10. Genios idiotas
Lucas
Saqué las llaves de mi casa mientras voy por la acera, el sol se estaba ocultando y estoy exhausto por la práctica de béisbol. Lo único que quiero es tirar mi cabeza sobre la almohada.
Al ir cruzando mi jardín, noté que Asher, mi vecino de diecisiete años, está sentado en uno de los escalones de mi porche.
—Por fin llegas, mi trasero ya se estaba entumeciendo de estar sentado aquí —dijo cuando estuve frente a él.
—¿Perdiste tus llaves otra vez?
Asher rodó los ojos y tomó su maleta mientras se ponía de pie.
—Tres veces en dos semanas, si mi padre se entera me mandará a la mierda.
—Lo hace siempre, no sé por qué te preocupas.
El rubio se rió por lo bajo y me siguió mientras abro la puerta de mi casa.
—Tienes razón, debería dejar de inmutarme por lo que dice.
—¡Hey! Yo no dije eso —lo señalé.
—Cómo sea —Asher cerró la puerta y arrojó su maleta en una esquina—. ¿Quieres un sándwich? Tengo hambre.
—Claro —sonreí de lado y avance a las escaleras —, iré a ducharme.
—Y yo haré los sándwiches —avisó.
Asher ha sido mi vecino toda su vida. Yo soy hijo único y él también, solo llevamos cuatro años de diferencia y siempre lo he visto como un hermano menor. Su madre murió cuando era muy pequeño y desde entonces él y su padre siempre han estado solos.
Tenerlo en casa atacando mi refrigerador es algo que pasa todo el tiempo, para mi mamá es otro hijo, hasta en las listas de compra incluye el jugo, el cereal y las gomitas favoritas de Asher cuando me manda a hacer compras.
❁❁❁
Luego de veinte minutos regresé a la cocina ya totalmente limpio y con ropa de andar en casa. Tomé el sándwich y el jugo que estaba sobre la mesa y dirigí mis pasos a la sala de estar, Asher se encontraba acostado sobre el sofá largo con el plato sobre su estómago viendo televisión.
Tomé asiento en el sofá para dos y vi la televisión.
—Me voy a mudar de este lugar, Lucas —soltó de la nada y me atoré con el pan.
Dejé el plato a un lado y bebí del jugo. Cuando recuperé la respiración lo miré atónito.
—¡¿Qué?!
—Hoy me expulsaron. Finalmente se dieron cuenta de que fui yo el que incendió el escritorio del profesor de química la semana pasada.
Mi amigo soltó un suspiro y tomó el plato de su estómago para mirarme.
—Asher, ¿por qué? Tu papá dejó muy claro que en este colegio no podías meterte en problemas.
—No puedo evitarlo —dijo secamente.
—Eres un estúpido, desperdicias tanta inteligencia en problemas innecesarios.
—Ser inteligente no me lleva a nada.
—Meterte en problemas tampoco.
—Mi papá dijo que si me expulsaban me iba a mandar con mis tíos a Ocean Hills.
—¡¿A la costa!? —me quejé—. Pero eso está como a 12 horas en auto de aquí, además ese lugar es muy pequeño. Fui el verano pasado en una excursión de la universidad y te digo que no tiene un solo restaurante decente.
Asher subió los hombros de forma aburrida.
—Soy un genio que solo se mete en problemas, ser desterrado de El Valle es mi castigo.
—Si te hace sentir mejor, yo también soy un genio que se merece el título de estúpido. Meto mis narices donde no debo y termino en problemas que me pueden costar la vida siempre.
—Ah, sí. Es verdad, eres un puto genio entrometido —Asher sonrió de lado—. Lucas, a veces bloqueo en mi cabeza el hecho de que no siempre soy la persona más inteligente de la habitación.
Rodé los ojos.
—¿Crees que sea en serio eso de que te mande a vivir con tus tíos?
—El viejo necesita un respiro de mí, así que estoy seguro de que sí lo hará —señaló en mi brazo la marca que me hizo Chris hace años y me vine a enterar en la madrugada—. ¿Es un nuevo tatuaje? Está horrible ¿Qué carajos es eso?
—Bueno... —también miré la extraña marca—. Asher, creo que ya dejamos claros que somos unos genios idiotas.
—Vaya que sí.
Nos quedamos en silencio unos segundos.
—¿Lucas? —volvió a hablar.
—¿Si?
—No te preocupes por mí, estaré bien, además... Tendré a mi primo Hiro. No buscaré problemas y me concentraré sólo en terminar bien el año escolar.
—¿Lo prometes?
—No puedo prometerlo, pero te aseguro que lo intentaré.
—De acuerdo —me levanté de mi sofá para sentarme junto a él y dejar de lado el plato—. No se como harás para sobrevivir en Ocean Hills sin mí, mi mamá y tus gomitas favoritas.
Tomé la bolsa de gomitas ácidas que estaban sobre la mesita y me robé un par, Asher se echó a reír y me quitó la bolsa.
—Me las ingeniaré, ya verás.
¡Qué emoción, mi bebito Asher haciendo su cameo en esta historia!
Spoiler: él pertenece a la cuarta historia de la saga Reinos Sobrenaturales.
No puedo esperar a que lean esa novela, la cual será publicada el día que 033 se acabe.
-Cute.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top