1°
Pov narrador
Calles, autos, negocios, viviendas y casi todos los edificios ya había sido cubierto por la oscura noche, una noche fría pero a la vez llena de energía. El horario nocturno no era algo así como un horario fantasma, ya que la mayoría de las personas se dirigían a trabajar otras daban finalizadas sus horas de trabajo para ir a sus casas o alguno que otra bar; la mayoría de ellas agradecía que la noche no se encontrara interrumpida por crímenes o los demás delitos comunes en la ciudad. Ya que no era muy frecuente aquella tranquila circunstancia.
pero a pesar de que la mayoría agradeciera por la tranquilad, otras solo deseaban que algo entretenido pasara, al ves nada malo que causara disturbio, pero si algo que lo sacara de su aburrida noche.
En especial a nuestro querido azabache de ojos esmeralda.
El menor bufaba una que otra vez al recordar que se encontraba solo gracias a su padre, el cual, en pocas palabras, le había obligado a encargarse de la guardia esa noche.
Las palabras como "que aburrido", "si sigo así me volveré viejo" o hasta "prefiero ayudar a limpiar la casa antes que aburrirme en plena noche" era contantemente repetidas por aquellos labios que formaban una mueca.
-¡Oye! Yo que sepa, no estás sólo niño- Tras el menor se escucho la característica voz de ala nocturna. Además de que no estaba de más decir que hasta a él sele notaba lo aburrido en su voz.
Antes de contestar, el menor recostó su espalda en el techo del antiguo edificio para luego mirar al su mayor a los ojos cubiertos por aquella mascara.
-Dick –Suspiro el menor- Con tigo como compañía, es lo mismo que estar sólo-La sonrisa burlona y traviesa se formo en el menor. Haciendo que obviamente el mayor mostrara algo de enojo.
-Cállate, al menos agradece que me ofrecí para cuidarte esta noche- Luego de aquellas palabras el mayor se acomodo un poco mas separado del menor, pero de la misma forma.
El menor solo bufo con rabia, el no era ningún niño como para tener que cuidar de él. O al menos eso pensaba él.
-Dejando tus absurdas palabras de lado- Dijo el menor tratando de lo golpear a su "compañero"- ¿Sabes al menor porque no vino? Ya que anuqué con todas mis fuerzas eh tratado de averiguar el porqué, el me lo impedía a toda costa.
-¿Hablas de Batman?- Pregunto algo distraído el mayor.
-No, Hablo de King Kong-Dijo con sarcasmo y frustración. No era su mejor noche para tener paciencia y Dick estaba acabando con la poca que tenia. Y eso que no era muy común que el menor tenerla con alguien que no sea su padre.
El mayor solo rodó los ojos para luego mirar fijamente a los pies del edificio.- Según tengo entendió, se juntaría con viejos amigos. Pero no se mas que eso. El igualmente trato de evadir el tema con migo. – Dijo con tranquilidad el mayor.
El menor entendió rápidamente que el asusto tal vez era más importante de lo que aparentaba.
Ambos miraban como las personas caminaban de un lado hacia otro con sus respectivos destinos. Esa noche estaba muy tranquila, y por lo tanto muy aburrida para ambos. Lo cuales lo confirmaban sin duda alguna.
El mayor de un salto se levanto del techo siendo seguido por los ojos esmeraldas del menor.
-A pesar de que la noche fue aburrida el tiempo a pasado y con el el amanecer se esta acercando.- El mayor estiraba sus músculos mientras el menor se levantaba con tranquilidad de su lugar.- Sera mejor ir llendo a la mansión.
Demian no dudo y solo asintió, su turno ya terminaba y con el poco sueño que tenia lo estaba alcanzando.
Ambos con tranquilidad absoluta se dirigieron a sus respectivos vehículos en camino a la mansión.
-.-
Ya en casa Dick se dirigió a su habitación para descansar lo poco que quedaba de la noche.
Demian ya cambiado se dirigió a la cocina la cual estaba siendo aseada por su mayordomo Alfred el cual solo lo saludo cortésmente al verlo entrar.
-Alfred, sé que mi padre te tienen mucha confianza y respeto, y por ellos también se que el te confió la verdad de su repentino viaje.- Demian miraba con tranquilidad al de cabellos plateados, el contrario solo lo miraba neutral y sin preocupación.
-Pues aunque no lo crea joven Demian, el amo Bruno no me a dicho con detalle sobre su viaje. Ya que como usted dijo, fue repentino, lo único que me ha informado es que sus antiguos compañeros han solicitado su presencia por algún tema- El mayor secaba sus manos con suavidad mientras las palabras salían de su boca.
El menor estaba curioso, y lo estaba admitiendo con mucha dificultad.
Dick no sabía casi nada sobre el repentino viaje de su padre.
Alfred no estaba mejor que el anterior.
Y él, bueno, él no sabía nada, apneas se había enterado por la boca de Dick que su padre estaría ausente esta noche.
Pero aunque la curiosidad era inmensa, su poco sueño lo estaba empezando a afectar.
Y con un simple saludo entre él y el mayordomo de la casa se dirigió a su respectiva habitación a pasos pesados.
Y en menos de lo que pensaba, callo dormido en los brazos de Morfeo.
-.-
La luz del amanecer ya estaba llegando a posarse en los últimos pisos de aquellos edificios.
Las personas de turnos mañaneros ya se estaban empezando a preparar para que su día empezase como normalmente pasaba.
A las afueras de la ciudad el auto del reconocido Bruno Díaz ya se estaba poniendo apreciar gracias a los rayos de luz.
El mayor miraba la carretera con tranquilidad. El sabía que no había podido ir como Batman o con algunos de sus transportes más rápidos, claramente si no quería llamar la atención.
Pero a pesar de estar con su característico rostro tranquilo, en su cabeza divagaban los recuerdos de la noche que hace pocos minutos estaba sobre él.
FlaskBack
Ayer por la mañana había recibido un correo electrónico por su baticomputadora, siendo SuperMan el que la había escrito.
Y a pesar de estar resumida lo más posible, supo que de algo importante se trataba si el de ojo celeste lo trataba de contactar en privado.
Pero la verdadera sorpresa no fue la carta, sino la razón por la cual él había sido convocado.
Clack no era el único que se encontraba en el salón de la justicia aquella noche.
El de ojos celestes conecto rápidamente, pero con tranquilidad, una video llamada apenas había visto a Batman entrar al salón.
La mujer maravilla se mostraba al otro lado de la llamada.
La azabache se mostraba algo agitada además de un poco cansada; de fondo se notaba parte de su apartamento en Nueva York el cual nunca estaba desordenado, pero aquella ocasión parecía lo contrario.
Pero la mayor sorpresa que Batman se pudo haber llevado había sido ver como la mujer maravilla le estaba confiando lo más de toda su vida.
Fin del FlaskBack
El mayor sabía bien que tal vez no estaba preparado para la petición que su amiga le había pedido. Pero la duda se instalo al recordar que Demian, Dick y Alfred lo esperaban en la mansión. Y de repente él se pregunto. Los tres aceptaron la petición que Diana había pedido.
Pero a pesar de dudar, Bruno sabía bien que ya era muy tarde como para dar marcha atrás.
Ya estaba hecho.
Hoy a las 21:00hs su favor empezaría.
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