❝ Pequeño nerd.❞

❝ Especial Navideño, ahre algo tarde. 

Un joven de cabello cenizo iba con velocidad por las oscuras calles pertenecientes al actual Japón, miraba su reloj con ansiedad mientras el sudor se hacía presente en sus manos y sienes.

—Debo llegar, debo llegar. —decía mientras corría y empujaba a todo aquel que se le atravesara.

Su cabello danzaba con la brisa del presente invierno, su camisa negra al igual que sus pantalones, hacía pequeños movimientos siguiente la movilidad de su esbelto cuerpo, por la rapidez con la que salió, olvidó coger algo que le abrigase en aquella noche repleta de estrellas pero que en aquel momento, lo único que mostraba el cielo era una oscuridad tenebrosa y realmente triste en la cual no quería adentrarse.

Quería que su cielo siguiera brillando como aquel joven de ojos verdes que tantos dolores de cabeza le había traído.

Las personas se giraban al chocar con él, pero poco tiempo tenían de contradecir o gritarle pues este desaparecía de su vista con la misma rapidez con la que aparecía, entró a un gran edificio y subió por las escaleras de emergencias de dos en dos intentando llegar a la quinta planta lo más rápido posible.

Sacó su celular en un movimiento rápido, mientra sus piernas avanzaban con rapidez, releyendo el último mensaje enviado por su compañero.

Deku!:

Kacchan, quiero decirte que agradezco todo lo que siempre has hecho por mí, a pesar de todo lo malo que hemos vivido juntos, de las cosas malas hechas contra mí...te perdonó. Me ha costado mucho admitirlo y enviarte esto, pero lo veía necesario...pues creo, que es lo último que vas a saber de mí. Quiero pedirte antes de todo, también disculpas, por haberte molestado y haber hecho que estos años hayan sido insufribles con mi presencia...aunque eso ya se acabará. Siempre me preguntabas por que nunca dejaba de seguirte...era por que estaba enamorado de ti; creo saber que desde la primera vez que te vi, aquella tarde ambos con cinco años, fuiste mi amor a primera vista y que aún continua en mi corazón, pero después de todo lo sucedido no creo aguantar y por eso también le haré un beneficio a tu vida. Adiós Kacchan, te quiere izuku. —11:25 pm.

El rubio de ojos rubíes bien no sabía a que se refería con ese adiós, pero tenía un mal presentimiento y no esperaría a lo que pasara después; le escribió mensajes pero, este no fue capaz de leerlos, por suerte en aquel momento él estaba revisando mensajes cuando le llegó el de Midoriya y nada más terminar de leerlo, salió disparado de su hogar a a buscarlo.

En el trayecto habló con cara redonda para saber con exactitud su piso, y tras averiguarlo salió hacia allá, por suerte no vivía muy lejos de donde el pecoso.

Mirando la hora en su celular y el número del piso, caminó con rapidez por el pasillo buscando la puerta indicada.

11:35 pm.

Encontró dicha tras una agobiante búsqueda y con angustia al saber que Deku no contestó sus mensajes, comenzó a golpear con fuerza la puerta; segundos después al darse cuenta de que nadie abría comenzó a preocuparse aún más.

—¡¡¡DEKU, MALDITA SEA, ABRE LA MALDITA PUERTA!!! —le gritó el cenizo con desesperación y mucha angustia, varios de los vecinos que pasaban por allí se quedaron esperando ver que sucedía, sin decidir ayudar.

Katsuki comenzó a enfadarse, no quería tener pensamientos negativos pero el miedo comenzaba a recorrer su cuerpo y eso le enfadaba, con rapidez apartando a algunos vecinos, arrancó un extintor de la pared y con fuerza golpeó el manillar de la puerta, este se rompió y cayó al suelo.

Katsuki con rapidez acomodó el extintor bajo su brazo y con fuerza se impulsó desde atrás, pues la puerta aún no se había abierto, y junto al extintor la abrió de un sopetón.

A su vez se hizo daño en su muñeca pero ignorando aquello, soltó el extintor y observó como todo estaba algo revuelto, varias notas en el suelo sin rastro del pecoso.

Agitado y nervioso gritó su nombre. —¡DEKU, ¿DONDE MIERDA ESTÁS NERD?!!

Este se sorprendió ante aquel gritó pues lo había escuchado desde fuera sin embargo no imagino que sería capaz de entrar, y a pesar de los incesantes golpes que escuchó pensaba que no podría tirar la puerta y sin embargo, estaba ahí.

Dió media vuelta suavemente sobre la superficie en la que se encontraba y le observó a través de la cortina que flotaba a ritmo del viente, separando a ambos individuos. —¿Kacchan?

El rubio tras buscar desesperado en los cuartos, salió de nuevo al salón para intentar buscarlo en la terraza cuando escuchó en un débil llamado su nombre, alzó la vista y observó como Midoriya se hallaba sobre el bordillo del balcón, de pie como sí estuviera tranquilamente en el suelo; vestía un jersey verde oscuro, largo hasta las rodillas y un jeans negros mientras sus pies estaban descalzos, su cabello algo revuelto y sus ojos verdes llenos de lágrimas lo miraban asustado y a lo mejor, agradecido.

Las personas del pasillo se quedaron fuera, algo asustados por la intrusión del cabello cenizo y no sabían sí debían entrar también, sin embargo se quedaron fuera expectantes tras la puerta destrozada.

Katsuki sintió una gota de sudor resbalar por su rostro, sus puños se apretaron y sus labios comenzaron a temblar. 〝¿Qué demonios hacía allá arriba? ¿Acaso se intentaba suicidar? ¿En Nochebuena? ¿Por qué ahora, era culpa suya? 

Rápidamente evadió esos pensamientos y aún con el ceño fruncido, mostró un rostro afligido y lleno de miedo que Izuku fue incapaz de ignorar.

—¡Deku, no lo hagas, sé que te he hecho cosas muy malas y, y te han estado pasando situaciones duras pero, no lo hagas por favor! —le gritó Katsuki con el corazón en la mano.

Midoriya sentía como sus lágrimas resbalaban por sus mejillas, él aún en el fondo no quería hacerlo pero...no había vuelta atrás, con una sonrisa llena de tristeza enmarcada en sus labios le miró, y rápidamente le dijo.

—¿Esto es lo que siempre quisiste desde un principio no? —susurró el pecoso, dando media vuelta mostrándose de espaldas al rubio, frente a aquella noche repleta de estrellas que de apoco ante los ojos del pecoso se consumía en completa oscuridad.

Katsuki abrió sus labios para gritar desesperado su nombre: —¡IZUKU! —y con lágrimas que circulaban por sus mejillas, se lanzó hacia el balcón con rapidez, puesto Midoriya se había lanzado hacia unos segundos.

Casi en un pestañear de ojos, todo sucedió, Katsuki se lanzó al balcón y sosteniéndose de él, sujeto del brazo con mucha fuerza al pecoso de ojos verdes.

Este lloraba desconsolado esperando el golpe final, sin embargo este no llegó y a su contrario, notó una mano cálida sujetar con fuerza su brazo, miró hacia arriba y observó como el de ojos rubíes lloraba ante sus ojos y su ceño, por primera vez no estaba fruncido sino confundido y preocupado.

Katsuki se sujetaba con todas sus fuerzas del bordillo mientras hacia presión con la punta de sus pies para no resbalar, sin embargo no podía hacer mucho más que sujetarlo por lo tanto le dijo. —¡Izuku, ayúdame a ayudarte por favor! ¡Intenta llegar al bordillo para que pueda levantarte! —le gritó algo alto pues los fuegos artificiales habían comenzado a estallar y poco más allá se podía escuchar.

Midoriya negó con la cabeza y con lágrimas en sus ojos le dijo. —¡No, Kacchan, no puedo hacerlo, tiene que acabar todo aquí, estoy solo! ¡¿No lo entiendes?! ¡No hay nadie que me espere! —le gritó el pecoso con el corazón en la mano.

Katsuki negó y trató de sostenerse más fuerte pues Midoriya se movía mucho y comenzaba a resbalar de su mano. —¡Quédate quieto joder, no te atrevas a quitar mi mano! —le gritó mientras lo sujetaba más fuerte. —¡No me seas estúpido Deku, yo sí que lo hago, necesito que vivas, yo sí te estaré esperando así que por favor, ayúdame a subirte! —le decía gritando con todas sus fuerzas para hacerse escuchar más que los juegos pirotécnicos.

Midoriya se sorprendió por eso, sin embargo hacia mucho no creía en su palabra y volvió a negar tratando de soltarse del agarre de Bakugo. —¡Solo lo dices para que no muera y no tengas que cargar con la culpabilidad que bien te mereces! —le gritó con rabia en sus ojos.

Katsuki bufó y por un momento quería pegarle un puñetazo hasta que recordó donde estaban. —¡Mierda Deku, podemos discutirlo más tarde pero ahora, no mueras joder, yo no quiero que mueras maldita sea! —le gritó observando como el sudor en su mano hacia que el pecoso fuera resbalando poco a poco. —¡Por favor Izuku ayúdame! ¡Te necesito conmigo! —le dijo con lágrimas en sus ojos, sudor en sus manos y miedo en su corazón, cuyo palpitaba incluso con la misma fuerza y rapidez que la del pecoso, el cuál cesó sus intentos de soltarse.

Midoriya abrió sus ojos expresivamente y con algo de rapidez y determinación por sus palabras, y sobretodo al escuchar su nombre de labios del cenizo, estiró su brazo e intentando con sus finos dedos, logró tocar la barandilla y sujetarse, para seguido comenzar a tirar junto al rubio ceniza.

Bakugo comenzó a tirar de él y lograron subir medio cuerpo gracias al esfuerzo que ambos hacían, rápidamente Bakugo soltó a Midoriya y sujetándolo bajo las axilas finalmente tiró de él, gracias a la fuerza empleada ambos cayeron al suelo, Midoriya sobre Bakugo y cuando inmediatamente quería levantarse, Bakugo lo abrazó con todas las fuerzas y lo mantuvo allí sujeto.

Ambos con la respiración agitada, los corazones acelerados y los nervios a flor de piel; el cenizo acarició el cabello verdoso del más bajo, y este estaba más que sorprendido por todas aquellas caricias, hasta que escuchó su voz tosca y ronca.

—Deku...no vuelvas a hacer nunca más una estupidez de este tamaño, idiota. —le dijo intentando calmar su respiración acariciando al más bajo.

Este se sonrojo por su tacto y por la voz muy próxima a su oreja, de modo que ya calmado se separó del cenizo y se alejó tras la posición en la que estaban para quedarse sentado contra la pared del balcón.

Bakugo se sentó con rapidez tras ese movimiento y le observó con atención. —Deku entiendo que lo que has pasado no ha sido nada fácil, perder a la persona que más amabas es lo más duro que existe, pero por ello, no tienes que quitarte tú la vida, ella jamás hubiera querido algo así...Yo...también la quería, ¿sabes? Inko-san, fue como una segunda madre para mí y lo que pasó en aquel accidente no es tu culpa...

Midoriya lo miraba atento mientras se abrazaba a sí mismo, a su vez sus ojos se llenaban de lágrimas y con la voz rota le respondió.

—No...Kacchan, jamás lo entenderías...mi padre se fue apenas yo era muy pequeño y bien lo sabes, la única que estuvo a mi lado siempre fue mi madre, era lo único que me quedaba y que por culpa de ese borracho llamado Stain...ella no sea capaz de regresar más a casa no es justo... —dijo mientras apretaba sus labios para evitar llorar aún más alto. —¡Estoy solo Kacchan, desde que pasó aquello...las burlas en la escuela comenzaron a ser más irrespetuosas contra mí con el pretexto de que mi madre me había abandonado por que ella tampoco era capaz de soportarme! —le gritó enfrentándolo con sus ojos verdes. 

—Deku, sabes que todo lo que han dicho contra ti, es mentira, tu madre te amaba más que nada en este mundo... —le dijo el cenizo con rapidez sintiendo empatía por el pequeño nerd.

—¡Bien se que es mentira pero aún así me afecta, todo me lleva afectando desde que te metías conmigo y te aprovechabas de mi amabilidad! ¡¿Por qué Kacchan, por qué el día que murió aun cuando tú siempre te habías metido conmigo y yo te perdone todas las veces, por qué cuando fui a pedir tu consuelo me dijiste que fuera menos llorica y continuara adelante como si nada?! ¡Era mi madre...! —le dijo comenzando sin control alguno a llorar como cuando era niño y un raspón aparecía en su rodilla.

Katsuki sintió eso como mil puñales en su corazón, era verdad, fue demasiado brusco con él, siempre lo había sido, desde que eran niños y él tomo las cosas de mala manera a pesar de que Deku solo lo había intentado ayudar.

La muerte de Inko Midoriya, también afectó a su mente y corazón, todo fue muy impactante y nada más se enteró, Midoriya lo buscó para pedir ayuda y este, por lo ofuscado que estaba y enfadado por aquel borracho dijo cosas que nunca debió decir, sí, estuvo mal y nada podría justificarlo, pero lo tomó en mal momento.

Katsuki se acercó a Midoriya, con rapidez limpió sus lágrimas y volviendo a cruzar mirada con el pecoso, mostró como frías lagrimas caían de sus rubíes ojos, y con voz rota le dijo. —Lo lamento tanto, siento haber sido tan mierda contigo...Siento no haber sido más comprensivo contigo aquel día, me tomaste en un mal momento y respondí cosas que no quería...Antes no era capaz de entender a tu corazón humilde y me daba rabia por que pensaba que tú creías que no era capaz de nada y eso me dolía...por que al igual que tú, estaba enamorado de ti y me molestaba que pensarás que era un inútil. —le decía Bakugo acariciado su mejilla algo húmeda.

Midoriya tenía una expresión indescifrable para el más alto, por primera vez era capaz de entender las cosas, por fin era capaz de entender todo lo que sentía el rubio y tras aquella confesión de amor un sonrojo apareció en sus mejillas.

—Deku, entiendo que me odies pero, aunque lo hagas no puedo permitir que mueras, se que te amenace mucho con eso pero soy un idiota incomprensible que no sabe lo que dice, perdóname Izuku. —le dijo con suavidad en sus ojos mientras sus lágrimas cesaban de caer para quedar en su piel como simples rastros de tantos sentimientos guardados. —Tu madre nunca me perdonaría sí te dejara morir, ella no querría esto para ti, ella lo que quería es que siguieras adelante, siendo fuerte y valiente, sin olvidarla y, aunque seas fuerte, no quiere decir que de vez en cuando no puedas llorar pues eso nos hace humanos Izuku, ahora bien sé que tus lágrimas no muestran debilidad sino fuerza. Yo no quiero que mueras, te necesito, necesito que me sigas guiando hacia adelante para impulsarme a superarte.

Midoriya no tenía palabras para todo eso y simplemente abrazó al rubio olvidando todo lo malo que pensaba hacer, olvidando esos malos sentimientos y solo llenándose de la calidez del rubio. Bakugo le correspondió suspirando por fin aliviado de ya haberle calmado.

—Te quiero Kacchan, gracias por salvarme...gracias por estar aquí. ¿Mejor tarde que nunca? —bromeó en los reconfortantes brazos del rubio y este rió con suavidad para asentir con la misma calidez.

—También te quiero Deku. —le contestó con suavidad.

Ambos se alejaron apenas unos centímetros y se miraron a los ojos, los verdes de Midoriya brillaban con emoción y amor, mientras los de Bakugo estaban aliviados y se estaban contagiando de aquella felicidad que expresaban los mirares del contrario, por primera vez fueron capaz de calmar todos los sentimientos que tenían atados.

Y así de repente el reloj avisó de la hora y ambos sonrieron.

Midoriya se sonrojó y le miró con alegría. —Feliz Navidad Kacchan.

Katsuki sonrió sutilmente y con orgullo le dijo. —Igualmente pequeño nerd. —tras eso Katsuki sujetó con rapidez el cuello del pecoso y acercándose a sus labios le susurró. 

—No sabes cuanto llevo esperando esto. —admitió y seguido beso con calidez y profundo amor al pecoso, bien sabía Katsuki que ahora mismo lo que más necesitaba el pecoso era amor y nada más que eso.

Amor, iba a ser lo único que recibiría de ahora en adelante su pequeño pecoso, tanto tiempo guardando sus sentimientos y tapándolos con una sabana de odio y rencor lo estaban convirtiendo en una farsa, Bakugo siempre supo que solo se engañaba a sí mismo pues era consciente de que lo que sentía por el pequeño pecoso era mucho más que amistad, que odio o rivalidad, siempre fue amor y ahora, eso era lo que vivirían, juntos.

Desde la infancia hasta quién sabe donde, el futuro es incierto, el futuro no está prometido y Katsuki fue capaz de entender el verdadero sentido de la vida. Esta es corta, y lo único que debe hacer es olvidar ese orgullo que tanto tiempo a cargado con él, es hora de aprender a amar y estar con sus seres queridos.

Dejar de engañarse y vivir lo que realmente quiere y con quién verdaderamente quiere, debe aún aprender muchas cosas y los cambios tardarán mucho, pero él siempre dará su mejor esfuerzo sí siempre trata sobre su capítulo favorito, Izuku Midoriya.

Espera con todo su corazón que haya muchos más capítulos que escribir junto a él, guardar hermosos y bellos recuerdos, queriendo y amándose siempre, apoyándolo en todo y recordandole siempre, que estará junto a él, como su madre lo hace en su humilde corazón.


12 : 00.

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¡Feliz Navidad, más vale tarde que nunca hahah, de paso les felicitó por año nuevo sí por un casual no subo nada!

Espero y les haya gustado este one-shot, traté de hacerlo lo mejor posible pero tampoco era mucho más allá de un solo capítulo y tenia que ser algo rápido, pero bonito y con love.

Bien se que tampoco soy la mejor escribiendo, pero hago lo que puedo, perdonen faltas de ortografía y demás.

Mi nuevo shipp: Katsudeku, pronto historias de ellos, los quiero <3

BNHA se ha convertido en una de mis series favoritas, y sobretodo con estos dos tortolos, gracias por leer.

All the love,

Ella ✹.













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