15| REAL LIFE

—¿A qué estás jugando?—Odessa gritó mientras entraba al trailer de Sebsatian, con suerte de que nadie más estuviera ahí.

Sebastian giró en su silla, en la que se encontraba sentado.

—Hola para ti también —él contestó con una pequeña sonrisa, sabiendo exactamente lo que había hecho para molestarla.

—Omite la mierda, Sebastian—dijo Odessa más tranquila que antes, de pronoto muy consciente que alguien podría estar escuchando la conversación, y la última cosa que ella quería eran más columas de chismes sobre ella.

—Lenguaje, Dessa, Cap no estaría orgulloso—dijo poniéndose de pie y acercándose a la mujer con la que estaba jugando.

—Okay, tres cosas. Uno, todos sabemos que soy Iron Man desde el primer día. Dos, solo la gente a la que tolero puede llamarme Dessa, y tres, responde mi pregunta—Odessa gruñó, tratando de mantener su temperamento al margen pero no haciendo un buen trabajo en ello.

—¿Sabes?, estás comenzando a sonar como Margarita.

Odessa frunció el ceño al hombre parado frente a ella, confundida de a quien creía él que estaba hablándole.

—¡Oh! Te refieres a Pepperoni. ¿Cómo lo supiste de todas formas?

—Ella dejó su teléfono desbloqueado, me dio curiosidad, aquí estamos ahora—dijo dando un paso al frente, acercándose como en su último encuentro.

—Eres incluso mas imbécil de lo que recordaba.

Sebastian hizo un puchero falso.

—Sabes que me amas.

—En tus sueños.

Era como si ambos estuvieran teniendo un déjà vu, porque sus labios se encontraban, de nuevo, a escasos milímetros de tocarse.

–¿Cómo lo sabes?

Odessa no se alejó como la última vez, en su  lugar, enredó sus brazos alrededor del cuello del chico.

—Suposición afortunada.

Ella inclinó su cabeza de un lado al otro, mirando donde los ojos de Sebastian estaban.

—¿Sabes?, si sigues así, este juego que tenemos no va a durar mucho.

Sebastian trató de inclinarse hacia delante, desesperado por sentir sus labios en los suyos, pero ella se hizo hacia atrás hablando.

—Jesús, Sebastian, ¿qué tan desesperado estás?

Fue entonces cuando ella caminó saliendo del trailer, sonriendo, sabiendo que se había "vengado" de lo que él había hecho en su Twitter antes. Lo que ella no sabía era en la situación en la que había dejado a Sebastian.

—Cristo—susurró—. Ella aún sabe como hacerlo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top