038. Alexandría

❝  °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER THIRTY
EIGHT:
I'm your dad























㍍⠄’‧ꦿ🌤️チ↻°.

— ¿Porque caminas como si te hubieras hecho pipí?. — interrogó Roxane al ver cómo Marlene caminaba con las piernas y brazos separados, se veía muy graciosa.

— tal vez porque estoy empapada de todas las partes del cuerpo posibles. — la mirada de la pelirroja se notó sin comprender — incluso de las que no sabía que se podían.. — Marlene miro a la nada relatando — estoy traumada Rox.

Roxane negó vagamente antes de entrar al granero para asegurar que fuera seguro junto con una aparte del grupo. Y nuevamente, según el pensamiento de Marlene, el granero había sido un milagro, la tormenta estaba arrasando con todo. No era una opción estar afuera, era peligroso.

Con la desconfianza de un gato y el peligro rodeando la zona, Rick le hizo un seña al grupo de afuera para que así entrarán, al menos tenían un pequeño refugio provisional.

Así fue como comenzaron a armar su noche, hicieron una fogata, algunos se sentaron alrededor mientras que otra simplemente se alejaron, Maggie fue una de ellas, y aunque la rubia quisiera con todas sus fuerzas hablar con ella, respetaba su decisión, Marlene le daría tiempo. No era fácil.

Meredith reposaba viendo las brazas de la fogata, ella pensaba en todo, ¿Cómo debería seguir?, ¿Que haces cuando pierdes a una hermana?. Pues aunque no lo había dicho y nadie lo había descubierto, la Greene mayor se culpaba, tal vez si en la batalla de la prisión, no se hubiera enfocado en matar al gobernador para cumplir su venganza.

Tal vez si en vez de hacer eso, hubiera buscado a su hermana, probablemente ella estaría con vida. Pero no existía un hubiera, ni un tal vez, y esos pensamientos le estaban carcomiendo la cabeza. Fue cuestion de segundos cuando su mirada se poso en sus hijos.

Su fuerza, ver a su bebé dormido en los brazos de Roxane,y ver a Marlene riendo junto a Carl, eso le dió paz, ellos le daban la fuerza que necesitaba para vivir.

Mientras que con Marlene la cosa era distinta, todas sus pérdidas las estaba superando, ¿Cómo?. Recordando el mejor momento que pasó con cada uno, ella sabía que nunca los olvidaría, pero si podía superar su dolor. Al menos quería ser feliz, intentar recordar a todos de la mejor manera.

— y entonces.., ¡Pum!, Will y yo nos quedamos encerrados en el armario del conserje. — relato Carl con diversión escuchando a la rubia reír — ¡No te rías!, Fue traumático, puede que Will era mi mejor amigo pero fue una pesadilla haber estado con el por horas.

— no te imagino con amigos, de hecho pensé que eras el niño al que le hacían bullying. — confesó Marlene viendo la mirada de reproche que el castaño le mandaba — Yo también tuve un mejor amigo, ¿Y sabes algo?, Nunca le dije que era importante para mí, pero yo siempre lo iba a escoger sobre todas las cosas.

La mirada de la Dixon se poso en las llamas del fuego que iluminaban el granero, de pronto su mente viajo por el tiempo, recordando a mejor amigo, se preguntaba cómo es que había crecido, pero lo que más se preguntó es, si seguía vivo.

Si su familia seguía con vida, los Anderson habían sido su otra familia durante todos los años de su niñez. Ahora solo le quedaba recordarlos con amor.., claro, también con algo de gracia.

— ¿A dónde vas?. — preguntó Carl al ver a la Dixon ponerse de pie.

— voy a hablar con Abraham, duerme Carlitos, pareces momia y en verdad asustas. — confesó ella caminando hasta el pelirrojo escuchando la casta risa del castaño.

— hm, ¿Abraham?. — llamo la rubia con titubeó sentándose a lado del hombre.

El militar miro a la niña sintiendo la chispa de sus ojos encenderse otra vez. Probablemente el nunca lo admitiría, pero había extrañado compartir palabra con ella, con su hija no de sangre.

— yo no quería incomodarte, tampoco quería hacerte sentir mal, mucho menos quería que te alejarás de mí, tal vez te pegue con mi bate y en ese tiempo se me hizo lo mejor del mundo, puede que te llame sargento burro, y también puede que te rasguñe mucho al dormir — Marlene tomo una bocanada de aire antes de seguir hablando rápidamente — pero nunca intente formar ese lazo, y ahora tu eres esa persona que ya no tengo, eres-

Pero antes de que siguiera hablando, el hombre la corto.

— Soy tu papá. — concluyó Abraham mirando a la adolescente con cierta ternura al ver qué sonreía como una infante — puede que hables hasta por las orejas, nunca te callas y tu diccionario de palabras favoritas es el sarcasmo, estás medio loca y te faltan varias tuercas, no me preguntes cómo, pero si, te ganaste mi cariño absoluto.

Y sin esperar nada más, la rubia abrazo al pelirrojo con ese cariño que tanto anhelaba dar y recibir. Porque Abraham tenía su cariño, y ella tenía el de el. Era una cosa de dos.

Marlene despertó sintiendo el dolor de su muñeca incrementarse, la noche anterior no había sido nada fácil. La tormenta no solo empeoró, si no que también una gran horda de caminantes intentaron derribar la puerta del granero.

Pero con la ayuda de todo el grupo eso no ocurrió, gracias a aquel acto, la muñeca de la rubia se había lastimado intentando mantener la puerta en pie.

Sonrió al ver a Deadpool jugando con una pelusa que se movía de un lado al otro. Parecía gato.

La mañana transcurrió normalmente, Maggie y Sasha habían decidido salir a tomar un poco de aire, mientras que los otros rondaban por el granero intentando buscar algo de comida o bebida. Ya no quedaba nada.

— ¡Gane!. — chillo Marlene aplaudiendo — no puedes vencerme soy superior, admitelo, dilo.

Viendo el juego de gato, dibujado en el suelo del granero, Carl frunció el ceño resoplando de mala gana, era perdedor por tercera vez en la mañana y eso comenzaba a frustrarlo.

— es obvio que fue pura suerte, juguemos otra vez. — y las tres veces que lo había dicho, había perdido, pero Marlene satisfecha acepto sabiendo que iba a volver a ganar.

De pronto su atención se desvío a una nueva cara en el granero, Marlene ladeó la cabeza asemejándose al movimiento de un perro, ahora tenía curiosidad.

— amigos, el es Aaron. — presento Maggie con cinismo hacia el grupo.

Y como Marlene ya estaba cansada de hablar con las mismas personas, decidió presentarse amablemente.

— hola Aaron, yo soy Marlene. — saludo la rubia con su mano desde lejos mientras sonreía felizmente.









































































— ¿Me pueden adoptar?. — preguntó Marlene por novena vez en el día sentada a lado de su nuevo amigo Aaron.

Alexandría era su nuevo destino, su nueva posibilidad de ser supervivientes, ahí estaba su nueva esperanza, el día anterior había sido largo, la noche se había resumido en caos, pero por fin el sol había vuelto a salir. Nuevas oportunidades.

— creo que a Eric no le molestaría la idea. Ama a los niños. — respondió Aaron con alegría viendo a su pareja descansar plácidamente en la cama de la caravana.

— ¿Vamos a tener casa propia?. — la Dixon siguió con su pequeño interrogatorio intentando calmar la emoción que contenía en el pecho.

— ¿Tu mamá y Abraham están juntos?. — interrogó Aaron acomodándose en su lugar.

— ¿Porqué preguntas?. — volvió a preguntar Marlene.

— porque Deanna tal vez pueda asignarles una casa a tus papás, hermano y tú. — al decir eso la mirada de Marlene cambio a una de maldad.

No estaba bien mentir, pero técnicamente no estaría mintiendo, la rubia sabía muy bien que entre su madre y Abraham pasaba algo, solamente necesitaba dar un pequeño empujoncito a la situación.

Y que mejor idea que dar a conocer su relación ante su nueva comunidad. Obviamente era el único propósito, no era porque ella quisiera tener una casa propia ni nada por el estilo.  Nunca en la vida.

— claro que están juntos, míralos, como dos bellos enamorados. — dijo Marlene con una sonrisa inocente en la cara.

Aquella acción le dió un pequeño deja vu al hombre aventurero, Aaron juraba haber visto aquella expresión en algún lado. Su ceño se frunció y su mirada cambio a una interrogante, ante este acto, la Greene lo miro raro.

— lo siento, es solo que, siento que te he visto en otro lado. — y fue cuando una chispa en la cabeza de Aaron se conecto — es gracioso, hay un chico en la comunidad que siempre repite tu mismo nombre, Marlene, probablemente me este volviendo loco.

Y justo cuando la curiosidad de Marlene iba a hablar, Noah entro a la pequeña habitación de la casa rodante con una botella de agua y Aspirinas.

— Se que es hora de otra dosis, pero lo dejaré dormir hasta que lleguemos. — explicó Aaron en voz baja refiriéndose a su pareja.

— No, es para ti. — corto Noah — no nos matara compartirlo contigo, a demás ella nos amenazó, — señaló a la rubia — debemos tratarte bien.

— gracias. — agradeció el ruloso viendo al moreno marcharse — Tu pierna. ¿Eso te ocurrió antes?.

Noah se giró volviendo a ver al hombre aventurero, como Marlene le había puesto.

— Durante. En un accidente de auto con mi papá. Había errantes en el camino. Me atendió un médico, tengo suerte de caminar.  — contó el adolecente posando su vista en lados distintos mientras la Dixon le regalaba una sonrisa en señal de apoyo.

— En Alexandría hay un cirujano excelente. Se llama Pete. — Marlene puso atención en la conversación asombrándose por el nombre dicho, era una coincidencia muy peculiar.

El padre de su mejor amigo se llamaba Pete, y casualmente también era cirujano, Marlene recordaba todas las veces que tuvo que consolar a su amigo escuchando como le decía que su papá nunca estaba en casa para convivir con el. Por culpa del trabajo.

Por eso ella no lo olvidaba, pero claro que no quería hacerse una falsa esperanza, podía ser solo una casualidad.

— lo ví hacer cosas impresionantes, tal vez pueda ayudarte. — alentó Aaron.

Y con nueva esperanza y una pequeña chispa de felicidad, Noah abandono la habitación regalandóle una fugaz sonrisa a los presentes.

— vuelvo en un rato, no me extrañes Aaron el aventurero. — informo la chica saliendo de la habitación para llegar a donde su madre estaba. En el asiento del copiloto.

La adolescente se sentó en las piernas de su madre escuchando una casta risa de esta. Al menos la mujer estaba volviendo a sonreír, por fin la tormenta abandonaba su cabeza. Meredith estaba volviendo a brillar.

— ¡Papá, mira!. — la rubia señaló la comunidad con una alegría inmediata, aún estaba lejos, pero ella ya sentía a las personas cerca.

Los mayores sonrieron viendo a la adolecente festejar en "silencio", les encantaba verla así de feliz y emocionada. Marlene había nacido para ser así. Eso era claro.

— ¿Cuánto más nos falta?. — interrogó Abraham hacia la Greene mayor.

— hicimos más de la mitad del camino. — informo mirando el mapa distrayendóse al ver el dibujo de un perrito dibujado por Marlene. — ¿Se supone que es Deadpool?.

— no se supone, es Deadpool, mamá. — dijo la rubia orgullosa — el flojo viene con Carl, no se quiso despertar para cambiarse de vehículo.

Y mientras Marlene discutía sobre lo flojo que era su mascota, Abraham hablaba con una sonrisa triunfadora en el rostro.

— podemos llegar, podemos llegar. — susurro para si mismo.







































































— ¡Oh, por, dios!, ¡Es real!. — una eufórica rubia se bajó de la casa rodante con su bate en la mano y su mochila en los hombros — voy a llorar, ¡Carlos, sal rápido del coche y ven a ver!.

El mencionado llegó corriendo a un lado de la Dixon junto con Deadpool, topandóse con la gran reja café que diferenciaba a la nueva comunidad, Alexandría.

Ambos adolescentes abrieron la boca en forma de O al ver la reja abrirse por un lado dejando ver el lugar, parecía todo tan familiar, tan seguro, incluso Marlene pensaba que aquello era un sueño.

La rubia entrelazó su brazo con el del castaño para así comenzar a caminar seguidos de Deadpool quien iba feliz de la vida saltando de un lado al otro.

Fue justo en eso cuando Marlene giro la cabeza hacia una de las casas del lugar, su mirada cayó en una chica castaña con una mirada curiosa mirando por la ventana de la casa, asombrada y sin quitar la mirada de la ventana, Marlene tironeo del brazo de Carl.

— mira. — fueron dos segundos los que la Dixon se volteo para ver al Grimes y cuando ambos adolescente voltearon, ya no había nada.

Esto solo hizo que Marlene ladeara la cabeza un tanto confundida.

Y ahí fue donde comenzó todo.


































































































Author's note 📝

BUEEENAASS, Este, pues como que me desaparecí ¿No?, *Ríe nerviosamente*.

NO TENGO EXCUSAS, soy una floja BKAABK, en fin.

MARLENE LLEGÓ A ALEXANDRÍA Y ENID HIZO SU PRIMERA APARICIÓN, estoy feliz, primer aviso.

¿Porque creen que a Aaron se le hace familiar Marlene?

MAÑANA ES MI CUMPLEAÑOS, WUIERO DESPERTAR Y VER MI TABLERO SATURADO DE SUS FELICITACIONES, (si no lloro).

RONLENE ESTA CERCA GENTE. TEMBLEN FANS CARLENE. [mentira] ¿?

LOS AMO MAS QUE A NADA, ARIOS.

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