[Capitulo Final parte uno]

Luna camino por la plaza con ambas bolsas, esta sin entender nada, no sabia si confiar, o si deveria cuidar mucho a Mar para que no fuese la misma historia de Sol, ¿Porque hizo eso? Si hace tiempo lo unico que queria era matarlos a ella y a todos, ¿tan fuerte era su amor por Bernie que queria regresar a casa? ¿Con su única familia? Sharon jamas actuo de buena manera a una sola persona desde aquel incendió en la mansión, la había llegado el arrepentimiento talvez, nadie sabia el cambio por el cual Sharon Benson, ¿estaba siendo buena?

—¡Encerio!,— dijo Ámbar cuando Luna terminó de contar lo que había pasado.

—No sé qué hacer, solamente no dire nada a mi madre, en el fondo saben que no soy de guardar rencor,— Luna sonrió de lado.

— Sharon es astuta, pero también puede que esté arrepentida.— dijo Nina acomodandose el bolso.

— Ya son las ocho;treinta, es mejor que lleguemos a la Mansión para cenar,— Ámbar ayudo a Luna con algunas bolsas y bajaron hasta el auto, Valeri intentaba sacar todo de ella, disfrutar los momentos, pero se iba, y eso nadie se lo quitaba de la cabeza.

Esta vez Luna conducirá el auto, Ámbar se acomodó en el asiento de el copiloto, y las chicas atras, acomodaron sus bolsas y luego la mexicana arrancó, Ámbar inmediatamente puso su canción, catch me you queen.

— ¿Recordas cuando voz eras una Sharón?,— dijo Nina dando un mordisco a su creppa de nutella que había comprado.

—¡Shh!,— Ámbar empezó a reir,— ¡A mi! Me cambio el amoor,— dijo sonriente,— y me hizo darme cuenta que el bien es mejor, cuando sostuve a Sirel por primera vez en mis brazos,— dijo en tono "dramatico".

—¿Y tu felicity for now?,— Luna empezó a reir al volante.

—¡Óyeme óyeme! Que conste que por eso conquisté a Gaston, si no hubiese sido por esa cuenta, ni Gael ni Nesee existieran, ¡Menos Gastina!,— dijo seguida de comer su deliciosa creppa.

—¡Hay porfavor! Tarde o temprano acabarían juntos,— Anna habló,— Ese era su destino...

(...)

—¡Wow!,— susurró Lili cuando Luna se provo su vestido recién llegadó,— Te vez... divina...

— Eres hermosisima pequeña,— dijo Bernie observando a Luna, quién preguntaba como le quedava el vestido.

— Perfecto...— Ámbar sonrió.

Luna seguía observándose en el espejo de su habitación, talvez nunca penso que se vería así otra vez, después de todo lo qué pasó, después de todo lo qué pasaron todos, llegar hasta acá encerio había sido un verdadero logro, que apesar de todo jamas se rindieron.

— Alguien me ayuda a quitármelo,— dijo Luna, Anna se paró y bajo el cierre de el hermoso vestido de Luna.

Al rato Luna se encontraba contando las invitaciones, lo cual llevaba demasiado tiempo.

— ¿Que haces?,— dijó Matteo sentandose a lado de ella en la cama.

— Contando,— dijo.

— ¿Estas estan contadas?,— Matteo toco una invitación.

— Esa parte sí,— dijo Luna.

—¿Cuantas hay acá?,— el italiano parecia raro.

— ochocientas,— Luna sonrió.

El italiano abrio los ojos como platos, ¡Tanto!

—¿Acaso invitaras a todo México y todo Argentina?,— dijó en tono de burla.

Luna soltó una carcajada y en eso Sol entró corriendo a la habitación, y cerro la puerta, estaba corriendo pues llegó agitada.

—¿Que pasa?,— preguntó Matteo algo preocupado.

— Estamos,— Sol suspiro,— Jugando, de — Sol suspiró,— Escondidillas.

—Ven acá,— Luna la llamó, y se sento frente a Matteo y Luna, medio de ellos estaba Mar jugando con su chuponcillo.

—¡Pronto sera la boda!,— dijo Sol aplaudiendo,— ¡Quiero comer mucho pastel de chocolate!

Luna y Matteo rieron.

—¡Escuchen!, ¿Como se conocieron?,— preguntó Sol.

— ¡Huy!,— Luna río,— De la manera más romántica que existe,— dijo sarcástica y burlonamente.

—¿Acaso en el colegio, chocastes con mamá le tirastes los libros y luego la ayudastes a recorgerlos?,— preguntó Sol sarcástica.

—Algo parecido,— Matteo río,— fue en Cancún, hace mucho tiempo, Luna iba con sus patines, yo también, en ese momento Ámbar era mi novia...

—¡Mi tia Ambar!,— gritó Sol, — Okey, okey,— sigue papá...

— Bueno, entonces, chocamos...—Matteo río,— Dijimos unas cuantas palabras...

—Talvez tu quisiste chocarte conmigo, — dijo Luna con voz chillona y burlona.

Luna y Matteo rieron.

— Luego, la salve de ahogarse en la pileta de la Mansión de Cancún y ahi literal empezo todó, talvez en una competencia internacional...— Matteo vio a Luna de reojo y se empezó a reir.

La puerta se abrió de golpe y Sirel apareció ahí.

— Un, dos, tres para Sol..— dijo y salió corriendo.

—Hablamos luego,— dijo y empezo a correr.

—¡Con cuidado!,— le gritó Luna.

—Entonces,— dijo Matteo,— ¿Cuantas invitaciones hay?.

Luna difuminó a Matteo con la mirada.

—Cuentalas tú...— dijo Luna tomando a Mar entre brazos y salió de ahí.

Luna iba saliendo de la habitación con Mar en brazos, cuando Ámbar apareció, junto a Lili.

—Tenemos que ir a ver el pastel, el arreglo...

—Las columnas y la iluminación...

—No olvides la mantelería, la música y los platillos...

— Las letras gigantes, el area de fotos, y la mesa de postres...

—Los recuerdos, la foto gigante, y el licor...

Luna cerro los ojos, camino hasta la cama.

—La cuidas bien,— dijo la mexicana a Matteo.

— A sus órdenes capitana.

(...)

—Creeo que me gusta mas como se ve las rosas blancas,— susurró Luna.

—Sí, con un poco de iluminación se vera bien...— esta vez fue Lili.

—Entonces son, rosas blancas con detalles beigues,— Ámbar sonrió.

—Estoy agotada,— Luna se pasó las manos por la cabeza,— ¡Quiero dormir!

—Luna...¡No seas dramática!,— Lili la vio "molesta".

— Ahora yo soy la dramática,— respondió.

Lili y Luna se veian desafiadamente pero era mas que obvio que en el fondo una carcajada quería salir.

Quien no soporto reirse fue Ámbar.

—Jamas, nunca, habias hablado haci a Luna,— Ámbar seguía riendo,— Ahora que esta por casarse, la regañas, ¡Por dios!,— seguía con las carcajadas.

—Esque, hija, ¡Es tu boda!,  debe de ser, ¡Espectacular! ¡Luna Benson! Se casa con ¡Matteo Balsano! Seras el centro de todo tres dias antes de tu boda, ¡Todo! ¡todo! Tiene que estar ¡Per-fec-to!,— dijo Lili sarcástica.

—Mamá,— Luna rodó los ojos,— ¡Falta un mes!.

Un mes despues...