Vos, querido ser extraordinario. Te amo. Te amo mujer que en tiempos de ruinas, trae en sus manos un desorden aún más grande, pero es un desorden que cualquier humano querría tener en su vida, así sea 5 minutos por día. No sabes la libertad que siento al verme en tus ojos; no te imaginas cuánta paz emana tu presencia a este campo. Te amo. Te amo Porque sin saber los porqué de mis problemas traes la solución en tu sonrisa, porque sin importar que mi cuerpo esté cubierto de fango, el abrazo es fuerte; porque no me niegas la felicidad cuando de aventurar se trata; te amo porque aun estando desnudo pasas por alto el hecho de que hay un cuerpo apricionando un alma; porque no huyes, porque no ruegas, porque no finges. Te amo porque eres la única que se pone mis pantalones, mis camisas y mis zapatos sin importar que talla son; porque eres la única que me ha visto caer, llorar y sangrar y se ha manchado las prendas ayudándome a vivir de nuevo. Eres tú el lugar donde puedo sufrir sin pudor y morir tranquilo.
Te amo querido ser extraordinario.
Un día me dijiste: "ojalá que caigas... que caigas agarrado de la mano con felicidad en un bucle infinito". Hoy se que agarraría tu mano con fuerza.
Vencí el miedo a tropezar.