006|Nᴀᴠɪᴅᴀᴅ
─¡Papá!─ Gritaron desde la cocina ─¡Se está quemando la cocina!
─¡Pues apaga el fuego!─ Gritaba Kyo mientras procedía a pagar la hornalla.
Ambos albinos miraron a la olla rebalsada, para luego verse a los ojos y fruncir el ceño a la vez.
─¡¿Quien dejó la cocina prendida?!─ Gritaron los dos a la vez. Furiosos por el desastre en la cocina.
Aunque la única respuesta que obtuvieron fue un estruendo muy llamativo proveniente del patio trasero.
Ambos se dirigieron hasta el lugar, para encontrarse con un preadolescente empapado de pies a cabeza por culpa de León y Piers, quienes se peleaban por quien llegaba primero al frisbi ubicado en el centro de la piscina sin mojarse en el proceso.
Kyo se tapó la cara estresado por la situación, mientras que la labina a su lado se reía de la desgracia de su hermano. Olvidándose del anterior incidente en la cocina.
─Adentro. Los dos…
Si, ante todo pronóstico, el albino tenía hijos de los cuales a muy pocas personas había rebelado.
─¡Kyo! ¡Mira como quedo!
Y entre esas personas estaba su pareja.
Karl cargaba consigo a un pequeño bebe de cabellos blancos y ojos dorados. Disfrazado de estrella navideña y extrañamente tranquilo ante la situación de ser usado cual muñeca Barbie.
El bebe se llamaba Helios, el menor y último de sus hijos. Un infante que odiaba a todo el mundo, pero parecía un cachorrito domesticado en los brazos del estadounidense desde el momento que los presentó.
─¿Pero qué le paso?─ Preguntó Karl al ver al más grande de los tres infantes. Empapado y con una cara de pocos amigos.
─Se bañó─ Comentó burlesca la única fémina de los tres pequeños.
─Callate bruja.
─¿¡A quien llamas bruja!?
─¡Atlas, ve a secarte! ¡Y tú Athena, busca a Chris! Tengo que sacar a esos dos del agua y terminar la comida antes de que lleguen sus abuelos. Y no tengo tiempo para sus peleas─ Ordenó firme el padre de los pequeños.
Cada uno decidió hacerle caso a su padre.
Atlas, el mayor del trío, tomó la toalla que el castaño había ido a buscar para él. Sus ojos azules se veían algo irritados por el cloro del agua que le había entrado a estos, así como su nariz goteaba con tenuidad por el frío del tiempo.
─Cuando termines de secarte, ve a la cocina, creo que hay chocolate caliente para que bebas─ Atlas le agradeció, antes de irse al baño para bañarse con agua caliente.
─¿Tú fuiste quien provocó el desastre de la cocina?─ Preguntó Kyo. Con un deje de esperanza de que en verdad no haya sido él.
─¿Qué desastre?
Olvidalo. No se haría mala sangre.
Con cuidado tomó al bebe de los brazos de su pareja, se dirigió a la sala de estar para dejarlo sobre la alfombra donde tenía varios de sus juguetes. Viendo lo tranquilo que el pequeño se ponía a pesar de estar con ese traje algo incómodo de estrella.
Luego se dirige a la cocina con el castaño siguiéndolo por detrás.
─¡O diablos!─ Expresó Karl. Frente suyo veía el desastre de la olla en donde había puesto a hacer el chocolate caliente.
─¿Me haces el favor de arreglarlo? Aún debo ver si León y Piers se metieron al agua.
Karl asintió rápidamente con la cabeza.
Beso la fría nariz de su pareja antes de comenzar a arreglar todo el desastre que había causado por ir a vestir a Helios.
Kyo lo observó por un instante, sintiendo sus mejillas levemente ruborizadas por aquel gesto. Para luego ir al patio a ver como arreglar el problema de los perros.
Rápidamente notó como su hija Athena había llegado antes que él junto a Chris. Quien regañaba al otro dúo de caninos a través de ladridos, llevándolo casi a gritos hacia el interior de la casa.
─Agradece que al menos no se mojaron─ Expresó Athena.
─Atlas se mojo.
─¿Y quien lo mandó a soltar a los perros?
Kyo miró a su hija con cara de “ya callate”.
Mientras que esta lo observa con aquellos ojos violáceos idénticos a los suyos, diciéndole en silencio que tenía razón y no tenía razón alguna para regañarla.
─Ve a cambiarte.
─No me lo digas dos veces─ Contestó toda diva. Feliz por poder vestirse con las prendas que había preparado para las fechas navideñas de este año.
Kyo la vio subir feliz las escaleras. Al trío de caninos jugar con su bebe vestido de estrella y a su hijo mayor bajar por fin cambiado y seco hacia la cocina en busca del chocolate caliente que le prometió Karl.
Esta navidad ya estaba siendo algo movida y eso que aun no llegaban sus padres para festejar.
•¡Así es, gente! Mi OC tiene hijos, es papá luchon. ¿Que les parece la idea? No suelo ver muchos fanfic en donde el protagonista tengo hijos.
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