—Luna ¿Te sientes bien?,— preguntó Renata, algo nerviosa.

Luna quedo callada unos instantes.

—Luna, porque lo dices tan segura,—preguntó Lili.

—Luna, encerio no se que tengas, no se si te sientes bien o mal, pero no le veo la gracia a esto,—dijó Renata.

Luna se sento nuevamente y siguió desayunando, Renata pidió que le sirvieran y se sento en la mesa con ellos.

—¿Quien vino?, ¿Tenemos invitados?,—preguntó Reny, al escuchar que un carro paró en la entrada principal.

—Yo creeo que eso a ti no te importa, —dijó Ambar sin dirigirle la mirada.

—Ambar,—dijó Alfredo.

—Perdón abuelo.

—¡Anna!,—gritaron Sol y Sirel cuando entro a la casa con sus maletas.

Renata cambio su aspecto, los nervios los tenía a flor de piel.

—Mis pequeñas,—dijó y las abrazó.

—Es bueno que regresastes,—dijó Simon.

—Haces, muchísima falta,—mencionó Ambar.

—Me alegra volver a verlos, pero Matteo, recuerdas que te dije que regresaría con una condición,—dijó Anna de pie frente al comedor, frente a todos.

—Sí, lo recuerdo, hablaremos de eso después, ahora sentat...

—¡No!,—Anna interrumpió a Matteo,—Quiero decirlo ahora, que están todos.

Todos se veían con cara de saber que pasa.

—Voz decis a que horas,— Matteo sonrió.

—Bueno, mi condición es, que saquen a esta mujer de la mansión,—señaló a Renata.

Renata se puso tensa, palida, queria salir corriendo.

—¡Que broma tan más buena Annita! Llegas arrasando con todo,—Reny empezo a carcajearse, sirvio un vaso de jugo,—¡Brindemos porque ella llegó!,— Renata empezó a hacer muecas.

Luna sin decir nada, salió corriendo de ahí.

—Luna...—dijó para seguirla.

Matteo la siguió hasta el baño, donde observó cómo se deshizo y empezó a sacar todo.

—¿Que pasa?,–Matteo tenía cara de morir, si, vomitar era normal pero aun haci.

Luna no respondió, y siguió haciendo lo suyo.

—Hablamos de eso después,—dijo Luna y salió con Matteo de ahí.

Sentados todos en la mesa, esperando el postre, Luna rompió y dijo lo que le pasaba, todos recomendaron doctores especialistas.

—Sabes, haci estaba hace un año, y fui con un tipo de Cuba, todo era horrible, a todos momentos quería sacar miles de cosas, de hecho mañana vuelo a Cuba, no estaría mal que fueses conmigo,—dijó Renata sonriente,— claro, puede acompañarte quien sea.

Luna solamente sonrió, la gira de Matteo estaba por empezar.

Al otro dia...

—Perdónane por hacer que cancelaras tu gira,—Luna se recargó en el hombro de el italiano sentados en el avión.

—Sabes que eres mucho más importante tu mi amor.

—Sol estará bien con Ambar y mi mamá,—Luna suspiro.

—Gracias por acompañarnos chicos,—Matteo sonrió a Nina y Gaston, Simon estaba dormido.

En poco tiempo los chicos ta estaban en Cuba, se instalaron rápidamente y a lo que iban, con la dirección de Reny llegaron hasta un edificio.

—¿Dionicio?,—susurraron los chicos.

—Chicos, que los trae...—Dionicio cambio el rostro al ver a Simon, pues le recordaba a Ambar.

Renata explicó lo que pasaba, hablaron un gran rato a solas, y luego Luna entro acompañada de Matteo, hablaron, y Dionicio llevo a Luna a practicar unos estudios.

—¿Que? Como esta todo,—preguntó Matteo cuando Luna salió de la sala de estudios.

—Bien, supongo,—respondió Luna no muy convencida,—En un rato entra Dionicio con los resultados, aca todo es al momento, estoy nerviosa.

Buenos Aires, Argentina

—¡Sol!¡Sirel!,—gritaba Ambar desesperada por toda la mansión.

—¿Donde están mis princesas, donde están mis niñas?,—Alfredo estaba llorando desconsoladamente.

—¡No puede ser!, No no no,—Lili tenia los ojos repletos de lágrimas pero seguía buscando a ambas niñas.

—¡Sol! Porfavor,— Anna de igual manera estaba llorando, la mansión estaba repleta de gritos.

—¡De nuevo Sol no! ¡Otra vez no!,—gritaba Alfredo postrado en el sofa, agitado, mientras Amanda trataba de tranquilizarlo.

—No hay señales de ellas por toda la cuadra, buscamos dos calles más alrededor de la mansión pero nada,— dijó Alan, el encargado de el personal masculino.

Lili quedo callada un rato, pensando, en eso encendió la t.v.

—Hoy, en punto de las seis de la mañana, Sharon Benson fue retirada de las seldas de Argentina despues de pagar la fianza de tres millones de dólares.

—No, no, no no, ¡No!,— decia Ambar negando con la cabeza, ahora si, envuelta en llanto,— ¡Sharon las tiene, Sharon tiene a mi hija, Sharon tiene a mis niñas!

—No creeo que sea buen momento para hablarle a Luna, ya no se atenderá bien, y mi hija esta mal,—Lili se sento.

—No le digas a nadie, no quiero que Simon se alarme, déjalos ser, nosotras actuaremos frente a esto,— respondió Ambar.

—Sharon no me quitará a mis niñas cuatro años mas,— dijó Alfredo,— aremos hasta lo imposible, y si no...

—Y si no, ¿Que?,—preguntó Lili.

—Le daré de una buena vez, lo que tanto quiere,—dijo don Alfredo.

—¿A que te refieres abuelo?,—preguntó Ambar.

—Mis niñas estarán de nuevo, haci tenga que dejar todo lo que tengo a nombre de Sharon.

—¡No papá!,— Lili respingo,— ellas estarán de nuevo aquí, y Sharon no se saldrá con la suya.

—¿Las encontrarón?,—Bernie entró agitando.

—No... pero sabemos quien las tiene,—Lili respondió.

—Sharon,—dijo Ambar.

Cuba.

—Estas seguro,— repitió Matteo.

—Los resultados son claros, aca se ve como el virus ha avanzado,— Dionicio respondió.

—¿Porque?,—dijo Luna fuera de este mundo.

—No es posible, ella es cuidadosa, no, no ¡Porque diablos!,—Matteo golpeó la mesa.

—Matteo calma porfavor,—Dionicio se puso de pie,— Alteraras a Luna.

Luna estaba con la mirada fija, los ojos llorosos, no decía nada.

—¿No se puede hacer nada?,— preguntó Matteo.

—Ha avanzado demasiado Balsano, es imposible, solo sera un dolor innecesario para ella,—respondió Dionicio.

—Voy... a... morir... —susurró Luna dejando caer unas lágrimas.

—No puede ser, Demonios ¡No!,— Matteo estaba inconsolable.

—El tratamiento durará, ayudará solamente para que ella viva posiblemente un mes mas,—dijó Dionicio,— Es muy doloroso, costoso, y aveces en vano.

—No importa, agalo.

—¡No! Si voy a morir que sea en paz, no con dolor, no esperando a que mi cabello desaparezca, que sea algo normal, no quiero sufrir mas,—dijó Luna.

—Esque Luna,—Matteo lloraba.

—¡Matteo cálmate! Y acéptalo,— Luna se limpio las lágrimas,—Yo ya lo acepté, no puedo hacer nada, tranquilízate, y ve haciéndote la idea que me verás poco tiempo, acéptalo, acepta que... Me voy a morir.

Holi holi ¿Como estan?
Bueno nuevo capítulo, y si no tan bonito, pero bue, nada es color de rosa siempre🗣

No olviden comentar lo que quieren que pase ahora, comenten, den ideas o si no, después no me reclamen si hago sufrir a Sol y Matteo, ¿Bye Luna? Ustedes deciden comentando, dando ideas, o Luna muere.
(Jaja)

Y principalmente no se olviden V O T A R
V O T A R
V O T A R

Los votos estubieron pocos en el anterior, por eso hasta ahora publique.

Si quieren mas Cap's... VOTEN❤️