005. Barn
❝ °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER FIVE:
i'm going to kill you ❞
㍍⠄’ꦿ🌤️チ↻°.
Con Hershel queriendo echar al grupo de Rick, Marlene tenía que encontrar la solución para el problema. Todos le agradaban. Dentro de lo que cabía.
― con ese gorro pareces un anciano, yo que tú me lo quitaba, no es por nada pero hoy en día me preocuparía por los piojos ― Glenn se quitó rápidamente el sombrero comenzado a rascarse la cabeza.
― ve por tu gorra, la lavare ― ofreció Maggie con burla a su ahora pareja, o al menos eso creía Marlene luego del beso que se dieron en medio del campo.
Casi todo el grupo se encontraba afuera de la casa, la mayoría esperando a Rick quien había salido junto con Hershel.
― ¿En qué piensas? ― Carl quien se encontraba sentado a lado pregunto a la rubia.
Esta se encontraba mirando a un punto fijo, como si pensara en la cosa más importante del planeta.
― Crees que si le quitó la ballesta al apestoso, y luego corro, ¿Crees que me diséque? ― el pecoso abrió los ojos asustado mientras dirijia su vista al arquero quien preguntaba por los demás.
― no lo creo, es tu familia ― si tan solo Carl supiera.
Diferentes recuerdos se vinieron a la cabeza de la rubia, debía admitir que como tío Daryl era el peor. Cuando ella tenía siete años el hombre de ballesta la había dejado colgada a un árbol como castigo por preguntarle sobre su chaleco de alas.
En otra ocasión, el Dixon menor había dado de desayunar a su sobrina de ya ocho años un buen tazón de cereales, con un pequeño detalle, la leche estaba caducada. Marlene enfermo por tres días.
Removiendo la cabeza por aquellos recuerdos, Marlene aventó una piedra lejos antes de contestarle al Grimes.
― La familia desconoce, y este ― señaló al cazador ― muerde. ¡Daryl!.
El llamado volteo en dirección a la rubia quien estaba sentada en los escalones de la casa.
― ¡Ladrame! ― la chica lanzó una piedra pequeña al zapato del cazador ― wuaf! wuaf ― Marlene hacia llamados de perro pues ella identificaba a Daryl como uno.
Realmente el menor de los Dixon tenía complejos de un perro.
A lo lejos Shane se acercaba con una bolsa llena de armas. Algo andaba mal.
― ¿Que es todo esto? ― Daryl apunto las armas.
― ¿Estás conmigo viejo? ― Shane le extendió una escopeta al de ballesta quién rápidamente la tomo contestado un simple: "si".
El hombre comenzó a repartir armas a los miembros del grupo.
― Ryan, te necesito en esta conmigo ― el rapado le extendió una pistola, sin embargo el mencionado dudo en tomarla, no quería decepcionar a su familia ― te necesito en esta.
Con la mirada de su hija y esposa en el, el arquero tomo la pistola "seguro" de lo que hacía.
― ¿Puedes parar?, Si repartes las armas mi padre los echara esta noche ― Maggie alzó la voz sin embargo fue ignorada por el ex policía.
― debemos quedarnos Shane ― Carl se puso de pie dirigiéndose hacia el hombre.
― ¿Que sucede? ― Lori apareció.
Marlene trataba de escuchar a todos, razonar, más sin embargo lo que estaban haciendo era un mala idea.
― no vamos a irnos ¿Okey? ― Shane coloco el bolso de armas en el piso ― Hershel, solo tiene que entender ¿Okey?, Bueno, tendrá que hacerlo.
Ahí fue cuando el hombre se arrodilló frente al pecoso extendiendóle un arma, según esto, "para proteger el campamento".
Marlene quería explotar, era la tierra de Hershel, el debía manejar eso, no Shane, no Rick, no nadie, era el lugar de los Greene.
― ¡está no es tu tierra! ― Marlene hablo alto bajandose de las escaleras ― esta no es tu casa, y tampoco es tu problema ― los que estaban alrededor prestaban atención a las palabras de la niña ― si no te gusta como manejamos las cosas aquí, adelante, las puertas están muy abiertas, ¡puedes largarte! ― Shane veía expectante a la rubia de pecas ― pero si te quedas haznos un maldito favor a todos y cierra la boca.
Mientras algunos la veían con sorpresa, Meredith tenía una gran sonrisa llena de orgullo, así se hablaba. Estaba orgullosa de su hija.
Shane Walsh estaba mudo, no sabía que decir. Lo había callado.
― oh demonios ― las palabras de T'dog hicieron que todos voltearan.
Eran Rick, Hershel y Jimmy atrayendo errantes con un sujetador de cuello. Marlene ya conocía aquella estrategia.
Shane comenzó a correr en dirección a los errantes, el hombre murmuraba cosas siendo perseguido por todo el campamento.
Aquello se pondría feo.
― ¡¿Que demonios haces?!
― Shane aléjate ― ordenó Rick.
― ¿Porque tú gente tiene armas? ― interrogó Hershel aún caminado en dirección al granero.
Los tres hombres comenzaron a gritarse "debatiendo" la situación.
Shane comenzó a hablar sobre como los errantes habían matado a personas que Marlene no llego a conocer.
Marlene estaba consiente de aquello, los errantes habían matado a María, a Otis, a medio planeta. No eran personas enfermas, de eso estaba segura, pero alguna vez lo fueron, eso era lo que aún no podía asimilar.
El hecho de perder a las personas para siempre.
La rubia regreso a la realidad cuando escucho tres disparos.
― tres tiros en el pecho, alguien que esté vivo ¿Podría aguantar eso? ― Shane volvió a apuntar al errante que llevaba Hershel ― ¡¿Porque sigue avanzando?! ― volvió a disparar ― el corazón, los pulmones, ¡¿Porque sigue avanzando?!.
El hombre seguía disparando.
Marlene podía observar como su madre comenzaba a desorientárse, estaba por desmayarse. Tal vez el sonido, los gritos, o simplemente el afrontar la realidad.
― Shane es suficiente ― pidió Rick.
― si es suficiente ― y le disparó por fin en la cabeza al errante quien cayó al piso ― suficiente de arriesgar nuestras vidas por una niña ¡Que ya no está!, Suficiente de vivir junto a un granero repleto de aquellas cosas que nos quiten matar. Rick esto ya no es como antes. Ahora sí todos quieren vivir, ¡Debemos pelear!, Y estoy hablando de pelear, ¡Justo aquí y ahora!.
El hombre corrió hasta la puerta del granero golpeándola tratando de quitar el candado y el seguro escuchando los gritos y súplicas de los demás.
Hershel se encontraba en un especie de shock. Meredith se encontraba de la misma manera solo que de pie, la mujer estaba estática.
En el centro de todos Marlene se encontraba de pie viendo fijamente a la puerta del granero.
― ¡Shane! ¡Para pedazo de imbécil! ― los gritos de Marlene eran en vanos, decidida, la rubia saco su arma la cuál traía en la parte de atrás del pantalón.
Cargándola como su padre le había enseñado, disparo sorprendiendo a todos, le había dado en la puerta del granero algunos centímetros lejos de la mano de Shane.
Todos incluyendo este la voltearon a ver. Se había generado silencio.
― ¡Te dije que pararás! ― grito Marlene ― la próxima va en tu cabeza si no cierras la boca de una maldita vez ― el hombre se volteo viendo a la rubia.
― ¿Tu crees que todo esto es un juego?, ¿Que todo esto es un cuento? ― Marlene aún tenía su arma en alto ― sigue creyendo que es así y a la próxima que van a comer va a ser a ti, y si no lo hacen ellos, yo voy a matarte.
Los ojos de Marlene se cristalizaron, no quería, pero aquello la había tomado por sorpresa. La había dejado helada. Eso solo confirmaba algo que ya había pensado, el hombre había matado a Otis. La simpleza con la que le había dicho aquello no era casualidad.
El grupo quedó en blanco por aquella confesión, tal vez hasta el mismo Shane.
No dio tiempo de que alguien protestará por lo dicho pues los errantes habían comenzado a salir.
Shane, Daryl, Andrea, T'dog, Glenn y Ryan habían comenzado a disparar, uno por uno eliminando a todos los errantes.
De pronto fue como si el tiempo se hubiese detenido, Marlene sentía sus pies pegados al piso, se sentía inmóvil, las lágrimas que tenía en sus ojos solo abundaron mas, María estaba saliendo del granero.
Fue cuando se pudo observar mejor, su falda negra larga favorita, su blusa holgada color amarillo, su cabello revuelto enmarañado pero aún con el color azabache bien conservado. Su cara podrida, sus ojos ensangrentados, sus gruñidos sonando por el lugar.
― No ― Maggie hablo señalando a la niña rubia, logrando que todos bajaran sus armas, las miradas que estaban en la puerta del granero ahora se encontraban en Marlene.
La rubia estaba inmovilizada, veía fijamente a la mujer que gruñía y se acercaba al grupo esquivando los cuerpos. El grupo de Rick no entendía el porque, la familia Greene si.
Meredith obligándose a salir de su transe se acercó a su hija, está no se movía.
― Mar, mírame a mí, mírame a mí ― pedía la mujer tratando de atraer la vista de su hija, fue en vano.
― te lo dije, tu cuento de hadas se acaba hoy ― y sin esperar nada más, Shane había disparado.
Un agudo sonido resonó por los oídos de Marlene, Maria había caído encima de otros errantes. Ella no escuchaba ni prestaba atención a lo demás.
La rubia cayo de rodillas al piso soltando un grito que le puso los pelos de punta a más de uno. Era como si todo el brillo de la niña se hubiera apagado en un segundo, y eso a Carl no le gustó nada.
El de pecas quería acercarse a la rubia, consolarla, abrazarla, pero simplemente no encontraba las palabras, no sabía quién era aquella mujer.
Meredith envolvía a Marlene con su cuerpo escuchando como la rubia sollozaba y llamaba a la mujer que alguna vez fue más que su nana.
Marlene ya no quería saber nada más, pues aunque las palabras de Shane hayan sido ciertas dos cosas tenía claro. Tendría que afrontar la nueva realidad, terminar su cuento de hadas, pero no tenía porque apagarse, no tenía porque dejar de ser ella.
¿Porque apagar su brillo?, ¿Porque apagar su luz y ganas de vivir?. Marlene viviría por Otis, viviría por Maria, viviría por su tío y abuela. Ella lo haría.
Sophia también había salido del granero, convertida en errante, gran giro en la historia para el grupo de Rick.
Habían enterrado a las personas del granero, por lo menos a las queridas, entre ellas, Maria. El "funeral" se había acabado, eso no quitaba que Marlene aún siguiera arrodillada en donde Maria había sido enterrada.
― una vez tu me dijiste que mirara al cielo ― Marlene sollozo ― me dijiste que te contara mis logros, yo pensé que se sentiría igual que cuando tú estabas ― la Dixon tocó el bulto de tierra ― te aviso que no es lo mismo.
Marlene Dixon dibujaba figuras en la tierra, quería sentirse cerca de Maria. Una cosa había sido verla convertida en errante, pero una muy diferente había sido verla morir por segunda vez.
Al sentir a alguien a su lado decidió voltear, era Carl. El niño se arrodilló a su lado contemplando la "tumba" de aún la desconocida para el chico.
Sin decir nada el castaño se decidió por tomar la mano de la rubia entrelazando sus dedos. Era una sensación nueva pero a la vez satisfactoria.
Y para el caso de Marlene, reconfortante. La Dixon apoyo su cabeza en el hombro del Grimes quien apoyo su cabeza sobre la de la rubia.
Ambos contemplando la tumba en silencio, era un buen silencio, un buen momento y una buena sensación.
― Carl es un amor ― Meredith recargada en la baranda del porche de la casa Greene veía aquella escena con ternura.
― está en buenas manos Mer ― comento Lori pues ella había sido la primera en saber del "crush" que tenía su hijo con la rubia Dixon ― y te lo digo yo que soy su madre.
Ambas rieron, se habían vuelto buenas amigas, ahora más sabiendo del embarazo de la otra, se apoyaban la una a la otra.
Como si los problemas no fueran suficientes había más.
Beth había entrado en un estado de shock, no se movía, solo parpadeaba, está se encontraba en cama con Maggie y Meredith a su lado esperando cualquier señal de la adolescente.
Por si no fuera poco Hershel había salido, probablemente a un pueblo cercano, Rick, Glenn y Ryan habían salido a buscarlo pues tenía que estar con Beth.
Carl se había encargado de distraer a Marlene pues lo que menos quería era verla llorar otra vez, el no quería eso. No de nuevo.
― ¿Cómo me veo? ― pregunto Marlene posando el sombrero de sheriff de Carl, el pecoso solo sonrió embobado "tratando" de ocultarlo.
― bien ― respondió el niño recibiendo una sonrisa obvia de la rubia .
― dime algo que no sepa Grimes ― el de pecas río, estaba logrando lo que quería, hacerla sonreír y volver a verle aquella luz que ella le brindaba.
El se encontraba algo desanimado por lo de Sophia pues en verdad el chico creía que podía estar viva.
Aún así quería estar bien, mantener bien a Marlene pues algo tenía claro, no dejaría que nada le pasará. No ahora que comenzaba a sentir algo extraño.
― ya deja de hacer eso ― Marlene carcajeó por décima vez pues Carl no paraba de sonreírle como bobo ya que está aún portaba su sombrero.
Ellos ya se encontraban sentados en el comedor, Shane junto con los que se habían quedado hablaban sobre como Rick aún no regresaba.
― podría acostumbrarme a verte con el ― agrego Carl con una enorme sonrisa en su rostro, hace tiempo no se sentía así.
Patricia comenzó a servir la comida viendo como los demás llegaban a sentarse.
Por otro lados ambos niños seguían jugando y haciendo comentarios sobre el sombrero y otras cosas ridículas.
― Carl quiero que mantengas la calma ¿Si?, tu papá es el más fuerte de los - ― el hombre fue interrumpido por el reprendimientó de Patricia al decirle cómo no se maldecía en la casa ― lo siento.
Marlene no quería ni podía compartir techo y mesa con aquel tipo, pero lo hacía, ¿Razón?, No había, quería mantener la fiesta en paz.
― Lori a cenar ― llamo Carol.
― no, ella no está aquí ― contesto Meredith llevándose varias miradas de confusión.
El grupo se miro entre dudas, ¿Dónde carajos podía estar metida Lori a aquellas horas?.
― ¿Carl cuando viste a tu mamá por última vez? ― interrogó Shane.
― está tarde ― respondió el niño con duda.
― ¿Y tú? ― está vez el policía pregunto en dirección a Marlene.
― tu a mi no me dirijas la palabra ― le contesto está igualmente con simpleza viendo su plato antes de comenzar a comer.
La rubia solamente escuchaba como todos comenzaban a confabular sobre a dónde había ido Lori. Seguramente a buscar a Rick.
Marlene ya presentía que aquella misión no le saldría nada bien.
Author's note 📝.
Ame este capítulo como no tienen una idea.
Espero ser buena con esto de la acción, las reacciones, movimiento y todo eso. Háganmelo saber.
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