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Segundo paso: Maquillaje y cambio de imagen
KiBum se encontraba sentado en esa extraña silla del salón de belleza, detrás de él se encontraba MinHo y Jessica, la estilista.
—Yo lo raparía —la mujer chasqueó la lengua repetidas veces. Negó con rostro indignado—, mira que cabello, aquí podrían hacer su nido las aves, por dios, estas puntas están más quebradas que mi separación de la academia de estilismo Girls Generation, y están más quemadas que el novio de mi hermana.
—¿Va a seguir diciendo lo que me hará o me va a arreglar mi greña?
—Ay mi cielo, ni el aire de la Rosa de Guadalupe te ayudará, tendrías que volver a nacer.
—Ah no, quiero verme bonito, no todo...yo...
—¿Cuál es la ocasión?
—Quiero gustarle al chico que me gusta.
Jessica observó a MinHo con una ceja arqueada y este solo negó de inmediato.
—Ya me había asustado de que un chico tan guapo como él tuviese el interés en ti.
¡Ouch!
«Zorra mal parida, a ti tampoco te hará caso MinHo, plástica culera, te voy a derretir con mi encendedor de pistola.» Pensó Key.
—Quiero que le arregles el estilo de cabello no que le arruines la vida, Jessica. —Sentenció MinHo.
—Podríamos hacer algo, espero funcione. —Sacó una campanilla y llamó— Vidrio, ven aquí.
—Soy Krystal, estúpida. —De una puerta salió una chica más joven, su rostro inexpresivo hizo que tanto Key como MinHo observaran un poco asustados a la mujer— Por eso te corrieron de la academia.
—Igual tengo el apoyo de Avon, ¿no?
—Como digas, ¿qué quieres?
—Ayúdame, el chico quiere un cambio de imagen, mientras yo arreglo su cabello tú empieza con la cara.
Y así fue, Key terminó con la cabeza apoyada sobre una base mientras lavaban su cabello y aplicaban quién sabe qué productos de belleza para rehidratar, revivir, reacondicionar el cabello, las manos de Jessica eran suaves pese a su actitud osca, cerró los ojos en todo el masaje que recibía a su cabeza. Después del lavado, una toalla se enredó caprichosamente entre sus cabellos.
Kristal comenzó a preparar una extraña mezcla de miel con aceite de coco, aparte preparó azúcar y limón, tantos elementos extraños que KiBum desconocia. Jessica cortó su cabello con profesionalismo, secó y tomó la plancha delgada.
—¿Me vas a planchar el cabello?
—Cielo, es necesario hacerte un permanente mientras tu cabello se amolda al tratamiento, ya después puedes hacerle lo que quieras.
Mientras su cabello era planchado, Kristal aplicó una mascarilla en todo el rostro, incluido sus labios. En el transcurso de su tratamiento, MinHo se dedicó a hojear revistas, si aquello que hacía no era amor, entonces no sabía que era, no supo en qué momento se quedó dormido soñando con Key tan bonito y sin ningún cambio.
🌟🌟🌟
—MinHo, Min...—Una mano suave, hidratada y con la manicura perfecta, tocó el hombro de Choi quien yacía ya prácticamente acostado.
—¿Mh?
—Han acabado, Min. —KiBum sonrió y aquello resultó extraño en MinHo.
¿Qué era eso? ¡Oh Dios! KiBum tenía los labios hidratados, rosados y brillantes. ¿Qué era eso? Sus ojos se ampliaron tanto que Key temió que su amigo se quedara sin ojos.
La mirada de MinHo se posó en su vista, ojos perfectamente delineados de negro, pestañas ligeramente rizadas y... ¡pupilentes verdes! aquello lo iba a matar de la impresión.
Para cuando su mirada se fijó en su cabello, quiso besar los pies de las mujeres, el cabello reseco, maltratado y chino ya no existía, el cabello negro, lacio y con forma le daban la bienvenida a un KiBum aún más hermoso para él, era tan brillante, suave y sedoso que Choi quiso enredar sus dedos para siempre entre aquellas delicadas hebras que resbalaban al contacto como agua.
—¿Te gusta? —Key se incorporó para posar.
—Me gustas...que diga, me gusta, te quedó perfecto.
Las hermanas Jung se miraron cómplices y sonrieron al descubrir el interés del hombre en el chico bonito, después de todo no había sido un esfuerzo en balde, el chico realmente era bonito, solo necesitaba el método adecuado y resultó perfecto ya que era un diamante en bruto que ellas pulieron hasta dejar ver a un doncel que podía ser delicado y perfecto.
—Con esto no solo el chico que te gusta caerá a tus pies, sino otros también. —La mirada de Jessica se posó en MinHo quien pasó saliva y negó lentamente.
—Gracias, recordaré todos los trucos para maquillarme y no picarme un ojo en el intento.
—¡Cómprame Avon! —Sonrió Jessica mostrando el catalogo— Con lo que te maquillé es la línea exclusiva de Avon para lucir natural.
—Lo tomaré en cuenta, gracias.
Abandonaron el salón de belleza con calma, Key se sentía extraño de estar así, su cabello se sentía liviano, su rostro tan húmedo que sentía que en cualquier momento su cara sudaría y sus labios no tenían ni rastro de resequedad que pareció que hubiese bebido un río entero, incluso al mirar sus uñas descubrió que no había cutícula o molestos padrastros rojizos que lastimaran sus dedos, no, en su lugar había uñas limpias, recortadas y con un barniz transparente para que lucieran más naturales.
Sí, definitivamente comenzaba a gustarse un poco. Y a MinHo más.
🌟🌟🌟
El bendito viernes había llegado tan rápido que a MinHo le pareció un tiempo inexistente. Había acordado con KiBum en que dormirían juntos en su casa para poder ayudarlo a vestirlo y poder observar cómo es que Key se maquillaba y arreglaba.
—Ya llegó tu Sugar Daddy pinche baby —Entró Key con su mochila vans y su patineta.
—Apura intento de daddy que el tiempo se acaba y yo debo salir.
—¿A dónde?
—Yo, bueno, tengo una cita con YuRi. —Mintió esbozando una sonrisa mientras desviaba la mirada.
—Ah...
Key asintió y sin saber por qué se sintió decepcionado, extraño, traicionado, aquellas sensaciones que había enterrado en el fondo de su corazón resurgieron y causaron cierto picor a su pecho.
—Vamos. —MinHo se dio la vuelta y avanzó hacia las escaleras.
KiBum lo siguió hasta llegar a la habitación del alto, MinHo se dejó caer en la cama y tomó su celular ignorando un poco a Key, no es que lo hiciera a propósito, es que en verdad estaba mensajeando con la chica antes nombrada. KiBum hizo un puchero y sacó su ropa, fue al baño donde se cambió, sustituyó su pantalón holgado por jean pegado, sus converse se vieron olvidadas dando paso a una botas sin casquillo negras. Se despojó de su camiseta de Mario Bros para colocarse una camisa negra manga corta, sobre ella se colocó un suéter de lana delgado y finalmente, por si sentía frío, se colocó una cazadora que MinHo había escogido para él, cuando salió del baño, la mirada de Choi fue lo primero que lo recibió.
—Yo, bueno... ¿me veo mal?
—No, te ves perfecto. —Choi sonrió y bajó la mirada hacia su móvil.
Key suspiró agobiado sin saber por qué, se detuvo frente al espejo de cuerpo completo y comenzó a sacar los cosméticos que le había recomendado Jessica, con cuidado y tiempo se dedicó a delinear con suavidad sus parpados, apenas y rizó sus pestañas y se colocó un poco de corrector para ojeras debido a que se había desvelado viendo su dorama Scarlet Moon y había llorado un poco con la muerte de su ídolo BaekHyun. Al finalizar se aseguró de colorear sus labios con un poco de bálsamo de fresa, no femenino no tampoco masculino, era un simple bálsamo para evitar la resequedad de labios. Los pupilentes verdes hicieron que se viera más perfecto que una obra de arte.
—Supongo que me iré y volveré en la noche.
—Está bien, si no estoy ya sabes cómo entrar, ¿sí? —MinHo se levantó de su cama para ir donde KiBum y poder observarle mejor— en serio que si DongWoon no te halaga, es un estúpido.
Key asintió avergonzado, por un momento dejó sus vulgaridades y malos comentarios cuando MinHo lo observó así. Sintió sus mejillas arder y bajó la mirada, ¿así se sentía cuando se está avergonzado por estar con la persona que te gusta? ¡Espera...! ¿Qué? Key abrió los ojos con sorpresa alzó la mirada y sonrió nervioso.
—Sí, vamos, no quiero llegar tarde, no me llevaré la skate. —Salió corriendo de la habitación dejando a MinHo con la sensación de no estar haciendo lo correcto.
🌟🌟🌟
Key caminó lentamente, necesitaba calmar su corazón. ¿Qué le pasaba? ¡MinHo era su mejor amigo! No podía volver a pensar de esa forma de él, no cuando él ya estaba...
—No lo merezco. —Masculló reprochándose consigo mismo.
—¿A quién no mereces? —La voz de DongWoon lo sacó de sus pensamientos en voz alta.
—Ho-hola. —Key se detuvo al ver al chico a pocos pasos de él.
DongWoon se sorprendió de ver el radical cambio en Key, no esperaba verlo con ese tipo de ropa tan diferente a la que ya acostumbraba ver, sabía perfectamente que el muchacho era guapo y bonito, pero verlo con el cabello planchado y acomodado de forma en que su boina negra cubriera algunas hebras lo dejaba anonadado, ¿qué podría decir de su rostro?, Kim siempre fue de facciones agraciadas y nada toscas, su mandíbula estaba bien delineada y ver ahora esos ojos y esos labios con una capa de maquillaje le hicieron dudar de sí mismo porque, mierda, era increíblemente atractivo el niño.
—Luces hermoso, muy bonito. —DongWoon contempló el sonrojo del menor—Vamos a tomar un café, ¿te parece? —Invitó Son mientras KiBum asentía.
Tomaron asiento en una mesa alejada del resto de gente, Key se llegó a sentir incómodo al estar siendo observado, nervioso porque estaba llamando la atención...de nuevo. Tomaron su orden y a los pocos minutos ya se encontraba frente a ellos sus respectivas bebidas.
—Hace rato dijiste que no merecías a alguien. ¿Puedo saber a quién? —DongWoon fue directo, movido por la curiosidad y por querer desenterrar su sospecha.
—¿Yo? ah, no, a nadie, estoy loco. —Key rió con falsedad y por primera vez se sintió mal por no poder fingir correctamente, ni siquiera tenía ganas de hablar en doble sentido, DongWoon no le inspiraba esa confianza para ser él mismo, no como MinHo.
—¿Sabes?, aunque no lo creas te he visto en estos años, eres un chico muy brillante, sonriente y lleno de energía, sin embargo detrás de ese Key brillante se encuentras el KiBum autentico, el que enamoró a cierta persona. —DongWoon dio un trago a su bebida.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
—Quizá soy muy tonto, quizá no te conozco lo suficiente pero hay algo en ti que me hace pensar en que escondes algo y no es lo que le has dicho a tu mejor amigo. ¿Me equivoco?
KiBum comenzó a sudar de nervios, una ligera capa cubrió su frente y palmas de las manos, eliminó el exceso de sudor con una servilleta y negó lentamente. Tomó un poco de café y contempló la calle poco transitada.
—No hay necesidad de hablar sobre algo que no tiene sentido ahora.
—Key me gusta tu forma de ser y sé que te gusto —aquello dejó a KiBum atónito, lo observó abrir los ojos y prosiguió:— eres un chico increíble por lo que he visto, pese a toda esa actitud osca, altanera y esa forma de vestir tan descuidada, sé que existe un KiBum autentico —Son señaló a Kibum con ambas manos—, este KiBum bonito del cual no se tenía la remota idea que existía y ahora regresa.
—Me gusta ser vulgar, me gusta ser corriente, me gusta vestir holgado, así nadie me hace daño.
—KiBum...
—¡No! ¡Tú no entiendes! —Key se levantó de su asiento, ligeramente exaltado, ligeramente asustado, ligeramente vulnerable como en el pasado— cambié para bien, así nadie se fija en mí, no llamo la atención y me gusta ser vulgar para que crean que soy un miserable corriente que no merece nada. ¡No entiendes ni entenderás! ¿Sabes qué? ¡Nunca debiste gustarme! —arrugó la nariz y salió corriendo.
DongWoon contempló como la figura esbelta de KiBum salía rápido de aquel café dejándolo solo, sonrió y negó lentamente. Continuó bebiendo mientras relajaba sus facciones y dejaba ir sus recuerdos, exactamente a aquel en el que le salvó la vida a ese niño bonito el cual se enamoró de él sin saberlo, sin recordarlo, sin darle las gracias debido a que DongWoon prefirió el anonimato.
Un niño bonito de apenas quince años corría por las oscuras calles de un callejón de Seúl, detrás de él iban dos sujetos encapuchados . KiBum corrió todo lo que sus piernas le permitían y pudo detenerse a respirar cuando se escondió detrás de un contenedor de basura. ¡Rayos! ¿Por qué MinHo no estaba con él? ¿Por qué tenía que irse de vacaciones y dejarlo solo? ¿Por qué?
Con el corazón queriendo salirse de su pecho, se mantuvo alerta por si aquellos sujetos lo seguían. Suspiro de alivio cuando escuchó los pasos alejarse de él, finalmente pudo relajarse y podría volver a casa, de seguro sus madres y JongHyun estarían preocupados por él, su celular había muerto y ahora solo servía como estorbo en su mochila. Al estar seguro de que ya no había peligro, salió de su escondite, caminó lentamente hasta que una voz fue motivo de su tormento.
—Ahí está, niño bonito, vuelve a nosotros.
KiBum corrió de nueva cuenta, tropezó y sus gafas cayeron al suelo, ¡joder!, ahora no veía nada, su problema de astigmatismo le hacía ser un inútil sin sus lentes, tanteó el suelo buscando encontrar sus preciados ojos hasta que escuchó el sonido de vidrio quebrarse.
—Ups, niño bonito parece ser que no tienes escapatoria.
—Por favor...no les he hecho nada, por favor, no me lastimen. —Rogó con lágrimas en los ojos, rogó por no ser golpeado, por mantener su corazón intacto y por salir ileso.
Pero nada de eso resultó bien. Su corazón fue aplastado, machacado contra el suelo cuando aquellos hombres abusaron no solo de su cuerpo, sino también de su noble corazón, su alma se fragmentó hasta quedar reducida a nada y cuando sintió que estaba por morir, apareció quien sería su ángel guardián.
DongWoon apareció con las bolsas de compra, su casa quedaba cerca y había decidido caminar en lugar de ir en bicicleta y fue algo extraño puesto que él no gustaba mucho de las caminatas nocturnas, pero si no hubiese pasado eso posiblemente no se hubiera encontrado con aquella escena tan obscena y grotesca. En el piso yacía KiBum, quien apenas y podía arrastrar su cuerpo mientras lágrimas silenciosas descendían de su rostro golpeado, no fue necesario observar sus piernas desnudas para saber lo que acababa de ocurrir.
Las bolsas de compra terminaron derramadas, golpeó a ambos tipos hasta dejarlos inconsciente, nadie tenía derecho de lastimar a una persona, menos cuando esa persona no hacía nada malo, no molestaba ni se metía en los asuntos de los demás, KiBum era un niño bonito que merecía ser protegido para siempre.
—Por favor, no me lastimes, por favor...—Rogó el ángel caído en el suelo.
DongWoon se quitó su chaqueta para cubrir las piernas ajenas, KiBum soltó un quejido y se trató de alejar de aquel toque.
—Sh, tranquilo, te ayudaré. —Murmuró suave para no alterar al menor.
Fue él quien personalmente lo llevó al hospital donde lo atendieron, y fue KiBum quien se negó a levantar una denuncia por violación ante las autoridades debido al miedo y vergüenza. Cuando DongWoon se acercó a verlo, el niño simplemente estaba hecho ovillo en la cama.
—No digas nada, por favor, no sé quién seas...no me humilles así.
—KiBum...—murmuró sintiendo la impotencia por no poder ayudar al contrario.
Tras soltar un suspiro, observó como el menor permanecía inmóvil en la cama, decidió no revelar su nombre para no incomodarlo, suficiente tenía ahora el menor como para ser aturdido al revelar su nombre.
—Considera levantar la denuncia, ¿sí?, estaré vigilándote, seré tu ángel guardián. —Hizo amago de acariciar su cabello, sin embargo KiBum soltó un chillido asustado y decidió no violentar más al pobre chico, alejó la mano y con ello, también se alejó de él prometiéndose a sí mismo a velar por aquel niño que había sido manchado de forma tan cobarde.
Cuando lo volvió a ver, KiBum ya no era ese niño dulce ni amable, ya no había sonrisa tímida e inocente, ya no existía una imagen que cuidar ni un cabello envidiable, en su lugar estaba un chico vulgar, bromista, con ropa excesivamente holgada y un cabello totalmente descuidado.
Contempló también la gran interrogante que tenía MinHo al volver y encontrarse a su amigo así, él mismo también pondría esa cara al ver a YoSeob cambiado, pero MinHo, ¿acaso KiBum no le había dicho nada? ¿Qué había sido de sus gafas? ¿Por qué ya no las tenía?
Entre interrogantes, el tiempo pasó y no fue necesaria una explicación en palabras del más bajo cuando se dio cuenta de que KiBum se encontraba enamorado de él, lastimosamente no podía corresponder porque aunque fuese un niño hermoso, él ya tenía un amor secreto: Choi MinHo y el mismo DongWoon ya tenía pareja y ante todo, era fiel y amaba a YoSeob.
Concluyó su café, la imagen de un KiBum rebelde acudió a su mente, negó con una suave sonrisa y esperó a que el de menor estatura se diera cuenta de que su mejor amigo se había convertido también en su ángel guardián y dolorosamente en cupido.
Esperaba que eso cambiara, esperaba que Key encontrara la felicidad en el chico correcto y sobretodo que fuese valorado por lo que era. Valía la pena arriesgar una amistad si de amor se hablaba y él gustosamente estaba cediendo su lugar a MinHo para que lo conquistara, no sin antes darles un pequeño empujón.
🌟🌟🌟
KiBum se enjugó las lágrimas antes de llegar a casa de MinHo, ¿Quién se creía DongWoon? ¿Acaso conocía su asqueroso pasado? ¿Acaso él sabía lo que le habían hecho y pensaba burlarse de él? ¡No lo conseguiría!
Tocó el timbre y se sorprendió al ver a MinHo abrir la puerta, había olvidado que tenía una cita y que él estaría solo, pero no, Choi lo recibió con una sonrisa y eso a KiBum le costó asimilar.
—Ya vine...yo, sí...el estiércol está aquí —Habló bajo y con una sonrisa que apenas iluminó su rostro.
—¿Qué pasó? —MinHo de inmediato notó el cambio de actitud y no dudó en abrazar a su amigo tras haber cerrado la puerta.
—Nada...—Pero nada significaba muchas cosas, nada era relativo a lo que sentía, nada era sentir que tus emociones se absorbían para dar paso a la oscuridad y soledad. Nada era sentirse abandonado cuando más se necesitaba— Es un estúpido. —Comenzó a llorar y se aferró a MinHo quien frunció el ceño de inmediato y negó.
—Lo voy a matar.
—No, no vale la pena, yo, ¿puedo dormir contigo?, no quiero estar solo y yo...estoy cansado, ¿sabes?
—Ese imbécil me va a escuchar el lunes en la escuela.
—No, yo solo quiero que terminemos el plan que teníamos, quiero ser delicado y esas mierdas pasivas que me harán jotear en todo mi esplendor como flor brillosa y rosada. —Se auto-animó KiBum. Se alejó de la protección contraria y sonrió, una sonrisa a media pero eso al menos calmó el corazón enfurecido de MinHo.
—¿Seguro que deseas continuar?
—Ya da igual realmente, pero eres mi amigo y te esforzaste en pensar cómo debería ser, además de que quiero intentar no ser como Amber todo macho vulgar, quiero ser así tipo Renata unnir con el cabello rubio y re-pasiva mamaseable.
MinHo no pudo evitar reír, Key era único, aun en situaciones así, lo hacía reír.
—Andando entonces Kí unnir, continuaremos nuestro plan.
—Y DongWoon me la va a pelar por puñetas. —Rio más animado olvidando aquel incómodo momento con el chico guapo— Ojalá que coma tierra y se ahogue por zorro.
Key trató de olvidar ese momento, quizá debería pedirle disculpas a DongWoon por reaccionar de esa forma, admitió que se sintió un tanto asustado y recordar aquel suceso que costó trabajo eliminar de su mente fue lo que causó su explosión, después de todo el hombre no había hecho nada malo, solo fue curioso. Sí, se disculparía con él en la escuela, lo haría y sería feliz, lo olvidaría y fin de la historia.
En la habitación de MinHo, Key se acurrucó de forma mimosa entre los brazos de su mejor amigo, cerró los ojos y dejó ir sus pensamientos, necesitaba sentirse un poco protegido y que mejor guardián que Choi para hacerlo sentir seguro.
MinHo suspiró cuando KiBum se durmió por completo. Deslizó sus dedos por las hebras negras y frunció el ceño, definitivamente mataría a DongWoon por hacer llorar a su niño bonito.
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