Te confieso que intente escribirle un comienzo a este texto un tanto filosófico, pero no pude. Incluso, aún no sé cómo iniciar aunque ya inicié. Y bueno...
Aquí te resaltaré los aspectos básicos de una amistad leal y sincera, los cuáles usted cumple a la perfección por el simple hecho de que le sale natural, le sale del alma.
Porque no sabes decir que no y ahí siempre estás, porque eres sincera y dices la verdad de un modo que no duele, porque tenés la capacidad de hacer feliz, porque eres perceptiva y no hay nada ni nadie que no puedas entender.
  También te quiero hablar de algunos otras cosas. Por ejemplo: tu espíritu de niña pequeña e ingenua que a mí me fascina, tu corazón que a todo instante palpita bondad, porque eso eres, La bondad en su máxima expresión. Tu manera de querer al prójimo, tu extraño poder de influir en los demás, porque con tus pequeñas acciones eres una heroína. Y te confieso que eres la que más hace falta, cuando decides no ir.
Has sido un pilar importante en la unión de todos nosotros. Has sido la principal exponente de la locura que nos une a todos. Y aunque soy el que menos acude a ti, sigo tus pasos porque eres mi wonderwoman y me has salvado de la tristeza muchas veces.
  Junto a vos he vivido los mejores años de mi existencia, y cómo ya te he dicho antes sos la mejor persona de mi actualidad y lo seguirás siendo, porque con personas como vos vale la pena pasar, porque vale la pena vivir un infinito contigo, porque vale la pena la eternidad si aún existes.
Porque tú amor es inmortal...
Y usted seguro. 

—Brenda