Para vos y para mi.
Escribo esto con la intención
de que lo leas y estés cerca,
de que este cerca el destino y,
sobre todo, el tiempo.
¿Sabés por qué?
Porque no soporto la maldita distancia que nos separa.
No soporto la lejanía.

Cuando te despides,
Los kilómetros que separan
tu casa de la mía.

Cuando te llamo,
El estúpido deseo que me hace imaginar tus labios en mis orejas.

Cuando te escribo,
El tedio que me provoca
no poder cambiar la conversación cotidiana.
Las noches, los días, las semanas.
El calendario que hace que los días que no nos vemos pasen lentos.

Cuando nos vemos
Odio los metros que separan nuestros cuerpos,; los minutos que espero a que disminuyan

Detesto tu gesto de la mano para saludarme desde lejos.
Me cansa las miradas y esa sonrisa que me incitan a buscarte.

Que doloroso es el frío que se siente
entre el espacio vacío que hay entre vos y yo aunque haya gente.

Que bochornosa mi decisión
de siempre, desesperado, ir a hablarte

Que inútil mi intento
de querér caminar hacia vos y no tropezar

Que hermosa la carcajada
que hace que mi corazón se sienta satisfecho.

Pero que insoportable
los centímetros que me impiden
tocar tu mano,
el vacío que queda entre las miradas,
el silencio que no para de hablar.

Que exitoso fue mi intento de abrazarte.
Pero que tristeza siente mi piel
al sentir los milímetros de tu ropa y la mía.

Y que bonita fue la iniciativa
de eliminar esa distancia,
deshaciendome de la corriente de bióxido de carbono entre tu rostro y el mio.

Y que maravilloso fue sentir
el contacto que me hizo olvidar.

Que placentero
¡El bendito beso!
Pero que hiriente fue cuando terminó.
Que dolor sentí de nuevo al saber que volvia otra vez,

La maldita lejanía

Y el estúpido tiempo,
que no le gusta parar
un segundo sempiterno...