027. 𝖦𝖺𝗋𝖾𝗍𝗁
°⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER TWENTY
SEVEN:
what a bad luck ❞
㍍⠄𝄒‧ꦿ🌤️チ↻°.
DESCONFIANZA, SI ANTES EL GRUPO ERA desconfiado..., Digamos que ahora eran más. Mucho más. En especial Rick quien para todo ponía un pero. No era malo, en realidad era bueno ver un verdadero líder, sin embargo a veces se pasaba un poco mucho de la raya.
Parecía novia celosa. Según Marlene.
Al llegar a la Iglesia la revisaron de pies a cabeza, a Marlene no le sorprendió ver a Daryl salir con unos boxers en mano diciendo: el padre tiene malos gustos, en realidad había sido un aprenda extremadamente horrorosa.
Después de una determinada y detenida verificación, el grupo salió, se dividió, algunos a buscar comida y otros tantos a buscar municiones, todo a excepción de Marlene, Carl, los bebés y por supuesto Eugene. Aún tenía miedo el pobre hombre.
Algo tenía aquella iglesia pues excesivos recuerdos pasaron por la mente de la rubia tal cual como flashbacks, como un cd que se repetía una y mil veces sin parar, o más bien, ella no quería que parará, lo reproducía una y otra vez solo para no olvidar.
Quería seguir recordando su vida antes del desastre pues es que no todo fue malo. Ella poco a poco sentía como olvidaba a su padre y en realidad no quiera hacerlo, simplemente era como dejar de tenerlo presente. Eso la asustaba.
Se preguntaba si el día de mañana no lo recordaría, si, no recordaría a Hershel. Tantas preguntas, tantos miedos, tantas cosas que tenía que ocultar por miedo a ser débil, miedo a ser un blanco. Algún día todas esas emociones saldrían y entonces si, habría un atormenta en su cabeza y corazón.
Esfumando esos pensamientos la rubia vio a su alrededor, el grupo nuevamente reía, se veía feliz por el logro. Rick había traído comida, demasiada lo que era bueno, después de tantos días de ardillas y nueces al fin podrían comer algo más decente.
Era una mejoría.
Sus caras ya no eran de desagrado o cansancio, ahora se veían un poco más alegres y con un pequeño brillo, eso hacía feliz a Marlene.
― ¡Vamos! ― chillo la Greene menor feliz mientras que empujaba juguetonamenté el hombro de Meredith quien estaba sentada en el piso junto a ella ― el Marinero se ahoga, oh, por lo menos eso dijo.., papá ― su tono decayó al terminar la oración con un vacío.
La castaña de ojos verdes abrazo a su hija por los hombros haciendo que está apoyara la cabeza en su hombro.
― el estaba tan orgulloso de ti, tanto ― suspiro con nostalgia viendo al bebé que yacía en las piernas de Marlene ―, te amaba tanto, y me alegra decir que tu tienes la valentía de tu padre ― murmuró con orgullo y un semblante más empático.
― a veces lo veo ― confesó la chica enderezandóse en su lugar ―, cuando veo las estrellas, ¿Sabes?, Una vez le dije a Carl que las personas que mueren se convierten en estrellas que iluminan las noches, que, te cuidan desde allá ― contó con ilusión dejando ver una media sonrisa ― hablo con papá todas las noches ― Marlene miro a los ojos a su madre notando cómo está tenía un pequeño charco en sus ojos ― no quiero olvidarlo ―. Sollozó abrazando a la castaña quien lo hizo de igual forma recibiendo el abrazo amorosa y reconfortantementé.
Marlene, Meredith y Apolo se hallaban en un pequeño rincón más alejado del grupo, ahora solo eran tres, y tal vez, con el tiempo, serían cuatro.
― ¿Estás loco o que te pasa? ― atacó Marlene llegando con Apolo en brazos a lado de cierto pelirrojo sentándose justamente a lado de este ― ¿Washington DC?, ¿Seguro no te quemaste la cabeza?, Bueno, ahora comprendo porque está roja ― ante su broma la rubia río escuchando una amarga risa del sargento ― ¿Que te pasa sargento burro?.
El hombre titubeo antes de contestar observando como la madre de la rubia se encontraba en la esquina de la Iglesia hablando tranquilamente con su hermana. Parecían felices.
Minutos atrás el hombre había dado un pequeño discurso incentivando a todos de ir a Washington a hallar la cura, quería llevarlos a todos con el y bueno, Rick acepto sin embargo, no todos estaban totalmente convencidos. De hecho, Marlene había sido la primera en alegar sobre el tema.
Uno: no creía en una cura. Dos: era un viaje muy largo a lo cual Marlene tan solo de pensarlo le quemaba la cabeza y los pies. Tres: no había tres, simplemente no quería ir.
― ¿Tu vendrás? ― interrogó el pelirrojo ignorando la anterior pregunta de la contraria quien le hacía caras extrañas al bebé.
― bueno, no, en realidad ni tengo idea ― confesó alzando las cejas ― yo voy a dónde mamá me diga, punto. Pero sinceramente creó que ella tampoco cree en una cura. No lo sé pelirrojo, ve y pregúntale a ella ― la rubia señaló a su progenitora.
El pelirrojo le tenía un miedo, gigante.
― ¿Para que me amenacé con cortarme la garganta con un jodido cuchillo otra vez?, No, paso, niña ― negó el hombre moviendo sus manos ― ¿Porque coño te ríes?.
La rubia río con ganas antes de contestar. Es que en realidad esa escena había valido oro. Aquello paso antes de llegar a la iglesia, como uno o dos días antes pues el pelirrojo hizo una broma algo subida de tono enfrente de los menores a lo que la castaña respondió muy cortésmente poniéndole una navaja en el cuello.
Fue un gran show.
― ¡Fue divertido! ― exclamó Marlene volviendo a reír logrando que el bebé riera con ella ― ¿Ves? Hasta a él le da gracia ―, la chica callo unos segundos dejando que una idea pasará por su cabeza ― ahora que lo pienso, tu no lo has cargado, vamos pelirrojo, no seas nena.
― yo no toco engendros, paso ― comento este con burla mirando al frente con media sonrisa.
― hay mira, se me cayó en tus manos ― dijo la rubia con sarcasmo dejando al bebé en manos de pelirrojo escuchando como este gruñía ― deja de gruñir, te vas a convertir en perro.
Fueron unos minutos en los que Abraham se quedó quieto, el hombre solamente sentía como el bebé jalaba de su barba mientras reía castamente. Por una razón no había querido cargar a el niño, le traía recuerdos. El y Marlene.
Cuando pierdes a una persona, regularmente piensas, ¿Que tan difícil puede ser olvidarla?, Bueno, para algunas personas eso es tarea fácil, para otras.. nunca es tan sencillo olvidar.
Aquella fue una linda escena, un pelirrojo, una rubia y un bebé, "conviviendo" tranquilamente intentando olvidar todo lo malo. Abraham no se quejo, ni siquiera intento en devolver al infante, tal vez eso le gustaba, ni siquiera el lo sabía con exactitud.
Simplemente era algo lindo.
― Estaba en el cementerio, alguien me golpeó, desperté en un especie de patio, era como, una escuela ― relato el moreno viendo a los presentes que lo rodeaban y lo miraban con temor y dolor ―, estaba ese tipo, Gareth, y cinco más ― la respiración del moreno se entrecortaba conforme las palabras salían de su boca ― estaban comiéndose mi pierna ahí frente a mi.
Marlene titubeó antes de hablar, probablemente luego de su comentario le darían un sermón pero, era necesario que abriera la boca.
― así que te cortaron la pierna y se la comieron como la última cena. ― intuyó la chica poniéndose de rodillas junto al moreno, si las miradas matasen, probablemente Marlene estaría más que muerta ―, ¡Bien!, Lo sé, suena feo pero es así, escuchen esta gente está loca, la única forma de terminarlo saben cómo es ―. Marlene hizo un movimiento con sus manos simulando una pistola ― Vamos por ellos y a quien se coman primero, que mala suerte. ― el grupo se intercambio un par de miradas, realmente lo estaban considerando ignorando el hecho de que era un pésimo plan.
Rick rechisto poniéndose de pie. Si bueno, el plan de la Greene era un asco. Así las cosas.
― no vamos a ser comidos por ellos, y tampoco vamos a matar a nadie. Aún ―. La rubia silbo en picada negando con la cabeza ― ¿Tiene a Daryl y a Carol?.
El moreno suspiro antes de hablar, estaba sudando, demasiado para ser francos, parecía haber corrido un maratón, eso y su laborioso estado de shock. Era sencillo de entender, despertar y ver a personas comiéndose tu pierna.. la verdad no es el mejor escenario.
― dijeron que se escaparon ― contesto Bob antes de comenzar a hacer un par de sonidos raros, estaba sufriendo, el efecto de la "anestesia" estaba pasando y claro que eso le dolería como el infierno.
― está sufriendo ― Sasha volteo en dirección a Rosita quien se hallaba de pie ― ¿Queda algo para el dolor.
― aún hay píldoras en el botiquín, las traeré ― dijo la latina dándose la media vuelta, sin embargo la voz de Bob la detuvo.
― no hace falta. ― el moreno se enderezó un poco mientras gruñía y se quejaba, el hombre comenzó a descubrirse el hombro dejando ver una mordía de errante. Oh mierda ― fue mientras buscábamos comida.
Las caras de todos cambiaron, incluida la de cierta rubia quien se puso de pie y se alejo de la escena murmurando por lo bajo.
Hubo una vez que le dijeron que su cuento de princesas había terminado, que tenía que afrontarse al mundo real, a la vida real.
Gareth quería guerra, pues ella se la daría.
Author's note 📝
Hombre que pido perdón por no haber actualizado pero bueno, exámenes, tareas que entregar, etc.
Ya me trae todo de madre pero bueno, ¿Cómo están?, Cuéntenme sus cosas quiero chismear con ustedes.
En fin, también les cuento que cree una cuenta en Instagram para este perfil donde estaré subiendo Gráficos, y otras cosas para interactuar con ustedes, el enlace está en mi biografía por si quieren darle una pasada.
En fin, los amo! <3
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