025. 𝖳𝗈𝗀𝖾𝗍𝗁𝖾𝗋

❝  °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER TWENTY
FIVE:
are you here right?






































㍍⠄𝄒‧ꦿ🌤️チ↻°.

― QUÉDENSE AQUÍ ― PIDIÓ GARETH encaminándose a la apuesta de salida.

― ellos no pueden escaparse.

― ¡Quédense hasta que sepa que pasa! ― ordenó el castaño saliendo del lugar con rapidez.

Marlene arrastrándose por el piso logro ponerse nuevamente de rodillas tratando de romper el plástico que amarraba sus manos.

Saldrían de ahí.

Mientras los hombres de manteles peleaban sobre que debían hacer, Marlene consiguió liberarse de las manos gracias a su estaca casera.

Viendo sigilosamente a los hombres la rubia desató sus pies compartiendo una mirada con el Grimes mayor. El también se había desatado.

― ¡Hey! ¡Mírame! ― llamo el hombre de bat a su compañero.

Justo cuando el contrario volteo Rick acuchilló al hombre sin cabello justo en el cuello causando que esté muriera al instante, pronto el Grimes camino hasta el otro hombre haciendo exactamente lo mismo solo que en el pecho.

Mientras tanto Marlene desamarrába a los otros quienes después se encargaban de desamarrarsé los pies.

― si están en problemas, podemos escapar ― comento Rick.

― sonó como una bomba ― aporto Glenn quitándose la venda de la boca.

― sonó como una guerra ― negó el Dixon ― Mar ― en un auto reflejó la rubia tomo el cuchillo que el cazador  le había lanzado.

Los cuatro hombres junto con la menor pasaron a otra área en la cuál había partes humanas, desde torsos colgados en el techo hasta dedos de manos y pies.

Era horroroso.

― si se cruzan con alguno de ellos mátenlo ― añadió Rick viendo todo de la misma manera que los demás.

― okey, voy a hablar en nombre de todos en decir que esto es asqueroso ― se adelanto Marlene tocando con su dedo lo que parecía una pierna ― asco.

Los gritos de ayuda de personas desconocidas llamaron la atención del grupo quienes se dejaron guiar por las voces.

La Greene se aproximó hasta el coreano aún cojeando un poco.

― podemos pasar por ahí corriendo, están distraídos ― dijo Rick viendo por la ventana de la puerta.

― hay que liberar a esa gente ― agregó Glenn llevándose cuatro miradas incrédulas ― es lo que somos, todavía.

El grupo salió del pequeño cuartel corriendo entre el patio de Terminus, este estaba hecho un caos, había errantes por todos lados al igual que explosiones y humo.

Un asco.

Para llegar al primer vagón la rubia solo tuvo que matar dos errantes pues estos se le habían acercado peligrosamente.

Del vagón había salido un loco, un hombre de barba y pelo largo enmarañado, tenía algunos tatuajes en la cara a demás de parecer haber estado ahí mucho tiempo.

― que gran rescate ― murmuró Marlene al ver cómo un errante se había abalanzadó sobre el hombre.

― tenemos que volver ― comento Bob cubriéndose entre uno de los vagones.

― es por allá, si volvemos nos vamos a perder ― aseguro Rick intentando ver por el humo.

― no tenemos opción ― ¿Porque Daryl es tan negativo? Se pregunto Marlene internamente.

― esperen aquí ― ordenó Rick caminando hacia el frente.

Ese hombre tenía genes de suicida, al menos eso pensaba Marlene cada que veía hacer algo estúpido al Grimes, tal vez hacia cosas listas pero siempre eran jodidamente arriesgadas y estúpidas.

El hombre había interceptado a uno de los hombres de Terminus con el único fin de quitarle la metralleta que tenía en mano para así poder liberar el camino de errantes.

Listo pero arriesgado.

De ahí el grupo corrió hasta la segunda curva del complejo siguiendo al líder, ahora tocaba ir por los demás.

― ten Mar ― el Grimes le extendió un arma a la rubia quien la tomo gustosa, le iba mejor con las pistolas que con los cuchillos.

Bueno, ella prefería su bat pero seguramente ya era historia.

Cuando llegaron a Terminus les habían retirado todas sus armas, la única escapatoria que Marlene tenía era su mochila negra, está la había escondido en una cabaña del bosque, esperaba volver por ella.















































La puerta del vagón se abrió pintando una sonrisa triunfante en el rostro de los incautos. Era Rick.

― ¡Vamos!, ¡Vayan al centro! ― indicó el Grimes disparando a los errantes cercanos.

Carl corrió a su padre dándole un rápido abrazo luego de posar su mirada en todos lados, buscaba a cierta rubia que no veía.

― ¡Rick! ― llamo Meredith llevándose la atención del nombrado ― ¿Dónde está Marlene? ― interrogó defendiéndose de un errante.

Rick le hizo una seña a la castaña para que siguiera, esto la había dejado solamente con más preguntas. Bueno, Marlene no estaba mal.

Tampoco le había pasado algo.

― ¡Vamos mierda! ¡¿Vas a seguirme o no?! ― grito la rubia corriendo entre el bosque tratando de ignorar lo más posible su pie.

― el primer hombre que mataste, el era mi hermano ― confesó el hombre, el mismo hombre que la había hecho sentir horrible ― ¡Era mi única familia!.

― bueno, estás hablando con una persona la cuál perdió a la mitad de su familia ― contó mientras salía del arbusto en donde se escondía ― tu me obligaste a hacer esto.

― soy Arthur ― se presentó el hombre poniendo su arma en la tierra ― yo solo seguía órdenes.

Marlene bufo cargando el arma que Rick le había dado anteriormente.

La rubia podía oír la respiración del hombre agitarse exageradamente, tal vez no era lo correcto, pero debía hacerlo.

― lo siento Arthur, a mí nadie me toca de esa manera ― el hombre de ojos verdes bajo la cabeza escuchando la dura voz de la rubia ― espero que veas a tu hermano.

Y disparo escuchando como el cuerpo caía al suelo.

El sonido de la bala resonó en su cabeza hasta su más profundo pensamiento, la respiración de la chica se regulo limpiando con la manga de su chamarra las gotas de sangre que habían caído en su rostro.

Marlene sentía los latidos de su corazón algo acelerados mientras veía el cuerpo del hombre, personas como el no valían la pena en la tierra.

Nadie la iba a volver a tocar de esa manera, nunca.

― ¡Marlene! ― el grito de Meredith saco de sus pensamientos a Marlene quien camino siguiendo la voz de su madre.

La Greene sabía que estaba cerca pues escucho la voz de Rick.

― no termina hasta que mueran todos ― el Grimes se puso de pie.

― Rick ya cállate, me duele el pie ― el grupo desvío la vista detrás de Rick, era Marlene quien camino unos pasos más al frente.

Carl soltó el arma que tenía en mano corriendo hasta la rubia de orbes mar envolviendóla en un fuerte y necesitado abrazo.

La había extrañado, la había extrañado tanto que solo el Grimes sabía cuánto. El castaño escondió su rostro en el cuello de la rubia evitando que así pudieran ver qué estaba llorando.

En algún momento había llegado a pensar que jamás iba a volver a ver la su luz.

El grupo veía con ternura la escena, incluso el grupo de Abraham pues es que el momento era verdaderamente tierno.

Marlene se apego más al chico, Carl Grimes le importaba más de lo que ella creía, jamás había imaginado extrañar a alguien como lo había extrañado a el, claro estaba que esos dos ya no se separarián.

El tan solo estar juntos era tener fuerza, tener valentía, si Marlene era la luz de Carl entonces Carl era la valentía de Marlene, probablemente nunca se lo diría porque según ella "no era digno de esas palabras", o tal vez si lo era.

Ambos habían encontrado en el otro lo que les faltaba para sobrevivir al nuevo mundo, sin la luz que Marlene le brindaba, Carl se sentía en un túnel lleno de oscuridad y temor.

Sin la valentía que Carl le brindaba, Marlene se sentía vulnerable, sentía como si no tuviera ese complemento que tanto necesitaba.

A esto los llevaba a estar juntos, siempre, todo el tiempo que pudieran aprovechando al máximo esos pequeños momentos que la vida les daba.

Eso era lo bueno.

― ¿estás aquí cierto? ― pregunto Carl con ternura separandóse unos centímetros de la Greene quien lo vio con una enorme sonrisa.

― si estoy aquí ― acertó la rubia pues es que en su cara irradiaba felicidad, el castaño apoyo su frente contra la de Marlene sintiendo como está ponía ambas manos en sus mejillas.

― ya no te vayas a ir ― pidió el chico disfrutando de las caricias que la Greene le hacía en su rostro.

― yo ya no quiero prometer eso ― ambos rieron un poco antes de separarse.

Al volver a poner atención al rededor pudieron darse cuenta en como Carol estaba ahí siendo abrazada por Rick.

Marlene corrió hasta la de cabello grisáceo abrazándola sin previo aviso.

― no dejes que Rick te heche nunca más ― pidió la oji-azul causando una leve risa de la mayor quien dejó un casto beso en su cabeza.

― deben venir conmigo, todos ― pidió la mujer.






































Marlene tenía muchas facetas y una de ellas era ser desesperada, llevaban por lo menos 15 minutos siguiendo a la mujer de cabello grisáceo quien insistía en encaminarlos a un lugar.

Lugar que la rubia empezaba a distinguir.

― te voy a denunciar si me sigues viendo así ― comento con burla la Greene quien llevaba observando de reojo al Grimes durante toda la caminata.

― lo siento, es solo, no puedo creer que estás aquí ― confesó reforzando el agarre de sus manos.

El grupo quien caminaba a la par, situó su vista en una cabaña reconocible para la Greene menor, ahí había guardado su mochila.

Los Grimes junto con Sasha corrieron rumbo a esta pues es que Tyrese se encontraba ahí teniendo a Judith en brazos. Ambos estaban con vida.

― ¿Porque te ves desanimada? ― interrogó Abraham caminando a lado de la chica quien veía algo triste la escena de los Grimes.

Una linda emoción invadía el cuerpo de Marlene, le alegraba saber que Judith estaba con vida, la bebé estaba viva y eso la hacia sentirse bien, había formado un gran lazo con la bebé Grimes, sin embargo esto la hacía pensar en su hermano; ella era una mala hermana.

Se reprochaba a si misma por no tener si quiera claro el paradero de Apolo, esto sin contar que tal vez estaba muerto, existía esa posibilidad y eso solo causaba un vuelco en el corazón de la Greene que anhelaba con tenelo frente a ella.

Poder abrazarlo, poder disculparse. Era lindo ver a los Grimes reunidos; eso no impedía que Marlene se sintiera mal con ella misma.

― nada, es solo qu- ― la vista de la chica de quedó fija en dos cabelleras pelirrojas que tanto reconocía ― no, es, cierto.

Meredith tiro la mochila que cargaba sorprendiendo al pelirrojo pues es que de pronto la rubia también había corrido en la misma dirección que la chica.

Específicamente habían corrido hacia un bebé, Polo.

La castaña de ojos verdes cargo al bebé entre sus brazos perdiéndose en sus brillantes orbes azules.

Marlene llegó junto a su madre acariciando el cabello del bebé quien sonrió extendiendo sus pequeños bracitos a la rubia quien lo cargo inmediatamente.

― vengan aquí ― Meredith prosiguío a abrazar a las hermanas Clark quienes sonrieron en grande ante el abrazo.

Ahora sí el grupo estaba completo.

― Polo, perdón, perdón por haberte dejado ―susurro Marlene en el oído del bebé el cual jugaba con un mechon de su cabello ― te quiero ― besando la cabeza de su hermano la rubia lo abrazo con delicadeza y ternura al mismo tiempo.

Su hermano era todo.

― "propiedad de, ¿Marlene superior?" ― leyó burlona Iris acercándose a la chica quien sonrió con malicia ― te voy a bajar ese ego.

Riendo ambas se abrazaron tambaleando la una con la otra

― debes esconder mejor esta mochila ― de la mochila salía el bate, Ryan, lo había dejado en esa cabaña junto con su bolso.

Vaya que había sido la mejor opción.

― te extraño ― comento Roxane con ternura viendo la escena de los hermanos Dixon ― yo también te extrañe ― la pelirroja abrazo con amor a la rubia quien correspondió de la misma manera.

Faltaba alguien, alguien en quien Marlene no había pensado mucha más sin embargo si que le importaba.

― ¿Dónde está JB? ― interrogó observando como ambas hermanas compartían una mirada, una mirada para nada buena.

Momentos como ese siempre iban a ser buenos, saber que están bien las personas que amas, reencontrarse con ellas, perderlas en el camino también era parte de ello.

Sentir tristeza siempre iba a ser parte del trayecto pues ¿Quién no llora alguna vez?.

En ese mundo solo importaba una cosa la cuál era sobrevivir.

Era correr o morir, matar o vivir, así eran las cosas, la dura realidad que se venía por delante.

Tal vez Marlene Greene Dixon estaba comenzando a aceptarla y claro que viviría para contar esa nueva experiencia.

FIN DEL TERCER ACTO

















































Author's note 📝

POR PABLO ESCOBAR!

acabamos el tercer acto, wuaw, jjsksjs, quería aprovechar está nota para que me ayuden a mejorar para el siguiente acto.

¿Que debería de cambiar en mi forma de escribir? Me gustaría leer sus consejos u observaciones para así poder mejorar en el siguiente acto en el ámbito de escritura.

En fin, los amo mil y ya me quema por publicar el acto cuatro.

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