008. 𝖯𝗋𝗂𝗌𝗈𝗇
❝ °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER EIGTH:
a good man ❞
㍍⠄'ꦿ🌤️チ↻°.
EL INVIERNO HABÍA SIDO DIFÍCIL sin un lugar fijo para el grupo. Habían pasado exactamente ocho meses luego de la horda de errantes en la granja. Tiempo en el que muchas cosas habían pasado.
Los embarazos de Lori y Meredith eran demasiado notorios, aunque según Hershel, el embarazo de Meredith estaba tocando la puerta dado que ella ya contaba con nueve meses de embarazo.
Por otra parte la niña de ahora ya trece años, Marlene, se había vuelto la guardaespaldas número uno de su madre. La rubia tenía miedo de perderla.
― no, tu pretendías darnos comida de perro, imagina, a las pocas horas todos estaríamos ladrando ― Marlene molestaba a Carl quien luego de una expedición en un casa había encontrado comida de perro que por suerte Rick había aventado ― Wuaf, Wuaf.
― oh vamos, ¿Tu que has encontrado? ― Marlene río con ganas antes de hablar.
― ayer encontré una serpiente la cual caze, lo que pasa es que tú eres demasiado nena para probarla ― el Grimes hizo una mueca de asco antes de seguir caminando.
Rick, Daryl y Ryan se habían metido más al fondo del bosque para buscar algún animal el cual cazar.
― te aseguro que si por Daryl fuera, el ya se hubiera comido a Chispita ― la cara de Marlene fue de horror total aunque por una gran parte sabía que el chico tenía razón.
― cállate, no quiero que le metas ideas en la cabeza ― Carl río antes de meterse una nuez a la boca.
La ropa de Marlene era muy icónica según la madre de esta pues la rubia portaba una camisa sedosa la cual tenía el diseño de un equipo de béisbol, unos vaqueros claros junto con unas botas negras. Dada a la reciente temporada de invierno la chica aún portaba su chamarra negra la cual le quedaba hasta mitad de las piernas, era larga.
En su espalda la rubia tenía su mochila en la que tenía varias cosas que había recolectado a lo largo de los meses y en la que descansaba su mascota la mayor parte del día.
Y como ya era costumbre de verle, el sombrero de sheriff sobre su cabeza, Carl continuamente se lo ponía a la rubia con el pretexto de que se lo cuidara. Era mentira.
El castaño amaba ver aquella cabellera dorada con su sombrero. Era una imagen bonita.
― Hey ma ― Marlene se subió al coche en dónde su madre reposaba ― les traje esto, a ti y a bebé.
La rubia saco de su mochila una lata de lo que parecían duraznos, normalmente y desde lo sucedido, toda la comida encontrada por Marlene iba a parar a su madre y a Lori. Las procuraba más que al resto.
― gracias amor pero deberías de comer tu ― la niña negó ― Mar.
― estoy bien, comí algunas nueces, no tengo hambre ― dudosa la mujer comenzó a comer de la lata.
― Hey, encontramos algo ― Rick Grimes había salido entre los arbustos llamando la atención del grupo.
Era una prisión, era enorme, el patio estaba repleto de errantes pero según el líder, valía la pena intentarlo.
― tú, Maggie y Beth lleven a la mayor cantidad que puedan allá ― el hombre señaló una parte de la reja ― Daryl, tu ve a esa torre, Carol, aprendiste a disparar muy bien, ve con el, Hershel, tú, Carl y Mar vayan a esta torre ― los tres asintieron ― nos encargaremos de la puerta ― Grimes le hizo una seña al arquero quien asintio ― ¿estás listo?.
― yo siempre estoy listo Grimes ― Ryan cargo su arco antes de devolverle la mirada al hombre.
El Dixon mayor era demasiado bueno con armas, tenía una puntería limpia y era demasiado ágil.
― ten cuidado ― Meredith beso a su esposo quien la recibió gustoso antes de acercarse nuevamente al líder.
Ambos hombres ingresaron al patio corriendo hasta la puerta que debía cerrar. Desde las torres disparaban, la puntería de Marlene había mejorado después de todo, mucho más.
En las rejas Glenn y los demás traspasában la cabeza de los errantes. Todos ayudaban en algo.
― lo lograron ― comento Marlene ― los hijos de puta lo lograron.
― hey ― reprendió Carl quien corregía mucho a la rubia en ese aspecto, a veces era un poquito mal hablada
― ya, ya, perdón, ¿Sabes?, Deberías hacerte monja, sería la madre Carla de Calcuta ― Marlene carcajeó por su imagen mental antes de volver a dispararle a los errantes del patio.
El grupo había conquistado el lugar, habían terminado con los errantes del patio dejando todo ese lugar para ellos solos. Era un increíble logro que sin duda tenía feliz a más de uno.
― ¿Y luego que pasó? ― Ryan sonrió al ver cómo su hija parecía volver a su faceta de pequeña de seis años queriendo saber el final de la historia.
― los piratas malos se apoderaron del barco, uno de ellos dijo "debéis rendirse si no queréis sufrir una muerte terrible" ― Marlene río al escuchar la voz de interpretación de su padre ― uno de los buenos contesto, "podemos estar todos juntos, compartir de lo nuestro y así llegar al país de las ruinas", pero, el capitán malo quería todo para el así que comenzó una pelea, púa, pooom, bam, boom, puñ ― Ryan imitaba sonidos de pelea los cuales lograban entretener más a la rubia ― los malos ganaron por ser más, ¿pero sabes un cosa?, Los buenos murieron sabiendo que ellos habían hecho lo correcto. Lucharon y salvaron su honor.
El cielo nocturno hacia resaltar las brillantes estrellas que lo adornaba, era una noche tranquila. Había sido un día exitoso y lógicamente más de uno se encontraba cansado
Marlene, Meredith y Ryan están algo alejados del resto pues a veces así lo preferían, no eran muchas las ocasiones en las que solo podían estar los tres.
― yo opino que debieron ganar los buenos ― aporto Meredith acariciando la cabeza de su hija pues esta se encontraba apoyada en sus piernas.
― claro que no, es un final común, necesitaba un giro la historia ― defendió Ryan arrancando césped.
― yo quería una historia de un unicornio, nosé como llegamos a eso ― los tres rieron pues era cierto, la petición de Marlene había sido la historia de un unicornio ― ¿Cómo se llamará bebé?.
― Bueno, primero tendríamos que saber que es ¿No crees? ― la rubia concordó ― pero, cuando llegue ese momento yo opino que tú te encargues de eso.
Marlene tomo las manos de sus padres sintiéndose en paz. A veces la rubia solo necesitaba momentos como esos.
A la mañana siguiente el grupo había decidido entrar para así limpiar un pabellón. No era la gran cosa pero al menos ya no dormirían fuera, y aquello era bueno.
Luego de la muerte de Jimmy y Patricia junto con la desaparición de Andrea el grupo se volvió más fuerte, más unidos, juntos siempre lograban mantenerse a salvó.
― ¿Que les parece?, Hogar dulce hogar, al menos por ahora ― Marlene veía todo con curiosidad escuchando al líder hablar.
― ¿Es seguro? ― pregunto Lori observando todo
― este bloque de celdas si ― contesto Grimes.
―¿Y que hay del resto de la prisión?
― mañana, buscaremos la cafetería y la enfermería ― informo Rick caminando por el lugar.
― no voy a dormir en una jaula ― se adelantó a decir el cazador desde la planta de arriba.
― ¿Que?, Te traumaste luego de pasar toda tu vida encerrado en un zoológico, ¿Que función cumplías? ¡El mono de entretenimiento! ― Daryl volteo a ver a la niña enseñándole el dedo del medio a lo que simplemente la rubia hizo lo mismo.
Todo el día ambos se decían ese tipo de cosas, parecían niños de cinco años. Ryan simplemente todo los ojos cansado de sus peleas absurdas.
Carl jalo de la mano de Marlene para encaminarla al segundo piso pues ambos seguían a sus mamás que parecían haberse volvió inseparables.
A vista de Marlene daba miedo.
― ¿Dormirán juntas? ― pregunto Carl con extrañesa al ver cómo ambas mujeres se acomodaban en una celda, Lori abajo y Meredith arriba.
Desde abajo la voz de Ryan se oyó.
― oíste eso Ricky, tu y yo piénsalo ― tanto Rick como Ryan rieron ante aquello pues dado a todo lo ocurrido su amistad se había desarrollado bastante bien.
― no se quién me va a volver loca primero ― murmuró Marlene saliendo de aquella celda refiriéndose a sus padres.
No puedes confiarte todo el tiempo de lo que se pinta bueno. Era lo que se repetía Marlene una y otra vez por su cabeza.
Cuando vio la prisión, ella creyó que las cosas podían ir bien, que todo iría mejorando y que poco a poco todos estarían bien. A salvó.
Sin embargo las cosas no fueron así, y jamás lo serían.
Rick con una parte del grupo, incluído Hershel, habían decidido explorar otra parte de la prisión creyendo que no sería la gran cosa. Ese fue su error. El grupo fue sorprendido por una gran cantidad de errantes. Cuando menos se lo esperaron habían mordido a Hershel.
Y ahí se encuentra el hombre ahora sin un aparte de su pierna, está inconsciente y en muy mal estado. Meredith junto con Carol habían logrado detener la hemorragia más sin embargo no sabían si funcionaria.
No sabían si el virus se había expandido.
Marlene quien no se había separado ni un minuto de su abuelo, rezaba, cosa que jamás había hecho.
― dios, yo sé que, bueno, tu y yo no somos los mejores amigos, en realidad ni siquiera somos amigos, aún recuerdo la vez que te dije pordiosero solo por llevar ese tipo de ropa tan espantosa ― la rubia cerró los ojos maldiciendóse por lo bajo ― el punto es que necesito un favor, salva a mi abuelo, el es un buen hombre, el merece algo bueno, el quiere vivir, quiere ver nacer a su próximo nieto que obviamente va a ser superior, por ser mi hermano claro ― murmuró lo último ― ayúdalo, por favor.
La rubia la cual se encontraba arrodillada enfrente de la litera donde su abuelo descansaba, tomaba la mano del hombre con tanta fuerza esperando que así este la apretara o la besara como siempre lo hacía, pero está vez, no hizo aquello.
Afuera de las celdas, las tres hermanas Greene observaban a la pequeña rubia.
― ¿Que va a pasar si no mejora? ― se notaba el gran esfuerzo que Maggie estaba haciendo para no romper en llanto ― y si.. ya no despierta.
Beth sollozo en los brazos de Meredith quien trataba de calmarla lo más posible.
― el va a estar bien, tiene muchas razones para vivir, el es un hombre fuerte, verán que va a estar bien ― alentó Meredith abrazando a sus dos hermanas quienes se permitieron llorar libremente.
A veces cuando amas a alguien quien está entre la vida y la muerte tu única opción es llorar, desahogarte, no es malo hacerlo, y menos cuando intentas poner una cara que no te representa ante aquellas circunstancias.
― ¿A dónde mierda vas? ― Carl salto del susto al escuchar de repente aquella voz que tanto le gustaba escuchar
― me hablaste pero no te veo, ¿Donde estas? ― Marlene salió de las sombras.
La realidad es que se la había pasado ahí, toda la tarde llorando.
― si piensas hacer lo que creo que vas a hacer te anticipo de una vez que es una pésima idea ― Carl ni siquiera se inmutó en lo que la rubia le había dicho, se había quedado demasiado tiempo viendo los ojos de Marlene los cuales se encontraban rojos y cristalinos.
― ¿Estabas llorando? ― ignorando lo anterior el de pecas se acercó a la niña botando la bolsa que tenía en mano.
Marlene rápidamente limpio sus ojos con ayuda de su mano.
― no seas estúpido Grimes, mejor dime qué ibas a hac- ― cuando menos lo noto el de sombrero ya la estaba abrazando, nuevamente.
Resulta que los abrazos de ambos niños eran demasiado tiernos, ambos se reconfortában con tan solo sentir el aroma del otro, era como si se sintieran en casa.
Carl abrazo más a la rubia sintiendo como está lloraba en su hombro, el lo sabía, estaba mal por Hershel, como todos, pero el niño sabía el amor que la niña le tenía al hombre de barba blanca. Precisamente por eso el mini sheriff tenía pensado ir a la enfermería.
En los últimos meses Carl había aprendido a comprender las emociones de Marlene, se había grabado cada faceta de ella y cuáles eran sus movimientos según la emoción que presentaba.
Cómo ya era claro el de pecas tenía en claro sus sentimientos hacia la rubia, por más infantiles que fueran.
Verla un par de veces llorando había sido suficiente para que el chico se allá propuesto una cosa.
No verla llorar jamás.
Author's note 📝
Y empezamos con todo parce, de verdad que este capítulo a sido uno de los más bipolares que he hecho.
Quería aprovechar para contarles algo, no sé si recuerden mi idea del fanfic de Negan, bueno, el punto es que en esta semana me puse a hacerle algunos arreglos y que creen. ¡HOY LO PÚBLICO!.
whatever, deja tu voto. Arioooossss.
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