007. 𝖣𝖾𝗆𝗈𝖼𝗋𝖺𝖼𝗒

❝  °⠄🌈☁️ꦿ CHAPTER SEVEN:
to the people i lost
























㍍⠄’ꦿ🌤️チ↻°.

RANDALL SE HABÍA ESCAPADO, Shane casualmente había aparecido con la cara golpeada indicando que el secuestrado se había fugado.

Rick, Ryan, Glenn, Daryl y Shane habían salido al bosque justamente para buscarlo, era un peligro tenerlo cerca.

― bien, escucha, yo sé que eres muy tonto para comprender y de verdad te compadezco pero, tu idea es una estupidez ― el niño de pecas nuevamente trataba de meter a Marlene en sus "aventuras" de héroe.

Mismas aventuras que nunca salían bien.

El menor de los Grimes veía por la ventana del segundo piso de la casa con ayuda de unos binoculares.

― a demás Chispita tiene frío, el no quiere salir ― la rubia se sentó en la cama observando como el niño Grimes aún observaba por la ventana.

― bien, bien, no haré nada ― dijo por fin el oji-azul ― ¿escuchas eso? ― ambos hicieron silencio ― viene del armario.

Tontamente la rubia entro hasta el cuarto de armario, de pronto la puerta de este se cerro. Carl la había encerrado.

Marlene maldijo por lo bajo.

― ¡enano traicionero! ― gruño Marlene golpeando la puerta ― déjame salir Carlos.

Se notaba que el acento latino comenzaba a hacerséle costumbre.

― no, tienes razón, he hecho cosas que solo te han metido en problemas, no quiero que te pase nada, tu te quedas aquí ― Marlene supo que el niño se había ido cuando ya no escucho ruido en la habitación.

No confíes en los enanos, Pensó la Dixon observando el poco espacio que tenía. Menos mal no era claustrofóbica.

― ¡mascotas maravilla vengan por mi! ― la chica estaba segura de que todos los demás estaban afuera observando, no la escucharían ― y recuerda Mar, no confíes en los enanos oji-azules con complejos de héroe.

Tal vez Carl no había hecho lo correcto en encerrarla, tal vez si, luego del susto con el errante y accidente en la cabeza, Carl no se había despegado de la rubia pues decía que estaría más segura estando el a su lado.

No arriesgaría a Marlene, jamás lo haría, al menos no de nuevo.

― piensa, piensa ― Marlene buscaba en el armario algo de utilidad ― el carajo, !Maggie! ¡¡Ven al rescate!! ― la Dixon golpeaba la puerta del armario esperando que alguien le abriera.

Llevaba como 15 minutos en ese lugar pero para ella habían sido 15 días.

― ¡Ya me aburrí! ― la rubia trataba de pensar igual que su tío Merle, el hombre robaba, seguramente sabría abrir una puerta ― tal vez si intentará...

































― no encuentro a Carl ― Lori salió de la casa Greene con una evidente preocupación su voz

― Marlene tampoco está ― secundo Meredith quien ya tenía sus ojos llorosos.

― ¿Que?

― ellos estaban arriba se suponía que vigilaban, no nos iremos sin los niños ― Lori tomaba las manos de Meredith quien comenzaba a hablar atropelladámente

― no lo haremos, busquemos ― dijo Carol tomando a ambas mujeres de las manos para entrar a la casa.

Una enorme horda de errantes se acercaba a la granja, con los niños desaparecidos aquello era una bomba de tiempo. No perderían a más niños, no lo harían.

Mientras tanto Ryan Dixon corria por la granja Greene con una herida de bala en la pierna. Las cosas no habían salido nada bien. El hombre junto con Rick habían seguido a Shane en la búsqueda de Randall, grave error.

Todo había sido una trampa, Shane había intentado matarlos, a ambos, cuando esté le disparó en la pierna al Dixon fue cuando Rick pudo apuñalarlo hasta verlo morir.

Luego llegó Carl quien se asustó al ver la escena, después de aquello los dos hombres junto con el niño observaron una gran horda de errantes que se acercaba.

Fue cuando los tres comenzaron a correr.

Ryan con el propósito de darles ventaja a Rick y a Carl comenzó a disparar atrayendo la atención de los errantes que ahora tenía encima.

No duraría mucho peleando con ellos debido a la cantidad de sangre que estaba perdiendo.

― mierda ― el Dixon tropezó con una roca la cual lo hizo caer encima de su pierna herida, los errantes comenzaba a acercarse a el, iba mal.

Peor aún, ya no tenía balas.

Al otro lado de la granja, Marlene corria sin parar, su aliento caliente chocaba con el viento frío que hacía aquella noche. Ya había notado la horda de errantes.

Aunque aquello no le importaba en lo más mínimo. La rubia quería buscar a su padre y a Carl. Era lo que le importaba.

― no te asustes Chispita, vamos a encontrarlos ― el animal quien iba en la mochila de la chica simplemente se escabúllo mas dentro de esta ― cobarde.

Cuando menos lo pensó un gran brillo la alumbró, el granero se estaba incendíando.

― por todos los carajos ― corriendo en dirrección opuesta y con la pistola en mano Marlene mataba a los errantes que se ponían en su paso.

Ya no era tan mala después de todo.

Con el grupo algunos habían salido con los autos a matar errantes y alejarlos de la granja. Mientras que Lori y Meredith se encontraban en un manojo de preocupación preguntadóse dónde se encontraban sus hijos.

― no están por ningún lado ― aviso Lori bajando las escaleras

― quizá se hayan escapado ― aporto Carol buscando diversas alternativas

― ¡¿Porque carajos harían eso?! ― una exasperada Meredith llamo la atención de todas en el lugar, ella se notaba más preocupada que el resto.

Marlene era su hija, su pequeña, su tesoro más preciado, ella no podría vivir con el hecho de haberla perdido, jamás.

― quizá ellos comenzaron el fuego ― comento Patricia antes de voltear nuevamente a la ventana de la casa.

Mientras tanto en el granero, Carl y Rick se encontraban en la planta alta esperando a que alguien se acercará a ayudarlos, estaban rodeados.

En la cabeza del menor Grimes solo estaba una persona, Marlene, debía entrar a la casa para poder sacarla del armario. Debía salvarla.

― papá tengo que encontrar a Marlene ― Rick quien aún trataba de retomar aire lo vio confuso ― la deje encerrada en el armario, tengo que ir.

― ¿Porque la encerráste en el armario? ― pregunto Rick confuso ― ¡hey!, ¡hey por aquí! ― la caravana se paró enfrente de ellos abriéndoles nuevamente el paso ― ella estará bien.

Eso no mantuvo tranquilo al Grimes menor. Carl solo podría estar tranquilo teniendo a la niña que le gustaba enfrente de el sana y salva.




































Marlene corria, disparaba, golpeaba, pero no era suficiente, se estaba cansando.

― estúpido tu, tu y tu ― al correr y al disparar le era muy difícil ver por dónde pisaba ― carajo ― su pie se había torcido.

A lo lejos la rubia pudo observar a un grupo de errantes amontonados, como si tratarán de comer a alguien.

― suelténme pedazos de mierda ― esa voz la conocía perfectamente, era su padre.

Marlene cojeó hasta llegar al grupo de errantes quienes la recibieron con gruñidos, la niña simplemente comenzó a dispararles a todos los que podía liberando a su padre.

― ¿Mar? ― Ryan yacía en el piso, su herida se veía bastante mal ― si es otra puta alucinación te pido que me mates de una buena vez.

La oji-azul suspiro cansada pues Ryan solía decir muchas tonterías cuando no sabía que hacer.

― si, se te apareció la virgen, hora de irnos Robin hood ― Marlene paso el brazo de Ryan por sus hombros ―  trata de apoyarte en mi.

Y así ambos comenzaron a encaminarse hasta una camioneta negra que el mismo Dixon había reparado.

― ¿dónde esta tu madre? ― apoyado en su hija y comenzado a caminar más rápido Ryan decidió preguntar esperando que la respuesta de su hija no fuera la que pensaba.

― está bien padre mío, ahora hazme el favor y mueve tu estúpido trasero de una buena vez si no quieres morir desangrado o peor, comido ― dijo la chica bufando.

No iban nada rápido, ambos estaban heridos, uno de bala y la otra de un esguince en el tobillo.

― ¿se supone que yo tengo que manejar?  ― interrogó el hombre subiéndose al asiento del piloto.

― noo, si quieres que maneje Chispita, como alcanza ― notoriamente sarcástica Marlene subió al asiento del copiloto sin antes murmurar: estos hombres cada vez son más idiotas. ― oye si te mueres tienes que decirme la herencia completa.



































En la carretera, Carl Grimes junto con su padre y Hershel esperaban a los demás, aún tenían la esperanza de encontrarlos con vida.

El niño Grimes por un buen rato había insistido esperar a Marlene y a Lori pues eran la prioridad para el chico. No se podía ir de ahí.

― Rick, lleva al muchacho a un lugar seguro, yo esperaré a mis hijas y a mi nieta junto con los demás, conozco algunos lugares, nos vamos a encontrar bien.

El tiempo transcurría, no sabían exactamente si eran minutos u horas pero aquel tiempo los estaba volviendo locos.

¿Y si nadie estaba vivo?. Era difícil de asimilar pero si nadie llegaba, tendrían que irse haciendo la idea de aquello.

Sin embargo todos estaban bien, Daryl venía en su moto junto con Carol, a la par Glenn y Maggie veían en una camioneta, Lori, Beth, Meredith y T'dog venían en otra, y por último Marlene y Ryan iban en otra.

Todos están bien. Al menos eso aparentaban.

— Carl, no es seguro aquí — el niño de pecas observaba a su padre con fastidio, el quería quedarse — tendremos que..

Las palabras quedaron en el aire cuando vieron llegar a Daryl y Carol seguidos de todos los demás.

Todos bajaron reencontrándose con todos, los Greene se encontraron, pero Meredith aún estaba incompleta.

No estaba su esposo, y tampoco su hija.

― ¿dónde están Ryan y Marlene? ― pregunto Meredith con un nudo en la garganta ― ¿Rick?

El hombre dudo en contestar pero finalmente lo hizo.

― Shane le disparó en la pierna, después Ryan llamo la atención de los caminantes para que yo pudiera correr al granero junto con Carl ― explico el hombre llamando la atención de todos escuchando los sollozos de Meredith.

― tenemos que buscarlos papá, a Marlene, no podemos dejarla ahí ― Carl comenzaba a hablar atropelladámente, el quería encontrar una solución.

― es mi hermano, y mi sobrina la monstruo, yo iré a buscarlos, son mi sangre, volveré ahí ― justo cuando el cazador iba a subir a la moto una mano se lo impidió.

― no, no están ahí, no están, tendremos que asimilar que ellos no están, es un suicidio estar ahí ― hasta el mismo Rick se había sorprendido por sus palabras.

El hombre desde Atlanta había formado una muy buena amistad con el Dixon del medio, por no decir una de las mejores.

Luego el hombre lo había salvado a él y a su hijo, ¿Porque había dicho aquello?.

Por una razón, quería mantener a salvó a su familia.

Cuando nadie lo espero Meredith ya había estampado su mano en la mejilla de hombre, Rick estaba pensando en su familia, ¿Pero que había de la de Meredith?.

― ellos son mi familia imbécil ― dijo entre dientes dándole la cara al líder ― da igual si tú te quieres largar, nadie te lo impide, pero es mi hija la que no a regresado.

― Rick, entiendo que quieras mantenernos a salvó pero mi nieta no ha regresado, es mi familia, yo también me quedaré aquí.

La mayor parte del grupo quería quedarse, Ryan había ayudado numerosas veces al grupo, todos lo apreciaban.

Y bueno, Marlene tal vez no era la mejor compañía todos los días pero al menos era una niña la cual podía sacarte unas cuantas risas en un dos por tres. Y a demás era eso, una niña.

― si estamos cerca de la carretera hay más posibilidades de encontrarnos con una horda, hay que movernos ― explico el líder.

Hershel abrazaba a sus tres hijas quienes se encontraban preocupadas por Marlene, era más que claro que para los Greene era lo más importante.

― ¡Tenemos un 33-12! ¡Un 33-12! ― todo el grupo volteo al reconocer esa voz ― Más rápido anciano, ¡Un 33-12!.

Era Marlene sacando la mitad de su cuerpo por la ventana gritando aquello, al volante iba Ryan con una sonrisa en su rostro, (más parecía mueca).

Fue Meredith la que rápidamente corrió hasta la camioneta viendo cómo Marlene ya se había bajado de está corriendo hasta sus brazos. Ambas se habían fundido en un fuerte abrazo.

Quien tampoco tardo mucho en acercarse fue Daryl quien fuertemente abrazo a su hermano escuchando unos quejidos de parte del contrario por su pierna. Aunque el cazador no lo haya mostrado, se encontraba bastante preocupado por su hermano mayor, era el único que le quedaba.

Poco después Ryan abrazo a su esposa e hija reencontrándose nuevamente.

De ahí fueron los Greene los que abrazaron a Marlene y a Ryan. Ellos estaban bien.

― bien Betty tienes que bajarme ― pidió la rubia al ver cómo Beth aún la tenía cargada abrazándola como si fuera la última vez. Está simplemente cedió.

― ahora sí estamos completos ― dijo Grimes ― tenemos que irnos y de paso encontrar algo para curarte ― señaló a Ryan ― de ahora en adelante tendremos que estar más unidos que nunca.

Carl quien estaba bastante emocionado camino hasta llegar a Marlene abrazándola fuertemente, demasiado para el gusto de Marlene.

Después el niño de pecas se separó inspeccionando cada parte del rostro de Marlene buscando algún rasguño o golpe, estaba sana y salva; a excepción de su tobillo el cual traía bastante mal.

― prometo que nunca más te encerráre un un armario ― dijo Carl mirando a la rubia ― no quiero volver a dejarte sola.

Marlene quien no sabía que responder simplemente abrazo al chico nuevamente.

― más te vale porque si no yo misma te sacaré un ojo ― y con aquella "amenaza", ambos volvieron a abrazarse con cariño.


































Los autos se habían quedado sin gasolina. Ahora el grupo se encontraba "acampando" en el bosque de noche.

No había un lugar a donde ir, ya no quedaba nada.

El grupo reposaba al rededor de una fogata tratando de encontrar calor pues el invierno comenzaba a hacerse notar gracias a las bajas temperaturas que se presentaban, eso sería un problema.

― ¿Que miras? ― pregunto Carl mirando a Marlene la cual se encontraba acostada en el piso viendo al cielo nocturno

― a las personas que perdí ― contesto la rubia, el pecoso quien no había entendido copio su acción acostándose junto a ella ― ella es María ― señaló una estrella ― por allá está Otis, Patricia, Jimmy, Sophia ― el pecoso sonrió al escuchar el nombre de la que fue su amiga ― me gusta pensar que las personas cuando mueren se convierten en estrellas que te cuidan desde el cielo.

Aquellas palabras quedaron grabadas en la cabeza de Carl, esa frase la recordaría siempre pues es que podría llegar a ayudarle en algún momento.

Ambos niños traían los abrigos de sus padres quienes se los habían dado al escuchar los castañeós de sus dientes.

Después de aquella mini charla ambos niños se acercaron más al grupo llendosé cada quien con su madre.

Rick hablaba, hablaba sobre cómo había matado a Shane, sobre cómo lo había matado por el grupo.

― mis manos están limpias ― con los sollozos de Carl de fondo la escena se volvía más imponente ― puede que ustedes estén mejor sin mi, adelante.

Marlene habían intentado ponerse de pie pues la petición de Rick había sido tentadora, Maggie le había contado como el hombre había estado a nada de abandonarlos, a ella y a su padre.

Sin embargo la acción de irse fue retenida por Meredith quien abrazo más a su hija.

― ¿Nadie se va?, Está bien, pero que les quede algo en claro, si se quedan, esto ya no es una democracia ― intercambiando miradas entre todos supieron que ya no había vuelta atrás.

No sabían que les depararía el mañana, tal vez algo mejor o algo peor, no podían saberlo. Las cosas ya no podías ser como antes, la cruda realidad les estaba tocando la puerta dispuesta a acabar con quién se viera involucrado.

Ya no habria días fáciles, ya no habria días buenos, un largo camino difícil y pesado se les venía encima, con el invierno acercándose y sin un refugio las cosas se complicarían.

Pero se mantendrían juntos.

Carl Grimes cuidaría de los suyos, cuidaría de su madre, de su futuro hermano, pero sobre todo, cuidaría y protegería hasta el último minuto a aquella chica de cabellos rubios que lo había cautivado desde el primer momento.

Esa rubia con un carácter sin igual que con tan solo su presencia podía iluminar todo el lugar, Carl lo había descubierto, Marlene Dixon era su luz.

Y en aquel momento tan solo eran niños perdidos destinados a encontrarse.

FIN DEL PRIMER ACTO

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