012. 𝖡𝖺𝖽 𝖽𝖾𝖼𝗂𝗌𝗂𝗈𝗇𝗌
❝ °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER TWELVE:
i love you ❞
㍍⠄𝄒‧ꦿ🌤️チ↻°.
LAS COSAS SON UN TREMENDO ASCO, era lo que se repetía Marlene en su cabeza cada dos segundos, las cosas verdaderamente estaban mal y parecía ser que ella será la única que se daba cuenta.
Ese tal Gobernador no tenía límites, claramente no los tenía y eso a ella comenzaba a preocuparle, ¿Hasta donde era capaz de llegar aquel hombre?, Solo el mismo lo sabía.
Eso era un enigma.
Por eso para poder descubrirlo Rick, Daryl y Hershel habían planeado un "amistoso" encuentro con el Gobernador esperando que las cosas salieran de la mejor manera.
Tenían que reunirse con el enemigo para así saber cuáles eran sus fichas a jugar.
Aún así algo en la cabeza de Marlene le decía que todo saldría mal, tal vez no en ese encuentro pero si muy muy pronto.
Ese pensamiento era desesperante.
Tal vez la rubia si dejaba los temas de guerra de lado solo para pensar en otra cosa; los sentimiento que le estaban surgiendo por el niño Grimes.
Era oficial en su corazón, la Dixon-Greene comenzaba a experimentar sentimientos románticos por el tierno niño de pecas con sombrero de sheriff.
Tal vez podría llegar a ser algo bueno.
El grupo se preparaba, tal vez no había aún una guerra pero la habría pronto, era mejor que estuvieran preparados.
― Carl ― llamo Glenn ― pon esto en el muelle de carga ¿si? ― el coreano le extendió al niño dos cajas de balas a lo cual el Grimes asintió ― Beth, pon más en la torre. Si alguien queda atrapado tenemos que tener suficientes municiones.
― asegúrense de tener el arma cargada, estar atentos, y de preferencia no estar en campo abierto para evitar lo de la última vez ― explico y ordenó Ryan quien afilaba una de sus flechas ― ese idiota no se anda con juegos ― el grupo lo miro ― lo último solo fue una advertencia, pronto entrara con armas y entonces si tratara de hacernos temblar-
― lo que deberíamos hacer es cargar parte de estás armas en un camión ― interrumpió Merle a su hermano quien lo miro con reproche ― y hacerle una visita al gobernador, sabemos dónde está ahora mismo.
― estás sugiriendo que vayamos a matarlo ― inquirió Glenn viendo al Dixon.
― si, exacto ― afirmó Merle.
Marlene y Carl se mantenía callados guardando municiones en una mochila pues tenían que distribuirlas por diferentes partes de la prisión.
― Rick y Daryl pidieron que nos quedaremos aquí, y eso es lo que haremos ― hablo Meredith viendo fijamente al Dixon mayor.
― pues no haré caso muñeca, esperar aquí mientras mi hermano está allá ― el hombre negó con la cabeza repetidas veces ― no me sienta bien.
― miles de cosas podrían ir mal si solo pensamos con una neurona - contratacó Ryan ― Daryl estará bien, sabe cómo cuidarse.
Glenn comenzó a caminar en dirección a la puerta de salida seguido de Marlene y Carl quienes llevaban las demás mochilas.
― y van a ir mal.
Carl se dio la media vuelta encarando al hombre de cuchilla.
― mi papá puede cuidarse solo ― argumento el de pecas antes de seguir caminando.
― no hagas esto más difícil inútil, ellos literalmente están soportandóte mucho ― hablo Marlene ― no hagas que cambien de opinión y te saquen al bosque, ellos pueden cuidarse solos.
― puede que dentro de algunos años tu cabeza termine en una pica si sigues con esos pensamientos tan idiotas. ― escupió Merle viendo a la rubia más sin embargo está había salido del bloque siguiendo a Carl.
― no le digas eso ― pidió Maggie con frialdad.
Había dos caras en la misma moneda y las de Merle comenzaban a revelarse. Todas.
En el muelle de carga Carl vigilaba atentamente escondiéndose entre las maderas que el grupo le había puesto al alambrado. Ahora el patio se basaba en gruñidos de parte de los errantes, ya no era tan tranquilo.
― hey ― saludo Marlene posicionandose a lado de el con unos binoculares ― ¿Que te pasa?.
Carl suspiro.
― tengo miedo ― confesó el niño ― tengo miedo por papá, miedo por mi hermana, el grupo, tengo miedo por ti ― Carl bajo la mirada ― yo quiero cuidar al grupo pero realmente no puedo hacerlo.
Marlene quien apoyaba su mano en el hombro del chico lo miro con media sonrisa, la rubia desde que había conocido a Carl siempre había escuchado aquello.
"Yo quiero cuidar al grupo", era una frase muy común en el Grimes, sin embargo Marlene nunca la había entendido del todo, ¿Porque se forzaba a crecer tan rápido?, Carl quería tener armas, comportarse como adulto, hacer las mismas cosas que los adultos, pero, ¿Porque?.
Porque quería cuidar al grupo, eso la Dixon ya lo había entendido, cuidar al grupo no era un motivo para querer crecer rápido, y tampoco era un motivo para que el chico Grimes estuviera triste todo el tiempo por no poder hacerlo.
No era justo, no era bueno.
― tu puedes hacerlo, en realidad puedes ser lo que quieras ser, ya sabes, igual que Barbie ― Marlene removió la cabeza ― ese no es el punto ― Carl alzó la cabeza viendo directamente en la rubia ― lo que trato de decir es que tú sabes cómo cuidarnos, a todos, y eso es algo bueno, está bien que quiera cuidar a Judith, incluso a Rick que a veces se le van un poquis las cabras, pero no ah todo el grupo completo»» ― el niño Grimes volvió a bajar la mirada sintiendo bajar unas pequeñas lágrimas por sus mejillas.
A esto Marlene tomo con ambas manos las mejillas de Carl subiendo lentamente su cabeza hasta que pudieran verse fijamente.
»»no a costo de tu felicidad, no a costo de ese brillo que deberías tener como niño que eres, ― aún tomando al Grimes por las mejillas la rubia limpio con su pulgar las rebeldes lágrimas que se deslizaba por el rostro del chico ― porque somos eso Carl, niños, deberíamos reír, deberíamos ser felices, nadie merece esta nueva vida que ahora vivimos pero aquí estamos, sobre todo eso estamos aprendiendo a vivir así que, ¿Que más da? ― ambos rieron sutilmente ― se valiente, se fuerte, vive, crea nuevas cosas, ríe, porque al final seguimos siendo eso Carl, somos niños perdidos.
Marlene soltó el rostro del Grimes viendo como este ahora se veía más relajado.
―te quiero ― musitó el Grimes abrazando a Marlene quien lo abrazo con la misma fuerza ― te quiero mucho luz.
Marlene suspiro tranquila.
― yo también te quiero Barbie ― correspondió Marlene no sin antes agregarle alguna palabra icónica.
Tal vez ahora ellos estaban bien.
Rick había vuelto a la prisión junto con Hershel y Daryl, había una cuestión, desde que habían vuelto no había dicho una sola palabra.
A petición del líder todo el grupo se encontraba en la planta baja del bloque de celdas, todos estaban ahí distribuidos por el lugar, algunos compartiendo buenas miradas y otros, malas.
― A -― reveló Beth viendo como Marlene pensaba.
― Azul, alien, almendra, Ana, Azkaban ― Marlene y Beth jugaban a un curioso juego llamado "basta" pues esperaban al líder que aún no ingresaba al bloque de celdas.
― Azkaban no es un país ― comento Beth frunciendo el ceño.
― es una prisión de un universo que en mi cabeza si existe así que por consecuencia si existe, shh ― Beth negó mientras seguía trenzando el cabello de la rubia menor ― ¿Crees que acá allá un Sirius Black?.
Maggie quien estaba a lado de las chicas río.
― claro y ese es Glenn ― sugirió Maggie viendo al asiático quien sonreía por primera vez en la semana.
Marlene chasqueó la lengua.
― puede funcionar ― comento la rubia viendo como el coreano comenzaba una guerra de caras raras que por supuesto ella le siguió.
El adulto y la niña continuaban con su riña pues las caras cada vez se volvía más graciosas y extrañas, parecían niños de cuatro años.
― si le soy sincera parece que les está dando un ataque ― hablo Meredith causando las risas de varios del grupo.
Ahí fue cuando Rick entro al bloque sin la más mínima expresión en su rostro.
El Grimes tomo un rifle para luego situarse enfrente de todos.
― conocí al gobernador ― informo el hombre viendo a todos ― hablamos durante un buen rato.
― ¿Solo ustedes dos? ― interrogó Merle viendo como el Grimes afirmaba con la cabeza.
A la pequeña rubia se le hizo extraño aquello pues aquel tipo no se veía de los que hablaban, eso lo había más que comprobado cuando habían atacado la prisión dejándoles una buena cantidad de errantes en el patio.
Tal vez solo era una estrategia.
― les advertí que no era buena idea venir hermanos ― murmuró Merle pasando a lado de ambos Dixon colocándose hasta atrás.
― quiere la prisión ― prosiguió Rick ― el nos quiere, muertos, nos quiere muertos, por lo que le hicimos a Woodbury.
El grupo se mantenía en silencio compartiendo un par de miradas entre todos.
― iremos a la guerra ― musitó el Grimes antes de salir del bloque colocándose el rifle dejando a todos viéndose los unos a los otros.
Sea lo que sea que significará aquel mandamiento una cosa estaba clara, habría una guerra, habría muertes.
Y ninguna muerte sería esperada.
El invierno nuevamente se estaba acercando, los días comenzaba a hacerse más fríos y era por aquello que ahora Marlene contaba ya no solo con su chamarra larga si no también con un gorro parecido a una boina color rojo vino, era bastante abrigador.
Marlene se encontraba en el por así decirlo comedor de la prisión en compañía de Carol y los bebés.
― ¿Quién se ahoga con una nuez? ― pregunto Carol incrédula ante el relato de Marlene, en realidad la Peletier hacia un gran esfuerzo por no reírse.
― tal vez no sea muy normal pero, tampoco es como que yo sea muy normal ― comento la rubia con burla observando como la de pelo grisáceo cargaba a Judith.
― no hay manera ― las mujeres alcanzaron a oír el murmuró de Merle quien veía desde el segundo piso por la ventana.
― ¿Que? ― pregunto Carol en su dirección.
― nada ― contesto el hombre.
― ¿que pasó aquí?, Parece que un vagabundo paso por aquí, espera, ¡Eres tú! ― se burló Marlene acariciando el cabello de su hermano quien se encontraba acostado en su cuna.
― ¿Tenemos whisky? Diablos incluso tomaría vodka con tal de aguantarte ― contratacó el hombre con una sonrisa burlona.
― vete al diablo Merle ― comento Carol con sequedad escuchando como el hombre reía descaradamente ― ¿Estás con nosotros?.
― claro ― respondió el hombre, Marlene coloreaba en su amado libro lleno de imágenes para colorear.
― ¿Estás con nosotros?, Ya sabes, no de un lugar, si no, con nosotros ― explico la Peletier.
― estoy aquí por mis hermanos ― contesto el hombre.
El Dixon y la Peletier continuaron con aquella conversación que más que eso parecía una riña.
Era más que claro que el grupo nunca podría tenerle confianza a Merle, era de esperarse, el hombre no había hecho cosas buenas y tampoco tenía las mejores caras pero el solo quería una cosa y era estar con sus hermanos.
Si cometer errores significaba que jamás serías perdonado entonces, ¿Que quedaba?.
Para cuando Marlene había despegado su vista del dibujo se llevó la sorpresa de que Carol ya no se encontraba ahí.
― ¿Y tú? ― pregunto Merle ― ¿También me odias o solo no me quieres?.
Marlene sonrió viendo al hombre.
― puedes ser muchas cosas, un inútil, estúpido, irresponsable, egoísta, pero no eres malo, nunca lo fuiste y yo sé que nunca lo serás ― respondió la rubia viendo cómo el Dixon tenía una media sonrisa ― sea lo que sea que hagas aquí tienes una familia, tienes a tus hermanos y obviamente que tienes a tus superiores sobrinos.
Merle río abriendo sus brazos.
La rubia sonrió de oreja a oreja poniéndose de pie y corriendo hasta donde Merle se encontraba hasta poder abrazarlo.
La cosa era que Merle jamás había permitido que la rubia lo abrazara, jamás fue afectuoso con ella, tal vez por eso Marlene correspondió con todo gusto, o tal vez porque ella era muy afectuosa con quién fuera.
Bueno, a veces.
― hey Carl ― Ryan camino hasta el Grimes quien vigilaba en el exterior de la prisión ― ¿Todo bien amigo?.
El niño asintio viendo cómo el hombre llegaba a su lado.
― voy a salir con mi hermano a buscar a Merle ― informo el hombre viendo de reojo al niño ― la cosa es, que no se que tan complicado pueda ser, está salida ya no es como las otras en las que me sentía totalmente seguro de volver, eres un niño bastante fuerte hijo, lo digo enserio ― el Grimes sonrió un poco viendo al hombre.
Malas decisiones, había sido una mala decisión la de Rick pedirle a Merle que llevara a Michonne con el gobernador.
― prométeme una cosa, sea lo que sea que pase mañana o en un año, quiero que cuides de Mar, ya sabes, a veces no piensa las cosas y solo las hace o dice ― ambos rieron pues era cierto ― que la cuides como tú has cuidado del grupo muchas veces.
― lo haré, aunque ella a veces es la que me cuida a mi ― comento el Grimes pues es que en algunas ocasiones la rubia llegaba a cuidarlo a el en muchos aspectos.
Ryan abrazo al niño Grimes por los hombros observando a los errantes en el patio.
― lo sé hijo, pero me sentiría mucho mejor sabiendo que tiene un guardaespaldas ― dijo con algo de burla logrando que el chico volviera a reír un poco.
Ryan y Daryl se habían ido en búsqueda de Merle, tenían que evitar que hiciera tal estupidez de entregar a Michonne pues el líder había recapacitado.
Quiénes aún no sabían nada del plan de entregar a Michonne eran prácticamente todo el grupo.
Y eso era lo que tenía que hacer Rick en aquel momento, confesarle al grupo lo que verdaderamente había hablado con el Gobernador.
El grupo se encontraba afuera en uno de los apartados de la prisión en dónde había una mesa de exterior.
― cuando me reuní con el Gobernador, me propuso un trato, dijo, que nos dejaría en paz si le entregaba a Michonne ― la cara de Marlene cambio al igual que la de todos ― yo iba a hacerlo, para que estemos a salvó, cambie de idea pero ahora Merle se llevó a Michonne para cumplir con el trato y Daryl y Ryan fueron a detenerlo y no sé si ya es tarde. Me equivoqué al no decírselos ― el hombre bajo la cabeza ― lo siento.
Todos guardaron silencio bajando las miradas.
― Michonne no es alguien de quién debamos desconfiar, creo que eso está más que claro, ella nos lo dejo más que claro ― hablo Meredith recibiendo ahora la atención ― hace un año Rick la primera noche después de lo ocurrido en la granja, lo que dijiste aquella noche fue un error, pero se que ahora no piensas lo mismo, lo sé porque tú te arrepentiste, eres un buen líder, y sea lo que sea que pienses hacer; estamos contigo.
El grupo concordó con lo dicho ante la mujer Greene, incluso Marlene, la rubia quería a los hermanos Dixon de vuelta, quería a la morena de vuelta.
Pero tal vez Marlene tendría que decirle un adiós a uno de los Dixon.
Author's note 📝
Ostiaaa, ojo pero que solo nos queda un capítulo más y acabamos con el acto dos, YEYY,.
Ni hablar, los veo en cinco segundos pues el siguiente capítulo están apunto de leerlo, arioos.
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