de la mayor
— solo a mi mamá, mi tía Maggie, y al feo vagabundo con el pelo todo mugriento. Porque si, aunque no lo crea, el es de mi familia. — explicó pegando sus labios formando una línea.
La líder carcajeo encantada con la rubia de ojos mar que tenía enfrente, era una persona sumamente ocurrente y feliz para provenir de los afueras sabiendo el peligro que esto conllevaba, sin mencionar las secuelas emocionales que podía dejarte.
Más impresionada estaba pues antes de Marlene, Carl había sido entrevistado, y digamos que se había comportado todo lo contrario a la Dixon, incluso la mujer pensó que era mudo.
— ¿Tu papá está en el grupo?. — Marlene alzó la cabeza viendo a la mujer entrevistadora indecisa en contestarle, aún era una situación complicada, sin embargo, ahora era una nueva vida, una nueva oportunidad.
— sip, el pelirrojo, aquí entre nosotras es el que tiene cabeza de cerillo. — la rubia susurró lo último escuchando la áspera carcajada de la encargada resonar por toda la casa — Pero no es el biológico, mi papá murió hace unos años, lo convirtieron en errante.., tuve que acabar con su vida.
La Dixon bajo su cabeza acariciando la cara de su hermanito intentando no revivir ese momento en su cabeza, porque por más que quisiese olvidarlo, era algo que la iba a perseguir durante toda su vida. Por eso debía seguir adelante.
— Estoy segura, de que el se hubiera sentido muy orgulloso de ti, tienes una chispa Marlene. De alguna manera eres la chispa que une a tu grupo, admiro la armonía y paz con la que cuenta tu sonrisa. — por primera vez en toda la conversación, Marlene se había tomado enserio esas palabras, porque era algo que había necesitado escuchar desde hace tiempo — tu hermanito es afortunado de tenerte.
Marlene sonrió sin mostrar los dientes dándole una mirada cálida a la mayor, ya no era una de diversión o de cinismo, era una amistosa. Ese día Deanna se había ganado la confianza y el corazón de Marlene Dixon.
— ¿Las tres?. — interrogó Rick hacia Aaron viendo las tres casas que tenía enfrente sin poder creerlo, no era tan estúpido.
— cállate, Rick. — susurró Marlene viendo con fascinación las viviendas, ver aquellos hogares le quitó el enojo que se le había generado minutos atrás al haberle quitado sus armas, incluído su bate.
— están a su disposición. — contestó Aaron — Se que aún no confían en nosotros, pero es bueno que vinieran. Deanna nos pidió que les diéramos espacio para acomodarse, así que nadie los asfixiara. — explicó — si necesitan algo, estoy a cuatro casas. Ah, y Marlene, cualquiera de las tres es para tus papás, tu hermano y tú, como te prometí.
Aaron se fue de la vista de los recién llegados y entonces la mirada de los Grimes se dirigió en Marlene quien sonrió inocentemente como siempre.
— ¿Papás?. — preguntó Rick ladeandó la cabeza — Marlene.. dime qué no le dijiste a Aaron que eran pareja.
— técnicamente, me dijiste que no te dijera, así que.. ¡Yo pido la del medio!. — exclamó corriendo hasta la casa dicha.
— ¡Espérame!. — gritó Carl con diversión corriendo tras la Greene. Rick negó con la cabeza antes de seguir a los dos adolescentes a los adentros de la casa.
Al entrar, Marlene se topo con una casa bien decorada, parecía un lugar cálido y acogible, había cojines en el sofá, mantas sobre la mesa, marcos para fotos, le recordó a su hogar. Los pies de la rubia la guiaron hasta la cocina en dónde se llevó la sopresa de su vida, había agua, pues al abrir el grifo del lavaplatos un agradable sonido inundó sus oídos.
Carl miro a la Dixon con una sonrisa que ella de igual forma le regresó, ambos estaban de acuerdo en algo, Alexandría era un milagro.
— wow. — fue la primera palabra que salió de la boca de Meredith al entrar a la casa con su bebé en brazos — Buena elección, Mar. — aceptó la Greene mayor con una sonrisa mirando a su hija en la cocina.
— wow. — Abraham entró atrás de la castaña recitando exactamente la misma palabra que ella al observar el lugar con asombro — lástima que la tengo que compartir con el monstruo.
— ¡Hey!. — peleó Marlene mostrándole la lengua al pelirrojo.
— por hoy dormiremos en una casa, yo opino que sea la primera, solo por precaución, Carl y yo iremos a revisar las demás, nos limpiaremos y luego chicos pueden ir a explorar el lugar. — la rubia dio saltitos en su lugar emocionada ante las palabras de Rick, era lo que había estado esperando escuchar, ignorando el hecho de dormir todos juntos.
Sin embargo, la expresión de Carl cambio, no le hacía mucha emoción separarse de Marlene, no en un lugar desconocido, podía pasarle algo y era lo que menos quería.
— puedo quedarme aquí, imagino que las otras casas deben ser iguales, no hay mucho que ver. — se excusó el Grimes dirigiendo su mirada al piso. Rick miro a Abraham y el visto a Meredith quien iba a hablar hasta que Marlene tomo la palabra.
— no seas acosador, Carlitos, me voy a bañar y créeme cuando te digo que pasarías todas las líneas del acoso posible. — el castaño miro a la rubia dispuesto a protestar — vete a bañar que hueles feo, luego iremos a buscar a Deadpool porque ¿que crees?, Puede que se me haya perdido.. ¡Sorpresa!.
— ¡¿Que?!. — el Grimes tomo una mirada confundida — papá, vámonos. Tengo que bañarme.
Y así los Grimes salieron de la casa tras los empujones que Carl tuvo que darle a su padre para poder salir de la casa bajo las atentas miradas divertidas de los nuevos dueños.
— ¿Perdiste a Deadpool?. — preguntó Meredith manteniendo la calma. O eso pensaba.
— ¡No!, ¿Cómo crees?, Se me puede perder Eugene o Carol, pero Deadpool es valioso, lo deje correr por la comunidad, debe de andar por ahí. — dijo con calma la Dixon — me voy a bañar.
Abraham y Meredith se miraron con curiosidad antes de seguir revisando la casa esperando a que la adolescente terminara de utilizar la regadera.
Marlene amaba el agua, puede que no lo admitiera en público, pero al menos en ese momento si lo hacía, disfrutaba sentir como aquel líquido escurría por cada parte de su cuerpo llevándose la mugre y sangre que portaba este, fue entonces cuando algo cruzó por su cabeza.
No importaba cuántas veces se limpiará, cuántas veces se mirara al espejo totalmente limpia, aún así ella se seguiría viendo con sangre en sus manos, con sangre en su cuerpo, no era inocente, la nueva vida le había arrebatado eso.
Con su cabello húmedo y su cuerpo limpio, la Dixon salió de la ducha vistiéndose con las prendas que su madre le había dejado sobre la taza del inodoro, se sentía cómoda, claramente no se iba a quejar.
Su mente se quedó en blanco al verse al espejo, contemplando cada parte de su rostro, sus manos tocaron su reflejo sintiendo cómo se teletransportaba al pasado, la última vez que se había visto en el reflejo de un espejo tenía doce, actualmente tenía casi quince años y sentía que habían pasado cien.
— Marlene. — llamó su madre desde la parte de abajo sacando a la rubia de su transe emocional.
Mirándose por última vez, la Greene bajo por las escaleras sintiendo su cabello gotear, al ver a su madre en la cocina cargando a su hermano le dio un alegre sabor a hogar, le recordó todas esas veces que su mamá le hablaba para comer.
Meredith miro hacía las escaleras viendo con amor a su hija, la lleno de alegría observarla limpia, con una sonrisa al igual que ella, ambas sabían que era el lugar correcto, y la Greene mayor le alegraba saber que sus hijos tenían una nueva oportunidad para vivir.
— te ves hermosa. — halagó la castaña viendo como Marlene terminaba de bajar las escaleras — Estás feliz ¿Cierto?. — la rubia asintió con la cabeza abrazando a su mamá y a su hermano.
— ¡Ya no me parezco a Daryl!. — festejó refiriéndose a la mugre — yo estoy limpia y el apestoso no, ya no dirán que somos familia.
Meredith negó pasándole el bebé a la adolescente. — ¿Dónde está Abraham?. — preguntó Marlene mirando por la ventana del hogar.
— Fue con Daryl y Glenn a observar la zona, quiere asegurarse de que realmente sea seguro. — respondió formando caireles con su dedo en el cabello de la rubia — Me iré a bañar, ¿Puedes cuidar a tu hermano? Por favor.
— bien. Voy a obligarlo a que hable. — la castaña la miro con reproche — ya se, ya se, aún no está en edad.
De pronto el sonido del timbre de la casa atrajo la atención de Marlene quien jugaba con su hermano en el sofá. — ¿No pediste algo por internet verdad?. — preguntó la rubia levantándose dejando a su hermano en el sillón.
Fue entonces cuando al abrir la puerta su vista se congelo, su mirada se iluminó y de pronto sintió su cuerpo temblar. Al parecer la persona que tenía enfrente también la había recordado pues la vio con nostalgia soltando la canasta que llevaba en manos.
— Jessie. — dijo Marlene apenas en un susurro antes de apresurarse a abrazar a la mayor, está no tardó mucho en apretar el abrazo dejando besos en la cabeza de la Dixon.
— Mar, estás enorme. — ambas rieron mientras la Anderson acariciaba el rostro de la adolescente con cariño — no lo puedo creer.
Musitó volviendo a abrazarla dejándose llevar por el tiempo perdido, tenía a Marlene ahí, en sus brazos, tenía con ella a la niña de las fotos de su hogar. Tenía con ella a la hija que nunca había tenido, después de todo Jessie nunca había perdido la esperanza de volverla a ver.
— ¿Jessie?. — preguntó Meredith un poco más alejada atrás de su hija.
La mencionada se separó de la rubia llevando su vista al fondo mirando a la mujer que tenía a unos cuantos pasos de ella, su mejor amiga estaba con vida. Ambas no tardaron mucho en abrazarse, en llorar juntas murmurando lo mucho que se habían extrañado.
En ese tiempo Marlene aprovecho en ir por su hermano a la sala con intenciones de presentárselo a Jessie.
— Debes conocerlo. — acaparó la Dixon la atención — El es Apolo, mi hermano.
Jessie ahogó un suspiro de sorpresa sonriendo a lo grande viendo al pequeño entre los brazos de Marlene, la Anderson camino hasta ella cargando al bebé entre sus brazos. — debes de contarme todo. — le dijo Jessie a Meredith — pero antes, Marlene, ¡Ron está aquí!. — exclamó con entusiasmo sabiendo lo mucho que Marlene se emocionaría, sin contar la alegría de su hijo al verla.
La Dixon aplaudió como loca saltando de un lado al otro. — ¡¿Dónde está?!. — preguntó eufórica corriendo hasta la puerta.
— Diez casas a la izquierda das la vuelta y luego son dos más. — respondió con una sonrisa mirando la emoción de la adolecente quien ya tenía dos pies afuera de la casa.
— ¡Con cuidado!. — advirtió Meredith a Marlene pues está ya estaba afuera de la casa.
— ¿Marlene?. — preguntó Carl al ver a la rubia salir de la casa corriendo en una dirección — ¡Marlene, espérame!. — llamó el castaño corriendo tras la Greene quien no se inmutó de sus llamados.
En ese momento solo estaba pensando en una cosa, iba a volver a ver a su mejor amigo, era una esperanza que ella había perdido, pero que ahora era posible. Marlene corrió siguiendo las indicaciones dichas por Jessie minutos atrás, su emoción se congelo al ver a un chico afuera de la casa, casualmente la que daba con el mapa improvisado de la Anderson.
Le tomo un segundo reconocer al chico como su mejor amigo, era el, era imposible no reconocerlo, porque durante todos esos años ella se lo había imaginado, y no había estado tan alejada de la realidad. — ¡Anderson!, ¡Anderson! — gritó Marlene corriendo nuevamente hasta el chico.
El cobrizo dejo la lectura de su comic de lado volteando hacía dónde le habían llamado,
el adolecente observó a unos metros de el como si hubiera visto a un fantasma del pasado, pero para el siempre sería el presente. Del igual forma el la reconoció al instante, como olvidar ese cabello dorado y esos ojos malignos, según el.
— Marlene.. ¡Marlene!. — exclamó él Anderson corriendo hasta la Dixon — ¡Estás viva!.
— ¡Estoy viva!. — exclamó de igual forma abrazando a su amigo — ¡No estás muerto!.
— ¡No me morí!. — ambos se separaron riendo entre si — ¡Estamos juntos otra vez!. — volvió a gritar saltando al igual que su amiga.
— ¡Estamos juntos otra vez!. — gritó eufórica carcajeando nuevamente dejándose llevar por las carcajadas de su mejor amigo — ¡Eres un imbécil!.
— ¡Soy un imbécil!. — la carcajada de Marlene se incrementó — espera.., ¡Oye!. — Ron empujó a la rubia al darse cuenta de que había jugado con su mente.
Ambos se quedaron en silencio y luego rieron como imbéciles volviendo a fundirse en un fuerte abrazo, el tiempo había pasado en el mundo, pero su amistad se había congelado y en aquel momento se había derretido nuevamente. Ellos estaban juntos, ninguno de los dos se había olvidado del otro pues cada quien formó parte de la infancia del otro.
Su lazo era irrompible, ambos se querían, se habían extrañado y recuperarían el tiempo perdido.
Solo que había una persona que no estaba del todo alegre con eso, pues durante aquel reencuentro, Carl Grimes se había limitado a observar escondido en la esquina de la calle, mirando como su luz iluminaba a otra persona.
Ahí fue donde comenzó su tormenta.
Author's note 📝
Que puedo decir, ME TARDE, LO ADMITO BAKABJABA. Es que bro, harta flojera que me daba (re feo).
Pero bua, aquí está aquí está por fin, RONLENE. Es que no miden mi emoción, yo siendo team Ronlene estoy más feliz que nada.
Y bua, en el próximo capítulo ya habrá interacción con Enid, en fin.
¿Me extrañaron?. Yo sé que si. (Alto ego) BSJSB.
CREE UN FANFIC DE BELLAMY BLAKE, POSTA, si lo aman tanto como yo denle amor, porfi :(
ARIOS.
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