040. trouble in paradise

❝  °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER FORTY:
Ruffo



















































㍍⠄’‧ꦿ🌤️チ↻°.

Los truenos de la tormenta se reflejaban en el iris de sus ojos, su mirada se notaba asustada pues cada que un escandaloso trueno se escuchaba la cobija cubría más su rostro quedando casi escondida. Odiaba las tormentas.

— Ya volví. — hizo saber el pequeño niño entrando por la puerta del cuarto con un plato de galletas en las manos — ¿Mar?.

— Aquí estoy. — la rubia salió de las cobijas sentándose en la cama.

— ¿Estás bien?. — preguntó Ron, dejando el plato sobre la cama para luego subirse a esta — te vez nerviosa. Espera.., ¿Tienes miedo?.

Marlene negó con la cabeza consecutivas veces, sin embargo un fuerte trueno se escuchó haciendo a la niña esconderse nuevamente bajo las cobijas temblando a su vez. No quería tener miedo, más no podía evitarlo.

Tampoco quería llorar, pues sabía que sus papás no podrían consolarla. Se sentía sola.

El pequeño al escuchar a su amiga sollozar bajo las cobijas, se bajó de la cama para poder cerrar las cortinas y luego de esto tomo un curioso objeto de uno de sus cajones para después dirigirse a los adentros de las cobijas junto a la niña de cabellos dorados.

— Si tengo miedo. — aceptó con la mirada baja — Quiero irme a casa, quiero estar con mis papás.

Ron prendió la lámpara de mano bajo las cobijas iluminando la escena, pronto el castaño busco la mano de su amiga para brindarle ánimos, a lo cual la niña sonrió castamente y con toda la inocencia del universo.

— Déjame cuidarte esta noche, siempre te voy a proteger, Mar. — aseguró y prometió el pequeño dándole un pequeño apretón al agarre.

Y esa vez que el trueno sonó, Marlene no se espantó, simplemente tomo con más fuerza la mano de Ron cerrando los ojos.

— ¿Y que va a pasar cuando tú no estés?. — el tono de la rubia decayó al recitar esa pregunta, pues era verdad, ¿Que iba a pasar cuando el no estuviera con ella?.

— Pues, tu eres valiente, y estoy seguro que puedes sobrevivir sin mi, pero si necesitas a un amigo con quién hablar, Ruffo siempre va a estar ahí para escucharte. — del bolsillo de su sudadera, Ron saco un curioso muñequito de madera, para nada perfecto pues parecía tallado por el mismo — Lo hice junto a papá hace un año, Ruffo me ha cuidado mucho, pero ahora quiero que te cuide a ti.

El pequeño le pasó la figura a la rubia quien lo tomo con curiosidad, quien diría que años después aquel muñeco se volvería un recuerdo perdido.



























































































8 AÑOS DESPUÉS
COMUNIDAD, ALEXANDRÍA

La mente de Marlene no podía estar más emocionada, luego del reencuentro con su amigo el día anterior, y de ver a Rick decentemente, la Dixon estaba completamente convencida de que su suerte estaba comenzando a mejorar.

Mala suerte para Carl quien estaba a punto de sufrir aún más.

— ¿Seguro que estás bien?. — volvió a preguntar la rubia caminando por las calles de su nuevo hogar — tienes cara de perro regañado.

— Solo estoy nervioso, no me gusta la idea de socializar con más personas. — explicó Carl viendo a Deadpool tropezarse con sus patas traseras — a demás, dijo Deanna que un niño tenía piojos, ¿Y si los tiene Ron?.

— ¡Carl!. — regaño Marlene golpeando la cabeza del nombrado — Ron tuvo piojos hace unos años, ¡Pero yo se los pegué!. Aunque, admito que fue divertido ver cómo lloraba porque le picaba la cabeza.

Carl negó repetidas veces haciendo su mejor intento por no salir corriendo al ver a unos cuántos metros la casa de los Anderson.

— Según Ron, hay más niños, ¿No estás emocionado?, ¡Vamos a tener más amigos!, Eso está cool. — celebro la rubia llamando a la puerta de la casa.

Internamente el Grimes negó, no era para nada cool esa idea, el sabía que no sería tan entretenido como los otros niños y en poco tiempo el estaría en el olvido para Marlene, o al menos, eso era lo que sus trágicos pensamientos le decían.

Realmente el ya se imaginaba en escenarios dramáticos con las millones de posibilidades en donde el terminaba como bolsa en un bote de basura, y claramente en todos esos escenarios, Ron Anderson era la persona que lo tiraba a la basura.

Trágica historia.

¡Hola, Carl!, Despierta a la realidad.

¿Segura que no es mudo?. — preguntó Ron cerrando la puerta de su casa a lo cual, Marlene lo golpeó en la cabeza — ¡Auch!.

Deadpool ladro.

— ya me caes bien, te daré un premio, lo prometo. — murmuró Carl al ver cómo el canino mordía el pantalón del Anderson.

— hay que ir arriba, los chicos están esperando. — comentó Ron ignorando los gruñidos del perro.

Así fue como los tres adolescentes comenzaron a subir las escaleras en un incomodo silencio, ni siquiera Marlene tenía las palabras correctas para romperlo, lo que ella quería era una cuchara para enterrarséla en el ojo. ¿Que?,  No la culpen. Era una pesadilla.

— ¿Tienen clases?. — preguntó Carl.

— Es un garaje. Los pequeños van por la mañana y nosotros vamos a la tarde, deberías ir en la mañana Mar, recuerdo que no sabías contar. — la rubia se rió falsamente empujando a su amigo, acción que hizo que el Grimes se sintiera aún más excluido. — Seguramente tu también irás, ¿No?.

— Seguramente. — respondió el castaño entrando a la habitación seguido de la rubia.

— Chicos, el es Carl, y ella la niña de la que les conté, Marlene. — presentó Ron señalando a ambos chicos, por un lado Carl se veía asustado, pero por otro, Marlene sonrió ampliamente, más aún cuando vio a una chica sentada en la cama al parecer leyendo algo. ¡Era una chica!, ¡Iba a tener una amiga!.

— Ellos son, Mikey y Enid. — presentó el Anderson a los dos chicos del cuarto — Enid también viene de afuera, llegó hace ocho meses.

— ¿Te gusta leer?, ¿Que te gusta?. — preguntó la Dixon sentándose junto a la castaña quien se alejó incómodamente, sin embargo, Marlene se volvió a acercar — Yo puedo leer lo que tú quieras leer, ,ya se, ¡Podemos leer juntas!. — probablemente era la emoción, pero la Greene estaba hablando tan rápidamente que incluso comenzaba a asustar.

— ¡Bien!, Ustedes se llevarán bien. — celebró Ron — Así que, Carl, ¿Quieres jugar videojuegos?, O podemos ir a la casa de Mikey a jugar billar.

— Prefiero leer sola, gracias. — cortó secamente la castaña de cara redonda ignorando todo a su alrededor.

Claramente Marlene no se iba a dejar vencer, ellas iban a ser amigas.

— creo que prefiero irme a casa.. Marlene, vamos. — llamó Carl caminando hasta la puerta del cuarto rumbo a la salida, pero al ver que la rubia no lo seguía se detuvo y giro para mirarla.

— yo me quedo. Espera, ¿Seguro no quieres quedarte?. — el castaño negó enfocándose solamente en la mirada oceánica de la chica — bien, te veo en un rato.

Y así, el Grimes salió de la habitación generando un abrupto silencio entre los adolecentes quienes se pasaron algunas miradas confundidas.

— El es algo extraño, ¿No?. — preguntó Mikey viendo al adolecentes caminando por las calles a través de la ventana.

— Le pasaron cosas difíciles. — explicó la rubia en un murmullo sintiendo algo de culpa en aquel momento.

El Anderson al ver la expresión triste de su amiga, buscó en uno de los cajones de su pieza el objeto que había sido su pilar de emociones durante todos esos años. Ruffo.

Mar.., ¡Piensa rápido!. — el castaño le aventó el muñeco a la Dixon quien lo tomo rápidamente ante la agilidad.

Pronto la expresión de la rubia cambio, la última vez que había visto aquel objeto había sido en la repisa de su cuarto antes de todo. Siempre pensó que debió haberlo tomado, que debió meterlo a su mochila.

Pero todo pasaba por algo, y esa era la razón.

— Bueno, ¿A qué jugamos?. — preguntó Marlene hacia los dos adolescentes quienes celebraron ruidosamente, mientras que Enid se limitaba a observar con curiosidad a la adolecente de cabellos dorados.


































































— Hola. — saludó Rick entrando a la habitación viendo a Carl tirado en la cama — ¿Cómo les fue en casa de Ron?. ¿Y Marlene?.

— Con, Ron, seguramente hablando de las mil maneras en las que se pueden casar. — Rick ladeó la cabeza confundido — Y contestando a tu primera pregunta, me fue horrible, ¡Me odia!, Seguramente está esperando el momento preciso para tirarme a la basura. ¿Y si me tira al escusado y Marlene tira de la cadena?.

Rick miro a Carl con asombro, jamás pensó escuchar hablar a su hijo como un adolescente con problemas adolecentes, en realidad, jamás pensó que llegaría el momento en el que le diera consejos, se había preparado toda su vida para eso, obviamente secretamente.

Bueno, escuché que ya eran amigos desde antes. Creo que desde los seis, algo así dijo Meredith. — el líder se sentó en la cama y comenzó a dibujar figuras imaginarias en el hedredon — Carl, yo no creo que-

— Y luego está la otra niña, Enid, o Ellie, ¡No sé!, hubieras visto. Me va a olvidar, y luego todas mis esperanzas se van a ir. — explicó mientras acariciaba el lomo de Deadpool quien reposaba en la cama plácidamente dormido — ¡Nadie me entiende!, Ni siquiera tu, ¿Porque no mejor me golpeas con la puerta?, Así al menos dolerá menos el hecho de que no me voy a casar con Marlene.

Rick abrió los ojos enormemente mirando a su hijo con rareza, incluso tuvo que oprimir las ganas de querer tocarle la frente para verificar que no estuviera enfermo, realmente le estaba empezando a asustar.

— Carl.., ni siquiera le has dicho que te gusta, ¿Como ella va a saberlo?. — mala respuesta, Rick.

¡Largó!, ¡Fuera de aquí!. — el castaño se puso de pie empujando a su padre afuera de la habitación — ¡Ah, y la siguiente vez que vengas no olvides traer una camiseta que diga: "soy fan número uno de Ron"!. — y sin decir otra cosa azotó la puerta en la espalda de Rick.

— Estos adolescentes, uno no puede intentar ser comprensivos con ellos porque ya te dicen hasta de lo que te vas a morir. — murmuró Rick bajando por las escaleras topandose con Roxane.

— ¿Que son todos esos gritos?. ¿Carl está bien?. — preguntó la pelirroja limpiándose las manos con un trapo.

— etapa adolecente. — se limitó a contestar.

— ¡No es una etapa adolecente, estoy sufriendo!. — gritó Carl desde su cuarto volviendo a azotar la puerta

Rick salió de la casa azotando la puerta dejando los oídos de la Clarke totalmente aturdidos, hombres, pensó la pelirroja, sin embargo no pudo evitar reírse al respecto.

— Problemas en el paraíso. — murmuró Roxane para ella misma regresando a la cocina, sabía que entrar al cuarto de Carl a calmarlo era peor que enfrentar a un caminante.






































































Author's note 📝

SOLO DIRE, #JUSTICIAPERARICK #CARLESTASUFRIENDO.

Gente, amo este capítulo, but, me pareció importante el mostrar a Carl con su torbellino de emociones y sus inseguridades, pues está pasando por una etapa adolecente, COSA QUE EN LA SERIE NO SE MUESTRA, y personalmente lo ame.

So, llore con el recuerdo de Marlene y Ron. Si.

Y bua, si todo sale bien, y como yo espero, mañana domingo, o el lunes habrá otra actualización porque si.

Siento que Marlene no hablo tanto acá, pero como ya dije, quería enfocarme más en Carlitos.

Y, ENID BROO, se conocieron ya, Spoiler, Marlene va a andar como perrito tras Enid, Bkajbajab, #justiciaparaMarlene.

En fin, los amo, arios.

(Necesito amigos, hablenme si no lloro).

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