#7: Anotación
—¿Chicos, cómo puedo demostrarle a una chica que me importa?—Les preguntó Midoriya a sus amigos.
Los tres se hallaban sentados en la cafetería que había sido arreglada hace dos días.
—No llamándola amiga—Se sinceró Todoroki—. Porque la realidad es que te gusta y estás dando el mensaje contrario.
—Todoroki tiene razón, Midoriya-kun—Aprobó Iida, acomodándose sus anteojos—. Eso solo reduce tus posibilidades de éxito en tu plan.
—Podrías...
—Cierra tu puta boca, Todoroki—Lo calló Bakugo—. He llegado al fin—Se sentó en la mesa.
Los otros tres ocupantes lo vieron sorprendidos por tal acción. El rubio nunca se sentaba con ellos.
—Ahí viene tu linda novia para seguir ayudándonos, Todoroki—Señaló a Momo que corría hacia allí.
—Lo logré —Expresó triunfante, sentándose junto a su novio—. Bakugo insistió en que tuviéramos una reunión de emergencia.
—El idiota de Kaminari está hablando demasiado de Uraraka—Les comunicó a los presentes. Mordió su sándwich.
Todas las miradas, excepto la de Bakugo, se posaron en el peliverde que parecía a punto de golpear la mesa con un puño por la frustración.
—No es verdad, Deku. Solo quería molestarte—Le arrojó una cajita de jugo—. Ahora bebe eso para que tus ideas se enfríen.
No sabía si saltar sobre Bakugo para asestarle un puñetazo en su rostro o reírse. Optó por lo segundo.
—Las bromas de Bakugo dan miedo—Expresó incómoda Momo—. ¿Qué les preguntaste a los chicos, Midoriya-kun?
Repitió la pregunta.
El rubio rió por varios minutos hasta que fue callado por un golpe en la cabeza.
—Cierra ya la bocaza—Le ordenó Todoroki.
—Oblígame, Invierano—Dirigió una de sus manos a su compañero.
—Basta, ustedes dos—Los detuvo Momo—. Si van a pelear que sea en el exterior. No queremos otro incidente en la cafetería.
Ambos parecían estar en paz después de lo que ella dijo.
—Tu novia tiene más cerebro que tú, Todoroki—Se burló—. Deku, eres un maldito imbécil. Es más que obvio que debes estar ahí para ella.
Momo estaba a punto de refutar pues creyó que el rubio diría algo sin sentido pero se sorprendió por las palabras que este había dicho.
—Esa es una buena manera—Concluyó la chica.
—¿Por qué ayudas a Midoriya, Bakugo?—Se atrevió a preguntarle Iida.
—Porque estoy enamorado de una persona que quiere a este idiota—Se dignó a confesar.
Todos se callaron. No podían creer lo que sus oídos escuchaban.
—¿Bakugo enamorado?—Se rió Todoroki junto con Iida.
—Chicos—Los reprendió Yaoyorozu.
—Lo único bueno que tienes es a tu novia, bastardo—Se dirigía a Todoroki—. Idiota mitad y mitad.
—¿Estás enamorado?—Casi se cae de su silla Midoriya—. ¿De quién?
—¡No te incumbe, Deku!—Le gritó—. ¡Ahora sigue mi maldito consejo y no arruines tu estúpida oportunidad con ella!
Enojado, tomó su charola del almuerzo y los abandonó.
—Ya lo hicieron enfurecer—Se llevó una mano a la sien, Yaoyorozu—. Tendré que hablar con él y con las chicas.
—Bakugo está enamorado—Dijo en voz alta el peliverde.
Esa, sin duda, no se la esperaba.
Decidió salir a caminar. Necesitaba pensar.
“—Si no le dices tus sentimientos, un idiota, te la robará —Le aconsejó Bakugo.
—Una persona no es un objeto.
—Deku, shine—Se molestó —. Entiende lo que te estoy queriendo decir.”
Vio la pastelería casi al final de la calle. Algo, tal vez un presentimiento, le dijo que tenía que ir hasta allí.
Justo cuando dirigía sus manos a la perilla para ingresar al lugar, se encontró cara a cara con su amante del mochi.
El rostro de Uraraka se cubrió de un rojo carmesí y, por la conmoción perdió el control de su quirk, y el pastel le cayó encima. Ahora estaba cubierta de crema y frutas de distinto tipo.
Deku no entendía qué había ocurrido. Su amiga estaba mejorando en el control de su quirk.
—Hola, Deku-kun—Lo saludó cubierta de pastel.
“Incluso cubierta de pastel se ve hermosa”, concluyó él.
—Uraraka-san, estás cubierta de pastel.
Una afirmación estúpida para una situación absurda. Un punto para Midoriya.
—Fue mi culpa, Uraraka-san. Te sorprendí y perdiste el control de tu quirk—Dedujó—. Te compraré otro pastel como una forma de disculparme.
—No es necesario, Deku-kun. Es un pastel muy costoso. Cuesta 1000 yenes. He reunido el dinero por varios días en trabajos de medio tiempo—Le explicó.
—Porque te haz esforzado mucho, significa que es muy valioso para ti. Si así lo es también lo es para mí —Tomó su mano y formaron nuevamente en la fila.
—Ten—Deku le entregó la caja con el pastel que ella le había indicado ordenar.
—Te lo pagaré luego, Deku-kun.
—Es un regalo, Uraraka-san. Es lo menos que puedo hacer por haberte asustado.
Claro que estaría dispuesto a comprarle otro pastel pues por su culpa todo se había echado a perder. Lo que menos deseaba era ser una molestia para ella.
—Gracias, Deku-kun—Hizó una reverencia.
—Uraraka-san, dile feliz cumpleaños a tu madre de mi parte— Le sonrió.
—Lo haré. Espera... ¿Cómo sabías qué era el cumpleaños de mi madre?
—Lo presentí—Se rió.
“—Para conocer mejor a Ochaco-chan deberás aprender los más mínimos detalles, Deku-kun—Le explicó Tsuyu—. El cumpleaños de su madre y el de su padre es...
—Los memorizare, Tsuyu.”
Se despidió de su amiga, agitando su mano.
—Nada mal, Midoriya-kun—Aprobaron Mina y Hagakure.
—¿Acaso todo el mundo me está siguiendo?
—Sí. Momo y Todoroki están por allí —Señalaron la tienda de helados de enfrente.
Se sentó en el césped, en el exterior, pues era un día hermoso para estar en las afueras de la academia.
#7: Te ves hermosa cubierta de pastel.
—¿Qué clase de razón es esa?—Le preguntó Todoroki.
—Opino lo mismo—Agregó Iida.
—Es una mierda—Dijo Bakugo sin rodeos.
—Dejen de seguirme—Protestó el peliverde.
—Haz las cosas bien y no tendremos que seguir acosándote—Se acercó a ellos Kaminari.
Todas las vistas se posaron en él.
—¿Qué?—Les preguntó.
—Nada—Contestaron todos.
Se escapó de sus amigos para ir al único lugar en el que nunca se les ocurriría buscar.
—¿Qué haces aquí, Midoriya-senpai?—Dijo Killer, viendo que él cerraba la puerta del taller.
—Me persiguen—Le explicó —. ¿Está Hatsume-san aquí?
—Salió. Un problema con una de sus botas propulsoras—Siguió soldando una armadura—. ¿Haz terminado con la lista?
—¿Eh?—Las palabras se atoraron en su garganta.
—Toda la escuela lo sabe, Midoriya-senpai—Rió, sin embargo, su risita se asimilaba más a una carcajada psicópata con la máscara puesta o tal vez ese era el efecto que ella quería dar.
—No.
—Ya veo. Que aburrido—Pateó un pedazo de chatarra que había caído al suelo—. La terminarás.
—¿Por qué quieres que la termine?
—Todo el mundo tiene sus razones más será mejor no meterte en lo que no te concierne, senpai—Le respondió con soltura y un poco esquiva—. Aquí va otra ayuda para ti: su razón, la de esa chica, de convertirse en heroína.
—¿Cómo?
—Acaba con las malditas preguntas innecesarias, senpai, y utiliza tu cerebro de mosquito.
La estaba sacando de quicio. Ella realmente no quería amenazarlo con el cuchillo que tenía escondido.
—Debería irme—Se rascó la nuca,incómodo, el chico.
—Deberías—Volvió a su tarea de seguir soldando. Sonrió satisfecha cuando oyó la puerta del taller cerrarse.
—La razón por la que ella quería convertirse en heroína—Repitió.
Ahora estaba sentado en uno de los escalones de las escaleras de la academia.
#7:Eres fuerte e independiente.
“—Yo quiero convertirme en heroína para ayudar a mis padres. He oído que reciben mucho dinero por sus servicios —Respondió incómoda—. Aunque no es un razón tan asombrosa como la de ustedes—Se desánimo.
—Es una gran razón, Uraraka-san—No dudó en animarla el peliverde—. Querer ayudar a tus padres es muy noble de tu parte.”
Porque ella quería trabajar por su cuenta. Uraraka no aceptaría que sus problemas se resolvieran por arte de magia. Ella estaba dispuesta a luchar para conseguir lo que tanto deseaba.
—Y lo lograrás —Dijo él en voz alta.
—Bakugo y Todoroki lo aprueban—Dijeron los dos, mientras bajaban por las escaleras.
—¡Ya dejen de seguirme!—Les gritó a sus amigos un enfurecido Midoriya.
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