Se Necesitan De Dos Para Un Contrato
Entre Sombras Te Observo.
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— Oh, vaya, esto es realmente incómodo...
¿Qué diablos es él?
— ¿Por que estás despierto? — Su pregunta era una muy tonta, por supuesto; Hyungwon no creía que fuera un ente muy inteligente si preguntaba algo igual en esa situación.
De igual manera le respondió.
— Sufro de insomnio, así que...
— ¡Aish, en serio! — Él se acercó en un abrir y cerrar de ojos, Hyungwon estuvo muy asombrado de tenerlo tan cerca de nuevo, sólo para confirmar que era fascinantemente atractivo; su piel era muy pálida, muy tersa, y sus ojos, unos rojos carmesí, le invadieron el alma por completo. — Ahora duerme. Para cuando despiertes mañana no recordarás lo que aquí sucedió y seguirás tu vida habitual, eso es lo que yo te ordeno. — Esas palabras se repitieron una y otra vez en la cabeza de Hyungwon, pero lo único que sintió es que era demasiado molesto e invasivo, y que esos ojos rojos eran muy encantadores.
No pienses tonterías en este momento, Hyungwon, no ahora.
— ¿Qué tratas de hacer? — Le preguntó curioso, y el hombre, al borde de la consternación, se alejó espantado a más no poder.
— ¿¡Qué diablos eres!?
Sí, definitivamente él no debía ser muy inteligente y mucho menos astuto si de la nada entraba a su habitación, para después hacerle tal pregunta sin sentido.
Oh, Dios, que tonto es...
— Disculpe, pero no sé si sepa que usted es el que ha entrado por mi balcón a mitad de la noche. — Le recordó — Creo que me debe una explicación ¿No es así? — Dijo muy tranquilo el chico de cabello negro.— ¿Qué te lleva a venir aquí y qué eres? — Se lo preguntó. El hombre que vestía un traje negro muy pulcro se acomodó totalmente digno, dejó de estar asombrado y aclaró la garganta pretendiendo frescura.
— Pues... — Él pareció pensarlo mejor antes de responder a su pregunta, se detuvo y luego lo miró con esos ojos rojos brillantes; Hyungwon estaba ahora más curioso sobre lo que estaría pensando. — ¿Por qué debería yo responder a eso?
¿Uh?
— ¿Eres algún tipo de demonio?
— ¿Demonio? — El extraño ser de fuerte cuerpo se detuvo a pensar en la pregunta hecha, muchas personas lo llamaron de esa forma, al menos durante la era Joseon fue así y no era demasiado diferente ahora; pero... — No, soy mejor que eso, así que deja de hablar. No podrás obtener nada de mi, no lo diré y menos a un humano raro como tú.
Que grosero ¿Por qué soy yo el raro? De los dos, es él quién tiene los ojos rojos y cruza balcones.
Aunque le pareció un absurdo, decidió ignorarlo y seguir con su investigación; eso era más importante que nada. — ¿Y qué eres entonces? — Insistió porque lo necesitaba, quería entender, conocer y comprender, corroborar su información y así confirmar que nunca estuvo equivocado respecto a su más grande teoría acerca de lo sobrenatural.
— Soy un vampiro.
Pero acaba de decir que...
Es decir, esto es un poco...
El oscuro ser respondió rápidamente y sin restricciones, y aunque le advirtió en un principio que no le daría ningún tipo de información, él sólo lo soltó de la nada dejándolo muy anonado, no por lo que decía, sino por su forma torpe y descuidada de ser. Muy orgulloso acomodó de nuevo su traje oscuro como la fina noche y le vio al rostro, al instante frunció el ceño seguramente porque sostenía un expresión incomprensible para su corto entendimiento; Hyungwon no decía ni una palabra, sólo lo miraba.
— ¿Qué haces viéndome de esa manera? Tienes ojos grandes y muy feos ¿Sabías?
Definitivamente es un grosero. Podrá ser un vampiro, muy elegante y encantador, pero es un tonto y un patán sin precedentes.
— Es un poco decepcionante. — Giró a buscar sus lentes que descansaban sobre la mesa de noche y se los puso motivado por el comentario sin escrúpulos de su extraño visitante, pero su respuesta ya había dejado al vampiro sin habla. Para él lo normal era que cada que lo veía un humano se quedara helado, era el amo y señor de la noche, sus pasos sigilosos traían terror y desesperanza a la tierra, incluso los más terribles monstruos de la oscuridad le temían.
¿Cómo es que ese chico humano no gritaba siquiera?
Totalmente nefasto a su parecer.
— ¿Estás decepcionado dices? — Sus ojos rojos intensificaron su color, incluso su expresión se endureció toda — ¿¡Cómo te atreves a hablarme así!? — El hombre de oscura aura se acercó a la orilla de la cama imponiendo su cuerpo que era enorme, sus ojos rojos llamaron la atención del otro, pero lo hizo más el que mostrara sus colmillos puntiagudos y amenazantes.
¡Tiene colmillos enormes!
— ¡Santos cielos! En serio eres un vampiro — Hyungwon salió de entre las cobijas apurado y emocionado tomó el rostro del pálido ser, quiso acercase más a él para revisarlo con minucia, pero de la nada fue alejado cayendo y rebotando sobre el colchón.
Ouch...
— ¿¡Qué crees que haces, humano!?
Te hizo probar su fuerza, eso es seguro.
— No tienes por qué ser tan violento conmigo ¿Sabes? — Se lo comentó acomodándose los lentes que se le torcieron por toda la cara, luego continuó.— Es la primera vez que veo algo igual y necesito saber si son reales.
— ¿Mis colmillos? — El misterioso hombre estaba peor que consternado, a ese punto ya se sentía humillado por sus palabras. — ¡Claro que son reales! ¿Qué esperabas?
Bueno...
Hyungwon se encogió de hombros.
— Podrías ser algún tipo de farsante, un loco, un psicópata o algún tonto poco cuerdo intentando convencerme de hacer algo pervertido ¿sabes? No das la vibra de ser un buen vampiro. En realidad creí que serían un poco más... ¿Cómo decirlo? — Hyungwon lo pensó, pero no creía que hubiese otra forma de decirlo. — Creí que los vampiros eran inteligentes, educados y mucho más encantadores, pero veo que incluso en su mundo hay terribles excepciones.
¿Tenías que decirlo así? Acabas de descargar tu frustración en él.
— ¿Me estás... — El ser oscuro y de cuerpo fuerte estaba tan preso del asombro, que casi no pudo articular palabras. — ¿¡Cómo te atreves a dirigirte a mi de esa manera, insolente!? — Furioso hizo mover la silla del escritorio con su poder y estrelló la misma contra la pared volviéndola añicos; Hyungwon se asombró por aquello, claro que sí, él quedó muy fascinado con tal muestra sobrenatural.
Oh, por lo más sagrado, tuve esa silla desde que tenía ocho años ¿Qué culpa tenía dentro de todo esto?
—Increíble.... — Dijo levantándose y viendo los restos de su silla de escritorio. — Mi vieja silla ha volado por la habitación como si nada, eso fue de verdad estupendo ¿Sí? — Hyungwon miró en su lugar al extraño ser que respiraba de manera irregular, él se encontraba aún preso de la furia, pero eso no le impidió hacerlo caer en cuenta de lo más importante de todo el lío que ahí tenían. — Te creo que seas un vampiro, pero te informo que vas a tener que pagar por mi silla. — Le reclamó y se cruzó de brazos — Es la única silla de escritorio que tengo y ha estado conmigo durante muchos años ¿Ahora dónde crees que estudiaré?
— ¡Demonios! — fue consciente y maldijo enseguida. — ¡Fue tu culpa por decirme tonto!
— Jamás dije tan así que fueras un tonto ¿Está bien? Sólo lo insinué.
— Sí lo dijiste.
— Que no, hombre.
— Que sí.
— Anyway, tendrás que pagar por mi silla. Quiero una nueva.
Es rico, ¿no? Podrá pagar por mi silla a menos que sea un vampiro tacaño.
Sacaré provecho de esto.
— Pero dijiste que era vieja ¿Cómo voy a darte una nueva en compensación?
Nop, sí es un tacaño y un quejumbroso de paso.
— Pues has sido tú el que la ha roto. — Hyungwon se hizo el digno, sus brazos que permanecían cruzados lo hicieron lucir imponente, pateó uno de los restos mostrándole el daño ocasionado y abrió los ojos añadiéndole ese toque obvio que hacía parecer como un verdadero tonto al otro.
Lo hizo sentir culpable en cuestión de nada.
— Bueno es que...
— De acuerdo, iremos mañana por ella.
— Está bien, pero que sea en la noche porque odio el sol de la.. — Hoseok se detuvo a pensar en lo que estaba sucediendo en ese mismo instante y sólo después de eso logró comprender; se puso aún más furioso que nunca. — ¿Quién te dijo que estaba de acuerdo en llevarte a algún lado? ¡Deja de joderme con tu estúpida mierda! Estoy aquí para beber tu sangre ¿Por qué ahora te debo una silla? ¡Eres un estafador! — Estaba profundamente ofendido, nunca antes tuvo que vivir algo igual y lo peor es que no lograba tomar las riendas de la situación de ningún modo.
¿Acaba de llamarme estafador? ¿Es en serio? Lo que tiene de atractivo, lo tiene de grosero.
Hyungwon se soltó de brazos y dejó que un denso suspiro resonara por la habitación, caminando hacia él le analizó de arriba a abajo y se detuvo justo en frente, estando ahí de pie movió sus lentes ajustajdolos y bufo. — Tú eres un vampiro ¿No? — Le preguntó serio y Hoseok lo miró con recelo.
— Creo habértelo dicho ya, estúpido humano sin memoria.
Este hijo de...
Además de eso es endemoniadamente guapo.
—Ok, entonces dime ¿Quién de los dos es el villano aquí?
El hombre de cuerpo fuerte lo pensó para responder.
— ¿Yo?
— ¡Claro, tú! — Le aseveró totalmente convencido. Hyungwon dio la vuelta en sus talones y con sus manos tras su espalda dio varios pasos lejos de él quien le hacía sentir extraño con su presencia imponente; después de todo sí debía de tratarse de un vampiro real. — No quiero juzgarte muy fuerte, pero tu misión es hacer que tiemble de miedo y hasta el momento lo único que has logrado es romper mi silla de escritorio ¿No olvidas algo? — Abrió bien grande sus ojos para llamar a la conciencia al otro y el misterioso ser de la noche se detuvo otra vez a pensar en sus palabras. Aquél humano era astuto, inteligente, muy frívolo y con una extraña resistencia a su hipnosis, pero eso sólo se debía a que no utilizó la energía suficiente para hipnotizarlo.
Estaba completamente seguro de ello.
— Tú, mirame. — Le advirtió y Hyungwon se quedó de pie en medio de la habitación. — Vas a irte a dormir y luego de que despiertes olvidarás absolutamente todo lo que sucedió, incluso la silla... Especialmente la silla. Cuando despiertes te habrás olvidado de mi rostro y de nuestra conversación.
Estaba hecho.
Con eso vio al alto chico delgado ir hacia la cama, él entró entre las cobijas y se quedó dormido nada más tocó la almohada. Estuvo satisfecho luego de eso, así que salió por el balcón rápidamente una vez se aseguró de que su hipnosis había funcionado sin fallas; estaba seguro de que saldría librado, y una vez pudiera, volvería intentar beber su sangre como ya lo tenía planeado.
Hoseok abrió los ojos en cuanto escuchó la alarma sonar, levantándose con esfuerzo miró al rededor, bostezó y estiró sus brazos sintiéndose horriblemente agotado.
No debiste desvelarte.
Sentándose a la orilla de su cama miró un punto fijo en el suelo preguntándose cómo y por qué hizo algo tan irresponsable como asechar a su vecino; era tan descabellado como irresponsable.
Casi lo arruinas, Hoseok.
Cubriéndose el rostro se arrepintió de su mucha inconsciencia, pero de nuevo ese aroma atravesó el ambiente; su estómago se encogió y gruñó irritado, era desesperante y muy cruel el haber soportado durante meses, sólo para descubrir que quién expedía aquél exquisito aroma era su vecino de enseguida.
Esto es sumamente ridículo.
Su investigación comenzó justo al día siguiente después de llegar ahí, todo empezó como una simple curiosidad muy inocente, pero a medida que las semanas pasaban ese aroma lo invadió al punto de no permitirle siquiera pensar, sólo imaginaba día y noche cómo sería esa persona, su apariencia, su género, todo. Siguió a muchos en el edificio jurando que eran esa persona que idealizaba con la inexistente información que poseía, pero en el momento en que probaba su sangre se daba cuenta de que ellos sólo eran víctimas de la poderosa fragancia que expedía aquél humano misterioso que aparecía y desaparecía de la nada, robándole la calma por completo.
Pero ¿Por qué él?
¿Y si me cambio de continente? No perderé nada, eso es seguro.
Eso creía.
Ya lo había considerado desde antes, de igual manera sentía que estaba olvidando algo supremamente importante, pero no recordaba qué era eso que debía tener en cuenta; ya no. Bajando de la cama arrastró los pies y tomó una bata negra para cubrir su torso, sus ojos ardían demasiado y su cuerpo pesaba muchísimo, miró la hora en el reloj que decoraba la mesa de noche y cayó en cuenta de que durmió apenas tres horas.
Maldito humano, hizo que desperdiciara mis preciosas horas de sueño.
Dormir era siempre lo más importante.
Entrando al baño lanzó un bufido, no perdonaría a ese humano por la insoportable humillación a la que lo sometió, además, no quería irse y desaparecer sin probar aquella sangre; si ya lo había encontrado, al menos intentaría descifrar qué tenía de especial ese chico que era tan..
¿Por qué no pudo ser alguien más? ¿Por qué él?
Era muy inquietante que precisamente fuera él.
Mientras cepillaba sus dientes recordó el día en que él tocó a su puerta, recién se había mudado a ese edificio y tuvo que enfrentarlo, al ser humano más extraño que jamás distinguió; ahora ni siquiera estaba seguro de que fuera un humano y menos cuando fue resistente a su primer intento de hipnosis. Sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo de sólo recordarlo, su voz, las pocas expresiones que le mostró y esos enormes ojos que brillaban tras esos feos lentes.
Mmmm...
Es atractivo ¿No?
Estaba pasando por alto algo en serio importante, pero por más que intentaba recordar no lograba encontrar qué era; se lavó el rostro buscando aquello que lo hizo sentir intranquilo de manera tan inesperada, pero volvió a lo mismo.
¿Está bien que beba su sangre? Él no... ¿Está bien?
Era un niño, un chico humano muy atrevido y un estafador, pero no parecía ser malo; y estaba bien, era un vampiro después de todo, pero no era alguien que quisiera hacerle daño a un ser humano porque sí.
Si tan sólo pudieras probar su sangre y...
Escuchó su puerta ser tocada un par de veces, así que saliendo del baño miró hacia el reloj; eran poco más de las siete de la mañana, aún era relativamente temprano como para ser alguna encomienda y no creía tener un invitado, lo único a lo que pudo atribuir tal molestia era a los administradores del edificio.
¿Alguien habrá escuchado o visto algo?
Sin siquiera preguntar abrió la puerta encontrándose de frente a un alto, delgado y bello chico; a su vecino.
— Buenos días. — Fueron sus primeras palabras a tempranas horas en la mañana, sus ojos enormes tras unos lentes feos lo recorrieron rápidamente y cuando menos lo esperó se adentró quitándose los zapatos, corriendo y curioseando por cada parte de su tranquilo hogar.
¿Uh?
No entendía absolutamente nada.
¿Por qué está él aquí?
— Cómo es que....
— Te lo dije. Tu poder hipnótico o lo que sea que uses para controlar a las personas no funciona en mi. — Comentó Hyungwon abriendo puertas al azar — ¿Cómo? No lo sé, pero te aviso que no funciona para nada.
— ¡Eso es imposible! — Renegó Hoseok estando seguro de que algo andaba mal con él y no con su poder, algo no era normal en ese chico, porque en todos sus años de su larga vida jamás encontró a un humano que se resistiera a su hipnosis de vampiro.
¿Por qué está sucediendo esto ahora?
Vio al chico ir de un lado a otro casi desesperado, él entró a su habitación revisando, y con cada intentó, mayor era la decepción en su rostro; una decepción que no comprendía muy bien Hoseok.
Parece un loco sin precedentes.
— No está... — Dijo el joven mirándolo directamente al rostro, pero el hombre de fuerte cuerpo no comprendió para nada a qué se refería.
— ¿Qué es lo que no está? — Le preguntó, sólo porque deseaba entender qué diablos era lo que necesitaba él con tanta urgencia y que no encontraba por ningún lugar de su casa.
— El Ataúd.
Oh...
Incomprensible.
Para Hoseok toda la situación era tan incomprensible, que le fue difícil de responder al instante; en su cabeza se formularon millones de preguntas sin ninguna respuesta, y no siendo suficiente, tenía a un chiquillo rondando en su apartamento, husmeando y juzgadolo con esa mirada que lo ponía de mal humor.
¡Vaya ojos tan feos!
— ¡Tú! — Sus propios ojos se pusieron rojos debido a la inmensa ira, los mismos ojos escarlata que tan sólo hacía horas estaban acechando a ese joven imprudente. — ¡Debería matarte aquí y ahora!
¿Debería?
— No te recomiendo hacerlo. — Comentó él en lo que caminaba por la sala viendo cada detalle, luego lo miró de nuevo con esos horribles ojos que lo ponían extraño y muy incómodo. — Para asegurarme de que no lo hicieras le dije a mi amigo Changkyun que iría contigo a comprar una nueva silla para mi escritorio. Fue difícil de explicar, pero creyó que eres buena persona ¿Aún así intentarás hacerme daño?
¿Changkyun?
— ¿Qué? — Hoseok se asombró de que recordará aún la endemoniada silla. — ¿Recuerdas la silla, en serio?
— Claro, la que rompiste en la madrugada.
Hoseok no entendía por qué, es que le era imposible aceptar que existiera un humano capaz de resistirse a su hipnosis.
Totalmente imposible.
— Hiciste algo extraño ¿No es así? — Se lo preguntó estando seguro se que era así, o si no ¿Qué otra explicación habría para lo que estaba sucediendo?
Tiene que haber algo extraño en él.
— Ya te dije yo que no lo sé, no tengo la manor idea de por qué no has podido hipnotizarme, pero fue gracioso haber pretendido que caía dormido. Me reí por un buen tiempo mientras tu salías por el balcón. — El chico se rió y el que se riera lo ofendió profundamente.
Meses atrás jamás se imaginó que tendría que enfrentar tal calvario, haber encontrado al humano que portaba esa tentadora sangre estaba costandole muy caro, no siendo suficiente, ese humano era un estafador, un aprovechado y un monstruo frío sin igual que con cada palabra que lanzaba hacía que su paciencia se desvaneciera; no sólo sacó ventaja de su extraño encanto para decirle tonto y poco inteligente, sino que también lo juzgaba con base a teorías tontas que la gente creó con el paso de los tiempos y que no eran sino estupideces que no se acercaban ni al cinco por ciento de lo que era un verdadero vampiro.
Respira, por favor, Hoseok.
Quería estrangularlo, fulminarlo, desparecerlo, acabarlo, pero antes de perder por completo el control tomó una profunda bocanada de aire. Pensó mejor las cosas, al principio quizá dudó sobre si hacerlo estaba bien o no, pero después de ver que su vecino no era más que un humano insolente, comenzó a creer firmemente en que no habría nada de malo con beber su sangre hasta dejarlo sin nada.
Su sangre debe ser la más dulce, lo siento en la punta de la nariz cada que se mueve de un lado a otro.
Está torturandome
Aquél exquisito aroma le invadía en lo más profundo de su ser.
¿Qué debería hacer?
Cansado se lanzó en su hermoso sillón de cuero negro, cerró los ojos pensando en lo que podría hacer para solucionar su extraño dilema, pensó y pensó hasta que sintió una deliciosa caricia en su abdomen; tal caricia lo dejó sumamente anonadado.
Ugh...
¿¡Uh!?
— Vaya, ¿tus poderes vampíricos también te otorgan un súper cuerpo? — Hoseok se quedó mirando de manera fija al delgado de cabello negro, su mano que era como seda pasó ligera sobre la tersa piel palida que estaba expuesta a pesar de llevar puesta su bata larga oscura para estar en casa y unos pantalones de franela; el chico lo miró devuelta y al parecer cayó en cuenta de que estaba haciendo algo muy fuera de lugar, porque su reacción al alejarse fue exagerada, cualquiera podría haber dicho que el contacto le había quemado debido a su expresión espantada. Lo notó acomodar sus lentes y mirar a cualquier parte, menos a sus ojos rojos opacos que estaban centrados en él y que seguían sus movimientos. —Como sea, vine porque me debes una silla.
¿Qué tiene que ver ahora esa maldita silla y qué diablos fue eso de hace un momento?
—¿Qué quieres que haga al respecto? — Hoseok levantó la ceja esperando que ese chico loco le respondiera viéndolo a la cara esta vez, insistió en verlo de arriba a abajo, y en el momento en que un extraño deseo quiso poseerlo rompió todo contacto visual, cubrió bien su cuerpo con su bata y se acomodó derecho en el sillón; se sentía extraño en las partes donde él había tocado.
Qué incómodo...
—Se-sería bueno si al menos pagas mi silla — Exigió él muy intranquilo también, Hoseok notó que se encontraba nervioso de verdad y se sorprendió gratamente, porque pensaba que de ninguna manera lograría verlo en ese estado. — Pero ml además de mi silla... — Se detuvo de verlo de arriba a abajo otra vez, todo porque algo no estaba gustándole de repente.
¿Qué quiere decir con "Pero además"?
—¿Qué buscas de mi?
— Señor vampiro, me preguntaba si podrías presentarte ante Changkyun, aunque sea por un instante. — Hyungwon se acercó de nuevo, de sus ojos una llama interminable brotó, así que frunció el ceño al quedar bastante confundido con su forma de actuar; habría de estar loco. — Él no cree en lo sobrenatural, no cree en fantasmas, demonios, ovnis, brujas y menos en vampiros, todo el tiempo dice que vivo creyendo en cuentos de fantasía, así que si me ayudas a mostrarle que en este mundo hay criaturas asombrosas, como tú, entonces yo podría olvidar lo de la silla ¿Qué dices?
Dijo que eres asombroso ¿No?
Al escucharlo Hoseok se sintió un poco halagado, sólo un poco.
Levantando la frente miró hacia otro lado que no fueran esos ojos enormes llenos de determinación, se hizo el ser más digno de todos y habló con voz grave. — Qué ingenuo eres, humano. —Se lo dijo estando seguro de ello, así era; no debía de pensarlo demasiado para entenderlo. — ¿Cómo podría yo aceptar tal propuesta tan ridícula? Jamás podría mostrarme ante un humano sólo por una insignificante silla.
—¿Y qué otra cosa podría darte entonces?
¿Si se lo pido accederá por su propia cuenta?
Bueno...
— Tienes un esplendido y sano cuerpo, así que...
—¿¡Cómo dices!? — El chico se alejó perplejo por la respuesta de Hoseok y este último insistió en continuar.
¿Qué diablos piensa que le estoy pidiendo?
Estúpido humano malpensado.
—¿Has olvidado que anoche estuve a punto de beber tu sangre? —Le recordó para que dejara de verlo con esa expresión indescriptible; si algo sabía, es que era un ser oscuro que siempre obtenía lo que quería, esa parte de su naturaleza no debía ser olvidada por un simple humano que seguro era como todos los demás.
Aunque él...
—¿Entonces dices que quieres beber mi sangre a cambio de aparecer frente a Changkyun?
— No quiero aceptarlo, pero eres rápido entendiendo. — Sonrió al verlo dudar, cualquiera habría salido corriendo espantado de tan siquiera escuchar su propuesta, pero él lo estaba considerando; Hoseok no comprendía cúal era la necesidad de demostrar algo igual ante su amigo, pero si eso le daba la oportunidad de beber su sangre sin sentirse demasiado culpable, entonces se arriesgaría a ello.
Lo creía un trato justo al fin y al cabo.
Un fuerte y pesado suspiro lo desencajo todo, el chico se cruzó de brazos viendo a un punto fijo en el suelo oscuro del apartamento y frunció el ceño en señal de estar pensando, en ese estado habló —Es evidente que vender el alma al diablo a cambio de demostrar su existencia no es algo que hace una persona con un ápice de conciencia, lo sé, seguramente me engañaras en el camino. Es una regla básica en todos los contratos con demonios y seres sobrenaturales. — Hoseok hizo de cuenta que no era con él el tema y silbó haciendo que el alto chico le viera con el rostro lleno de obviedad. —Definitivamente vas a engañarme, así que... — Le miró atento, lo vio llevar su cabellera negra hacia atrás y fue interesante notar que su belleza aumentaba bastante con la mera acción. —Ven conmigo a la fiesta de Halloween de mi universidad, si lo haces entonces te entregaré mi sangre hasta la última gota.
Debe estar bromeando este desgraciado humano.
— Creo que escuché mal. — Hoseok esperaba que sí.
—¿Qué parte de lo que he dicho es incomprensible para ti? — De la nada él parecía más molesto e impaciente, algo debía de haberle sucedido porque hasta su expresión corporal cambio por una rígida.— Creo que todo es claro. Si accedo a que bebas mi sangre hasta la última gota, entonces tendrás que cumplir primero con mis condiciones, y mis condiciones son que vengas junto a mi a la fiesta, bailes conmigo y me beses delante de todos. Antes de eso no podrás obtener nada.
Respira, respira, respira...
¡RESPIRA, MALDITA SEA, Y NO PIERDAS LA PACIENCIA!
El ambiente se puso horrorosamente denso, de Hoseok un aura oscura emano, sus ojos rojos brillaron similar a la sangre y algunas venas de su cuello y frente se visibilizaron. — ¿Cómo te atreves a ponerme condiciones?— Su voz oscura y profunda retumbó en el pecho del alto y delgado chico, Hoseok ni siquiera se había movido de su puesto, pero aún así él retrocedió un par de pasos. — ¡Soy Lee Hoseok! Los seres más atemorizantes se postran ante mi, soy el amo y señor de la noche, poseo miles de víctimas en mi registro ¿Por qué tú, un simple humano, me exige que asista a una fiesta inutil ? y que haga ¿¡Qué!?
Tienes que calmarte...
Pero no podía, porque cada que recordaba la ridícula petición algo de su paciencia y tolerancia se iba a la mierda.
—Po-por favor, deja de hacer eso que me asustas — Se acomodó los lentes con las manos temblorosas e insistió a pesar de todo — Piénsalo, no es demasiado dificil de entender, sólo esfuerzate un poco y sabrás que es un ganar y ganar. Tú te ves genial y tienes un estilo único de vampiro, ellos seguramente se quedarán sin palabras si me ven llegar contigo, lo sé.
¿¡Ah!?
—¿Volviste a llamarme tonto? — Sus ojos se pusieron de un rojo aún más intenso, su ira iba en aumento porque aquél chico atrevido no dejaba de burlarse de el. — No sé qué tipo de planes tengas para esa vida descarriada que llevas y tampoco me interesa subir el estatus de un humano tan desconsiderado como tú ¿Besarte? Mis labios son más valiosos que cualquier sangre, silla o lo que sea. Ni siquiera me importas ¿Por qué pretender ser cercano a ti sería un ganar o ganar? Permite que me ría de ello.
—Sólo digo que es muy simple, Lee Hoseok "Señor amo nocturno"
Este mocoso, en serio...
—Es "Amo y señor de la noche" no "Señor amo nocturno" no soy ningún tipo de celador. Respetame.
—Anyway, omite lo del beso si no quieres besarme, Don sensible, bastará con que me acompañes a la fiesta y te presentes ante Changkyun durante la misma, así podremos matar dos pájaros de un sólo tiro ¿Qué dices? —Hoseok bufo y se obligó a guardar la calma en serio, lo pensó porque seguía siendo demasiado sencillo; el chiquillo parecía que sólo quería ver probada su teoría de quién sabe qué ante ese tal Changkyun y de paso deseaba tener una cita arreglada.
¿Por qué?
El terrible sentimiento de que estaba olvidando algo realmente importante de nuevo lo abordó, estaba espantosamente intranquilo, se removió en el sillón y se sentó a la orilla del mismo reconsiderando minuciosamente cada punto.
Pero el chico de nuevo habló.
— Te prometo que cumpliré, así que espero que no estés pensando en engañarme, si lo haces tendrás que cargar toda la eternidad con eso en la memoria ¿Está bien?
Es un ingenuo.
Pensaba en si mostrarse ante un humano sería demasiado complicado o no; quizá si usaba su poder hipnótico habría de borrar las imágenes creadas y así terminaría ganando sobre el atrevido chico, sin embargo, debía tener en cuenta que él era inmune a su poder.
¿Y si el otro chico también lo es?
— ¿Entonces aceptas?
Levantó una ceja y enseguida aclaró la garganta. —¿Dices que dejarás que beba hasta la última gota de tu sangre?
¿Está bien esto?
—Hasta la última, lo prometo. —Hoseok se acercó a él, era un poco más alto y delgado, pero no tendría muchos problemas a la hora de hacerlo. El chico lo siguió con la mirada conectada a la suya, no estaba dudando y además expelió ese maravilloso aroma a camelias que lo traía loco.
Oh, maldita sea, no hagas eso en este momento.
Ugh...
—Con un demonio, sellemos el trato de una maldita vez. —Estiró la mano hacia él, lo vio dudar por un instante, pero enseguida le tomó la mano, al hacerlo Hoseok supo que lo tenía, que había caído completamente y ya no habría marcha atrás para ninguno de los dos. Una oscura sonrisa se dibujó en su rostro, los ojos que alguna vez fueron escarlata se pusieron de un color amarillo opaco que asombró al delgado, él retrocedió, pero la fuerza que Hoseok aplicó para mantenerlo ahí fue tanta, que apenas y se movió, la temperatura subió de manera drástica y el rostro del pelinegro se constipó por del ardor en la palma de su mano; se soltó sólo después de que Hoseok lo dejara libre, aturdido miró al vampiro y luego a su mano que mostraba un extraño patrón, era una marca extraña de un ojo que parecía estar grabada con tinta negra bajo su piel. — Para cuando desaparezca esa marca nuestro trato habrá sido consumado y tu sangre por fin será toda mía. — El joven alto no dijo nada por varios segundos, soltando otro pesado suspiro y pareciendo rendido limpió su mano por encima de su camiseta blanca, para después ir directo a la puerta principal de apartamento.
Hoseok no entendia qué le sucedía de repente.
¿Ha quedado demasiado impresionado? ¿Es eso?
Si era así, entonces ¿Por qué la cara de aburrimiento?
—¿A dónde vas? — Le preguntó, no porque le importara en realidad a dónde iría, es que no estaba comprendiendo su actitud fría frente a lo que acababan de hacer.
Sólo un loco actúa así después de venderle su alma al diablo.
— A clases de la tarde. —Dijo con obviedad mientras se ponía los zapatos. Hoseok lo alcanzó en el Lobby y se apoyó en la pared viéndolo estar extrañamente calmado.
Extraño.
—Acabas de hacer un contrato conmigo ¿Sabes? Soy el vampiro que beberá tu sangre hasta la última gota, pero no pareces asustado por ello, mucho menos sorprendido.
—Claro que soy consciente.
¿Ah, sí?
— Beberé tu sangre y no podrás oponerte, si lo haces cosas terribles te pasarán, no podrás escapar de mi. Esa marca es prueba de ello, así que ni pienses en hacer sucios trucos, lo sabré todo.
— Genial, eres un acosador.
¿¡Cómo se atreve!?
— ¡Mocoso insolente!
—Anyway. — El chico se levantó acomodando sus lentes, miró a Hoseok y sonriendo inclinó la cabeza con gracia; ese sólo movimiento lo dejó desubicado por completo, como si no tuviera ya suficiente con que fuera un grosero y un altanero de primera. — Hoseok-hyung, me gustó la camelia que dejaste en mi habitación, así que no olvides darme algunas el día de nuestra cita. Adiós, te veré más tarde.
¡No lo soporto!
Toda la insolencia del mundo estaba encerrada en ese cuerpo larguirucho, Hoseok no podia creer que alguien se atreviera a dirigirse de manera tan atrevida y altanera a él.
— ¡No es una cita! — La puerta se cerró y Hoseok se separó de la pared muy alterado.
¿De verdad había sido un buen trato?
Hyungwon entró a la facultad mirando a todos lados en busca de Changkyun, caminó apresurado y lo halló hablando con Jooheon. Totalmente emocionado se acercó asustando a ambos hombres que le vieron con los ojos bien abiertos debido al asombro.
¡Por fin estoy aquí!
—¿Qué sucede Hyungwon? — Changkyun lo sostuvo, estaba agitado de tanto correr. — ¿Sucedió algo con ese vecino tuyo? ¿Qué mierda te hizo y por qué vienes falto de aire?
¿Por qué no me deja hablar primero antes de especular? Él siempre es así de exagerado.
—Changkyun, dime ¿Puedes ver algo en mi mano? — La pregunta tenía un sentido único, salvo que lo tuvo sólo para él mismo; Changkyun no comprendió lo que intentaba preguntarle con tanto entusiasmo y mucho menos imaginaba de qué iba, incluso Jooheon se quedó mirándolo como si estuviera loco.
¿En serio no pueden verlo?
Lo que sintió al sellar el contrato con Hoseok fue impresionante, las pocas cosas que hizo hasta ese momento no lo asombraron tanto como esperaba y esa era la razón por la que se vio estando muy decepcionado de que Hoseok no fuera el vampiro que esperaba, y es que, era muy diferente; podía ser cierto que de vez en cuando resultara ser oscuro y algo tenebroso en su forma de actuar, pero lo más increíble que hizo fue hacer que su silla de escritorio se estrellara contra la pared.
¿Cómo lo habrá hecho?
¿Y su súper cuerpo?
Wow...
Hyungwon se quedó un poco sin aliento en el momento en que él abrió la puerta temprano en la mañana, su vecino era muy sensual y por supuesto le atribuyó ese encanto en particular a sus poderes de vampiro, así que no se lamentó por haberle pedido que fuera a la fiesta con el, después de todo parecía ser rico, un hombre atractivo y muy popular.
Debía ser popular ¿No?
No le dio riendas sueltas a dudar, solamente supo que recordar haber sido humillado por los amigos de Jeonghan y el mismo Jeonghan, le llevaron a pensar en hacer un contrato con aquél vampiro que resultaba ser su vecino, un vecino por el que tuvo curiosidad desde hace varios meses atrás y al que ahora tenía la oportunidad de acercarse.
Él es tan...
Es cierto, el contrato.
Lavó su mano muchas veces antes de salir de su casa, la rascó y pellizcó, pero de ningún modo pudo borrar esa extraña marca de un ojo que parecía estuviese observándolo a toda hora y en todo momento.
— ¿Qué es lo que tengo que ver exactamente? — Changkyun revisó con detenimiento su mano derecha, el miraba y miraba por todos lados, buscaba cualquier anomalía, pero no encontró nada en especifico; Hyungwon supuso que no era visible para nadie más que el.
Oh, diablos....
—Creo que en serio estoy en problemas. — Comentó al azar, pero aquello no supo más que impacientar a su amigo que escuchó esas palabras como unas aterradoras y sin sentido.
—¿De qué problemas hablas, Hyungwon? No te entiendo. —La poca paciencia de Changkyun fue evidente, soltando su mano se cruzó de brazos y Jooheon se acercó buscando que se tranquilizara un poco. — Te fuiste hoy a quién sabe a dónde con tu vecino y ahora vienes a tratar de hacer ¿qué? — Continuó — ¿No te basta con haberme hecho a un lado en tus planes? ¿Quién es ese tipo y por qué diablos rompió tu silla?
Sería bueno si no se enojara tan fácilmente.
—Vamos, no te enojes, vas a enfermarte. — El rubio buscó su calma y luego miró a Hyungwon — ¿Por qué estás sudando así? ¿Viniste corriendo desde tu casa?
—Sólo desde la estación. — Confirmó y se acercó a Changkyun. —Si todo sale bien podré mostrarte algo extraordinario, querido Chang ¿Me perdonas? —El hombre bajo le miró de reojo y se rindió, dejando caer sus brazos volvió a tomar la mano de Hyungwon y la revisó una vez más; esta vez, con más insistencia.
—¿Qué es lo que tengo que ver, Hyungwon? No encuentro nada raro aquí.
Quizá sí se lo dices te crea esta vez.
—Changkyun, en realidad anoche un extraño ente... —Un horrible ardor floreció desde el centro de su mano, la alejó de su amigo de manera muy brusca y la revisó notando que aquel dibujo del ojo comenzaba a cobrar el mismo color amarillo opaco que tuvieron los ojos de Hoseok mientras sellaban su contrato. Chagkyun se preocupó de verlo quejarse del dolor y rápidamente ser acercó luciendo sumamente preocupado.
—¿Qué está mal, Hyungwon? — Su rostro se desfiguro por la preocupación, Hyungwon lanzó otro quejido y a ellos se les sumó Jooheon.
—¿Estás bien? Ey ¿Qué está mal con tu mano? — Jooheon buscó entender qué era lo que lo hacía retorcerse del dolor, pero al revisarla sólo pudo ver que su mano estaba normal, no veía ninguna herida, signo de torcedura, y mucho menos imaginaba qué podría ocasionarle tal dolor que parecía tan intenso; era muy inexplicable.
—Creo... iré un momento al baño. Lo siento. — Corrió dejando a sus amigos atrás, recorrió el pasillo con la voz de Changkyun llamándolo insistentemente y salió del edificio yendo a la zona de la facultad de deportes; entró al baño, escogió el último cubículo y revisó su mano tan pronto echó seguro a la puerta, la misma, aunque ardía, ya no lo hacía tanto como cuando intentó decirle a Changkyun sobre Hoseok.
Maldita sea, debió advertirte que esto duele como el infierno.
Se quejó y cerró los ojos soportando el dolor que aún persistía, trató de regular su respiración y volvió a verse la mano; Maldijo por lo bajo. Aquél ojo fue perdiendo color hasta quedar de nuevo como un extraño tatuaje bajo su piel, con ello tambien mucho más de su dolor se desvaneció y soltó el aire al reconsiderar que no era nada más ni nada menos que un vampiro con quien hizo un trato, era real, era serio y muy seguramente terminaría por ser drenado de toda su sangre.
¿Qué hiciste, Hyungwon?
Suspiró.
Fue estúpidamente arriesgado haber hecho un contrato de esa magnitud con Hoseok, solamente por el fuerte enojo que le provocó lo que dijo Jonghan a su espalda y sin ningún remordimiento, estaba bien que aquello lo hubiese herido lo suficiente y quizá la inconsciencia que traía la emoción primera fue lo que lo llevó a pensar en algo hacer igual, pero debía aceptar que de verdad era estúpido y no tenía sentido del todo.
Pero no puedes arrepentirte, Hyungwon, después de todo ¿Cómo más podrías haberlo convencido de hacerlo? Él no parece ser tan condescendiente y tú eres un pobre diablo que seguramente vivirá el resto de su vida solo. Si tengo que pagar caro por estar con alguien como él, entonces lo haré y moriré feliz.
O-o eso creo...
Al ser un vampiro, su vecino resultaba ser el prospecto de hombre ideal, estoico y cool con el que todos querrían salir a toda costa, su lógica era que si llegaba a la fiesta de Halloween de la mano de alguien como él, ya no habrían razones para que se rieran por ser alguien solitario y no lo jugarían por lo mismo, al contrario, lo verían con ojos diferentes; pero, además de eso...
Sería tu oportunidad para acercarte a él, al fin y al cabo él es... Te hace sentir curioso y extraño ¿No?
La curiosidad era cosa mala, no podía negarlo.
Salió del cubículo y fue directo al lavabo, quitó sus lentes, mojó su rostro y se miró en el espejo. No debía de arrepentirse ahora por lo que hizo en un acto de suma inconsciencia, Hoseok no iba a ser tan comprensivo para deshacer el contrato, y si era así, entonces aprovecharía para hacer de todo esto su misión más personal.
¿Cómo?
Bueno, lo primero era aferrarse a la idea de que él era un ser sobrenatural, un vampiro, y siendo así debía descubrir todos sus trucos, su forma de vida, su comida, horas de sueño, todo, Hoseok pasaría a ser su principal objeto de investigación, su más grande obsesión; pero también aprovecharía para entender qué demonios, además de su encanto vampirco, hacía que se sintiera tan incómodo cuando estaba cerca de él.
Todavía no olvidaba lo que sintió la noche pasada; el sentimiento fue diferente de cualquiera, lo tenía más que claro.
Al final valdrá la pena, lo sé.
Porque después de que pudiese acercarse a Hoseok, mostrarle a Changkyun la verdad de las cosas y demostrarle a Jeonghan que no era el tipo de persona que él creía, entonces estaría satisfecho con que su vecino le bebiera toda la sangre hasta con una pajita.
¿Que si le asustaba?
Claro, no era cualquier cosa lo que estaba en juego, pero si se ponía a pensar ¿Qué estaba mal en haber hecho un contrato que era tan válido como sus razones? Pudo haber sido peor, pero Hoseok le dio la oportunidad de poner sus propias condiciones, y aunque no pareciera, lo escuchaba atentamente y eso fue algo que le impresionó lo suficiente.
Que lo escuchaba como nadie más.
¿Es él alguien malo de verdad?
A pesar de que sonara como si la parte fría del mismísimo infierno proviniera desde su pecho, él se contuvo en cada momento de hacerle daño, incluso quiso pensar en que le fue difícil decidir sobre si beber su sangre o no. No era un famoso experto, pero conocía muy bien ciertas actitudes que eran evidentes, y para el, Hoseok a comparación de Jonghan, era un héroe.
Gruñón y un poco tacaño, pero es diferente.
Secó su rostro, tomó aire antes de ponerse sus lentes y salir del baño en el que se encerró, revisó a todo el mundo ir y venir tan natural, que no le impresionó que muchos ignorasen que cosas extrañas pasaban en el mundo a toda hora; y lo peor es que tampoco podría hablar de ello por el tiempo que le quedaba, al menos hasta que Hoseok cumpliera su parte del trato y se mostrase frente a Changkyun.
Luego de eso...
—No le des más vuelta al asunto, Hyungwon, debes afrontarlo de ahora en adelante. — Se habló a sí mismo y continuó yendo de regreso a dónde encontraba Changkyun.
—Cuídate mucho. Deja de leer tonterías y ve directo a dormir, estoy seguro que te la has pasado investigando quien sabe qué cantidad de tonterías y por eso ahora estás enfermo. Tú, tonto terco. — Hyungwon rascó su cabeza pensando en que Changkyun exageraba, pero igualmente asintió dándole la razón a su amigo.
—Lo intentaré.
Eso dices tú.
—No lo intentes, hazlo. — Le demandó falto de paciencia y luego lo abrazó. — has trabajado duro con las preparaciones de la fiesta y en general lo estás haciendo bien, así que cuidate mucho. Prometo que una vez termine todo iremos a la playa.—Hyungwon se asombró mucho de escuchar aquello, inseguro se separó de él y asintió mostrando una sonrisa que apenas y vislumbraba algo.
¿Cómo podrías explicarle algo igual? Es obvio que no espera que el día de mañana ya no estés.
Esto es...
Changkyun se fue dejándolo frente a la puerta de su edificio, Hyungwon se quedó de pie pensando en lo que haría sin contar con la opinión de su amigo más cercano, lo hizo hasta que una voz profunda y sepulcral lo sacó de sus pensamientos dispersos.
Muy inoportuna su presencia, aunque me siento mejor de escucharlo.
Oh...
... Incómodo pensamiento, Hyungwon.
—Con que ese es el humano al que tengo que impresionar — Comentó y rió — Ese tal Changkyun ni se imagina el contrato que hiciste conmigo. — Hyungwon volteó a ver hacia atrás corroborando que se trataba de su vecino, lo vio de arriba a abajo y enseguida volvió a ver a la carretera por la que se fue su amigo. — Intentaré probar su sangre también. Asumo que tendrá un buen sabor, aunque no tanto como la tuya.
¿A qué viene eso ahora?
Debes recordar que es un vampiro con quien estás tratando, esto pasaría tarde que temprano.
— Deja a Changkyun fuera de esto, te lo advierto. — Hyungwon no hizo mucho esfuerzo para decirlo, él sólo quitó sus lentes para limpiarlos, los puso de nuevo y soltó aquello en un tono neutral, eso fue suficiente para sonar como una fuerte advertencia; algo por lo que Hoseok le hizo burla.
Tonto.
—Eso no estaba dentro de nuestro contrato, ¿Hyungwon? —El extraño ser se cuestionó su nombre en el proceso. — ¿Qué clase de nombre es ese? — Se rió creyendo que algo así lo molestaría de algún modo, más sin embargo, Hyungwon no se inmutó como lo hubiese deseado; al menos no por eso.
—Promete que no le harás daño a mi amigo una vez se cumpla nuestro acuerdo. — Se giró para verlo de frente, Hoseok levantó una ceja porque le parecía una completa falta de respeto que aquél chiquillo quisiera imponerle sus condiciones cada vez, eso, sin contar con su ferviente insistencia en proteger a aquél humano de quien parecía ser mucho más que cercano.
Hoseok bufó indignado por algún motivo.
— ¿Por qué? — Le cuestionó — Tú y yo ya hicimos un contrato y es inquebrantable, incluso quisiste decirle a ese humano entrometido de nuestro acuerdo ¿No? Lo vi todo, no eres más que un niño chismoso.
No será sencillo. Lo presentía.
— Si... Si te digo que te dejaré probar mi sangre a cambio de que prometas no hacerle daño a mi amigo ¿Qué dirías? — A Hoseok se le movieron las orejas en interés — Sólo será un poco ¿De acuerdo? Y no puedes incumplir una vez hecho o serás el peor ser sobre la tierra. — Hyungwon se encontraba nervioso de proponer algo igual, pero por alguna razón confiaba en que Hoseok cumpliría con su palabra, que no pasaría nada y que todo terminaría como lo tenía previsto.
Así Changkyun no se verá envuelto cuando todo esto termine.
— ¿Hablas en serio? — Hyungwon asintió decidido. Le vio acercarse, sus pasos fueron ligeros y bastante medidos, exudaba una elegancia impresionante haciendo lucir su cuerpo como la maravilla que era; no olvidó en ningún momento que se trataba de su vecino sobre quien siempre tuvo curiosidad, y ahora que interactuba con él desde tan cerca empezaba a comprender uno de los puntos propuestos en su esquema de investigación. —Acepto, Hyungwon, sólo porque tu sangre es lo que más deseo. —Hoseok pasó su nariz por su cuello de una manera muy intensa, Hyungwon cerró los ojos abrumado y en respuesta su piel se erizo toda, fue tan fuerte el sentimiento, que jadeó y tembló entre los brazos del vampiro.
¡Oh, por Dios! ¿qué es todo esto?
—¡Espera! — Gritó preso del pánico y ni siquiera fue porque tuviera a un ser sobrenatural pegado al pescuezo a punto de beber su sangre, más bien era porque...
¿Por qué es tan incómodo?
— ¿Qué sucede? — El vampiro se detuvo de olfatearlo, cada que lo acariciaba Hyungwon sentía que algo dentro de el se encendía y eso lo ponía aún más nervioso y ansioso.
— Aquí no.
Primero lo primero.
Marcó la distancia entré el y Hoseok poniendo las manos sobre sus fuertes pectorales, agobiado intentó respirar, pero él lo sostuvo de la cintura intentando acercarlo a su duro cuerpo. —¿Qué? ¿Por qué? — para Hoseok era imcomprensible, quizá, pero Hyungon se sentía muy avergonzado de pensar en que alguno de sus tantos vecinos lo vieran ahí, frente al edificio con su vecino de enseguida pegado a su cuello; y no siendo suficiente, estaba reaccionando de una manera poco esperada.
En serio Hyungwon ¿Qué es lo que está sucediendo contigo últimamente?
No lograba comprender con claridad.
Intentó respirar para calmarse. — ¿Por- por qué no vamos a mi apartamento? Ahí podrás hacer lo que sea que quieras.
Eso te daría tiempo para pensar un poquito mejor sobre este incómodo asunto.
—Lo dices como si estuviera interesado en algo más que tu sangre. —Su voz oscura sonó en reproche y Hyungwon rodó los ojos; aprovechó ese descuido para safarse de su agarré tan invasivo.
— Anyway, si quieres mi sangre tandrás que seguirme, si no, entonces que tengas buena noche. —Sin pensarlo dos veces entró al edificio a paso firme; creyó que alguien tan orgulloso como Hoseok no le seguiría a ningún lado, pero al final él debía ser un vampiro bueno hasta cierto punto, porque pronto lo tuvo a su lado, discutiendo, pero estaba a su lado.
Si hace cosas así ¿Qué debería hacer yo al respecto?
Era encantador a su manera, lo hacía sentir nervioso y también algo más.
Oh...
Dijo en su mente al descubrir lo que era.
Creo que he resuelto un gran misterio.
—Lo digo en serio, no me interesa nada más que tu sangre ¿Ok? Puede que te confundas un poco debido a mi excelsa apariencia, pero no salgo con cualquiera. Tengo mis límites.
Tonto arrogante.
Suspiró pesado y llamó el ascensor; algo de esa mucha emoción se opacó debido a las palabras del vampiro.
—Sí, sí. sí. Ya lo dijiste, señor amo de lo nocturno. — Vociferó con algo de enojo picandole los pensamientos, bufo pacito porque le pareció increíble que Hoseok tuviese tan poco tacto aun siendo él un vampiro.
Hay que ser desgraciado, mira.
— ¡Que es amo y señor de la noche! ¿Cuando mierda vas a aprendertelo? Es por eso que no puedes confiar en los humanos, siempre están haciendo cada cosa y acabando con tu paciencia, no importa qué hagan. — Soltó a reirse de repente por el hecho de verlo discutir como todo un anciano, de manera sorprendente dejó de estar molesto y simplemente se dedicó a escucharlo decir tonterías que nada tenían que ver; Hyungwon sólo lo disfrutó, porque por primera vez en mucho tiempo el camino a su apartamento no se sintió horrosamente solitario.
Una vez en el apartamento de Hyungwon, Hoseok intentó acorralarlo para dar finiquitado el asunto que tenían entre ellos dos, más sin embargo, el chico lo detuvo por cuenta nueva haciendo que perdiera la paciencia como siempre que intervenía en su tranquila vida.
Oh, por los siete infiernos ¿Qué es ahora? Va a terminar con mi eternidad a este paso.
— ¿Ahora por qué, humano? — Lo notó incómodo, lo tenía contra la pared e hizo una cárcel solamente con sus dos brazos que eran grandes y fuertes, las venas se le marcaban en esa piel pálida y su rostro estaba muy cerca, tanto que ese aroma lo tenía poseído.
Esto es incómodo, quizá, pero es imposible de resistir.
Necesito...
—¿Por qué no lo hacemos en el sillón?
¿Uh?
El vampiro se detuvo de golpe como si de un impacto se hubiese tratado, y los brazos del chico intentaron alejarlo de nuevo,
Hyungwon quiso bajar uno de sus brazos para poder salir, pero apenas y pudo moverlo. — ¿No es más cómodo ahí? — Le vio intentar de nuevo, hasta le parecieron divertidos sus esfuerzos, tenía su rostro sonrojado y traspiraba ese maravilloso aroma que lo provocaba.
Increíble, no puedo resistirlo más.
—Quedate quieto ¿sí? — se acercó a su oído y habló pacito con su voz oscura casi escabrosa, siguió la línea de su cuello y claro pudo sentir sus palpitaciones que iban a mil. — Sólo beberé algo de tu sangre y me iré, será más rápido si lo hago aquí y ahora. — Sus colmillos se agrandaron de manera significativa, sus ojos se pusieron rojos y brillantes, pero Hyungwon logró ser más inteligente al esquivarlo y escapar por debajo de su brazo derecho.
¿¡Ah!?
—¿Tanta sed tienes que no puedes esperar un segundo? Me haces sentir horriblemente incómodo ¿Sabes? — Lo vio tratar de mantener una tranquilidad que no existía en él, dio varios pasos hacia la sala y miró por el pasillo hacia dentro, luego de nuevo a la sala. Estaba seguro de que en ese momento él comenzaba a considerar su alocada decisión como una demasiado descabellada; eso quiso creer. — ¿Eres así en todo? — Se lo preguntó y Hoseok se impactó.
¿De qué demonios habla este humano?
—¿Así cómo? — Frunció el ceño al no entender su pregunta que era una muy ambigua; Hyungwon tomó asiento en el sillón largo y le miró devuelta una vez estuvo cómodo. Estando así respondió.
—Según sé, los vampiros son seres que gozan de mucha elegancia en cada cosa que hacen, cuentan con un encanto único y especial, así que estos suelen enamorar a sus victimas antes de beber su sangre. Como Drácula con Lucy — Comentó. — ¿Sabes de lo que hablo?
Hoseok resopló someramente indignado de que se le juzgara con base a teorías.
—Soy muy elegante, qué tú no quieras verlo es otra cosa; además ¿Por qué tendría que enamorarte para beber tu sangre? Con nuestro trato es suficiente. Total, si quisiera podría sólo romperte el cuello y estaría todo resuelto.
Me ofende su falta de credibilidad, oh, por un demonio.
—¿Y serías capaz de hacerlo? —Los ojos enormes de Hyungwon se abrieron tras esos lentes mostrando toda la curiosidad que albergaba, sus labios gruesos hicieron un gesto y Hoseok levantó la ceja esperando entender el punto.
¿Lo sería?
—Bueno, tal vez si sigues huyendo de mi podría hacerlo.
Por supuesto que no.
Hyungwon soltó un pesado suspiro en respuesta.
—Es normal tener miedo ¿No es así? —Claro que sí, pero al final no era él quien se había puesto en bandeja de plata para que le bebieran la sangre. — Y, no lo sé, se siente raro estar cerca de ti, Hoseok-hyung ¿Es porque eres un vampiro? Sigo poniéndome incómodo cada vez.
¿Y eso qué tiene que ver?
—¿Entonces ahora sí tienes miedo?— Se lo preguntó sólo por dejar, porque que no esperó que Hyungwon sería sincero. — Y claro que soy un vampiro, uno real. Espero que de ahora en adelante te quede claro, porque no me ando con rodeos. — Hyungwon le miró de manera atenta por varios segundos y luego apartó la mirada pensando en algo.
¿Por qué te mira de esa manera?
—No dimensioné cuán grande sería la presión . — Confesó y subió sus piernas al sillón, abrazándolas enseguida con sus largos brazos. — ¿Cumplirás con tu palabra? — Preguntó curioso. — Mira que quienes no cumplen con sus promesas son malas personas, gente sin valor, pero quiero pensar que eres diferente. No lo sé, no me lo preguntes, es que tú sabes escuchar.
¿Podría decir que se sintió conmovido?
No lo supo exactamente, pero lo cierto era que a veces solía ser un poco más que rastrero al hacer tratos con humanos que solían ser demasiado ingenuos y banales, pero era porque los mismos en realidad guardaban un enorme egoísmo y falsedad en sus corazones, razón por la que esperaban siempre sacar ventaja de sus poderes; sin embargo, Hyungwon era diferente.
Él sólo te pidió mostrarte como un vampiro frente a ese entrometido humano y ser su cita en una tonta fiesta
¿Cuántos humanos a lo largo de los siglos te han pedido algo igual?
Ninguno, debía aceptar.
Soltando un leve bufido se sentó a su lado y asintió antes de hablar —Soy alguien que sostiene su palabra sin lugar a dudas, así que no tocaré a ese amigo tuyo siempre y cuando me dejes beber tu sangre. — Sólo después de decir eso se quejó un poco sobre su gran osadía. — Y es increíble que sigas impidiéndome acercarme a ti, estoy encantado con ese aroma que desprendes y al mismo tiempo es horrible soportar cada día, he tenido que sobrevivir a severos rotorcijones, a la sed insaciable, me he privado del sueño y hasta he cazado a personas que no tenía ni idea solamente por encontrarte, porque apareces y desapareces dejándome perdido. — Se lo dijo con toda seriedad. No quiso jugar a ser bondadoso, pues, después de todo lo quería a él, pero tampoco cruzaría la línea si eso era lo que él pedía a cambio. — Así que te agradecería si dejas de lado un poco el huir. Estoy loco por probarte.
Hyungwon miró un punto fijo en la sala, dejando ir un nuevo suspiro soltó sus piernas y vio a Hoseok en su lugar. —Por favor sé noble conmigo y no pierdas mucho la cabeza
¿Qué clase de advertencia es esa?
Hoseok soltó a reírse del menor porque le parecía de lo más ingenuo, su risa duró el tiempo que tardó Hyungwon en quitarse los lentes y ponerse a horcajadas sobre sus piernas; se quedó serio de golpe.
No.
— ¿Qué haces?
—Si beberás mi sangre ¿No es más fácil hacerlo en una posición en la que ambos estemos cómodos? Voy a quedarme muy quieto mientras lo haces a tu antojo, lo prometo. —Su respuesta podría tener sentido en su cabeza retorcida, pero a Hoseok eso no le hacía ni gracia.
— No me gusta, bajate ahora mismo. — Era incómodo de una forma horrorosa, tenerlo ahí encima suyo era...
Piensa en otra cosa, Hoseok.
¿Cómo podría explicarlo? Si Ni siquiera tenía las palabras para hacerlo.
—¿Por qué? — Hyungwon lo vio desde su posición, pero Hoseok sólo pudo sostenerle la mirada por unos cuantos segundos antes de girar a ver a cualquier otro punto en la sala y se removió sintiéndose mucho más inquieto que al principio. —¿Te pone nervioso que alguien se ponga sobre tus piernas, Hoseok-hyung? Un vampiro como tú debería estar acostumbrado a tener a muchas personas sobre sus piernas ¿No? Al fin y al cabo eres muy atractivo. —Él buscó su mirada y de nuevo la encontró, pero Hoseok tenía sus ojos de un color oscuro como la noche misma.
Por favor, esto es ridículo y muy...
¿Por qué no lograba explicarlo?
—Eso no significa que quiera tenerte a ti sobre mis piernas, así que hazte para allá. Me incómodas terriblemente. — Intentó levantarlo, pero Hyungwon lo tomó de las muñecas antes de que lograse lanzarlo de un sólo intento.
—¡Espera, espera! — De manera dócil deslizó sus manos por los brazos fuertes de Hoseok dejándolo casi inmóvil debido al suave tacto, así logró abrazarlo y volver a estar en su posición original. — Si te abrazo me sentiré menos asustado, así que deja que me quede así. Te lo pido por favor.
Oh...
Si lo dice así, entonces ¿Por qué deberías negarte?
Era extraño, a comparación suyo Hyungwon poseía un corazón y el mismo lo sintió latir a mil, así que el humano no estaba mintiendo de ninguna forma; en lugar de juzgarlo y seguir alejandolo cedió ante esa extraña emoción que emanaba entre ellos y pasó su pesada mano acariciándole la espalda intentando ser tan suave como podía, hundió su nariz en el hueco de su cuello llenándose de aquél aroma tan exquisito y lo abrazó más fuerte en el instante en que lo sintió temblar.
¿Por qué tiembla de esa manera tan exagerada? ¿Tanto miedo tiene de ti?
Oh, chico...
— No sentirás más que un leve cosquilleo una vez lo haga. No hay por qué temer, pequeño humano. —Hyungwon rio un poco entre dientes.
Su risa.
—Eres un vampiro y beberás mi sangre ¿No es eso suficiente para temer? —Soltó un pesado suspiro que le rozó la nuca a Hoseok, por lo que frunció el ceño al sentirlo intenso, demasiado desconcertante aquella sensación que creía muerta desde hace mucho tiempo.
Ugh...
Basta, sentirte así en un momento tan crucial es irracional y muy estúpido de tu parte, Hoseok.
—Nunca tuve que beber la sangre de una víctima que hablara tanto. Estás haciendo que me desconcentre. — Se quejó al final y se removió en el sillón con Hyungwon sobre sus piernas, pensó en que si estuvieran en el sillon de su departamento sería mucho más cómodo y menos denso el ambiente.
Eso no tiene sentido, pero ¿Qué más da?
—¿Por qué? — Preguntó Hyungwon siendo inocente como sabía ser en ciertas cuestiones y trató de ver el rostro de Hoseok por cuenta nueva.— ¿Me dejarás ir si logro convencerte?
Ya quisieras.
—Eso nunca. — Aseguró él acomodandolo sobre sus piernas, sus pechos se tocaban y Hyungwon asintió antes que nada.
— Ok, pero recuerda que es sólo un poco lo que beberas. — Él tuvo la necesidad de recordarselo, pero Hoseok enseguida fue a clavarse en el hueco de su cuello sin escrúpulos, sus musculosos y duros brazos se tensionaron al abrazarlo y Hyungwon cerró los ojos al sentir un par de pinchazos atravesar su piel; luego de eso nada, sólo un leve hormegueo como dijo.
Pero algo más...
Uhmg...
Efectivamente, como lo imaginó, la sangre de Hyungwon era la más deliciosa que habría de haber probado jamás, porque a lo largo de su eternidad nunca sintió tal placer a la hora de beber sangre. Hoseok se aferró al chico alto, quién dejó salir leves gemidos cerca de su oído que hicieron eco en las paredes del lugar, escucharlo encendió algo en su interior que perturbó sus pensamientos, pues por primera vez en mucho tiempo sintió un profundo deseo, uno que disloco su consciencia.
Ugh....
Hoseok se separó casi a regañadientes, fue menos de un minuto, pero el tiempo transcurrido era uno muy confuso; una vez se alejó sus ojos escarlatas volvieron al color oscuro que tenían antes de que bebiera su sangre, se pasó la lengua por los labios disfrutando de su sabor, mientras que Hyungwon se separó viéndolo directamente al rostro con una expresión distorsionada y muy extraña.
Mierda....
No entendía lo que les sucedía, pero tampoco lo alejó, solamente dejó que se acercara mucho más porque su cuerpo lo deseaba, esa emoción que creía inerte estaba más latente que nunca y con una fuerza arrolladora que le quebró todos los apoyos. Hyungwon acarició su mejilla y el tacto fue fino pero profundo, cerró los ojos ante esa intensa sensación que lo puso emocional, frunció el ceño no siendo consciente y al abrir los ojos chocó con aquella mirada que desde el primer momento lo dejó intrigado por todo lo que lo hacía sentir.
Hyungwon.
Al ver sus gruesos labios los deseó, los vio de manera fija y sin pensarlo dos veces lo recibió en el momento en que él se acercó pegando esos gruesos y provocativos labios a los suyos. Cerró los ojos de nuevo y se fundió en un beso sin precedentes, uno que no esperaba recibir y mucho menos dar.
Suspiró entre besos, sus labios se movieron cada vez con más diligencia, las caricias de su parte hicieron que Hoseok se sumergiera cada vez más en un extraño sentimiento desconocido para él y jadeó sin ser consciente de ello, solamente disfrutó de manera casi ciega de las sensaciones que él le provocaba con su cercanía.
Espera...
Hoseok abrió los ojos en medio de un corto momento de lucidez, Hyungwon acunaba su rostro con esas suaves y grandes manos, cerró los ojos ante la sensación y de nuevo intentó mantenerse cuerdo. Apasionado como nunca antes acarició sus piernas y anclo sus manos en sus caderas haciendo que se moviera encima suyo.
Hoseok ¿qué haces?
No sabía qué diablos estaba haciendo siquiera, sin pensarlo mucho pegó más el cuerpo de Hyungwon al suyo haciéndolo jadear. Él rompió el beso y lo vio con el rostro sonrojado, sus labios estaban rojos por el abuso y respiraba de manera irregular.
Es momento de detenerse.
Lo sabía, pero no fue hasta que Hyungwon no se movió sobre su erección de nuevo que no se dio cuenta de que algo más estaba por suceder, se impresionó por la misma ola de calor que lo abrumó, y al ver su rostro por cuenta nueva comprendió y fue consciente de lo que estaría próximo a hacer con un humano.
¡Por los siete infiernos, no!
Lo tomó de la cintura y espantado lo lanzó al otro lado del sillón sin ningún cuidado.
—¡Suficiente! — Hoseok salió del sillón casi huyendo y cubrió sus ojos intentando regresar a la plena consciencia; su respiración era errática. Hyungwon poco a poco fue reccionando y con ello un cansancio terrible lo encontró.
—Oh, me siento algo mareado y cansado.
¿Cómo es que...
—E-e-es-es-es normal, te sentirás así por un corto tiempo, así que vete a descansar o qué sé yo.
Piensa en algo más, cualquier cosa.
Porque el deseo no se desvanecía.
—¿Y qué hay de Changkyun?
¿Cómo y por qué diablos?
—¿Qué hay con él? —Hoseok volteó a verlo de golpe luciendo furioso, sus ojos estaban ahora de un color dorado muy particular y se privó totalmente de acercarse a él; solamente lo vio con un enojo bastante singular.
—Tenemos un trato ¿No? ya has bebido mi sangre y también... Es vergonzoso sólo decirlo ¿No? Por favor, no vayas a defraudarme.
¿Por qué te hace esto?
Hoseok lanzó un pesado suspiro antes de responderle. —Ya dije que no haré nada, así que deja de molestarme con lo mismo una y otra vez. —Sin poder soportarlo más fue directo a la salida dejando a Hyungwon atrás, este último se sintió demasiado cansado y quiso pedirle al otro de quedarse, que no lo dejara solo como siempre estaba, pero le fue casi imposible elevar la voz, no podía articular una sola palabra pues sus labios se sintieron pesados y sus párpados se cerraban solos.
Sólo así se sumió en un profundo sueño brumoso.
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¡Hola, buenas noches!
Aquí les traígo el capítulo 2 de esta interesante historia, espero que la disfruten muchísimo.
Recuerden dejar sus comentarios y votos, y si tienen alguna duda déjenla por cualquier medio, que yo intentaré responder en el menor tiempo posible.
Los y las quiero mucho ❤️
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